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Dido y Eneas, una ópera con perspectiva de género

El trasfondo político de la ópera Dido y Eneas, de Henry Purcell, tendrá resonancia en los tiempos actuales de México en la arriesgada puesta en escena que se presentará en la Sala Miguel Covarrubias en el marco del Festival IM·PULSO Música Escena Verano UNAM.
Bajo la dirección de escena de Yuriria Fanjul y la dirección concertadora de Jorge Cózatl al frente de la Orquesta y Coro de la Academia de Música Antigua (AMA-UNAM), contará además con la participación de la Compañía Juvenil de Danza Contemporánea (DAJU) de la UNAM, con coreografías de Claudia Lavista.
Para su montaje, Fanjul optó por un final alternativo con perspectiva de género en el que la protagonista, Dido, no comete suicidio y acepta su destino como reina de Cartago, a pesar de que esto signifique renunciar al amor de Eneas, príncipe de Troya y futuro fundador del Imperio romano. Además, visualmente creó cada uno de los personajes a partir de un cuadro surrealista mexicano.
“Siempre hay que reinterpretar desde un contexto actual, para mí es un tema de género. En México estamos cuestionando en este momento cuáles son los roles del hombre y la mujer y qué tanto pueden ser compatibles. Para llevar a cabo su rol político, Dido no puede tener una pareja; yo estoy cuestionando si políticamente en nuestra realidad una mujer puede ser jefa de Estado y al mismo tiempo formar una familia. Toda mi interpretación conceptual es desde una perspectiva de género”, dice la directora en entrevista.
Basada en la Eneida de Virgilio, la pieza es un reflejo del entorno que rodeaba al compositor inglés después del fallecimiento de Isabel I, quien decidió convertirse en reina virgen y renunciar al matrimonio, fundó la iglesia anglicana y fue la última descendiente de la casa Tudor. “Se casó con su pueblo para poder servirlo -dice Fanjul-. Renunció a la vida privada por la vida pública, y a mí me interesa cuestionar el tema transformando la historia en la cual Dido se suicida porque Eneas la abandona. Algo de ella sí se muere, pero cambia para ser la mandataria que le toca ser. En ese sentido es trágico, pero no por una decisión errónea, sino porque los dioses le quitan al amor de su vida y ella tiene que tomar una decisión al respecto”.
Los libros escritos en el siglo I antes de Cristo por Virgilio fueron sintetizados en el libreto de Nahum Tate en solo una hora, y es que como fue escrita para representarse en una escuela, comparte la directora, “tampoco era para que estuvieran tres horas cantando, tenía que ser accesible para los estudiantes, aunque después se volvió la obra emblemática de la música inglesa para ópera”.
En su propuesta, el universo visual es el surrealismo mexicano del siglo XX. “Me inspiré en que en la Corte de Isabel I no había diferencia entre la ciencia y la alquimia, y me interesó conectarlo con el mundo de Remedios Varo, Leonora Carrington, de surrealistas mexicanos que se han interesado en el subconsciente, en lados no lógicos de la mente para crear.
 
Tomamos una pintura para cada personaje y cada cuadro escenográfico, y diseñamos la escenografía y el vestuario como una abstracción del surrealismo mexicano, con la misma idea de conectar a los personajes con los astros y con la alquimia”.
El director concertador, Jorge Cózatl, quien celebra con este montaje el segundo aniversario de la AMA-UNAM, advierte que esta pieza es considerada como la representación inglesa del siglo XVII en la ópera. “Durante mucho tiempo Italia fue dominante en el arte barroco y fue incrustando su forma de pensar hacia otros países. En Inglaterra se adoptaron más fácilmente las características del arte italiano, aunque esta ópera en tres actos inicia con una obertura muy lenta escrita a la francesa, con elegancia, un carácter y solemnidad que le da personalidad única. La segunda sección es mucho más ágil y viva, está escrita para cuerda y bajo continuo, además de los cantantes, por supuesto, pero en nuestra versión estamos orquestando con traversos y flautas de pico”.
La conformación barroca por excelencia consiste en cuerdas y oboes, apunta el director. “Dado que no tenemos oboes en la AMA, recurrimos a otro tipo de formación. Son 16 instrumentistas, 12 cantantes, 2 flautistas, el concertino, que es coach y maestro de violín y viola, y la coach de violín”. Esta formación permitirá replicar lo más cercano posible el sonido barroco, con instrumentos elaborados de acuerdo a las características de la época, asegura.
Para su propuesta musical, el director decidió integrar dos chaconas en el primer acto, en los momentos coreográficos marcados por el autor. “La primera es de Katzati y la segunda de uno de los Conciertos de París de Vivaldi. En el libreto está escrita la propuesta de las chaconas o danzas y hay diferentes interpretaciones: se vuelve a tocar lo que se acaba de interpretar pero sin las voces, o se incluyen otro tipo de chaconas, como en nuestro caso”.
Acercarse a una pieza barroca es todo un descubrimiento para las audiencias contemporáneas, asegura Cózatl. Para todos resulta una música nueva a casi 400 años de distancia. “Las condiciones acústicas y de sonoridad del siglo XXI son totalmente diferentes. Aunque es imposible hacer un concierto que suene tal cual se escuchaba en su época, sí es bastante cercano. Lo que hacemos en la AMA es un trazo historicista, se tocan instrumentos de la época, afortunadamente ya hay réplicas de éstos”.
Dido y Eneas se presentará en la Sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario el sábado 24 de agosto a las 19 horas y el domingo 25 a las 18 horas. En ambas funciones habrá una charla previa sobre la ópera una hora antes.