Se estrena “Retiro”, documental sobre feminismo rural

Como explica la sinopsis oficial de Retiro, en sus imágenes la directora Daniela Alatorre “explora el vínculo entre tres generaciones de mujeres que luchan por reafirmar su independencia en una sociedad paternalista. Una historia de amor familiar y valentía, que celebra la fuerza femenina, indagando con delicadeza en los inesperados lugares donde ésta se congrega”.

La película obtuvo una Mención Especial a Largometraje Documental Mexicano en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) y del 10 al 19 de junio se presentará en las salas del Centro Cultural Universitario. Antes del inicio de las funciones, Alatorre recordó cómo fue que inició el proyecto, las dificultades de retratar a este grupo de mujeres y las contradicciones de su experiencia en el Retiro.

¿Cómo llegaste a la historia del documental? ¿Qué te llevó a hacer Retiro?

Daniela Alatorre (DA): Es una película que hice durante muchos años, yo llevaba un tiempo trabajando en el Festival Internacional de Cine de Morelia como productora y programadora, me había involucrado en algunos proyectos documentales también como productora. En algún momento decidí hacer una maestría en cine en Nueva York en la Escuela de Artes Visuales y pensando en el proyecto que quería hacer pensé en Marina, que es la abuela de esta historia, yo la conocía desde hacía mucho tiempo, era cocinera de la casa de fin de semana de mi padre.

Recuerdo que me contaba que iba a un retiro de mujeres, donde había miles de mujeres, no sé 2,500-3000 mujeres, durante una semana a adentrarse. Tenía mucha curiosidad de entender qué era este espacio católico, religioso donde esta mujer del campo, del México rural encontraba fortalezas. Fue así como decidí ir al Santuario de Atotonilco al retiro de mujeres, puedo decir que con muchísimos prejuicios sobre este espacio religioso de congregación.

Lo que encontré, lo que estaba sucediendo a la par de este discurso religioso de de los sacerdotes, era una camaradería y un acompañamiento femenino increíble, poderosísimo, en el que estas mujeres encontraban refugio de su vida cotidiana, encontraban compañía femenina y un espacio donde llevar a sus hijas y nietas. Donde muchas generaciones de mujeres se acompañan y tienen un momento para salir de su vida cotidiana, les es muy necesario.

Como espectador no esperas encontrar estos pequeños gestos de desafío, en tu caso, ¿recuerdas cuál fue el primer gesto con el que te encontraste?

DA: Una de las cosas que más me impresionó es que en este espacio religioso podemos pensar, evidentemente, en el discurso de la iglesia. Busca mantener el estatus de la Iglesia, eso no lo voy a negar. Lo que más me impresionó es que para la mayoría de estas mujeres ir al retiro durante una semana significa dejar sus casas, a los maridos, a los animales, a los hijos, a los nietos. Es un acto de rebeldía, entonces hay una cosa de las mujeres con otras mujeres de “vamos al retiro, la primera vez a mí tampoco me dieron permiso”.  Ese pequeño acto de rebeldía, independientemente del contexto religioso, lo que obliga es a reflexionar un poco sobre su lugar como mujeres en esta sociedad.

Otra cosa que me encontré ahí, es que la mayor parte del tiempo están lavando ropa, en la cola para las regaderas, comiendo con otras mujeres e intercambiando experiencias y vivencias que normalmente no compartirían con otras mujeres en otros contextos y en otras partes del país. No importa el contexto, muchas mujeres juntas, miles de mujeres, la compañía femenina es poderosa y esa compañía femenina, ese encuentro de fortaleza a veces sucede en los contextos más inusuales. Históricamente, en América Latina y en México, en los espacios religiosos se ha permitido que estén entre mujeres, platiquen entre mujeres y exista tiempo de mujeres. Me parece bien interesante cómo estos espacios religiosos se vuelven pequeños espacios de resistencia femenina.

¿Es un poco contradictorio, no? Un retiro religioso y paternalista, en apariencia el único espacio en el que estas mujeres tienen un poco de libertad.

DA: Me enfrenté con esto desde el principio, decidí no huirle a las ambigüedades y a las contradicciones. Me parece que este espacio, este retiro, todo lo que sucede en este lugar es una cosa llena de contradicciones y ambigüedades. Me interesaba abrazar esa ambigüedad porque una cosa no anula la otra, históricamente han sucedido al mismo tiempo. La reflexión sobre qué significa ser mujer no sólo se da en las ciudades, no sólo se da en grupos que se autodenominan feministas, se da también en el México rural.

Está construcción de nuestra idea de o femenino, de ser mujer, de cómo nos relacionamos con el mundo se da en varios ámbitos, incluyendo el ámbito rural, entre mujeres que al final son un poco los pilares de las familias latinoamericanas y mexicanas, eso era lo que me interesaba. Cuando fui a ese retiro me sorprendió que no era lo que yo esperaba, que estaba sucediendo a la par de manera contradictoria una cosa que era completamente distinta a lo que yo me esperaba, ahí era donde estaba mi película. Me interesaba ver todos estos lugares comunes del campo: alimentar a los animales, la fiesta de 15 años, la familia y la mamá soltera, verlos desde una perspectiva distinta y desde esa perspectiva de qué significa la compañía femenina.

Ahora se discute mucho la llegada de personas a un entorno ajeno, ¿cuál es el papel del documentalista? ¿Cómo te acercaste para evitar ser intrusiva?

DA: Es uno de los temas más importantes a los que me tuve que enfrentar, fue un largo proceso de rodaje y edición, la película se estrenó en el Festival de Cine de Morelia y obtuvo una mención especial. Luego estuvo en Ambulante. Una de las cosas que yo tenía claro desde el principio es que estaba en una doble posición de poder; uno, por estar detrás de la cámara; y dos, por la manera en que conocí a mis personajes. A Marina, la abuela, la conozco desde hace 23 años y era la cocinera de la casa de fin de semana de mi padre. Esta doble posición de poder hay que asumirla, entenderla y aceptarla. Es constantemente estar revisando cuál era mi posición.

Una cosa importante para mí era que la perspectiva de lo que sucede en el retiro, de lo que sucede en la vida cotidiana, de lo que sucede con la familia en la fiesta de 15 años es la perspectiva de ella, es en su voz. En el retiro, muchas veces me peleaba con esta idea de cuál es la voz del realizador o de la directora, en algún momento me tuve que dejar de pelear con eso y aceptar que me interesaba que fuera su voz la que estuviera al frente y al centro de esta película. No importaba mi opinión sobre el retiro, yo buscaba crear un espacio en la película para realmente entender a través de su perspectiva lo que estaban experimentando.

Decidí entrar al retiro sola, hice la fotografía y el sonido. Además fui con una cámara enorme, que se veía desde todas partes. No quería ser una mosca en la pared, constantemente mostraba que estaba ahí, que estaba grabando y que tenía una cámara gigante. En la película dejé muchos momentos en los que ellas me miraban a mí, a la cámara, que se vea que me están viendo a mí y que hay una relación entre mis personajes y yo, que obviamente estoy en un lugar distinto porque estoy en una posición de poder a la hora de grabar este espacio íntimo y privado al que van estas mujeres una vez al año.

¿Las mujeres que aparecen a cuadro han visto la película?

DA: Sí, por supuesto, a la premiere en el Festival de Cine de Morelia vinieron Marina, Perla, Soyla y los hijos de Marina. Desgraciadamente Joaquín, el esposo de Marina, murió unos meses antes de que terminara la película. Creo que Marina la vio como una película que que la conmueve por todo ese retrato, porque además ella acababa de perder a su marido. También ese retrato de ese espacio tan importante para Marina. Me acuerdo el día que llegué al retiró, fue muy duro, porque Marina me dijo: “mija, mi casa es tu casa, pero esta es la mía”, como en plan “aguas, nomás no te vayas a meter, lo que tú quieras pero hay que acomodarse bien”.

Perla la vio antes de que estuviera terminada, fueron tantos años grabando con ellas que es una mujer muy distinta de los 15 años a ahora que está por terminar la carrera. Una de las cosas que me decía es “me gusta pensar que sigo pensando de la misma manera. Amo a mi mamá, amo a mi abuela y la respeto, pero sigo queriendo una cosa diferente, sigo siendo una generación que busca algo distinto”.

Sentí que por lo menos  las estaba retratando de una manera fiel a lo que ellas hubieran querido que fuera el retrato de su vida y la relación entre estas tres generaciones.

Dos chicas, un amor y el brillo de quienes van a morir, en cine

 

La vigésima sexta edición del Festival Mix-Cine y Diversidad Sexual inició sus actividades con la proyección de Efímera, primer largometraje de Luis Mariano García, egresado del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (ahora Escuela Nacional de Artes Cinematográficas), el programa de actividades se extenderá del 8 de junio al 5 de julio.

La película está protagonizada por Emilia (Danae Reynaud), una adolescente con la capacidad de ver un esplendor en aquellas personas cerca de la muerte. Siempre sola y enfocada en el futuro, su realidad se transforma cuando ve el esplendor de un compañero de escuela, al mismo tiempo que conoce y da pie a una relación amorosa con Renata (Carla Adell), una joven de su edad quien podría llevarla a apreciar lo que existe en su presente.

Conversamos con Luis Mariano García en el marco del festival sobre su experiencia en el CUEC, cómo se desarrolló la historia y su obsesión con el tema de la muerte.

¿Qué te llevó a hacer de esta historia tu primer largometraje?

Luis Mariano García (LMG): La idea en realidad me llegó, no sabría decir en qué momento, en el CUEC, más como ensoñación que como un proyecto real. Tenía la idea central de ver brillar a la gente que va a morir, la historia de amor entre ellas y un poco eso. A lo largo de que pasaran los años y demás, un poco como que quedó atrás, realmente no seguí la historia propiamente.

Escribí otros largometrajes, en algún momento pensando que esas fueran mis primeras películas. De pronto me di cuenta de que eran, a lo mejor, proyectos demasiado grandes, en muchos sentidos, pensé replantearme las cosas, tratar de encontrar una historia que igual me gustara mucho y llevarla a la pantalla, pero que fuera relativamente más pequeña, más controlable y regresó esta historia a mí.

