Aprende a tocar violín con sabor huasteco

La Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala de la UNAM alberga el único taller de toda la Universidad que enseña a tocar el violín con sabor huasteco. Es impartido por Felipe Ignacio Valle Robles, mejor conocido como “El Huracán Huasteco” por la comunidad iztacalteca, quien enseña también jarana huasteca, la quinta huapanguera o guitarra.

Con sesiones individuales de 30 minutos a la semana, junto con el estudio en casa, te convertirás en todo un conocedor del folclor huasteco, “es importante que como mexicanos aprendamos de nuestras tradiciones y este taller nos ayuda a tener identidad”, afirmó Valle Robles.

El taller está dirigido a la comunidad universitaria y al público en general de cualquier edad, “sirve perfectamente para la coordinación motriz y para conocer música mexicana”.

Se imparte todos los miércoles y sábados en el Centro Cultural de la FES Iztacala. El único requisito es ser constante y pagar una cuota semestral, “no necesitas saber tocar el instrumento, aquí aprendes de cero”, finalizó.

Más información a los teléfonos 5623-1140 o 5623-1107 de las oficinas del Centro Cultural.

La OFUNAM bajo la batuta de Lin Daye

La Orquesta Filarmónica de la UNAM (OFUNAM) realiza un programa en el marco de El Aleph: Festival de Arte y Ciencia, en donde interpretará obras de Ligeti, Scriabin y Schumann. La orquesta actuará bajo la batuta del joven director huésped Lin Daye y contará con la participación solista de Vlada Vassilieva al piano.

De origen Chino, Lin Daye estudió piano y a la edad de 15 años comenzó a estudiar dirección de orquesta con el profesor Xu Xin en el Conservatorio Central de Música de Pekín. En 1998 fue aceptado en el Conservatorio de Música de Shangai y continuó sus estudios de dirección con el profesor Zhang Guoyang. Ganó el primer lugar del Concurso Internacional de Dirección Sir Georg Solti y actualmente es director musical de la Orquesta Sinfónica de Shenzhen.

Vlada Vassilieva es una pianista rusa nacionalizada mexicana. Ganó el Premio Nadia Reisenberg 2010 en la ciudad de Nueva York y ha actuado en importantes salas de concierto en América y Europa. Estudió en la Universidad de Colima bajo la tutela de Anatoly Zatin y posteriormente obtuvo el grado de maestría en Música en el Mannes College for Music con la profesora Pavlina Dokovska.

La dicha de ser solista de la OFUNAM a los 20 años

Estaba asustada, era la primera vez que tocaba con una orquesta tan grande y con tanto público. El impacto de la sala Nezahualcóyotl de la UNAM y de los cientos de personas que le aplaudieron fue demasiado. “La verdad sí estaba asustada, pero había trabajado mentalmente semanas antes cómo tenía que controlar mis sentimientos y mis pensamientos en esos momentos. Me sentí muy satisfecha”. La flautista Ana Emilia Castañeda interpretó, bajo la batuta de Massimo Quarta, el concierto para flauta y orquesta de Carl Nielsen.

19 minutos de armonía, disciplina, pasión. Al terminar su interpretación el público aplaudió de pie, durante varios minutos. La emoción y el júbilo, Massimo Quarta, el líder, la felicitó y la abrazó. Los aplausos no cesaron y los asistentes pidieron más música. Pero Ana Emilia sólo agradeció el cariño de su público: “Yo solamente quise exponer la obra. Y sentí que todo lo que pudiera hacer estaba demás y que estaba dicho. No fue por no querer tocar, pero desde el primer momento pensé que con el Nielsen era suficiente. Para mi es una obra suficiente”.

Diecinueve minutos de concierto los días 12 y 13 de mayo de 2018 que condensan años de estudio. El concierto lo preparó desde hace tres años. Lo que al inicio fue una tarea obligatoria para su semestre escolar se convirtió en un descubrimiento. Fue atrapada por la obra de Nielsen. Lo aprendió de memoria, lo conoció profundamente. Y supo que no es lo mismo tocar acompañada del piano a tocar con Orquesta.

Algunos de sus compañeros de la OFUNAM el día que fue su solista tienen más del doble de su edad. La miraron con respeto y se sumaron al aplauso del público. Es un concierto que se le quedará grabado en sus recuerdos para siempre: “Al principio estaba un poco insegura. Los ensayos para mi eran una prueba, y justamente eso, eran para aprender y hacerlo mejor en el concierto”.

Su maestro Miguel Ángel Villanueva siempre ha estado atento de su formación. Había cosas que Massimo Quarta le decía y que de alguna manera no podía asimilar precisamente por falta de experiencia y “el maestro Villanueva me ayudaba a darme cuenta de esas cosas. El director sabía cuáles eran mis cualidades, qué era lo que yo podía hacer o no. Él me impulsaba a hacer otras cosas. Yo aprendí muchísimo de él”.

La música siempre ha estado a su lado desde que era niña, desde el fondo de sus recuerdos: “No solamente es mi carrera, mi profesión, es algo muy intrínseco”.

Cada músico conecta con su instrumento de alguna manera, en su caso fue la flauta. Cuando conoció a su maestro, quien tiene una carrera muy activa, “me di cuenta que podías vivir de la música y no sólo para pasar el tiempo y que podías hacer tu vida junto a la música y además podías hacer una carrera”.

Siempre ha creído que un buen músico es una buena persona y no deja de lado los aspectos de su vida: “No porque mi carrera sea muy importante quiere decir que sea lo único en mi vida. Es un poco difícil de equilibrar porque tengo mucho que estudiar, pero no dejo que eso me limite. La música se nutre de la vida”.

