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Contundente salida de mujeres de la fuerza laboral a causa de la pandemia por COVID-19

En palabras de Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la participación femenina en el mercado laboral retrocedió diez años como consecuencia del impacto de la pandemia por la COVID-19. “La tasa de participación femenina bajó un 6 por ciento en 2020 y la tasa de desocupación de las mujeres comparada con 2019 es 10 puntos más alta, eso es un dato que refleja lo preocupante de la crisis”.

La Cepal estima que sin apoyos gubernamentales, alrededor de 118 millones de mujeres de América Latina y el Caribe se encontrarán en situación de pobreza, 23 millones más que en 2019.

En América Latina el 56.9 por ciento de las mujeres se ocupaban en sectores considerados de alto riesgo por la crisis sanitaria, como el comercio, la manufactura, el turismo y el trabajo doméstico remunerado, destaca en el informe: La autonomía económica de las mujeres en la recuperación sostenible y con igualdad.

“La pérdida del empleo en el trabajo doméstico remunerado fue uno de los sectores más afectados”, ya que además de ser muy precarizado no se puede realizar de manera remota, y el 76 por ciento de las mujeres que lo realizan no tienen ningún tipo de protección social”, reveló el documento.

Por otro lado, “las mujeres con menores ingresos están enfrentando un doble obstáculo; una brecha de acceso a internet y una falta de capacidades en materia de conectividad virtual”. En México 29 por ciento de las mujeres no cuentan con ingresos propios y las familias tienen que disponer del 16 por ciento de su ingreso para pagar banda ancha móvil y 8.7 por ciento para pagar banda ancha fija.

Economía del cuidado

Según el organismo de Naciones Unidas, las mujeres están en la primera línea de respuesta a la pandemia, representan el 73.2 por ciento del total de las personas empleadas en el sector de la salud, sin embargo hay una diferencia salarial entre hombres y mujeres del 23.7 por ciento, haciendo las mismas labores, “lo que significa una injusticia plena”.

A causa de la COVID-19, las mujeres salieron de la fuerza laboral porque tuvieron que atender las demandas de cuidados al interior de sus hogares y no retomaron la búsqueda de empleo. La crisis sanitaria ha exacerbado la carga de cuidados para las mujeres que previo a la pandemia dedicaban tres veces más del tiempo que los hombres a esos cuidados, actividades que no son remuneradas.

“La pandemia nos ha mostrado que los que sepan cuidar y cuidarse van a tener mayores oportunidades de sobrevivencia en el corto y largo plazo”. Debemos movernos hacia una sociedad del cuidado para contener la pandemia, para sustentar la vida y fortalecer el bienestar social y familiar”.

“Se habla mucho de a quién se debe priorizar en la vacunación, se debe agregar a las trabajadoras domésticas remuneradas, deben ser consideradas prioritarias porque son un pilar fundamental de los cuidados y la recuperación”, acotó Bárcena Ibarra.

Recuperación transformadora

En opinión de Alicia Bárcena, una recuperación transformadora requiere un enfoque transversal de género, en todas sus políticas y acciones afirmativas fiscales, productivas y sociales.

La experta, resaltó la urgencia de crear un nuevo pacto fiscal con igualdad de género que amplifique ingresos, iguale oportunidades y abra espacios de participación laboral formal para las mujeres.

Reconocer y valorar lo que sufren millones de niñas y mujeres en América Latina y el Caribe, el confinamiento ha aumentado además del desempleo, la violencia de género, la violencia en las redes sociales y los feminicidios. “Hacernos cargo de la terrible pandemia en la sombra que es la violencia”.

Para apoyarlas, “hay que crear programas de capacitación tecnológica y garantizar la inclusión universal de las mujeres en el uso de plataformas digitales, ampliar los servicios y los productos financieros. Proteger a las mujeres adultas mayores, algo que ya se hace en México con una pensión básica”, indicó.

México

En rueda de prensa hace unos días, la secretaria ejecutiva de la Cepal comentó sobre la iniciativa mexicana de reformar el outsorcing o subcontratación laboral, “la subcontratación ha abierto la puerta a la precarización laboral no sólo en México sino en toda la región, las empresas buscan esta opción porque les permite abatir costos pero la subcontratación profundiza la desigualdad funcional entre capital y masa salarial”.

“La ley que se está discutiendo (en México) lo que intenta es limitar la precarización del empleo y propiciar que haya derechos laborales como jubilación, reparto de utilidades y evitar la creación de empresas fantasmas que después no asumen responsabilidades en los despidos”.

“Se está buscando mejorar la regulación laboral, avanzar hacia un mercado de trabajo de pago igualitario y garantizar derechos, sin abusar, porque los sindicatos abusaron de sus derechos y sus privilegios y justamente por eso hay organizaciones que buscan terciarizar los servicios”, señaló.

A pregunta expresa sobre el tema de los privilegios fiscales, Bárcena Ibarra dijo que la política gubernamental mexicana abordó con fortaleza el asunto, “se logró aumentar la tributación a través de este mecanismo (de recaudación de impuestos) y yo creo que eso es lo que hay que hacer, fortalecer los sistemas de administración tributaria para evitar la evasión fiscal que es una forma de privilegios y desmontar esa cultura de los privilegios”.

Sobre la redistribución del gasto público, Bárcena Ibarra afirmó que “tenemos que invertir en la educación en la salud y en la alimentación pública de calidad porque son tres elementos desigualadores que tienen importancia de futuro”.

Y añadió que el gobierno mexicano aplicó medidas ante de la pandemia, como dar un programa de ingresos a las familias más pobres y a los adultos mayores.

Por último la funcionaria internacional, sostuvo que la importancia de la autonomía económica de las mujeres se logra a través de un empleo bien remunerado, que es emancipador, y con ingresos básicos de emergencia para todas las mujeres que tuvieron que salir del mercado laboral por la pandemia.