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Cinvestav patenta alternativa terapéutica para la depresión

Hasta cuatro por ciento del Producto Interno Bruto es el cálculo que se tiene sobre los costos directos e indirectos que representa una mala salud mental en los países socios de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos. Si bien son distintos estos tipos de padecimientos, en fechas recientes el foco de atención recae en la depresión, al presentar un incremento en los últimos años, sobre todo en la población joven, donde antes no ocurría este problema con frecuencia.

Ante esa problemática, hace poco más de cinco años, Benjamín García Márquez decidió centrar su trabajo doctoral en torno a las alternativas para atender este padecimiento mental. Su intención era desarrollar un fármaco con mayor eficacia que los tratamientos actuales, como la fluoxetina (Prozac™).

Para ello, el entonces estudiante de doctorado del Departamento de Farmacología del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) se acercó con los investigadores Martha Sonia Morales Ríos y Benjamín Florán Garduño, con el fin de desarrollar un nuevo tratamiento. El resultado fue una patente recientemente aprobada por el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, sobre una formulación que ayuda a inhibir el transporte de la serotonina.

Se ha comprobado que en los procesos depresivos existe poca disponibilidad de serotonina, un neuromodulador liberado en regiones del cerebro involucradas con el estado de ánimo de las personas, como el hipocampo, la amígdala, el área ventral tegmental, el núcleo accumbens, entre otros.

A pesar de no tener claras las causas fisiológicas que conllevan a la depresión, se tiene registro que, a nivel cerebral, ocurre un desequilibrio entre las diferentes sustancias neuromoduladoras, como la serotonina, la dopamina, adrenalina y la histamina, pero es la primera la más alterada durante ese padecimiento.

En una persona sin esas afectaciones mentales, cuando se realizan las funciones neuronales, la serotonina es recapturada por la célula que la secretó, ya sea para degradarla o reutilizarla. Estas proteínas, encargadas de reincorporarla a la célula, son llamadas capturadores.

Sin embargo, durante la depresión la cantidad de serotonina es baja, de modo que, al reintroducirse a las células, impacta sobre el estado de ánimo. Por ello, los tratamientos actuales para la depresión se encargan de bloquear el transporte con la intención de tener más cantidad de serotonina disponible y, en consecuencia, el sujeto se siente de mejor ánimo.

“En el caso de la formulación obtenida por el Cinvestav, se trata de imidazolinilindoles que inhiben las proteínas que capturan la serotonina, con un efecto mayor al tratamiento más usado para atender la depresión, lo que significa una ventaja competitiva al requerir de menor dosis”, explicó Benjamín Florán Garduño.

Por ahora, las pruebas sobre el fármaco fueron realizadas en modelos animales, se analizaron las zonas del cerebro donde la serotonina ejercía su efecto y se realizaron comparativas entre la fluoxetina y la formulación del Cinvestav.

Aunque la patente se creó para combatir la depresión, los investigadores no descartan realizar otros estudios a fin de identificar nuevos usos. “Al ser parte de una familia de fármacos bloqueadores del transporte de neurotransmisores, es posible que tengan efecto en otros trastornos, relacionados con la ingesta de alimentos, por ejemplo”, expuso el investigador del Cinvestav.

La solicitud de patente fue presentada en 2014 y recientemente fue reconocida por el IMPI con el número MX 366673 B, por lo que la intención de los investigadores participantes en el desarrollo es promover estudios clínicos a través de la vinculación con el sector privado para comprobar su eficacia en personas.

“Ante el crecimiento en los números de personas, pero sobre todo jóvenes, que presentan depresión, es necesario atender de manera oportuna esta enfermedad, ya que al ser mal atendida se puede relacionar con otros problemas como el consumo de alcohol, drogas duras e incluso los intentos de suicidio”, puntualizó Florán Garduño.