Entonces la escribo, y tras un poco de búsquedas, llegué con el productor Victor Leycegui, con quien ya estábamos trabajando en otras películas de distinto tamaño y de distintas ambiciones. ‘Oye, tengo este guión, es una película mucho más tranquila, íntima que me gustaría intentar hacerla, podría ser un buen Foprocine’, cuando todavía existía el Foprocine. Tuve la suerte de que le gustó el proyecto, se subió y a partir de ahí fue carpetearla, llevarla a las convocatorias y, por suerte, todo salió bien para que existiera la película.


En algunas entrevistas has comentado que tienes una obsesión con la muerte, es un tema presente en la pelí
cula. ¿Qué te llama la atención en particular de ese tema?

LMG: No sé, híjole, supongo que no he tenido suficiente terapia para llegar al meollo del asunto, de dónde está surgiendo esto. Creo que muy en el fondo soy muy miedoso y me da mucho miedo morirme, me da mucho miedo dejar de existir y que las personas que quiero dejen de existir. Un poco viene de ahí la obsesión. Es algo que me perturba tanto que consciente o inconscientemente he tratado de encontrarle el otro lado, algo positivo, por lo menos alguna manera de sobrellevarlo.

Es curioso, mi primer corto en el CUEC, La espera (2008) –https://vimeo.com/31969976–, se  trata de un cuate que despierta en un hospital sin saber que ya está muerto, nada más ve la reacción de sus seres queridos que están en la sala de espera. Desde ese momento había una cuestión muy de muerte. Es algo relativamente constante en mis proyectos, supongo es mi manera de lidiar con ese miedo.

Efímera es una película que invita al público a disfrutar las pequeñas cosas, a vivir en el momento…

LMG: Esa ha sido un poco la respuesta que más he encontrado, esta imposibilidad de hacer algo con que las cosas se van a acabar, aprovechar todo lo que está aquí y darnos cuenta de que un montón de cosas nos pasan desapercibidas porque estamos en espera de algo grandilocuente, llamativo. Ese tipo de cosas que el mismo cine luego nos vende, que la vida tiene que ser estos grandes momentos, estas grandes situaciones. Una de las cosas que me interesaba de la película era justo eso: aterrizarla en elementos que resultaran disfrutables a las protagonistas, pero que no necesariamente obedecen a esta grandilocuencia que a lo mejor estamos acostumbrados a ver en otro tipo de películas.

La dinámica de la película está centrada no en quiénes participan de esta relación, sino en cómo ésta transforma a la protagonistas.

LMG: Si bien es una parte esencial de ellas, creo que por el hecho de que no se siente concentrado en ese asunto es porque no hay un conflicto al respecto y por lo tanto nada que tenga que ver con ello es dramático de ninguna forma. Es súper valioso e importante que existan justamente películas que a lo mejor se centran en eso, y muestren cómo son esos procesos, pero aquí mi intención era otra.

Hay un conflicto entre ellas para que su amor funcione correctamente, tiene que ver con sus personalidades, y con su forma de ver la vida, dónde se concentran: en el ahora o en el futuro.  Había ya tanto ahí que meterle conflicto en algunas otras de las aristas de sus personas era un poco sobrecargar la película, nunca fue la intención, queríamos mantenerla lo más ligera y, hasta cierto punto,  digerible.

¿Cómo construiste estos dos personajes, qué tanto participaron las actrices en el proceso?

LMG: Por más que uno como director sea súper clavado y tengas perfectamente pensado de dónde vienen, quiénes son, sus biografías, qué es lo que las mueve, esa configuración existía con cierta claridad, pero la realidad es que siempre al momento en el que entra alguien a interpretar a esos personajes termina agregándole algo. Redimensionando a hacia otro lado, es una de las cosas bien padres del trabajo con las actrices y actores, el hecho de que es un ser humano configurado de cierta manera que inevitablemente va a reinterpretar lo que tú ya construiste y lo va a terminar de redondear.

El hecho de pensar en esto de que el mismo personaje por más sólidamente escrito que esté y las ideas de dirección sean muy claras, al ser interpretado por diferentes actrices dará como resultado un personaje diferente. La verdad soy muy feliz de que las encarnen tanto Danna como Carla, porque las dimensionaron hacia lugares que no necesariamente había pensado y las volvieron muchísimo más orgánicas con una serie de cosas que terminan de definir al personaje.

¿Hubo alguna influencia en específico que nutriera a la película?

LMG: Es curioso porque siento que mi paso hacia el CUEC fue un poco entrar con ciertas ideas de lo que era el cine, del tipo de películas que me gustaban. A lo largo de la carrera me encontré con otro tipo de cine que también me interesa y tiene que ver mucho con mi personalidad. A la hora de terminar y graduarme, los años post-CUEC, encontrar esta síntesis entre esta tesis y esta antítesis de lo que aprendí.

Cuando la concebí por primera vez creo que era mi etapa en la que yo era de ‘Bergman es lo máximo del mundo’, lo sigo pensando, pero por lo menos ahora es más variado. Me queda claro que si hubiera siquiera escrito este guión en ese momento, habría sido un dramón de una densidad absoluta, porque esta contemplación de la muerte hubiera estado en otras aristas. Creo que mi paso por el CUEC ayudó mucho en ese sentido, mucha gente asume que la escuela de cine te lleva a un lado más intelectual, a mí me ayudó a encontrar un lado mucho más liviano, un cine más ligero, más ágil.

Recuerdo mucho las clases de cineminuto, que nos dio Jaime Aparicio, donde te obligaba a hacer uno cada semana, eso te obliga a encontrar una voz muy particular porque por más que trates de intelectualizar y decir mis referentes son aquellos suecos súper intelectuales, esa cosa de inmediatez te obliga a encontrar otras cosas que traes por dentro. Es algo que me llevó a encontrar esta ligereza y a buscarla incluso. Sin duda, no se hubiera configurado de esta manera la película si no fuera por ese paso.

¿Qué sentimientos te provoca inaugurar el Festival Mix?

LMG: La verdad mucho orgullo y emoción, es sin duda un festival muy importante por lo que ha logrado dentro de la sociedad mexicana, incluso más allá incluso de la parte cinematográfica o cultural, justamente por visibilizar un montón de cosas. A fin de cuentas me da gusto que la película se inserte en eso mismo.

En gran medida el asunto de que las protagonistas sean lesbianas, que sea a fin de cuentas un romance lésbico, no está visto de una forma tan dramatizada, que implica algún conflicto. También había una intención siempre desde ese lado, de tratar de mostrar una relación entre dos chicas de la forma más natural y normal, este tipo de visibilización es importante. Que el festival nos abrace para algo tan importante como inaugurarlo, con este mensaje de inclusión mucho más naturalizado, me emociona bastante.

——–

Conoce más sobre las actividades del Festival Mix-Cine y Diversidad Sexual en: https://www.mixfilmfest.com

“Fidel de cerca”: el líder en su intimidad. Se estrena en la UNAM

No es complicado describir a Fidel Castro, después de todo su papel en la Revolución Cubana, su uniforme militar verde olivo, su espesa barba y sus poderosos (e incómodos para algunos) discursos políticos definieron buena parte del Siglo XX. Sin embargo, ¿quién era el hombre detrás de esa imagen? ¿Cómo era con su familia? ¿Cuáles fueron los momentos que cambiaron su vida?

El documental Fidel de cerca (2019) intenta retratar esa faceta poco conocida del Comandante. Como explica su sinopsis oficial: “No es un recuento cronológico estricto de los eventos históricos que le tocó vivir y participar, sino una mirada única a uno de los personajes más emblemáticos y controversiales de nuestro tiempo. Con un acceso sin precedentes a materiales de archivo histórico cubanos e internacionales y a entrevistas y testimonios únicos tanto de familiares y amigos como de algunos de sus más cercanos colaboradores que son además grandes iconos culturales y de la política cubana e internacional, este documental presenta una ventana singular para conocer al hombre detrás del mito”.

La película se proyectará a lo largo del mes de junio en las salas del Centro Cultural Universitario y en el Cinematógrafo del Chopo. Antes de iniciar las exhibiciones, Eduardo Flores Torres, uno de sus directores, nos compartió cómo fue su experiencia al sumergirse a fondo en la vida de una de las figuras claves de la geopolítica mundial.

¿
Qué te llevó a hacer este documental? ¿Qué te motivó?

Eduardo Flores Torres (EFT): Yo mismo me lo pregunto mucho a veces. Soy cineasta en la especialidad de fotografía y he estado en eso toda mi vida laboral, desde que salí de la universidad. El tema de Fidel y de Cuba ha sido un tema presente toda mi vida, porque vengo de una familia muy politizada, donde los temas de la política local y regional estuvieron en la mesa del comedor presentes siempre, desde el desayuno a la cena.

No fue para mí extraño empezar desde muy chico a ubicar a personajes que eran clave en nuestra región. Uno de ellos, sin duda, Fidel Castro, entonces desde pequeño empecé a concientizar sobre este fenómeno que la revolución cubana y la gran épica revolucionaria. Después crecí, estudié cine y empecé a ir a Cuba de forma muy regular o de vacaciones, me hice muy asiduo al festival de cine. Iba cada año al Festival de Cine de La Habana. Como fotógrafo iba porque era una locación muy socorrida por las producciones mexicanas.

Todo esto fue aumentando mi curiosidad y mis ganas de entender más, ya en un momento no solamente de entenderlo, sino poder ayudar a explicarlo. Así se fue conformando este proyecto, muy pronto traté de buscar un ángulo distinto y me di cuenta que a este personaje del que tanto se ha hablado y tanto se ha dicho, se le conocía poco porque siempre fue el jefe de Estado, el Comandante, el hombre de uniforme. Nunca fue el padre, el hijo, el hermano, el abuelo que es y fue.

Claramente es imposible disociarlo de la política, pero a través de este formato de testimonios fuimos explicando y conociendo su pensar, su sentir y su actuar a través de estas personas que estuvieron ahí en los momentos más importantes. Queríamos que nos contaran qué pasó, qué era lo que llevaba a este líder a actuar de tal o cual manera. Construimos esto que yo no llamo biografía, sino el retrato de un personaje tan importante en nuestra historia.


¿Por qu
é decidiste colaborar con otros dos directores? Es algo poco común…

EFT: Al principio, cuando hice los primeros borradores y las primeras ideas me acerqué a un amigo, también un maestro mío, el fotógrafo mexicano Gabriel Beristain, que trabaja en todo el mundo. Empecé con él porque sé que tenemos afinidades ideológicas y le presenté esta idea, así tal cual te lo estoy contando a tí: “Mira, quiero hacer esto, siempre me ha intrigado, me ha perseguido esta figura, quiero explorarla más. Ya lo conozco, pero estoy seguro que hay mucho que no conozco y quiero conocer, quiero ayudar a que la gente lo conozca”.