Cree que mientras más experiencias tengas como persona en todos los aspectos de tu vida, “la manera en que tu música hable va a ser diferente. La obra que toqué ha ido creciendo como algunos aspectos de mi vida. Siento como que va creciendo algo más grande en mi vida. Mientras más abras el oído más vas a aprender”

En el 2017 ganó el concurso de Jóvenes Artistas del Festival Latinoamericano de Flauta de Toronto en Canadá. Fue invitada a interpretar el Concierto para flauta de Nielsen con la Orquesta Ars Música de Toronto, bajo la batuta de Claudio Tarris. Fue flautista principal de la Orquesta Sinfónica Estanislao Mejía de la Facultad de Música de la UNAM en el festival Young Euro Classic en Alemania.

A la música que siempre vuelve es a la música mexicana orquestal, le gusta Revueltas, el rock progresivo. Stravinsky define su personalidad. Respecto a sus lecturas está releyendo Rayuela de Julio Cortázar, le gusta la poesía de Francisco Hernández y Gabriela Mistral, y también lee a Virginia Woolf. Entre sus películas favoritas está la trilogía de los Colores y Kill Bill.

La partitura es sólo el comienzo: Wim Mertens

Wim Mertens es un artista internacional que se ha presentado como solista o acompañado de ensamble en numerosos escenarios de Europa, América y Asia. Compositor, cantante contratenor, guitarrista, pianista y musicólogo, desde su debut en 1980 ha compuesto piezas en diferentes formatos, desde canciones breves hasta complejos ciclos instrumentales de tres o cuatro partes, y ha publicado más de 65 álbumes.

En su sexta visita a nuestro país y en entrevista para UNAM Global, el intérprete habló sobre el origen de la música, sus convencionalismos y tradiciones, así como la búsqueda de un sonido propio.

“Me interesa mucho la relación que existe entre la música y el mundo. Estoy convencido de que hay muchos paralelismos entre los dos. Creo que quizá nuestra educación musical se encuentra muy aislada, ya que estamos acostumbrados a regirnos por ciertas leyes musicales con tradiciones arraigadas que nos enseñan generación tras generación”.

El compositor belga ofrecerá tres conciertos en la Sala Nezahualcóyotl:

Concierto Internacional: (Bélgica) Wim Mertens Duo

Jueves 24 de Mayo de 2018 – 20:30 horas

Precio: $150

Conciertos OFUNAM

Director huésped: Jesús Medina

Solista: Wim Mertens, piano y voz

Fechas: Sábado 26 de Mayo de 2018–20 horas. Domingo 27 de Mayo de 2018–12 horas.

Precios: $300, $200 y $100

El violín que le salvó la vida a mi abuelo

El violinista libanés Ara Malikian —de ascendencia armenia y residente madrileño desde hace más de 15 años— visitó nuestro país por segunda ocasión en el marco de  su espectáculo La increíble gira mundial del violín.

Se presentó en el Auditorio Nacional en compañía de su banda, donde  interpretó un emocionante y poco convencional repertorio que incluyó piezas clásicas de Vivaldi, Mozart, Beethoven, hasta canciones de Jimi Hendrix, AC/DC, Led Zeppelin, David Bowie y Radiohead.

“El propósito de este tour es, principalmente, dar a conocer la historia del violín que alguna vez perteneció a mi abuelo, que sin ser un Stradivarius o de alguna otra marca reconocida, salvó su vida al ayudarlo a escapar del gran genocidio armenio”.

Malikian, también llamado El rockstar del violín por su estilo rebelde y energía en el escenario, es conocido como un intérprete versátil y carismático, con una imagen (usa barba y luce ambos brazos tatuados) alejada de los convencionalismos que acompañan a los violinistas tradicionales.

Se ha presentado en las mejores salas de conciertos del mundo en más de 40 países, ha participado en numerosos festivales y ha grabado bandas sonoras de películas como Hable con ella y La mala educación, ambas del director español Pedro Almodóvar.

Ha colaborado con diversas Organizaciones No Gubernamentales como Guaguacuna (que está a favor del desarrollo de comunidades indígenas) y Acción Contra el Hambre.

“A través de la música llegamos a ser libres, a través de la música llegamos a ser personas respetuosas, mejores. Si una sociedad consume arte, música, será una mejor sociedad”.

En vivo Concierto para flauta y orquesta

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La OFUNAM continúa la Segunda Temporada de conciertos bajo la batuta de su director artístico Massimo Quarta. El ensamble interpretará obras de Sibelius, Saint-Saëns y Borodin.

Además de contar con la participación de la flautista Ana Emilia Margarita Castañeda, quien ganó el concurso de la Facultad de Música de la UNAM para ser solista de la orquesta y que tendrá a su cargo el Concierto para flauta de Nielsen.

Ana Emilia Castañeda actualmente cursa la licenciatura de instrumentista en la Facultad de Música de la UNAM con el maestro Miguel Ángel Villanueva. Con tan sólo 20 años de edad ha sido ganadora en dos ocasiones del Concurso Nacional de Flauta Transversa Gildardo Mojica y Rubén Islas.

En septiembre de 2016 Castañeda participó como flautista principal de la Orquesta Sinfónica Estanislao Mejía en el Young Euro Classic en la Konzerthaus de Berlín, Alemania. Fue ganadora de la Young Artist Competition dentro del Latin American Flute Festival, en Canadá y recientemente debutó como solista con orquesta en Toronto con la obra de Nielsen que interpretará con la OFUNAM.

