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El cempasúchil, una flor mexicana que viajó a la India y se volvió esencial para el hinduismo

En este 2020 la canción más popular en la India se llama Genda phool, una mezcla de melodías bengalíes y sonidos urbanos compuesta por el rapero Badshah que, muy rápido, mandó al segundo lugar a Bad Bunny con su Ella perrea sola, en especial porque fue lanzada justo cuando en el país se decretaba la cuarentena por el coronavirus, dejando a millones de indios con tiempo de sobra para pasarse el día sintonizando la radio o escuchando YouTube Music en el ordenador.

En el videoclip de dicho tema se ve al artista punjabi cortejar a la actriz Jacqueline Fernández durante las fiestas el Durgā-pūjā, todo ello en medio de bailes estilo Bollywood y un océano de pétalos naranjas provenientes de la genda, esa flor tan tradicional en el hinduismo que da nombre al sencillo y que, al observarla de cerca, nos resultará demasiado familiar, pues se trata de nuestro cempasúchil.

¿Pero cómo una flor tan mesoamericana terminó como ofrenda en los altares del elefantino Ganesha, del dios mono Hanuman o de Saraswati, entre otras deidades hindús? “La respuesta es que, aunque aquí consideramos que el cempoalxóchitl (como se le dice en náhuatl) está ligado a la muerte, en realidad es una flor de muchas vidas, pues una vez que salió de México hace 500 años de la mano de los españoles, adquirió nuevas personalidades según a dónde llegaba”, explica Víctor Manuel Méndez, del Departamento de Producción Audiovisual y Multimedia del CEIICH y director de un filme sobre esta planta.

“El documental –coproducido por la UNAM y el CSIC de Madrid– es producto de las investigaciones de Jana Černá, una historiadora de la ciencia que, aunque nacida en la República Checa, es una apasionada de la cultura mexicana que ha dedicado toda su carrera a esclarecer cómo la flora y fauna de nuestro país llegó a otros continentes y se integró en sus imaginarios, dando como resultado que la nochebuena se volviera sinónimo de la Navidad, o que los manatíes protagonizaran diversos relatos fantásticos contados a su vuelta por los navegantes, por citar tan sólo un par de ejemplos de los muchísimos que hay”.

Para Víctor Manuel, que este documental lleve por nombre Las vidas múltiples de la flor de veinte pétalos no podría ser más acertado, ya que este trabajo es una bitácora de viaje que muestra cómo, al llegar a otras tierras, el cempoalxóchitl adoptó nuevos rostros y se desprendió de muchas características que en México le atribuíamos como esenciales.

“Y quizá la más notoria sea la de su origen pues, aunque para nosotros se trata de una planta evidentemente mesoamericana, en muchos lugares de Europa, de tan exótica que les parecía, asumieron que provenía de África. De ahí que en inglés se le diga african marigold, que en España sea clavel del moro y que en checo la llamen afrikán”.

A decir del documentalista, esta alteración de su identidad es un fenómeno similar al que viven aquellos quienes deben migrar. “Al entrar en contacto con otras culturas algo cambia en estas personas; eso pasa con quienes han cambiado de vida, y con el cempasúchil es igual”.

Resignificaciones y rituales

Debido a su color naranja y a su fuerte aroma, los mesoamericanos creían que el cempoalxóchitl guiaba el alma de los muertos a su lugar de pertenencia, de ahí que para los europeos fuera un equivalente de su crisantemo, flor que en el Viejo Mundo sólo se usaba en funerales o tumbas. Por ello, aunque no era extraño ver cempasúchiles pintados en bodegones renacentistas o adornando jardines parisinos, en realidad no había un hueco simbólico que pudiera llenar la planta y, por lo mismo, jamás formó parte de los rituales europeos, detalla Víctor Manuel.

En la nación en que sí lo hizo, y con gran protagonismo, fue en la India, donde fue bautizada como genda, palabra que en hindi significa ‘flor santa’. De hecho, se integró de tal manera a la esencia misma de ese pueblo que, además de ocupar un lugar de honor en los altares hinduistas, se convirtió en la flor oficial del estado de Gujarat. Por ello, no pocos indios se confiesan sorprendidos al enterarse de que esta planta no es originaria de su país, sino de México.

Lo importante a subrayar, apunta Víctor Manuel Méndez, es la metamorfosis experimentada por la flor en aquellas latitudes, donde los hinduistas le otorgaron un significado muy diferente al que tiene aquí, en nuestro Día de Muertos, pues en aquella parte del mundo tiene que ver con el renacer, con volver al origen y con iniciar algo nuevo.

“Eso es un poco lo que quisimos retratar, porque Las vidas múltiples de la flor de veinte pétalos es un documental que narra la odisea del cempasúchil. No hay entrevistas ni testimonios, sino una investigación bibliohemerográfica que describe el largo camino de esta planta, empezando en la Nueva España y terminando en la India”.

Sobre las razones para componer Genda phool (‘flor de genda’), el rapero Badshah decía que su deseo era mezclar elementos tradicionales de su país (como la lengua bengalí y un instrumento de cuerdas llamado dotara) a fin de “crear música con lo que se identifiquen personas de otras partes del mundo”, algo que tiene mucho de sentido para cualquier mexicano, pues ¿quién aquí no se sentiría identificado con una canción que habla de cempasúchiles?, ¿a quién aquí no le evoca recuerdos esa flor naranja que huele a Día de Muertos?

El documental Las vidas múltiples de la flor de veinte pétalos se estrenará el domingo 1 de noviembre, a las 18 horas, en el canal de YouTube del CEIICH.