Gabriel inmediatamente abrazó el proyecto con muchísimo vigor, luchamos adelante de la mano de los cubanos, con los que también estoy muy agradecido. Sin ellos no hubiera sido posible hacer el proyecto, ellos son Roberto Chile, otros cineasta y camarógrafo de Fidel Castro durante muchos años, y Adriana Moya, una productora cubana que también fue fundamental. En un proyecto como éste, hay pilares que sin los cuales no puedes avanzar y aquí los pilares son Gabriel, Roberto y Adriana, sin ellos la película no hubiera sido posible por más que yo hubiera tenido la idea, el entusiasmo y las ganas.


Despu
és de pasar tanto tiempo con la figura de Fidel, ¿qué fue lo que más te sorprendió?

EFT: Conocí a Fidel antes del proyecto, en un par de eventos en Cuba. Para la película no convivimos con él porque cuando arrancamos ya estaba su salud muy deteriorada. Empezamos a finales del 2015 la investigación y el 25 de noviembre del 2016 murió. No tuvimos ni siquiera oportunidad, pero sí conviví con él muchísimo a través de estos testimonios y todos los materiales históricos. Comprobé lo que ya sabía, al mismo tiempo me di cuenta que en efecto es una figura titánica.

No creo que vaya a existir otro líder de este tipo, más allá de la simpatía, porque los formatos de liderazgo actuales han cambiado, ahora el discurso, la convicción, la tribuna ya no son elementos fundamentales para el liderazgo como lo eran antes. Ahora los medios electrónicos juegan un rol muy importante, ha cambiado el formato y la circunstancias históricas que dieron origen a un Fidel. No sé si, por lo menos en vida, volvamos a conocer a otro personaje de esta magnitud, haberlo visto de cerca, haberlo retratado íntimamente como hice en la película fue una experiencia inolvidable y también un viaje a través de nuestra historia, de nuestra cultura y un viaje de la mano de alguien que es de una dimensión universal.

Su familia siempre ha mantenido su privacidad, ¿cómo se convencieron de participar?

EFT: Les llevamos el proyecto y dijimos: “Queremos hacer esto, pero para en verdad darle el ángulo que queremos y hacer un retrato íntimo, que se vea una faceta distinta, los necesitamos a ustedes. Sin ustedes no tiene sentido hacer el proyecto. Y, con algunas dudas primero pero después con mucho entusiasmo, se involucraron. Tenemos mucha participación familiar que era fundamental para conocer al hombre de familia.

Una de las líneas del documental es que es un personaje contradictorio, con un olfato especial para la política.

EFT: Es difícil entenderlo, incluso poner a estas dos personalidades en el mismo cuerpo. Es difícil, es una de esas grandes cualidades que tiene, donde en lo cercano es un hombre muy educado, muy discreto, de tono muy bajito; y en la tribuna, es un animal político, hay un vigor poco conocido.

También se enfoca a su necesidad de proteger a su pueblo de las amenazas exteriores, mucho de lo que sabemos de Fidel nos llegaba de Estados Unidos creando ciertas ideas. Romper esa barrera con el público debe ser complicado.

EFT: Muy complicado. La americanización de la información es abrumadora y lo más difícil de entender es que las grandes corporaciones noticiosas y los que se encargan de la divulgación no están comprometidos con la información. Están comprometidos con formar una mentalidad de las masas que sirva a ciertos intereses del momento, ése es el objetivo. Cuando nos alimentamos de fuentes tradicionales que pertenecen a las grandes corporaciones, ya sabemos cuál es el ángulo de estas noticias y se nos repiten durante mañana, tarde y noche. Acabamos creyendo porque, además, a otras fuentes u otros ángulos ni siquiera tenemos acceso.

¿Cuál fue el reto más grande de Fidel de cerca?

EFT: Una vez que teníamos todas las entrevistas, todos los materiales, darle un sentido narrativo lógico, una coherencia y, al mismo tiempo, hacerlo entretenido, que no durara una eternidad, que los bloques estuvieran bien definidos. Esa labor de hilado tan fino fue el reto más grande, porque cuando terminas la producción y te enfrentas a lo conformado es abrumador todo lo que tienes. Además, vienes de semanas, meses y de años de estar metido en eso. Tener la mente clara es muy difícil.

¿Qué sentimientos te provoca el iniciar el recorrido de la película en la UNAM?

EFT: Estoy, primero que nada, muy agradecido con toda la Universidad, en especial con la Filmoteca y la Dirección de Actividades Cinematográficas. Hugo Villa abrazó el proyecto con mucho fervor y cariño, me ha ayudado muchísimo. Tengo muchísimos años viniendo a estos cines (los del Centro Cultural Universitario), viniendo estos recintos y que empiece la película aquí, para mí tiene un significado especial porque la UNAM es la universidad de todos.

Boom de plataformas estilo Netflix: ¿cuál es su futuro?

Los servicios audiovisuales de streaming tuvieron un crecimiento importante durante el 2020 y el 2021, motivado principalmente por las medidas impuestas para contener la propagación de la COVID-19 alrededor del mundo. Los consumidores se encontraron de un día para otro en sus casas, sin la oportunidad de entretenerse más allá de esos muros como acostumbran.

“El streaming tuvo un crecimiento que no estaba esperado por nadie, pero a partir de la pandemia fueron los únicos que realmente crecieron y ganaron en esto”, reflexionó en entrevista Ester Bernal –licenciada en Ciencias de la Comunicación con especialidad en Producción de Medios Audiovisuales por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM y, actualmente, directora de Distribución en la productora y distribuidora Piano.

“Fue como ‘no hay nada más que hacer, pues streaming’, y tuvo un crecimiento que, si no hubiera ocurrido la pandemia, lo iba a tener en cinco o diez años. Este crecimiento se dio en dos años, y ocurrió de una forma que nadie veía venir. Nadie estaba tampoco realmente preparado: no fue que todos los jugadores que hoy tenemos salieran de inmediato; trataron de hacerlo lo más rápido posible, pero en realidad no existían. En ese momento, el principal jugador, si bien ya había muchas otras plataformas –porque hay una inmensidad de plataformas a nivel mundial–, era Netflix, y no tenían todos los competidores que hoy tienen”, añadió la especialista.

A finales de marzo un hecho parecía confirmar esta buena racha: Coda (2021), una película estrenada en la versión virtual del Festival de Sundance y adquirida por Apple TV para su exhibición exclusiva en Estados Unidos, ganó el Oscar a Mejor Película en la más reciente edición del premio más importante para la industria cinematográfica y audiovisual de Estados Unidos.

Sin embargo, los pronósticos optimistas duraron poco. Días después de la entrega de premios, las acciones de Netflix se desplomaron un 35%, como resultado de una caída de suscriptores (200 mil menos) en el primer cuatrimestre del año. No obstante, la empresa se mantiene como líder del mercado gracias a sus 220 millones de suscriptores a nivel mundial.

Para Ester Bernal, también maestra en Industrias Culturales, Políticas y Gestión por la Universidad de Quilmes en Buenos Aires, estos dos eventos son una demostración de “que de repente cuesta mucho darse cuenta, lamentable o afortunadamente, que en esta industria todos los cambios son así: vertiginosos y arriesgados. Lo que pasó hace dos años ya no tiene nada que ver con lo que está pasando ahora”.

El rápido crecimiento que tuvieron este tipo de servicios durante el confinamiento llevó “a que cada quien empiece a hacer su plataforma –Disney tiene su propia plataforma; HBO tiene su propia plataforma– y que, además, todos decidan producir. No es sólo el hecho de decir “voy a multiplicar los contenidos”, sino “estoy haciendo producciones propias”. Esto nos lleva a una inmensidad de contenidos, y aquí un poco la pregunta es ¿por qué están apostando las plataformas en contenidos? En una entrevista, Tim Cook, director ejecutivo de Apple, dijo que a ellos más que las ganancias les interesaban los contenidos, ir por contenidos que no sólo fueran tus marketeros, sino que pudieran ir a cosas como los Oscar. Es el caso de Coda”.

Una industria sin claridad

Un elemento que complica hacer un análisis a fondo de qué está consumiendo el público y cómo, apuntó Ester Bernal, es que las compañías más grandes no divulgan números relacionados al comportamiento de su audiencia o crean estadísticas a modo para satisfacer a sus inversionistas.

“No sabemos realmente cómo le fue a Coda en el streaming. Sabemos cómo le fue en salas, porque en México sí tuvo estreno en cines y porque tuvo una ventana importante a nivel mundial. Sin embargo, no sabemos si está triunfando o no en el streaming: ¿Cómo les va a estas películas ganadoras de un Oscar? ¿Cuántas personas las están viendo? ¿Cuántas personas están realmente diciendo voy a contratar Apple TV porque ahí está Coda?”.

“Ese es el tema, porque el contenido, de acuerdo con diversos estudios –como el último State of Streaming Report que hace Fandom–, es el que guía. Tenemos 45 opciones de plataformas y realmente en ninguna está todo lo que queremos ver. Justo tenemos Netflix porque queremos ver x serie, pero también tengo HBO porque tengo que ver esta otra, y tengo Disney porque está todo Marvel. Ahí está una división de contenidos que conlleva mucho cómo está actuando la gente frente a las plataformas”.

“No sabemos realmente cuáles son los números de cada plataforma. Netflix empezó a hablar de visionados por hora, pero ¿qué nos dice ese número?, ¿cómo están haciendo ese conteo?, ¿cuál es la metodología detrás de esa información? Seguimos sin saberlo; sigue siendo como una magia oculta. Justo, por esta caída en el primer cuatrimestre del año por temas de la bolsa, sabemos que esta ficción que nos vendieron en torno a ‘los reyes del juego’ no es verdad”, argumentó.

Aumentó el número de competidores

Otra de las razones de la caída de Netflix, señaló Ester Bernal, es que el número de competidores ha aumentado en los últimos años. Cuando Netflix decidió apostar por el streaming, pocos de los gigantes de la producción en Estados Unidos y el mundo veían en ese espacio una oportunidad de negocio. El éxito de Netflix los hizo cambiar de opinión; la pandemia sólo aceleró esa transición.

