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Depresión y estrés crónico, factores psicosociales relacionados con la diabetes

Las enfermedades crónicas se han convertido en un problema de salud pública en el mundo. Cáncer, obesidad, hipertensión y diabetes, ocupan hoy por hoy grandes recursos económicos para su tratamiento, detección e investigación. Asimismo, dada su larga duración, una falta de tratamiento que pueda curarlas (sobre todo si son detectadas en etapas tardías) y sus complicaciones tienen un alto impacto económico en la sociedad.

Después de años de investigación, se sabe de la predisposición genética y ambiental de algunas personas para padecer alguna de ellas. También se han propuesto opciones terapéuticas para erradicar la enfermedad o permitir que la persona tenga una mejor calidad de vida.

Sin embargo, poco se había estudiado sobre aspectos emocionales en pacientes con enfermedades crónicas, como la falta de apego al tratamiento, qué es lo que provoca que se aleje de su familia o amigos, por qué se ausenta al trabajo y atraviesa por periodos de depresión que merman su vida cotidiana, entre otros.

En la actualidad, la depresión y el estrés crónico son dos factores psicosociales que tienen una amplia relación con enfermedades crónicas como la diabetes o el cáncer. Se sabe que los pacientes diabéticos tienden a ser más depresivos que aquellos que no tienen esta enfermedad. Además, en algunos casos la depresión precede a la diabetes, es como si las personas deprimidas tuvieran mayores probabilidades de desarrollar esta enfermedad.

Así, los factores psicosociales son aquellas características que afectan la salud de las personas tanto a nivel psicológico como fisiológico. La doctora María del Carmen Lara Muñoz, del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina de la UNAM, estudió diversos factores psicosociales de la Diabetes Mellitus tipo 2.

Diabetes y estrés crónico

Sobrellevar una enfermedad como la diabetes no depende sólo del tratamiento farmacológico, hoy se sabe que esta enfermedad tiene un alto impacto económico por la amplia prevalencia de las complicaciones que surgen a partir de ella. Algunas son fisiológicas, como las fallas del riñón y las neuropatías, entre otras; pero también existen aquellas que emocionalmente afectan al diabético, como la depresión y el estrés crónico.

Para el año 2030 se calcula que habrá en el mundo 366 millones de diabéticos. En México, de acuerdo con la última Encuesta Nacional de Salud realizada en 2006, 14.4% de la población mexicana padece diabetes, 22% de los diagnosticados tienen menos de 40 años y la gran mayoría no sabe que la padece.

La doctora María del Carmen Lara Muñoz comentó que uno de los mitos que existían alrededor de la diabetes es que era un padecimiento que surgía por un susto. Ahora se sabe que en realidad es el estrés crónico, como un factor psicosocial, el que llega a predisponer a una persona a padecer diabetes.

“El estrés crónico pone en actividad constantemente las glándulas suprarrenales. Esta situación de estrés lo que hace es aumentar la disponibilidad de glucosa en el organismo. Pensamos que al cabo de los años evidentemente éste va a dejar de manejar bien la glucosa, el páncreas no se dará abasto y los niveles de azúcar que las personas manejan serán altos, es decir, se fatigará su sistema regulador de glucosa”, explicó la doctora Lara Muñoz.

Otro factor psicosocial con el que se ha trabajado en pacientes diabéticos es el nivel socioeconómico. La doctora Lara Muñoz comenta que se ha visto que cuando hay situaciones de bonanza económica aumenta la frecuencia de problemas metabólicos. Explica que desde la prehistoria el ser humano ha desarrollado mecanismos metabólicos para poder aprovechar de manera óptima cualquier nutriente. Sin embargo, en la actualidad el organismo no metaboliza de manera correcta el exceso de alimentos y de azúcares que se consumen. Por lo que esta situación, que se considera social, es la que promueve la ingesta excesiva de comida.

Propuesta universitaria

Tomando como base algunos de estos factores psicosociales, así como la relación entre el estrés crónico, la depresión y la diabetes, la doctora Carmen Lara desarrolló un estudio con la Universidad Autónoma de Puebla y con el Seguro Social de esta entidad para proponer un modelo de tratamiento integral para pacientes diabéticos.

En una primera parte del estudio, realizada con diabéticos, se evaluó si la discapacidad de esos pacientes tiene que ver con la depresión y no tanto con la diabetes. La discapacidad que evaluaron estuvo relacionada con problemas para comunicarse y para interactuar con los demás.

Los investigadores concluyeron que la discapacidad depende directamente de la depresión, sin importar el tiempo de evolución de la diabetes y de las complicaciones que surjan por ésta. Es decir, la depresión es un factor psicosocial que limita a las personas en su vida en general y no tanto la diabetes. Cabe señalar que un tercio de los pacientes con diabetes en nuestro país están deprimidos, lo cual genera ausentismo laboral. Y dado que la diabetes se presenta en personas jóvenes, laboralmente activas, la depresión se ha convertido en un problema social y económico de gran relevancia.

Por otro lado, se trabajó con actividad física, para conocer su impacto en los pacientes diabéticos. La doctora Lara Muñoz explicó que, aunque existen esquemas para manejar la depresión en los diabéticos, este trabajo de investigación tomó al ejercicio como la base principal para apoyar el esquema de tratamiento.

“El tratamiento de los pacientes diabéticos es muy difícil porque es muy largo, es de por vida, y con depresión es todavía más difícil. Hemos visto que la depresión hace que no sigan sus dietas, no se tomen sus medicamentos y el tratamiento de la diabetes tiene mucho que ver con el estilo de vida. Por ello, estamos proponiendo conductas del manejo de la depresión para que formen parte de su estilo de vida. Parte del tratamiento del diabético es el ejercicio, el problema es que les cuesta mucho trabajo realizarlo”, explicó la doctora Lara Muñoz.