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El Ártico, el punto más caliente del cambio climático

https://youtu.be/6ZAuRpK4tkc

El aumento de temperaturas y la acelerada reducción de la capa de hielo del Ártico denuncian a gritos una realidad: el Polo Norte está en peligro.

“Aunque parezca una paradoja, es el punto geoestratégico más caliente del proceso de cambio climático”, sostiene Elena Conde, profesora de Derecho Internacional de la
Universidad Complutense de Madrid (UCM).

A la flora y a la fauna, acostumbradas a las condiciones extremas, les cuesta adaptarse al brusco cambio que sufre su ecosistema, mientras que las poblaciones indígenas se sienten extrañas en su propia tierra.

El deshielo está haciendo más accesibles las rutas de navegación por este complicado océano, salpicado por grandes icebergs, lo que facilita el acceso a sus disputados
recursos naturales, sobre todo, petróleo y gas.

A priori, esta situación favorecería a la economía de los países del Círculo Polar Ártico. Pero por encima de sus intereses, los expertos inciden en que hace falta colaborar para frenar el cambio climático en una región excepcional. El Ártico se considera el rey de los océanos por su papel esencial en la regulación y el intercambio de temperaturas con otros océanos de latitudes más bajas que confluyen en él.

“Hay una vida efervescente en el Ártico, espectacular, diversa y única”, describe Leopoldo García Sancho, biólogo y profesor del departamento de Biología Vegetal II dela UCM. Esto se debe a que los mares, al contrario que en la tierra, cuanto más fríos son, tienen más oxígeno, CO2, plancton y otros nutrientes.

Entre su fauna destacan ballenas, cetáceos, focas, morsas, osos polares y un sinfín de peces, como bacalaos y arenques. Su fondo marino es muy rico en organismos llamados bentónicos y en su vegetación destaca la tundra ártica, formada por casi trescientas especies.

Todos ellos se ven amenazados por el cambio climático, que está provocando alteraciones en el ecosistema ártico en tan solo unas décadas, cuando lo habitual son siglos o milenios. Esta situación limita las posibilidades de migración y adaptación de las especies y muchas podrían acabar extinguiéndose, según los científicos.

“El Ártico es el lugar del planeta donde más está aumentando la temperatura. El cambio climático está teniendo unas consecuencias enormes”, alerta García Sancho.

Por una parte, la pérdida de hielo afecta a la proliferación de las algas, la base de la cadena alimenticia. Por otra, la tundra herbácea se está retirando mientras que la vegetación arbustiva y leñosa, más propias de latitudes inferiores, avanzan.

“Esto va teniendo un efecto retroalimentado, porque la vegetación absorbe radiación, se calienta más y favorece el aumento de temperatura”, explica el biólogo. Según el último informe de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), el Ártico acaba de vivir sus doce meses más calurosos desde que existen registros de temperatura en esta región.