“Hace un año se pensaba que las plataformas eran el futuro, y de repente no lo parece tanto; aunado a esto tenemos demasiada oferta. Como usuario que se enfrenta a un catálogo inmenso, ¿cómo eliges?, ¿cuál es el procedimiento de selección? Al final los modelos se reproducen también. ¿Qué vas a ver? Lo que es confiable, lo que ya sabes que tiene cierta aprobación, lo que en redes por alguna razón está sonando y hay 45 memes”, comentó.

Además, señaló: “hay un aspecto social que no podemos dejar de mirar: Netflix está baneado en Rusia a partir del conflicto bélico entre Ucrania y Rusia; perdieron una buena base de público que era parte de la plataforma. Después tenemos que Netflix es el más caro de los servicios, y ahora todo el tiempo están con este tema de que los usuarios comparten la contraseña y ya no van a dejar que compartan la misma cuenta. Para todos ha sido difícil entender que la pandemia nos trajo una modificación de esquema que va a años luz. Lo que se suponía que iba a pasar en 10 años está sucediendo en tres; ahí entra también la dinámica del usuario cansado de estar todo el tiempo en su casa viendo películas, el usuario que tampoco está abandonando tanto el cine”.

Un techo en la audiencia

Ante el aumento de opciones y el aumento de precios en los servicios de streaming, recalcó la especialista egresada de la UNAM, los clientes se ven obligados a tomar mejores decisiones a la hora de invertir su dinero. “La gente está buscando que las plataformas le den algo más, que no sea sólo el catálogo de películas: ¿qué otro beneficio me da el contrato?”.

“Todos están compitiendo y el consumidor tiene un límite económico. Si lo pensamos, ¿cuánto invertimos en pagar plataformas? La mayoría de los estudios dicen que el consumidor promedio tiene al menos cinco plataformas. ¡Es un montón! De estas, ¿cuántas usas con regularidad?, ¿cuántas están ahí como paradas, pero sabes que hay algo que te parece interesante que llegará en algún momento? Mucha gente opta por cancelar su cuenta mientras no haya nada que le interese; ya si vuelve a haber una película, una serie o algo que convenga, se hace la inversión”, subrayó.

“Hay un límite económico y hay un límite de posibilidad de consumo. No podemos verlo todo; no podemos pasar el día para consumir y para que realmente eso que estamos pagando sea redituable. Como consumidores, nos hemos acostumbrado a querer experiencias. También queremos que el streaming sea una experiencia, que nos dé algo más, que nos entregue algo más que no sea sólo ver una película. Va en el sentido de poder tener Amazon, pero incluso dentro de los mismos contenidos. La industria audiovisual tiene que aprender que esto es evolución todo el tiempo; cada dos meses, cada tres meses las reglas del juego cambian y la industria tiene que adaptarse. Como usuarios, tenemos que ser muy astutos también, porque si no, terminamos pagando 2,000 pesos al mes. ¡Es una locura!”.

Luis Buñuel: a 60 años de El ángel exterminador

 

Un año después de obtener la Palma de Oro en el Festival Internacional de Cine de Cannes por Viridiana (1961), Luis Buñuel regresó al famoso festival francés con altas expectativas para presentar El ángel exterminador, cuyo primer encuentro con la pantalla se dio el 16 de mayo de 1962.

La película cuenta la historia de un grupo de personas que tras una noche de espectáculo deciden disfrutar del resto de la velada en la residencia de la familia Nobile, después de unas cuantas horas uno a uno comienzan a notar un extraño fenómeno: no pueden salir de la habitación en la que se encuentran, están incomunicados del mundo exterior. En reclusión, los invitados comienzan a experimentar una gradual pérdida de las normas sociales. Cuenta en su reparto con las actuaciones de Silvia Pinal, Jacqueline Andere, Claudio Brook, Enrique Rambal, Ofelia Guilmáin, Luis Beristáin y Tito Junco, entre otros.

Aunque ahora es considerada un clásico, la cinta no consiguió triunfar a lo grande en Cannes, donde participó en la Competencia Oficial y obtuvo el Premio de la Crítica Internacional – F.I.P.R.E.S.C.I. Su productor, Gustavo Alatriste –quien también produjo Simón del desierto (1965) y Viridiana–, recordó en una conversación asentada en el libro Conversaciones con Buñuel: seguidas de 45 entrevistas con familiares, amigos y colaboradores del cineasta aragonés las razones que impidieron a la producción conseguir un premio más grande:

“Creo que es una de las mejores películas de don Luis Buñuel. Tal vez sea la mejor, no estoy seguro… Llevé la película a Cannes, pero me convencí de que allí son unos verdaderos ladrones… Es un festival sucio impulsado por las ventas, y es realmente inútil… Llevé El ángel exterminador, una película soberbia, mucho mejor que cualquier otra allí, y un día en la comida con uno de los críticos del señor Buñuel, un francés… me dijo que no le habían dado el premio a El ángel exterminador, porque un año antes Viridiana lo ganó. Más tarde don Luis me confirmó lo que me dijo ese hombre. Le dieron el premio a O pagador de promesas, del brasileño Anselmo Duarte, una de las películas más falsas que he visto”.

Sus orígenes

En sus memorias, Buñuel afirma que se arrepintió en más de una ocasión de haber filmado El ángel exterminador en México:

“Lo imaginaba más bien en París o Londres, con actores europeos y un cierto lujo en el vestuario y los accesorios. En México pese a la belleza de la casa, pese a mis esfuerzos por elegir actores cuyo físico no evocara necesariamente a México, padecí una cierta pobreza en la mediocre calidad de las servilletas, por ejemplo: no pude mostrar más que una. Y ésa era de la maquilladora, que me la prestó”.

Inicialmente el proyecto llevaba por nombre Los náufragos de la calle Providencia y fue desarrollado por el cineasta junto a Luis Alcoriza, uno de sus colaboradores más cercanos en México. En entrevista con José de la Colina y Tomás Pérez Turrent para el libro Prohibido asomarse al interior : conversaciones con Luis Buñuel, el realizador recordó cómo arrancó el camino de la película:

“El punto de partida era una historia que se me había ocurrido hacia el año 40, en Nueva York, junto a cuatro o cinco más, entre ellas la que luego sería Simón del desierto y el episodio de la niña raptada que más tarde incluiría en El fantasma de la libertad… Lo ideal, hubiera sido hacerla en Inglaterra, en un lugar donde verdaderamente existe un estilo de ‘alta sociedad’. Pero,en cambio, con Alatriste tuve toda la libertad del mundo. No me suprimió nada, no me dijo que pusiese esto o lo otro. Ni siquiera conocía el argumento: todo lo que le dije es que se trataba de unas personas que no pueden salir, inexplicablemente, de una habitación. ‘Adelante’, me dijo, ‘hágalo como usted quiera’. Si no llegué más lejos fue porque me autocensuré”.

Su legado

Para Enrique Figueroa Anaya, historiador de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM especializado en cine, este trabajo de Luis Buñuel ha encontrado una resonancia especial a 60 años de su estreno gracias al distanciamiento y reclusión social que el mundo ha experimentado a lo largo de la pandemia provocada por la aparición del Covid-19.

“Tiene muchos ecos con nuestra realidad contemporánea, a pesar de ser una película de hace 60 años. Ya no estamos tan encerrados, nos hemos quitado un poquito el cubrebocas, de manera literal y mentalmente, pero seguimos un poco en el encierro. Curiosamente, se conmemoraron los 110 años del hundimiento del Titanic, que de alguna manera es como una especie de sociedad que igualmente se va derrumbando. Tuvo muchos ecos en mí todo este aspecto y la parte religiosa de Luis Buñuel, me encanta una frase muy célebre de él –Gracias a dios, soy ateo– que resume muy bien lo que va trabajando la película”, comentó.

Asimismo, destacó el crítico cinematográfico, la película se mantiene vigente gracias a los vasos comunicantes que tiende con otros elementos artísticos: “pienso en el Señor de las Moscas, por ejemplo, en qué se inspira la película de Luis Buñuel: una obra de Théodore Géricault que se llama La balsa de la Medusa, que es una pintura muy intensa en la que vemos, justamente, una barca en la que distintos personajes están en una situación de decadencia y desesperación; de manera violenta están tratando de sobrevivir, fue un hecho que sucedió en el siglo XIX cerca de las costas de África y cuando se encontró la balsa con los que sobrevivieron de ese desastre la situación fue muy impactante, tanto que termina llevando a este pintor a retratarla, hasta que años después la historia le termina llegando a Luis Buñuel”.

“Hay que recordar que Buñuel nació en España y otro de los vínculos con la reciente epidemia, es lo que sucedió hace un siglo allá con la gripe española. Era un hombre muy consciente del encierro, su papá en 1911 los enclaustró por una epidemia de cólera que azotó Europa”, agregó.

Figueroa Anaya subrayó que Buñuel “era un hombre muy hábil y muy ágil” en su quehacer artístico, por ello es complicado pensar que los elementos que aparecen a cuadro son gratuitos y carecen de significado, aun cuando al cineasta le importara poco discutir los significados de sus imágenes.

“Es una película muy divertida de ver y, siempre que se va revisando, se encuentran nuevos detalles. Podemos pensar en el propio Marx, toda esta teoría de la repetición de de la historia, que son elementos que le interesan y le gustan mucho a Luis Buñuel y terminan siendo fundamentales. Otra vez nos vuelven a hablar de lo pertinente y de lo contemporánea que termina siendo la película. Basta con salir a las calles de la ciudad de México, en un transporte o en el auto la gente enloquece al estar encerrada durante tanto tiempo en el tránsito”.

A 70 años de Cantando bajo la lluvia

Fue el 27 de marzo de 1952 cuando el Radio City Music Hall, ubicado en Nueva York, Estados Unidos, abrió sus puertas para recibir a una multitud expectante por conocer el nuevo trabajo de Gene Kelly y Stanley Donen: Cantando bajo la lluvia (Singin’ in the Rain), un musical coreografiado por Kelly que pretendía hacer homenaje a los últimos días del cine silente y a la abrumadora llegada del cine sonoro para Hollywood.