Sábado 12 de mayo, 20 horas.

Domingo 13 de mayo, 12 horas.

Charla introductoria: Sábado 12 de mayo, 19 horas.

Sala Nezahualcóyotl, Centro Cultural Universitario[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_video link=”https://youtu.be/eXK30mBGtn0″][/vc_column][/vc_row]

Queen Sinfónico último concierto

 

La OFUNAM y el cantante canadiense interpretarán arreglos sinfónicos de algunos éxitos de Queen


La música es el lenguaje del alma: Marc Martel

Queen Sinfónico 2018 estará enmarcado en la Segunda Temporada de conciertos de la orquesta universitaria y será guiado por el director huésped Alfredo Ibarra, además contará con la participación del Quinteto Britania. Este programa es organizado por el Patronato y la Sociedad de Amigos de la OFUNAM.

Viernes 04 de mayo, 20:30 horas

Domingo 06 de mayo, 12:00 horas

Lunes 07 de mayo, 20:30 horas

Sala Nezahualcóyotl, Centro Cultural Universitario

La música, el inicio de la vida

Quien tiene la batuta sabe que los músicos sólo necesitan minuto y medio para darse cuenta si hay un líder frente a ellos. “Te pueden matar en dos minutos”, señala Massimo Quarta, director artístico de la Orquesta Filarmónica de la UNAM, en charla posterior al ensayo abierto.

Quien está en el podio sabe que no hay red de protección, que la orquesta lo sigue. La Orquesta es una familia, donde el padre -con muchos hijos- tiene que encontrar el equilibrio en la relación, la estabilidad. Su visión es fundamental. Los músicos tienen su propia idea de lo que saldrá de las partituras y es el director el que los guiará.

Quarta precisa enfático que la vida de una orquesta está rodeada de disciplina. Es muy difícil tocar a Beethoven, Mozart, Haydn. No hay grabaciones, no tenemos un punto de referencia. Quarta dedica gran parte de su tiempo a estudiar manuscritos antiguos para entender lo que los compositores quisieron transmitir. Después lo comparte con sus músicos.

Vive entre México, Italia y Suiza, donde da clases.  En entrevista con UNAM Global, Quarta acota que “la música va directo al corazón”. Cuenta que los amateurs en el tiempo de Schubert, de Beethoven, que se encontraban para tocar no pensaban en la real calidad del concierto, lo hacían por el gusto de tocar juntos. Cuando se vuelve trabajo se vuelve más difícil.

Afirma que en la sala hay dos mil personas que “han venido a vivir la música, porque la música es vida. El ser humano sería nada sin música. La música es el viento, el ruido de las hojas, la música del mar, de las piedras cuando las mueve sobre la playa. El sonido existió desde el principio de la vida”

No tiene músicos de cabecera. O sí: es el que está tocando o dirigiendo en el momento. Sólo existe el aquí y el ahora.

Quarta tocó en la Filarmónica de Viena, la Sinfónica de Berlín y la Filarmónica de Málaga, es Profesor del Conservatorio de la Suiza Italiana en Lugano y exdirector artístico de la orquesta de la Institución Sinfónica Abruzzo y la Orquesta de la Fundación Tito Schipa de Lecce.

La OFUNAM inicia su Segunda Temporada de Conciertos

La Orquesta Filarmónica de la UNAM (OFUNAM) inicia su Segunda Temporada de conciertos bajo la batuta de su director artístico Massimo Quarta y la participación solista de Manuel Hernández en el clarinete. La orquesta universitaria y su solista, interpretarán obras de Copland y Bernstein. Además, el sábado 07 de abril a las 10 horas tendrá lugar un ensayo abierto al público con selecciones del programa.

Manuel Hernández es clarinetista principal de la OFUNAM, primer concertino del grupo de Concertistas de Bellas Artes y profesor de clarinete de la Facultad de Música de la UNAM.

Originario de Oaxaca, inició sus estudios musicales en 1988. Se graduó con honores del Conservatorio de Versalles y de la Escuela Nacional de Música de la UNAM.

A lo largo de su trayectoria, el maestro Hernández ha sido merecedor de premios y reconocimientos en concursos nacionales e internacionales entre los que destacan: Premio de Honor en los concursos de Música y Arte Dramático Leopoldo Bellan (París, 2004) y Mención Honorífica en el III Concurso Internacional de Música de Buenos Aires (Buenos Aires, 1998), por mencionar algunos. Como solista, ha sido acompañado por orquestas en Argentina, Guatemala y México.

Sala Nezahualcóyotl. Centro Cultural Universitario

Sábado 7 de abril, 20 horas

Domingo 8 de abril, 12 horas

Charla introductoria: Sábado 7 de abril, 19 horas. Imparte Roberto Ruiz Guadalajara

Bob Dylan nos remite a los tiempos en que poesía y música eran una misma cosa

¿Cuántos caminos debe un hombre caminar antes de poder ser llamado hombre?, preguntaba Bob Dylan bajo la luz de un reflector aquella mítica noche del 16 de abril de 1962, en el Gerde’s Folk City de Nueva York, cuando interpretó por primera vez Blowin’ in the Wind, y la duda no es ociosa, pues saberlo quizá explique por qué este hombre recibió en 2016 el Premio Nobel de Literatura.

Al menos esta esta es la propuesta de Pablo García y Colomé, profesor de la Facultad de Ingeniería (FI) de la UNAM quien, tras leer las críticas de aquellos “puristas” incapaces de aceptar a un cantante galardonado por la Academia Sueca, quiso “demostrar que con la medalla se reconoció a un aedo, es decir, a un hombre que recorre el mundo demostrando que poesía y música son una misma cosa”.

