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Los contaminantes, su mayor enemigo
Nota original de: Gaceta CCH UNAM
Fecha de publicación: 10 de febrero
Autor: Porfirio Castillo
https://gaceta.cch.unam.mx/es/el-ozono-y-su-gran-manto-protector
Como parte del ciclo de conferencias Cecehacheros al Museo de la Luz y Universum, Juan Ramón Sánchez Jácome, físico por la Facultad de Ciencias de la UNAM, fue el encargado de ilustrar a las y los alumnos del Colegio sobre la utilidad de la capa ozono, la cual tiene la función de proteger a la Tierra de la acción de los rayos ultravioleta del Sol; se sabe que forma una capa protectora que se encuentra entre los 15 y 30 kilómetros de altura, en la estratósfera.
Para su exposición, el ponente se apoyó en el equipo Moléculas en la atmósfera, localizado en la sala La Química está en todo, que permite observar un modelo a escala, que muestra un corte de la atmósfera y otro de la tierra, y en el que, además, se aprecia una parte del trabajo de la capa de ozono que hiciera Mario Molina, premio nobel de química.
La capa de ozono, expuso, fue descubierta por los científicos Charles Fabri y Henri Buisson en 1913. De acuerdo con los estudiosos, tiene una concentración baja de 2 a 8 moléculas de ozono por cada millón de moléculas que hay en esa capa, y nos protege de la radiación UVC y UVB, que son el ultravioleta lejano, de 150 a 300 nanómetros, aproximadamente.
Al describir el equipo de Moléculas en la atmósfera, Sánchez Jácome comentó que éste cuenta con una barra que al moverse ilumina la capa de ozono, para una mejor comprensión.
Recordó a los alumnos del CCH que el ozono es un gas muy oxidante de color azulado y olor penetrante, que se forma en la ozonósfera o por descargas eléctricas; asimismo, puntualizó que en la ozonósfera se encuentra concentrado el 90 por ciento del ozono atmosférico y donde se halla la capa atmosférica cerca de nosotros, vuelve a aumentar su cantidad.
También mencionó que existen diferentes tipos de contaminación que dañan la capa de ozono, por ello el equipo se halla junto al trabajo de Mario Molina, porque muchos de los aerosoles utilizados en la antigüedad podían tener compuestos que atacaban la capa de ozono, eran estables porque eran los fluoroclorocarbonos, que en la actualidad corresponde al 3.5.
El aire acondicionado también cuenta con estos compuestos, pero se han cambiado por hidrofluorocarburos, que son los compuestos organofluorados más comunes, compuestos principalmente por átomos de hidrógeno y fluor, que fueron utilizados para sustituir a otros gases, como los halocarburos, que afectan a la capa de ozono.
Lo mismo ha ocurrido con los aerosoles donde se utilizan propelentes propano o butano que, aunque pueden reaccionar en la capa de ozono, requieren de otros precursores para que la afecten.
En el equipo también se puede observar un ciclo de la naturaleza donde se forma y descompone la capa de ozono, así como donde se añaden aerosoles naturales, por ejemplo los causados por las cataratas o cerca de un lugar donde rompen las olas.
En estos sitios se generan gotas muy pequeñas que llevan un poco de sal y arrastra el aire donde puede haber ráfagas tan grandes que pueden llegar a ser contaminantes naturales, en regiones cercanas al ozono.