Su historia sigue al ídolo del cine mudo Don Lockwood, quien, antes de conocer a la aspirante a actriz Kathy Selden, piensa que lo tiene todo: fama, fortuna y éxito. Pero, al encontrarse, se da cuenta de que ella es el elemento faltante en su vida. Con el nacimiento del cine sonoro, Don quiere filmar musicales con Kathy, pero entre ambos se interpone la reina del cine mudo Lina Lamont.

A pesar del éxito de su primera función, Cantando bajo la lluvia tardó unos años en convertirse en el clásico cinematográfico que conocemos hoy día. Por ejemplo, de acuerdo con los registros de la MGM, sólo consiguió poco más de 600 mil dólares de ganancia tras su corrida comercial y, al anunciarse las nominaciones al premio Oscar, sólo Jean Hagen –en la terna de Mejor Actriz de Reparto– y Lennie Hayton –seleccionado a Mejor Música Original– consiguieron aparecer entre los aspirantes al galardón.

Sin embargo, gracias al empuje de la crítica especializada, la película ganó estatus con el tiempo y eventualmente fue revalorada como uno de los grandes musicales de la historia del cine. En 1989 fue elegido para ser preservado por la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos en el National Film Registry y en el 2012 apareció en la lista de las Mejores 50 Películas de la historia de la prestigiosa publicación Sight & Sound.

El crítico británico Peter Bradshaw comenta que “Cantando bajo la lluvia surgió a principios de la década de 1950, cuando la industria cinematográfica había logrado una distancia madura de sus orígenes mudos, y es posible que esta película haya ayudado a promover la idea de que, con excepciones prominentes del mundo de la comedia, el cine mudo era crudo y sin valor… El Don Lockwood de Kelly siempre fue un ganador y nunca es puesto realmente a prueba, y por absurdo que parezca, siempre siento una punzada de ver cómo Lina finalmente obtiene su merecido. Bueno, Kelly, Reynolds, O’Connor y Donen hacen algo que solo los genios logran: hacen que parezca fácil”.

Película triunfadora en el FICUNAM: un poema a los trabajadores

La ceremonia de premiación de la más reciente edición del Festival Internacional de Cine UNAM culminó con un doble reconocimiento para El gran movimiento, segundo largometraje de ficción del realizador boliviano Kiro Russo, que obtuvo el Premio del Público y el Puma de Plata a Mejor Película de la Competencia Internacional.

La película está ambienta en la Bolivia actual y cuenta la historia de Elder, quien “luego de caminar durante una semana, llega junto con sus compañeros mineros a La Paz para exigir la restitución de su trabajo. De repente, Elder comienza a sentirse enfermo. Con la ayuda de la anciana Mamá Pancha, Elder y sus amigos encuentran trabajo en el mercado. Pero la condición de Elder empeora, se está ahogando y luchando por respirar. Mamá Pancha lo envía con Max, un médico brujo, ermitaño y payaso, quien quizá pueda devolverle la vida al joven”.


El protagonista ya aparecía en el trabajo anterior de Russo, Viejo Calavera (2016), en la cuál tras perder a su padre, debía enfrentarse a los estragos provocados por la actividad minera en la pequeña comunidad de Huanuni en Bolivia. Charlamos con Russo tras su triunfo:

¿Qué sentimientos te generó ser seleccionado por FICUNAM?

Kiro Russo (KR): Haber sido seleccionado al festival fue una gran alegría, sobre todo porque por el cine que hago. Por ser boliviano, es realmente fundamental poder compartir las películas que he hecho, con países que me parecen mucho más cercanos, como Bolivia y México. Me parece un país que, realmente, tiene similitudes y una cercanía importante con el mío. Es bien importante promover el diálogo, cuestionar ciertas cosas, sobre todo en nuestros países. Poder compartir la película aquí en México es fundamental y ganar el premio mucho más, me acerca mucho más a que la gente pueda ver la película, a que puedan cuestionarla.

Obtuviste el Premio del Público y el Puma de Plata a Mejor Película, son dos reconocimientos muy diferentes…

KR: El Premio del Público es uno de los más importantes que hemos recibido, porque sentí que la gente conectó mucho con la película, había un interés muy grande también por el cine, podíamos coincidir en temáticas y cierta forma, sobre todo, de hacer y pensar el cine, que es coincidente tanto en Bolivia como con México. La película, además, es bastante rupturista y cuestiona lo que es hacer cine, a la vez tiene un diálogo muy grande con cosas de la cinematografía latinoamericana y mundial. Me alegra que la película sirva para ser parte de la construcción de este diálogo sobre el cine en Latinoamérica.


Sus imágenes de La Paz podrían ser de la Ciudad de México, hay temas que nos atraviesan a todos no sólo como latinoamericanos, sino como habitantes de estas urbes caóticas…

KR: Pensar en un cine latinoamericano parece, de alguna manera, un concepto pasado, pero es bien importante porque la saturación de las imágenes, la alienación y, digamos, el estadío en el que estamos después de tanto bombardeo de Hollywood y ciertas formas de ver el mundo ha puesto en cuestionamiento nuestras propias voces. Dentro de esa idea, creo que es muy importante este diálogo entre nuestros países, incluso para cuestionar si existe lo latinoamericano o qué sería eso.

Definitivamente al ver muchas películas mexicanas, por ejemplo, argentinas o peruanas, me he sentido mucho más cerca a algo mío que viendo otro cine. Y a la vez, no sé, es lo loco del cine, también conecto mucho con el cine asiático, por ejemplo. Me he dado cuenta que Bolivia tiene muchas similitudes con ciertas cosas de Asia que yo no me hubiera imaginado; me pasa igual con México, por ejemplo. Cosas como la convivencia con lo ancestral o la medicina natural, que es muy presente en Bolivia y aquí también.

Es interesante ver cómo podemos coincidir con mundos que aparentemente son completamente ajenos. Es a través del cine que podemos ver estas cosas, me parece buenísimo. La forma me pareció muy importante en esta película, no la forma de hacer cine y mostrar cine –que está siempre en construcción y en cuestionamiento también, sobre todo dentro de nuestras realidades–, sino esta saturación absoluta que existe de las imágenes, es necesario que exista esta resistencia.

En El gran movimiento la ciudad es una experiencia deshumanizante, las experiencias relacionadas con el capital son abrumadoras. Los pocos momentos de humanidad se encuentran en lo comunitario, como las vendedoras del mercado…

KR: Totalmente. La película es un poema a los trabajadores, me pareció muy necesario hacer algo así, porque en verdad los y las trabajadoras están sosteniendo los sistemas del mundo y las ciudades en las que vivimos. No siempre ha pasado lo mismo. Antes era mucho peor en el sentido de que había esclavos y era muy jodido, pero de alguna manera todos somos esclavos del sistema.

Al decir también que es un poema, nosotros también somos los y las trabajadoras que sostenemos el sistema, con la diferencia grande que no estamos sacrificando nuestros cuerpos para que eso sea así. Hay gente que sí. El cine hegemónico es extraño, se trata de ejercer un tipo de invisibilidad o invisibilizar ciertas problemáticas y cuestiones que son fundamentales de tocar y expresar.

Me intereso mucho en la forma porque el medio más importante del mundo del lenguaje ahorita es el audiovisual. Me parece fundamental que el lenguaje se abra y que no se cierre a que todos tenemos que hacer las cosas de la misma forma o pensar que el cine está relacionado con lo mercantil. El cine además puede ser abordado de diferentes formas.

Conozco cineastas que, por ejemplo, hacen películas muy contemplativas y que tienen que ver con el espacio. Este tipo de películas también son importantes. Combatir el lenguaje es también un medio de pensamiento, de historia y de generar vínculos y no solamente verlo como un entretenimiento. Para mí el cine debería ir mucho más allá de ser un constructor de historias. Pienso en YouTube, por ejemplo, es verdad que la caméra stylo –ese texto que habla sobre escribir con la cámara de hace tantos años– ya es algo real. En ese texto, si no me equivoco, ya se hablaba de la posibilidad de un lugar donde encontrar vídeos de lo que sea, como una biblioteca. YouTube es eso, pero en las representaciones no hay tanta conciencia; no solo nos debe importar el tema, sino la forma. Es importante introducir la forma como un lugar de cuestionamiento y de generación de pensamiento a través de estructuras más abiertas que cerradas, El gran movimiento está llena de interpretaciones posibles, de cosas que yo he pensado y de cosas que a veces me dicen y no he pensado. Eso me parece importante, la verdad.

La modernidad está llena de imágenes, pero como público cada vez estamos menos deseosos de cuestionar esas imágenes…

KR: Y de poder conectar con otras cosas. Pasa incluso con las personas que trabajan en la película, porque ya tenemos una educación, justamente, audiovisual; si las cosas no son como estamos acostumbrados a verlas, ya están mal directamente. No puede ser de otra forma. El gran público está muy jodido en ese sentido. Digo esto porque me pasó con mis dos películas, al final, la gente no puede ver al cine más que como una máquina de contar historias, no van más allá de las posibilidades que te da el lenguaje audiovisual de simplemente contar historias y, por otro lado, si vas a contar historias también está la imposición de cómo se deben contar las historias. Eso también debería ser puesto en cuestionamiento, porque al final el problema es que todo se estandariza, se termina haciendo lo mismo eternamente.

La gente aprueba o desaprueba en el sentido de que si no lo conocen, es inválido o está mal. La posibilidad de abrir el pensamiento y preguntar me parece bien necesaria en nuestra época. Lo extraño de la época en la que vivimos es que todo, supuestamente, ya está resuelto. Las respuestas ya están cerradas, sabemos todo y la vida es conseguir cosas y dinero, y se acabó. Es más o menos el resumen de nuestra época, ¿no? Creo que a través de las películas y el arte en general se pueden abrir preguntas y cuestionamientos para empezar a mirar un poco más allá las cosas, llegar a cuestiones que también nos deberían importar más que simplemente el dinero o el entretenimiento. Incluso como un banco de registro histórico, en un sentido más consciente, debería estar presente el cine en esos pensamientos.

La película inicia con una “sinfonía” de La Paz, las sinfonías de la ciudad fueron muy famosas hace 100 años. ¿Por qué es importante conectar El gran movimiento con esas primeras vanguardias del cine?

KR: Para mí es muy importante pensar el cine como un documento y al pensarlo como un documento y pensándolo académicamente desde una perspectiva de este lugar, cualquier texto académico tiene referencias y citas al final para que tenga una validez científica, ¿no es cierto? He pensado mucho por qué el cine no tiene eso, es un lenguaje y debería ser una cosa a la también se podría recurrir de una manera más académica o histórica, siendo que es una huella más fidedigna que un escrito de algo que sucedió.