En el Auditorio Sotero Prieto —para conmemorar los 50 años de la División de Ciencias Sociales y Humanidades de la FI— el académico señaló que describir a este artista como un aedo no es una exageración, “pues debemos recordar que con esa palabra se designaba en la antigua Grecia a quien cantaba poesía, la bailaba, la representaba, la saltaba y la llenaba de polvo en las veredas”.

De hecho, el mismo Dylan reconocería en el documental No Direction Home (2005) que el deambular de aquí para allá ha sido una constante en su vida y un elemento determinante en su obra: “Mi ambición era salir y encontrar un viaje de aventuras para llegar a casa. Me propuse encontrar este hogar que había dejado tiempo atrás y no pude recordar dónde estaba, pero iba en camino”.

Por esta razón, no es sorpresa para Pablo García que desde el 7 de junio de 1988 el músico se haya embarcado en un proyecto personal llamado La gira interminable, es decir, en un tour que ya lleva 30 años y que tan sólo de 1992 a 1998 le representó 700 conciertos.

Para el profesor de cálculo, que Dylan viva en una travesía constante le ha dado esa capacidad de retratar lo cotidiano, de captar al vuelo instantáneas de la vida diaria y de dar espacio a lo marginal.

En Like a Rolling Stone, de 1965, el compositor se cuestionaba: “¿Cómo se siente estar solo y sin dirección, como una piedra rodante?”. Sería cuatro décadas después, en una entrevista de 2005, cuando él mismo respondería a la pregunta: “Nací tan lejos de donde se supone debo estar, que cada paso me acerca a casa”.

Érase una vez un niño que soñaba con llamarse Dylan 

Robert Allen Zimmerman —nombre real de Dylan— nació un 24 de mayo de 1941 en Duluth, Minnesota, un lugar que él mismo define como “apartado del centro de la cultura y fuera de los márgenes del momento. Tenías todo el pueblo para vagabundear y no existían sensaciones como la tristeza o la inseguridad. Simplemente había bosques, cielo, ríos y corrientes, invierno, verano, primavera y otoño”.

Y sin embargo, en ese lugar improbable comenzaría a gestarse una vocación que revolucionaría tanto la música como la poesía, señaló Pablo García, pues muy rápido aquel niño aprendería a tocar el piano y la guitarra, se aficionaría al country y al blues, y palearía su soledad con cuanto libro cayera en sus manos, confluencia de aficiones que harían que el joven Bob, a los 18 años, adoptara un nuevo nombre como homenaje a Dylan Thomas, el poeta galés capaz de ver en ciertas tardes (como reveló en uno de sus versos) el color del decir.

“Debes recorrer muchos caminos para ponerte en el rumbo deseado; lo importante es seguir moviéndote”, suele decir Dylan, y fue bajo esta convicción que a los 19 años guardó sus pertenencias en la maleta, se colgó la guitarra al hombro y, a base de pedir aventones con el pulgar extendido, llegó en enero de 1961 al Greenwich Village de Nueva York, en ese entonces un hervidero de artistas y escritores.

“Sin un centavo en el bolsillo se vio forzado a tocar su armónica a cambio de refugio y comida, pero también muy rápido fue descubierto por gente como Joan Baez, Tom Paxton o Dave van Ronk, quienes lo ayudaron a encontrar espacios en bares y cafeterías para demostrar su talento, y a abrirle puertas para grabar discos”.

En 1978 Dylan declararía: “Me considero un poeta primero y un músico después; he vivido como poeta y moriré como tal”, y esto es un hecho irrefutable para García y Colomé, “y si alguien duda de la belleza de las creaciones de este hombre, les recitaré los versos de A Hard Rain’s A-Gonna Fall”.

Y lo contaré, lo diré, lo pensaré y lo respiraré, y lo reflejaré desde la montaña para que todas las almas puedan verlo, luego me mantendré sobre el océano hasta que comience a hundirme, pero sabré bien mi canción antes de empezar a cantarla, y es dura, es dura, es dura, es muy dura, es muy dura la lluvia que va a caer.

Sobre esta canción, el poeta Allan Ginsberg alguna vez dijo que le representó una revelación: “Un amigo me puso el disco y escuché A Hard Rain’s A-Gonna Fall. Lloré con una alegría luminosa porque sentí que nosotros, como parte del movimiento beat, le pasábamos la antorcha de la tradición bohemia a una nueva generación”.

“Yo soy mis palabras”

¿Y entonces en qué campo se nueve la obra de Dylan?, planteó García y Colomé, “para esclarecer esto me remitiré al discurso que envió el Nobel a Suecia, donde decía que, como Shakespeare, a menudo estoy ocupado en la búsqueda de mis esfuerzos creativos y tratando con los aspectos mundanos de la vida. ¿Estoy grabando en el estudio adecuado? ¿Esta canción está en la clave correcta? Algunas cosas no cambian, incluso en 400 años. Nunca he tenido tiempo de preguntarme ¿son mis canciones literatura? Por lo tanto, doy las gracias a la Academia Sueca por hacerse la misma pregunta y, en última instancia, por llegar a una conclusión tan maravillosa”.

Que este artista sea capaz de poner sobre la mesa este tipo de ideas y de propiciar múltiples reflexiones hace de él un punto y aparte en el mundo de la cultura popular, al grado de que Bruce Springsteen ha dicho antes de abrir uno de sus conciertos: “Elvis nos enseñó a liberar nuestros cuerpos, Dylan nuestras mentes”.

