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Día de muertos desde Costa Rica

San José, Costa Rica.- No hizo falta nada. Un altar, incienso, papel picado, fruta, flor de cempasúchil, calaveritas de azúcar, todo para recordar, a la mexicana, a quien “se nos adelantó”.

La tradición del Día de Muertos viajó más de 2,500 kilómetros para alojarse en el corazón de la Universidad de Costa Rica (UCR) y compartir con sus estudiantes el significado de esta ofrenda llena de colorido, olores y sabores.

En esta ocasión, el Centro de Estudios Mexicanos (CEM) de la UNAM-Costa Rica, a cargo de la doctora Isabel Vázquez, ofreció el altar de muertos a todas las víctimas por los sismos que sacudieron a la Ciudad de México, Oaxaca y Chiapas el pasado mes de septiembre.

Margarita Valero, asesora de este CEM, señaló que el altar es una forma de conmemorar la muerte; es un homenaje póstumo y anónimo con la intención de honrarlos. “Los fallecidos del último ciclo después del 2 de noviembre del año anterior a la fecha es a quien se les ofrenda un altar, y su conmemoración depende de la zona del país, ya que se utilizan elementos naturales y locales”.

La esencia mexicana se sintió en cada uno de los rincones de la sala multiusos de la Escuela de Estudios Generales, conocida como “El Girasol”. La internacionalización de Costa Rica se reflejó a través del programa de movilidad estudiantil con el que cuenta la UCR. Ecuatorianos, chinos, panameños, nicaragüenses, alemanes, entre otros, consumieron un pequeño pedazo del folclor mexicano.

Los visitantes de la ofrenda de Muertos quedaron impresionados y conmovidos con esta exposición, como Mariana Fernández, estudiante de Biología de la UCR, quien consideró que todo latino nunca debe olvidar sus orígenes: “La cultura mexicana es mágica. Me llamó la atención porque en estas fechas se celebra mucho el Halloween, que no es perteneciente a los pueblos latinoamericanos. Siento que es importante para recordar lo que está más cercano a nosotros, porque con esto de la globalización se pierden mucho las costumbres autóctonas de los pueblos”.