Pensando el cine como documento trato de hacer, además, cada vez más conscientemente, esos dos lados. La película, por un lado, tiene diálogos con muchas cosas ya del cine, como, por ejemplo, las vanguardias de los años 20. Tiene también un diálogo con el cine latinoamericano de manera consciente, un diálogo mucho más cercano con el cine del Grupo Ukamau y Jorge Sanjinés, que es el cine más importante de la historia de Bolivia.

Eso con relación al cine, pero la película tiene un diálogo muy grande con un género, podemos decir entre comillas, que es la representación de La Paz. En mi país, dentro de la historia del arte, han sido muy importantes estas representaciones que se dan recurrentemente en todos las artes. Hay mucha pintura sobre la ciudad y muchas interpretaciones a través de la pintura de lo que es la ciudad. Después hay mucha literatura, para mí Jaime Saenz es el más importante escritor de Bolivia y su literatura gira en torno a la representación de la ciudad y su relación con la ciudad. Todas estas cosas están conscientemente incluidas como un diálogo con esas temáticas en la película. Lo mismo desde el punto de vista de la conciencia de la época, en el sentido de que hay huellas en la película de cosas históricas que han pasado de la ciudad, sólo las puede leer la gente de la ciudad. Por ejemplo, la marcha de los mineros es un evento real, documental, pero en la película podría pensarse como una ficción, no se sabe qué tan real es eso que se muestra ahí.

Hay momentos de destrucción, como las alucinaciones que tiene Max. La primera vez que lo vemos ve un deslizamiento, es una cosa que, por ejemplo, pasó en el 2019 en mi país, ha sido súper fuerte que un barrio entero se vino abajo, a la vez refleja una cosa muy constante de mi ciudad: justamente se construyó en los cerros. Cada ciertos años sucede eso. Se parte como un testigo de esas situaciones reales, pero la película no se está construyendo como un documental de denuncia, ni habla de eso, incluso se está contando como si fuera la imaginación de un loco. Hay esa contraposición entre ese documento de huella utilizado como una pieza de una ficción, eso me interesa mucho.

Las vanguardias cinematográficas, como los problemas mineros en Bolivia, no iniciaron ayer. Un siglo después apenas vemos sus verdaderas consecuencias…

KR: Eso une también, como cierta narrativa, dentro de la película. Al hacer cine lo que tienes que es, digamos, el lenguaje directo de la modernidad, en su forma misma, en su génesis misma. Es una máquina que captura el entorno, el tiempo, la duración, las presencias y todo eso es la modernidad, no podía suceder antes, pensar en algo como el cine era como pensar en una brujería o magia. Ahí hay una cosa que es fuerte: ser hijo directo de la modernidad, parece que no puede salirse de eso. Esta idea mercantil de la existencia del cine parece como algo superado, pero es la historia de la modernidad: solo importa lo nuevo. La historia del cine ha generado tantos niveles de representación que es muy lógico retomar, reinterpretar o mezclar.

El cine también es joven, creo que no se piensa en eso, por qué en su juventud el cine sigue ciertas lógicas de la modernidad que deberían ser superadas. Para mí la modernidad ya pasó, estamos en la postmodernidad y, de alguna manera, ya no importa nada. Es súper interesante volver a este tipo de cosas que han sucedido, incluso pensando en las sinfonías de la ciudad, haber una desde La Paz y en el siglo 21, es una crítica a la idea misma de representar la modernidad y las ciudades como algo grandioso.

También hay una representación de la ciudad como un ente, porque he tratado de filmar la ciudad de una cierta forma que es como un personaje, y eso está reflejado en la puesta en escena y el sonido, en los encuadres de abstracciones y todo, al principio se ven personas pero medio deformadas, que están existiendo dentro de este ente construido cinematográficamente para que esté vivo. Veo la ciudad como un gran monstruo que está comiéndose a todos, más que como un tipo de logro humano o una elegía a la modernidad, eso eran las sinfonías de la ciudad de principios de siglo.

He tratado de filmar lo que no se filma porque hay ciertos estereotipos, por ejemplo, en mi ciudad hay una montaña, el Illimani, y prácticamente si esa montaña no sale en la película, sale escondida en algún lugar. Pero no buscamos la espectacularidad de eso., no se ha tratado de hacer encuadres turísticos, se filma en cualquier lugar que no se filmaría. Todo el tiempo estoy pensando en eso, porque me interesaba hablar de la ciudad como un ente reflejando La Paz y no sólo un lugar turístico para que vengan a visitar.

Es cuestionar qué ha significado la llegada de esa “modernidad”…

KR: Y, además, si la modernidad realmente ha sucedido en Bolivia. Nosotros no tenemos prácticamente industria, y realmente es un país muy complejo porque en Latinoamérica es donde han sobrevivido más indígenas. En los países alrededor, básicamente han matado a todos. Es una complejidad muy rara, en el sentido de que supuestamente estamos viviendo la modernidad y qué sé yo, pero el país convive con un pasado muy presente, me parece que también eso sucede aquí en México, pero de otra forma, por esta relación muy fuerte con Estados Unidos. Eso inevitablemente ha hecho que el capitalismo y la alienación suceda de una manera mucho más agresiva, no digo que en Bolivia no estemos alienados porque sí, totalmente, pero el proceso de industrialización y tecnologización ha sido siempre medio arcaico en mi país.

La película muestra un poco ese caos, dentro de esas presencias de algunas cosas, como, por ejemplo, un videoclip de Michael Jackson,de alguna manera está citado ahí, pero a la vez convive con un pasado súper presente.

Donde la cultura de lo escrito se une con la cultura de lo audiovisual


El cine llegó a México el 6 de agosto de 1896 y desde ese momento se “inició un diálogo, una interacción, entre la prensa, la literatura y el nuevo medio de comunicación”, una conversación que se amplió y profundizó durante la primera mitad del siglo xx en nuestro país, cuando “los literatos que escribían en la prensa –novelistas, poetas y también los que hacían meramente periodismo– concedieron atención al cinematógrafo, que muy pronto, en el mundo y en México, encontraría en la literatura una de las fuentes más promisorias para nutrir las historias que cuenta a través de las pantallas”.

Analizar ese periodo de la cultura cinematográfica mexicana es la intención del libro Tinta, papel, nitrato y celuloide. Diálogos entre cine, prensa y literatura en México, coordinado por Francisco Martín Peredo Castro e Isabel Lincoln Strange Reséndiz y editado por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) y la Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial de la UNAM.

Además de textos firmados por los coordinadores del volumen, éste incluye colaboraciones de Carmen García Venegas, Blanca Aguilar Plata, Pilar Mandujano Jacobo, Alfonso Macedo Rodríguez, Federico Dávalos Orozco, Jacquelinne Sánchez Arroyo, Magda Lillalí Rendón García y Rafael López González, quienes comparten en su trabajo un interés por el cine, la literatura y la prensa desde un contexto sociohistórico.

Isabel Lincoln Strange recordó que la idea que dio pie al proyecto surgió durante su estancia como investigadora del Centro de Investigación en Ciencias de la Comunicación en la FCPyS:

“Tenía en mente este proyecto sobre literatura y cine. Era algo que traía en la cabeza para desarrollar porque me había enfrentado a las novelas cinematográficas; las había visto, tocado y revisado, y quería adentrarme en este tema en particular. Impulsada por el profesor Federico Dávalos Orozco, me acerqué al doctor Francisco Peredo y él me orientó en este sentido: sugirió hacer el proyecto más amplio para darle cabida a otras manifestaciones culturales. Él sugirió abrirlo a cine, literatura, prensa e historia”.

Por su parte, Peredo rememoró que en ese momento se encontraba “trabajando sobre las adaptaciones de la literatura universal, latinoamericana y española en el cine mexicano. Pudimos hacer una muy buena conjunción de los intereses que Isa en lo personal traía con los que tenía yo y con lo que sabíamos que nuestros colegas estaban trabajando en el Centro, relacionado con prensa, literatura e historia”.

Intersecciones cinematográficas

Los temas que se presentan en Tinta, papel, nitrato y celuloide ponen “la atención en la conjunción de la cultura de lo escrito con la cultura de lo audiovisual, porque creo que ése es común denominador de todos”, explicó Peredo.

“Si uno ve las colaboraciones de Carmen García Venegas y Blanca Aguilar Plata, por ejemplo, se centran en estudios de prensa que remiten a la cultura de lo audiovisual, porque los suplementos de moralización y educación de los niños durante el Porfiriato nos hablan de una época en que el cine causaba mucha preocupación. Lo que los niños podrían aprender a través del cine en términos de cómo cometer delitos, etc., se utilizó para ‘moralizar’ a través de la crítica en prensa y la censura. Blanca Aguilar nos habla, por ejemplo, de suplementos culturales como El Universal Ilustrado y cómo se referían ahí novelas que primero se publicaban por entregas en prensa y después como obras literarias unitarias, para finalmente ser adaptadas para el cine”.

“Así sucesivamente, con las colaboraciones de Pilar Mandujano Jacobo, Alfonso Macedo Rodríguez, Federico Dávalos –que hace una contribución importante como todas, a propósito de toda esta conjunción entre prensa, literatura y cine como industria cultural–, hasta llegar al punto en el que se abre la puerta para que podamos entrar Isabel, Jaquelinne Sánchez Arroyo y un servidor con lo que tiene que ver específicamente con cultura del cine en relación con obras literarias que se adaptan para el cine o en relación con cómo el cine dio lugar a otro tipo de literatura popular que fue la ‘novelización’ de las películas en pantalla”.

“Es muy importante también la colaboración de Rafael López con la labor de Efraín Huerta como crítico cinematográfico, otra forma de interacción de la cultura cinematográfica con la cultura de la prensa escrita a través de la crítica. Lo que concluimos es que todos tienen una incidencia sobre las comunidades de espectadores. Ésa es una parte que nos importaba: los que leen prensa, los que consumen literatura, los que consumen los productos de industrias subsidiarias o adyacentes al cine –como la novelización de las películas– y la forma en cómo se intersectan entre sí diversas industrias, en un entorno de cruce de la cultura de lo escrito con la cultura de lo audiovisual”, añadió el investigador cinematográfico.