Desde la primera vez que este cantautor captó la mirada del ojo público comenzaron a generarse diversas teorías sobre cómo categorizarlo a él y a su trabajo, así que para evitar dudas él mismo le aclaró a la revista Newsweek en 1963: “Yo soy mis palabras”.

A decir de García y Colomé, “todo esto hace evidente que este hombre se ha empeñado en devolver la voz a la poesía y, al premiarlo, la Academia Sueca también reconoce a una música marginal y contestataria por la naturaleza, el blues”.

Se suele decir que el arte se anticipa al futuro y eso pasa con la canción The Times They Are A-Changin’, que ya desde 1964 refutaba a los inconformes por su Nobel al decir: “Vamos, escritores y críticos que profetizáis con vuestras plumas, mantened los ojos abiertos, la oportunidad no se repetirá y no habléis demasiado pronto, porque la ruleta todavía está girando y nadie puede decir quién es el designado. Porque el ahora perdedor será el que gane después. Porque los tiempos están cambiando”.

“¿Y entonces cuántos caminos debe recorrer un hombre antes de poder ser llamado hombre?”, preguntó García y Colomé para concluir su charla, “dar con la respuesta es fácil, está flotando en el viento”.

Concierto de saxofón en el Jardín Botánico de la UNAM

Más de 200 personas acudieron al Jardín de Botánico de la UNAM para escuchar al grupo SaxSon

Esta agrupación fue finalistas en el primer Concurso para Conjuntos de Cámara del Centro Cultural Ollin Yoliztli en 2006, y en 2008 recibió una mención honorífica en el Cuarto Concurso para Conjuntos de Cámara del Centro Cultural Ollin Yoliztli.

Han tocado en foros como la Sala Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes, el Auditorio José Martí, la Sala Hermilo Novelo del Centro Cultural Ollin Yoliztli, la Sala Julián Carrillo, Faro de Oriente, el Museo de la Ciudad de México, el Teatro Nacional de Tlaxcala y el Teatro Reforma del Instituto Mexicano del Seguro Social.

Asimismo, el Festival Cervantino Callejero, el Festival Xcéntrico de la Ciudad de México, el Sexto Festival de la Lectura Paseo de la Reforma y el Encuentro Internacional de Saxofón de la Escuela Nacional de Música de la UNAM han sido escenario para sus presentaciones.

El repertorio de Sax… Son abarca diversos géneros e integró a la música clásica con la popular.

Interpretaron obras como Czardas de Vittorio Monti, Cielo oscuro de Helios Valdez, Vals no. 2 de Shostakovich, Fandango tehuano de Máximo Solís y Wuapango de Paquito D’Rivera.

 

Integrantes:

Abigail Piña, sax soprano

Helios Valdez, sax alto

Edgar Revilla, sax tenor

Pavel Loaria, sax baritono/dirección

El bandoneonista Daniel Binelli ofrecerá tres conciertos en la UNAM

El bandoneonista argentino Daniel Binelli, heredero de Astor Piazzolla, ofrecerá esta semana tres conciertos en la Sala Nezahualcóyotl de la UNAM, en algunos de los cuales estará acompañado por la OFUNAM.

Como parte del programa internacional de Cultura UNAM el miércoles 14 de marzo Binelli ofrecerá el Concierto internacional (Argentina-Uruguay) en la Sala Nezahualcóyotl.

Durante la velada el dúo Binelli-Ferman, integrado por el mismo Daniel Binelli en el bandoneón y Polly Ferman en el piano, ofrecerá un repertorio integrado por “Suite troileana”, “Verano porteño”, “Oblivion” y “Adiós Nonino” de Piazzolla.

“María”, de Aníbal Troilo, “Imágenes de Buenos Aires” y “Anhelo y misterio” de Daniel Binelli, “La puñalada” de Pintin Castellanos, “Nocturna” de Julián Plaza y “Tamboriles”, de Luis Cluzeau Mortet.

De acuerdo con un comunicado de prensa, el sábado 17 de marzo en la Sala Nezahualcóyotl, Binelli tocará al lado de la OFUNAM como parte del Programa 8 de la primera temporada de la orquesta universitaria.

En la presentación conducida por el director artístico Massimo Quarta, el maestro del bandoneón ofrecerá un repertorio en el que incorpora piezas de tango y música del compositor mexicano Carlos Chávez. Además, a manera de previo, habrá una charla introductoria.

El domingo 18 de marzo se podrá disfrutar de nuevo el programa 8 de la OFUNAM en compañía de Binielli, bajo la guía del director artístico Massimo Quarta en un programa que incluye “Chacona” de Buxtehude-Chávez, “Concierto Aconcagua” de Piazzolla, “Tres movimientos concertantes” de Daniel Binelli, “Sinfonía India” de Chávez y “Danzas de estancia” de Ginastera.

Binelli es un maestro del bandoneón e investigador de música argentina que ha grabado más de 50 discos, ha tenido colaboraciones cruciales, como la que hizo con Astor Piazzolla en el Sexteto Nuevo Tango.

Además ha trabajado con orquestas internacionales, ensambles y compañías de tango, entre ellas la Sinfónica de Zurich (Suiza), la Sinfónica de Edmonton (Canadá), la Filarmónica de Búfalo (NY), Colombia Symphony, y Buglisi / Foreman Dance Company (NY).

La vida sin música sería un error

“La vida sin música sería un error”, afirma la pianista Silvia Navarrete citando a Nietzsche y agrega que “cada vez que uno aborda una obra de nuevo, aunque ya se haya tocado, uno descubre más y más cosas, es así la música, es infinita en ese sentido.”

Reconocida como una de las más grandes pianistas de México, con estudios en Viena y París, ha ofrecido numerosos recitales y conciertos a lo largo de América, Europa y Asia.

La Orquesta Filarmónica de la UNAM se presenta este sábado 10 y domingo 11 de marzo bajo la batuta de Alexandra Arrieche (Brasil) y la mexicana Silvia Navarrete en el piano.

Entre las distinciones recibidas, a nivel nacional e internacional, destaca la condecoración del Gobierno francés que la hace miembro de la Orden de las Artes y las Letras.

Navarrete indica que está muy satisfecha y contenta, “en esta ocasión, de estar bajo la batuta de una mujer. Me da mucho gusto que haya cambiado tanto el entorno de unos años para acá, sin embargo, hay una gran marginación todavía, mucha desigualdad. Tenemos que seguir siempre firmes en la reivindicación de nuestro género.”

Y recuerda algunas de las dificultades que tuvo que enfrentar desde los inicios de su carrera: “En algún momento, cuando yo fui muy joven quise estudiar dirección. Y entre la falta de un maestro de dirección y la misoginia, no pude desarrollar esa carrera en edad temprana”.

De amplia sonrisa y con voz alegre, Navarrete también ha impartido clases magistrales por más de 20 años a lo largo del país: “Me he dedicado a la difusión de la música mexicana, mucha del siglo XIX, creo que para entendernos a nosotros mismos como mexicanos es importante conocer nuestro pasado. Es muy enriquecedor el rescate de todas estas obras porque nos hace conocernos y entendernos mejor, como mexicanos, como identidad. Es importante que tantos creadores que hemos tenido no permanezcan en el olvido.”

Arranca el ciclo de música libre en el C3; charlaron con el multi-instrumentista Alexander Bruck, su próximo invitado

El pasado jueves 1 de marzo, la contrabajista Adriana Camacho inauguró el ciclo “Jueves de Música en el C3” con su proyecto de improvisación libre LOOPE. Cada quince días el C3 tendrá una sesión de música libre acompañado a la instalación La antena que transforma al mundo desde la complejidad de Antonio Gritón.

En estas sesiones los músicos improvisarán desde muy diversos instrumentos y estilos, proponiendo un proceso de creación artística donde “tanto el espectador como el ejecutante desconocen el desenlace de la pieza”. Serán sesiones casuales donde cada músico decidirá el espacio y la forma en que llevará a cabo su presentación.

El objetivo del proyecto es vincular el proceso de creación musical in situ con los procesos de la investigación científica que ocurren al interior del C3, potenciando su impacto para “transformar” el mundo en que vivimos.

La próxima presentación será el jueves 15 de marzo y estará a cargo del multi-instrumentista (viola, violín, viola d’amore) Alexander Bruck en colaboración con la compositora Margarita Díaz del Castillo. Bruck es integrante de Generación Espontánea y Liminar, además de colaborador de un gran número de músicos a nivel local e internacional.

Conversamos con Bruck para conocer un poco más de su trabajo y de lo que escucharemos la próxima semana.

—De los diversos instrumentos que utilizas en tus interpretaciones, ¿cuál emplearás para la música libre en el C3?

—Sobre todo la viola d’amore porque como Maggie toca el sitar, que es un instrumento de la India, comparte muchas características con la viola de amore. De hecho, estoy seguro que la viola d’amore tiene una raíz oriental, de ahí las cuerdas simpatéticas. Aunque seguramente voy a tocar también viola, que es mi instrumento principal.

—Tradicionalmente, cuando pensamos en improvisación pensamos en saxofón, piano, contrabajo. Pero no es tan común escuchar violín o viola.

—Tal vez hay instrumentos que son más comunes en la improvisación pero eso yo creo que tiene más razones históricas que razones inherentes al propio instrumento. Por qué hay tantos saxofonistas, porque el saxofón es un instrumento que viene más de la tradición del jazz, una de las actividades musicales donde la improvisación nunca se ha perdido. En cambio, en la música de concierto, en la música de orquesta, en la música de cuerdas durante buena parte del siglo XIX y XX prácticamente desapareció la improvisación como elemento aunque ahorita está tomando mucha fuerza. No creo que haya inheremente instrumentos más propicios para la improvisación que otros.

—¿Cómo llega Alexander Bruck a la improvisación libre?

— Yo empecé como la mayoría de los cuerdistas, por lo menos en un contexto urbano tocando música clásica pero de familia yo tenía cierto bagaje de música experimental y música contemporánea. La improvisación fue una salida natural: en la escuela de música no había mucha oportunidad de hacer música fuera de la orquesta o de la música de cámara, la improvisación fue una manera de hacer música más creativa.

—¿Tu gusto por la improvisación libre está relacionado con tu interés en trabajar con la música microtonal?

—El interés por la música microtonal es algo que he estado desarrollando desde hace varios años. Es algo natural para un cuerdista porque como los instrumentos de cuerda, fuera de la guitarra, no tienen trastes (saliente de metal u otro material que se coloca transversalmente a lo largo del mástil) son instrumentos naturalmente microtonales.

Las matemáticas de la música

En la música tradicional occidental, una octava se divide en 12 semitonos iguales. En el microtonalismo se utilizan más notas, llamadas microtonos.