Por su parte, Isabel Lincoln Strange Reséndiz señaló que “la cultura cinematográfica se va enriqueciendo poco a poco; no nace como tal. Se conforma como una industria en varios sentidos. Algunas de las primeras vistas que se filman están relacionadas con la literatura, porque eran representaciones teatrales o representaciones de obras literarias. Me parece que el cine surge tomado de la mano de la literatura; es algo que siempre me ha llamado la atención. Finalmente, existe siempre una estrecha relación entre el cine y la literatura, y una gran parte de lo que en algún momento nos llevó como mexicanos a tener una industria cinematográfica importante fue la existencia de la adaptación literaria”.

“Se trata de un período interesante de nuestra historia que va de finales del siglo xix a mediados del siglo xx, casi llegando a los 60, en el que se observa una panorámica del vínculo entre estas tres formas de cultura –el cine, la literatura y la prensa– junto a otras que menciona el doctor Dávalos: el teatro, la música, la industria radiofónica, la industria editorial, la industria publicitaria del cartel, las fiestas populares… que es interesante cómo se vinculan, cómo la prensa publicitaba la literatura y el cine. Estas revistitas publicitaban a la vez novelas para que la gente leyera, con fotografías y demás”, añadió la también coordinadora académica de la maestría en Comunicación Integral y Transformación Social de la Universidad Anáhuac México.

Actualmente, Tinta, papel, nitrato y celuloide. Diálogos entre cine, prensa y literatura en México puede ser adquirido en formato digital (http://www.libros.unam.mx/tinta-papel-nitrato-y-celuloide-dialogos-entre-cine-prensa-y-literatura-en-mexico-9786073036580-ebook.html) y, próximamente, llegará a las Librerías UNAM en formato físico. Mientras se reinician las actividades formalmente, y hasta que se dé por terminado el confinamiento, se puede contactar a la FCPyS para adquirirlo mediante cita a través del correo suscripciones@politicas.unam.mx.

No te pierdas este sábado 19 el FICUNAM. Conoce los highlights

Las actividades de la décimo segunda edición del Festival Internacional de Cine UNAM (FICUNAM) regresan a las salas de cine, además de mantener una nutrida oferta digital. Aquí te sugerimos en cuáles apartar tu lugar:


Misterios de Lisboa / Mysteries of Lisbon | Dir. Raúl Ruiz | Portugal – Francia – Brasil | 2010 | 262 min
Sección: Prisma Alterado – 10 esenciales de Raúl Ruiz

Sede: CCU-UNAM – Sala José Revueltas

Horario: 11 hrs

Siglo XIX. En Lisboa, una ciudad llena de intrigas e identidades falsas, varios personajes están vinculados de una u otra manera al destino de Pedro da Silva, un huérfano que vive en un internado: el padre Dinis, un descendiente de aristócratas libertinos que se convierte en héroe defensor de la justicia; una condesa enloquecida por los celos y sedienta de venganza; un próspero hombre de negocios que hizo fortuna como pirata sanguinario… Todos ellos tienen un interés común: averiguar la verdadera identidad de Pedro da Silva.


Las vírgenes suicidas / The Virgin Suicides | Dir. Sofia Coppola | Estados Unidos | 1999 | 97 min

Sección: Homenaje Ed Lachman

Sede: CCU-UNAM – Sala Carlos Monsiváis

Horario: 14 hrs

A mediados de los 70, en un barrio residencial de una ciudad americana vive en perfecta armonía la familia Lisbon. Todos los chicos suspiran por las cinco hermosas hermanas Lisbon. Sin embargo, ese paraíso se desmorona cuando Cecilia, la menor, se suicida a los doce años. ¿Cómo puede convivir la belleza más pura con una macabra historia adolescente? Ésta es la pregunta que persigue a uno de aquellos adolescentes que, ya en su madurez, aún no ha podido olvidar los sucesos ocurridos veinte años antes.


Cometa / Comet | Dir. Vadim Kostrov | Rusia | 2021 | 122 min
Sección: Foco Vadim Kostrov

Sede: CCU-UNAM – Sala Carlos Monsiváis 
Horario: 16:15 hrs

Una película-concierto sobre el viaje del grupo de rock de Nizhny Tagil “Lazy Comet” a Moscú a finales de 2020 para dos conciertos en una noche. La parte final de la trilogía comenzó con Narodnaya, donde el director Vadim participó como vocalista. “¡Mis amigos y yo!”.


Una historia sobre cabellos (Siberia) / A Tale of Hair | Dir. Boris Lehman | Bélgica | 2020 | 97 min
Sección: Atlas
Sede: Cineteca Nacional
Horario: 18 hrs

My Hair Story terminó con una toma en la que me encontraba encerrado en un campo de concentración. Poco antes había declarado que estaba feliz de haber llegado finalmente a casa. Un canto de esperanza, sin embargo, resonaba con un final feliz fantaseado (el beso de Hollywood) y una canción que anunciaba la primavera. En realidad, la película no terminó ahí. Había una segunda parte de esta historia. La primera cuenta el camino del condenado, la segunda el del sobreviviente. Y así, la película tenía que comenzar con una escena que nunca se pudo rodar en la que yo escapaba del campamento.


Un verano como éste / That Kind of Summer | Dir. Denis Côté | Canadá | 2022 | 137 min
Sección: Atlas
Sede: Cinepolis Diana

Horario: 21 hrs

Invitadas a un hogar de reposo para explorar sus problemas sexuales, tres mujeres pasan el día y la noche tratando de domar sus demonios internos. Bajo la supervisión imparcial de una terapeuta alemana y un trabajador social considerado, el grupo intenta mantener un delicado equilibrio. Para la joven Geisha, la sombría Léonie y la impredecible Eugénie, es una oportunidad para alejarse del ruido, comprometerse con el presente y pensar en el futuro.

Donde duermen los pájaros: la vida de un adolescente en Zacatecas

Para Alejandro Alatorre era importante que su primer largometraje retratara la vida de un adolescente en Zacatecas –su estado natal– y su día a día en la capital del estado, el resultado, tras más de cuatro años de esfuerzos, lleva por título Donde duermen los pájaros y se presenta en la competencia Ahora México del décimo segundo Festival Internacional de Cine UNAM (FICUNAM).

La sinopsis oficial define así a la película: “La línea entre realidad y sueño está desapareciendo para Leonardo, un adolescente que ha sido traicionado por sus mejores amigos. Mientras camina solitariamente por la ciudad, Leonardo encuentra misteriosos personajes que lo hacen cuestionarse acerca de la libertad, el amor y el paso a la adultez”.

¿Qué te significó ser seleccionado por FICUNAM?

Alejandro Alatorre (AA): Me siento muy honrado y creo que las personas que colaboramos en este proyecto se sienten de la misma manera. Para mí, FICUNAM es un festival que muy querido porque ha sido un espacio en el que he podid

o ver cine de diferentes partes del mundo, me ha permitido a través de estas pequeñas ventanas que son las películas asomarme a otros cines y otras maneras de hacerlo. Creo que siempre se busca dentro del festival las miradas que están arriesgándose. Entonces, el que se haya incluido nuestra película resulta muy satisfactorio y me siento muy contento de estar en la competencia con este directoras y directores que a los y las que admiro.

¿Por qué era importante filmar en Zacatecas?

AA: Vine a la Ciudad de México a hacer un taller de cine y para aprender un poco el oficio. Esto pasó después de, digamos, una mala racha en Zacatecas, donde pasaron algunas cosas personales que no estuvieron muy chidas, salí un poco huyendo de allá. Al estar estudiando en la ciudad empecé a redimensionar lo que pensaba respecto a Zacatecas y poco a poco fue surgiendo en mí la necesidad de hablar de mi estado, de retratar cómo es la vida allá, desde mi punto de vista, que es muy particular y personal.

Fue una necesidad que creció dentro de mí y fue también el motor. Antes de escribir el guión de Donde duermen los pájaros estuve batallando para poder escribir algún tipo de proyecto y cuándo surgió esta primera noción y deseo de hablar de mi ciudad se dio de una manera muy natural. Entonces creo que fue a partir de este proceso de reconciliación con Zacatecas, la película no es para nada autobiográfica, pero sí tiene elementos muy personales, como son los lugares que para mí son especiales y que están dentro de la película. Tengo una nueva relación con la ciudad.

Tiene una visión nostálgica de la adolescencia, incluyendo una canción de Dragon Ball…

AA: No estoy seguro que los chicos adolescentes de ahora vean Dragon Ball –risas–, pero para mí sigue siendo un referente de cuando era adolescente, en cuanto a las caricaturas que estaban en ese momento y creo es muy generacional. Este es un cover de una banda regiomontana de un género un poco muy específico que se llama vaporwave, ellos hacen este tipo de versiones de música de los noventa y dos miles. Evitar la nostalgia es imposible cuando estás hablando de lugares que son especiales para ti desde la memoria. Aunque uno trate de alejarse de la nostalgia, siempre termina filtrándose.

El guión son una serie de anécdotas, no tiene una estructura tradicional.

AA: Pensé en cómo hablar de mi ciudad a partir de la experiencia de caminar solo a través de ella. Eso sí es algo que me sucedió personalmente, no sé cómo se diga aquí en la Ciudad de México, pero tener un un conflicto e “irte de pinta”, “hacerte la vaca”. Cuando yo estaba en la secundaria, unas personas querían golpearme. Entonces yo iba a la escuela, pero no entraba a clases o hacía como que entraba, pero realmente me iba por ahí para que no me golpearan. Fue a partir de esta mala experiencia que yo vi una manera de, a través de los traslados y caminatas de Leonardo, ir mostrando los lugares que son especiales para mí.

Tracé tres ejes para hablar de la ciudad y de Leonardo que partían de su cotidianidad y, digamos, las pequeñas cosas que transcurren durante su día a día, también su imaginario y sus sueños. A partir de estos tres ejes era que yo proponía a mi equipo de trabajo plantear el personaje de Zacatecas. Entonces la construcción del guión fue precisamente pensar cómo ir haciendo que se desarrolle la narrativa. Primero con esta anécdota de ser traicionado por tus amigos y quedarte solo, a partir de esta soledad, ¿qué cosas se van apareciendo dentro de la vida de Leonardo?

La violencia del país no se cuela a la narrativa, ¿cómo llegaste a esa decisión?