Bruck explica que hay dos vertientes en la música microtonal. La primera, la ejemplifica en México Julián Carrillo, autor de la teoría del sonido 13, y que “divide la escala no en doce notas sino en 24 o 36 o 72, siempre partiendo de una división aritmética de la octava en partes iguales y no de las propiedades intrínsecas del sonido que es lo que más me llama la atención”, dice Bruck.

La otra vertiente, en México tiene un gran respresentante que es Augusto Novaro quien sin embargo fue básicamente teórico y no tuvo mucha producción como compositor.

Carrillo parte de la división matemática pero la música microtonal pensando a partir del sonido mismo más bien parte de los armónicos y esa es una relación logarítmica más que aritmética, porque la distancia entre los intervalos no es igual sino va aumentando conforme uno va subiendo en la escala. “Las matemáticas siempre están presentes en la música, son un modelo que se puede aplicar a cualquier pedazo de la realidad”, reflexiona Bruck.

Otros músicos que nos estarán acompañando en este ciclo de música son la violonchelista Maricarmen Graue, los violinistasa Alina Hernández y Carlos Alegre, y la cantante y compositora guatemalteca Mabe Fratti. Las sesiones son a las 12:00pm y la entrada es libre.

Esta entrevista se condensó y editó.

La OJUEM interpretará obras de Frederic Mompou, Ricardo Castro, Grieg y Chaikovski

Con un ensamble de cuerdas conformado por algunos integrantes de la Orquesta Juvenil Universitaria Eduardo Mata (OJUEM) y dirigido por Gustavo Rivero Weber, se realiza un concierto en el Anfiteatro Simón Bolívar, con obras de Frederic Mompou, Ricardo Castro, Grieg y Chaikovski.

Gustavo Rivero Weber estudió piano con Luz María Puente en el Conservatorio Nacional de Música y con Jorge Bolet en el Instituto Curtis de Filadelfia. Fue alumno de Guido Agosti en la Academia Chigiana de Siena, que le otorgó el Diploma di Merito y de Ludmila Guinsburg en el Conservatorio Estatal de Odessa en Ucrania. Se ha presentado en países de América y Europa. Ha grabado seis discos, incluyendo uno con música del filósofo alemán Friedrich Nietzsche, designado mejor disco del año en 2003.

El maestro Weber ha trabajado técnica de dirección orquestal con Avi Ostrowsky, Alun Francis y Ronald Zollman. Entre las orquestas que ha dirigido se encuentran la Sinfónica del Estado de México, la Sinfónica de la Universidad de Guanajuato, la Sinfónica de Yucatán, la Camerata de Coahuila y la Sinfónica Carlos Chávez, por mencionar algunas. En 2008, recibió la Medalla Mozart. Actualmente es director artístico de la OJUEM.

Domingo 25 de febrero, 12 horas

Anfiteatro Simón Bolívar. Centro Histórico

Lo que hace a un buen director es tener claridad y conciencia musical

El director general de música de la UNAM, Fernando Saint Martin de Maria y Campos, dio a conocer que el recién creado Premio Internacional de Orquesta OFUNAM (inspirado por el Premio Eduardo Mata de dirección de Orquesta, cuya última edición tuvo lugar en 2009) tiene como objetivo principal apoyar e impulsar el crecimiento de jóvenes talentos en un espacio diseñado para facilitar el intercambio de experiencias.

A decir del pianista, “en México somos muy afortunados de tener una oferta de música sinfónica vasta, por ejemplo, solamente en la Ciudad de México tenemos más de siete orquestas, cuando  en países como Estados Unidos lo más común es que haya una o dos por estado”.

Invitó a todos los interesados en competir por el premio, a ingresar al sitio www.culturaunam.mx/premiofunam, para obtener las bases del concurso, información de cada miembro del jurado, repertorios a ejecutar, así como información sobre los premios y calendarios de las rondas del certamen, cuya convocatoria cierra el 27 de abril de 2018.

“Lo que hace a un buen director es que tenga claridad y conciencia musical, ya que él es el que propone las ideas y define los criterios, y la orquesta debe unificarlos para hacer una interpretación sólida. Debe ser una personalidad especial, seguro, pero sin ser autoritario”, destacó Saint Martin de Maria y Campos.

El jurado estará conformado por directores de talla internacional, como Massimo Quarta, director de la OFUNAM; Claire Gibault, directora de la Orquesta Filarmónica de Berlín; y Jorge Mester, director artístico de  la Orquesta Filarmónica de Boca del Río.

Tanto las rondas como el concierto de la etapa final del concurso estarán abiertos al público con total libertad para grabar o filmar, y serán transmitidos por livestream a través del canal de música de la UNAM.

Massimo Quarta, solista y director del próximo concierto de la OFUNAM

La Orquesta Filarmónica de la UNAM (OFUNAM) realiza el quinto programa de temporada bajo la batuta de su director artístico Massimo Quarta, quien también participará como solista al violín. Las obras que conformaran dichas presentaciones son el Concierto para violín no. 5 de Mozart y la Sinfonía no. 5 de Shostakovich, ésta última considerada de gran potencia expresiva, profundidad reflexiva, dramatismo y fuerza.

Massimo Quarta comenzó el estudio del violín a los 11 años en el Conservatorio Tito Schipa de Lecce en Italia y continuó su formación con Beatrica Antonioni en el Conservatorio de Santa Cecilia en Roma. Como director ha actuado al frente de la Filarmónica de Viena, la Filarmónica Real, la Sinfónica de los Países Bajos, la Sinfónica de Berlín y otros conjuntos en Italia, Alemania y República Checa. Fue presidente de la Asociación Europea de Maestros de Cuerdas y es profesor en el Conservatorio de la Suiza Italiana en Lugano.

Sábado 17 de febrero, 20 horas.

Domingo 18 de febrero, 12 horas.

Precio: $240, $160 y $100 con los descuentos habituales

Charla introductoria: Sábado 17 de febrero • 19 horas. Imparte Roberto Ruiz Guadalajara

Sala Nezahualcóyotl. Centro Cultural Universitario

Daniel Kharitonov interpretará a Chaikovski con la OFUNAM


El pianista ruso Daniel Kharitonov está convencido de que el talento no es exclusivo de privilegiados, pues lo importantes es saber distinguirlo en cualquier persona y canalizarlo. “Futbolistas, doctores, músicos, realmente no importa a lo que te dediques, hay que enfocarse en una dirección y tomar el camino que te acerque cada vez más a tus sentimientos”.

Originario de Yuzhno-Sakhalinsk en la parte más oriental de Rusia, Kharitonov formará parte del cuarto programa de temporada de la OFUNAM en el marco del Festival Internacional de Piano 2018.

El pianista aseguró que el aspecto de la genética influye en la vocación de músico, y recordó que cuando su madre estaba embarazada de él, ella continuaba sus interpretaciones de obras para violín “de modo que desde el interior de su vientre yo escuchaba distintos temas. Con el paso de los años comencé a interpretar algunas piezas y melodías como La chacona de Bach, y siendo ésta una de las piezas que mi madre solía interpretar conmigo en su vientre, en cuanto la escuché sentí que ya conocía esa tonada”.

Finalmente, Kharitonov expresó que la música proviene del corazón y del cerebro, y afirmó que aquélla “es algo enteramente bello y disfrutable, sin importar si es una profesión o un pasatiempo; la música siempre estará presente en nuestras vidas y si quieres ser un profesional, obviamente tendrás que trabajar con dedicación”.

 Programa: Concierto para piano no. 1 de Chaikovski y Sinfonía no. 1 de Sibelius

Sala Nezahualcóyotl, sábado 10 de febrero, 20 horas; domingo 11 de febrero, 12 horas

$240, $160 y $100 con los descuentos habituales

Reconocen valor ante la vida de jóvenes universitarios

Esperanza Bethsabe Ortega Juárez, Laila Guadalupe Torres Torres, y José Isaías Rodríguez Librado, comparten el amor por la UNAM, pero sobre todo, su valor para hacer frente a las adversidades y buscar alcanzar sus sueños.

Esperanza nació con un diagnóstico reservado pues el glaucoma y la rubeola pusieron su vida en riesgo. Los médicos le daban tres meses de vida, pero gracias a los cuidados de su madre y la atención médica oportuna la mantuvieron con vida.

Este año la joven débil visual obtuvo la presea Ingeniero Bernardo Quintana Arrioja en la categoría de Valor pues ha logrado hacer frente a sus problemas de salud y destacar en los estudios.

En la secundaria sobresalió en la música y ganó el segundo lugar en el recital de poesía coral “Benito Juárez”, además de obtener el mejor promedio de su generación. También participó en concursos de simulación de debates de la Organización de las Naciones Unidas y destacó en matemáticas y física.

Su interés por la lectura la hizo acreedora a un segundo lugar en un concurso de lectura en voz alta. Hoy, desea  continuar con sus estudios de flauta transversa y cursar la licenciatura de traducción e interpretación del italiano, viajar a ltalia y conocer al tenor Andrea Boccelli.

“Siempre he pensado que la vida es una lucha y tus resultados dependen de tu decisión: si quieres terminar bien o mal. Agradezco plenamente a mis padres, a la Fundación Apoyo a la Juventud y a la UNAM por todo lo que soy ahora, por la confianza que me han dado”, expresó tras recibir la medalla de manos del rector Enrique Graue.

En tanto, Laila Guadalupe Torres Torres, recibió mención honorifica también en el rubro de Valor. Ella ha destacado por sus habilidades musicales.

La joven invidente desde nacimiento ha participado en diversos concursos y sobresalido en la escuela. Al cursar el tercer año de secundaria participó en la clausura de las escuelas secundarias técnicas del Valle de México, tocando una pieza de piano y cantando. Hoy la joven sueña con estudiar la licenciatura de Música.

“Esta medalla es un logro más en mi historia de vida y espero recibirla en los años siguientes. Para mí la UNAM es el lugar donde podemos conocer nuestro potencial, reconocer nuestros logros y fortalecer nuestra autoestima”, expresó la joven.

En el área de Valor también se reconoció a José Isaías Rodríguez Librado, de la Prepa 7, quien dijo que el reconocimiento que obtuvo es “por sobrellevar la vida”. Él perdió a su madre desde pequeño y posteriormente a su abuelo.

Aunque por un tiempo abandonó la escuela decidió retomar sus estudios para intentar cumplir el sueño de su madre, que era verlo graduado, con casa propia y feliz con su familia.

José Isaías ha tenido además que enfrentar la discriminación pues al declarar su homosexualidad a sus familiares, lo reprobaron y enviaron a la iglesia para que “lo abandonaran los demonios”. Entonces, decidió dejar su casa llevándose solo una laptop que ganó en un concurso escolar.

Hoy, dice, el amor por sí mismo y la defensa de sus ideas lo mantienen en pie de lucha. “Me emociona que alguien me haya oído y compensado por superar estos retos. Yo les diría a los jóvenes que no sean pesimistas. Hay que luchar por sus sueños”, comentó el alumno de la Prepa 7 y quien desea ser actuario.