AA: Te voy a platicar algo que me pasó dentro de un festival, en un work in progress. La selección de películas que estaban, eran 8 y 7 hablaban de la violencia. Obviamente es la realidad que enfrentamos como país y si hay tantas películas que lo están proponiendo, es porque la realidad lo demanda. Es la realidad en la que estamos inmersos y no podemos negarla. Mi estado actualmente es, posiblemente, el más violento o uno de los más violentos. Estos últimos meses que he estado viviendo allá, se siente un ambiente un poco triste entre la gente, pero también existe ese otro lado.

No solamente en Zacatecas, sino en México, que no es la violencia y que es la cotidianidad. El día a día de todas las personas que luchan precisamente para vivir a pesar de la violencia. Para mí es importante que existan películas que hablen de otros temas y poder reflejar las pequeñas cosas, los pequeños encuentros entre las personas que es universal. Esas pequeñas cositas es algo afortunado y nos acompañan. Es importante darle espacio a eso. Hay mujeres y hombres muy talentosos hablando de la violencia, yo decidí darle un espacio a esto otro, espero que las personas puedan verla y dejar por un ratito esos temas para ver otras cosas.

No te pierdas este viernes 18 el FICUNAM. Conoce los highlights

Las actividades de la décimo segunda edición del Festival Internacional de Cine UNAM (FICUNAM) regresan a las salas de cine, además de mantener una nutrida oferta digital. Aquí te sugerimos en cuáles apartar tu lugar:

Decimos revolución / Let’s Say Revolution | Dir. Nicolas Klotz & Elisabeth Perceval | Francia | 2020 | 127 min
Sección: Atlas
Sede: CCU-UNAM – Sala Julio Bracho
Horario: 13 hrs

Un documental chamánico cuyo tema principal es la caza del hombre a través de épocas y continentes, y cuyo motor es la danza como arte de guerra y curación para conjurar, organizar, la resistencia de almas y cuerpos.

Berlin Izza Bitch! | Dir. Klaus Lemke | Alemania | 2021 | 71 min
Sección: El Puma Arde
Sede: Cinepolis Diana
Horario: 13:30 hrs

Berlín justo después del primer confinamiento. La vida real vuelve a latir en la capital, la gente deambula por las calles y se sienta en sus cafés favoritos. Pero la hermosa apariencia es engañosa, Berlín puede ser bastante mezquina, la gentrificación no se detiene ni siquiera en una pandemia.

Relámpago sobre el agua / Lightning Over Water | Dir. Nicholas Ray & Wim Wenders | Alemania | 1980 | 116 min
Sección: Homenaje Ed Lachman
Sede: Cinepolis Diana
Horario: 15:40 hrs

Película documental sobre los últimos días del gran director de cine americano Nicholas Ray, conocido por films como “Rebelde sin Causa” o “Johnny Guitar”. Cuando se estaba muriendo de cáncer, Ray se negó a ir a a un hospital y prefirió quedarse en su loft de Nueva York, rodeado de sus mejores amigos. Wim Wenders conoció a Nicholas Ray en 1976 durante el rodaje de “El Amigo Americano”. “Sabía que quería trabajar y morir trabajando” dice Wim Wenders en la película. Ray habla de los distintos artistas que intervinieron en sus películas.

El año de la tormenta sin fin / The Year of the Everlasting Storm | Dir. Jafar Panahi, Anthony Chen, Malik Vitthal, Laura Poitras, Dominga Sotomayor, David Lowery & Apichatpong Weerasethakul | Estados Unidos | 2021 | 115 min
Sección: Atlas
Sede: CCU UNAM – Sala José Revueltas
Horario: 19:30 hrs

Una carta de amor al cine rodada en Estados Unidos, Irán, Chile, China y Tailandia por siete de los cineastas más vitales de la actualidad. Nueva vida en la casa de siempre. Una escapada, un reencuentro. Vigilancia y reconciliación. Un mundo irreconocible, en el año de la tormenta eterna.

“Agua Caliente”: un momento lúdico en pandemia entre mamá e hijo

El segundo largometraje de Diego Hernández, ganador del Puma de Plata en 2021, participa en la competencia Ahora México del 12 FICUNAM

Los Fundadores, primer largometraje de ficción firmado por el joven realizador Diego Hernández (https://www.gaceta.unam.mx/los-fundadores-un-retrato-sobre-la-cotidianidad-estudiantil/), se alzó durante la décimo primera edición del Festival Internacional de Cine UNAM como la ganadora de Ahora México. Un año después, Hernández regresa al certamen cinematográfico con Agua Caliente, la cual fue filmada durante el confinamiento para prevenir el contagio de la Covid-19 durante el 2021.

La película “retrata la relación de Diego con Graciela, su madre, durante el confinamiento, abordando la cotidianidad del hogar por medio de diversos juegos escénicos que develan la complicidad entre un hijo y su madre. Se empuja la atención al trabajo doméstico. La casa exige labores de mantenimiento y, ante la insistencia de Graciela, Diego asume con torpeza el rol que ha dejado la ausencia de una figura paterna”.

Conversamos con el director en el marco del 12 FICUNAM.

Hablamos hace un año antes de la presentación de la película en FICUNAM, terminaste ganando la competencia. ¿Qué cambió tras el triunfo en el festival?

Diego Hernández (DH): A raíz del premio en FICUNAM recibimos invitaciones de varios festivales, fuimos al FIDMarseille en Francia. También mi universidad me apoyó para ir y allá obtuvimos una mención especial, igual un festival en Bilbao que se llama Sinergia nos invitó y ahí conocimos a algunos mexicanos que andaban por allá también. Todo lo que ha pasado no lo esperábamos, ha sido muy bonito hasta ahora, nunca pensamos en los premios ni nada de eso y que ocurra es bien motivador.

¿Esperabas ser seleccionado nuevamente en FICUNAM?

DH: Nos sorprendió, porque no sabía cuál era el espacio para esta película, es más pequeña, más casera, muy diferente a Fundadores y fue una alegría muy grande poder regresar a este espacio.

¿Te sentiste más cómodo haciendo tu segunda película?

DH: Me sentí con más libertad de jugar y divertirme, de no tomármelo tan en serio y con tanta presión, no porque Fundadores fuera una experiencia mala, para nada, pero fue una película que nos tomamos muy en serio, de una manera profesional. Agua Caliente es una película que se hizo con una completa ligereza. Tomamos una clase con Ignacio Agüero hace tiempo y nos explicó que para él un rodaje era como tomarse el día libre, divertirse. Un poco Agua Caliente fue como un momento lúdico en pandemia con mi mamá, Melissa (Castañeda, co-productora) y el resultado fue una película, igual pudo ser otra cosa. Lo principal era esa experiencia de convivir juntos y filmar cosas.

¿Cómo nació la idea de Agua Caliente? Los Fundadores nació de un paro escolar, ahora filmaste en una pandemia…

DH: Algo que comparten Fundadores y Agua Caliente es que son películas en las que hablo mucho del momento, del presente de mi vida. Por esa razón, muchas cosas de la realidad se terminan filtrando a la película, como fue la cuestión de la deuda con la universidad y ahorita la pandemia. En Agua Caliente ya había regresado a clases y Fundadores estaba en posproducción. Entonces, cuando inicia marzo, empieza la pandemia y mis clases se convierten en línea, terminé la universidad en una computadora.

Estaba tomando una clase con un profesor en el que nos dejó hacer un documental como trabajo final y, como ahora era en línea, el documental lo teníamos que hacer en casa. Además, había otro concurso de la Comisión de Baja California que incentivaba a que filmes en tu casa para hacer un cortometraje. Había varias cosas al mismo tiempo que me estaban motivando a filmar. Un poco también era para distraerme y explorar otras formas distintas de cómo podría hacer cine con lo que tengo, porque era imposible hacer una película como Fundadores, porque se ocupó cierto tipo de equipo, ahora era qué puedo hacer con lo que tengo e invité a mi mamá en el proceso. En un inicio solamente la grababa y después se fue sumando como colaboradora.

Hay algo lúdico en ese juego con tu madre, ¿cómo construían las escenas?

DH: Al inicio fue un registro más observacional, ponía la cámara y le decía a la voy a grabar, ella decía ‘está bien, te ayudo porque eres mi hijo y te quiero hacerlo’. Pero, después, comencé a darle ciertas instrucciones de dirección. ‘La voy a grabar, pero ahora le voy a decir qué hacer y ahora voy a salir yo’. Poco a poco construimos las escenas. A veces filmaba un plano de ella sin dar las instrucciones y por la tarde miraba la toma y pensaba: ¿qué más podría añadirle a esta escena? Entonces se me ocurría algo y al día siguiente la hacíamos, ahora como una ficción, aunque inició como un registro documental. Un poco se fue construyendo a través de estar filmando, en ningún momento nos sentamos a escribir, fue casi como prueba y error hasta dar con algo más interesante.

¿Qué pensó ella de la película?

DH: Antes de la selección en FICUNAM, me decía que ella no entendía por qué a alguien le gustaría ver una película tan casera, tan sin chiste. Pero después de la selección está muy emocionada. Es una experiencia nueva para ella, me da mucho gusto compartirla con ella porque de alguna manera el proyecto también nació del interés de mostrarle a mi mamá lo que hago, a veces es muy difícil explicar de qué se trata el cine. Mi mamá es del 64 y yo del 97, esa barrera de la edad es complicada a veces y me parecía lindo enseñarle a qué me quiero dedicar invitándole a trabajar conmigo. Presentar la película y recibir comentarios del público es una parte de mí, se me hace bonito que ella también lo viva.

Nudo Mixteco, cine hecho en comunidad

https://youtu.be/AO6gMWPxcCY

Tres historias se cruzan en el primer largometraje de ficción de Ángeles Cruz:

“María, vuelve para enterrar a su madre, su padre la confronta y corre del velorio, en la incertidumbre y el dolor, le propone a Piedad, su amor de infancia con quien recién se reencontró, irse con ella a la Ciudad de México. Esteban regresa después de tres años y se encuentra con que, en su ausencia, Chabela, su mujer, se juntó con otro hombre; molesto la somete a juicio ante la Asamblea comunitaria. Por su parte, Toña revive su propio dolor ante el abuso del que fue víctima en el pasado y ahora es la realidad que vive su hija, para protegerla tendrá que enfrentar a su familia”.

La película, parte de la competencia Ahora México de la décimo segunda edición del Festival Internacional de Cine UNAM (FICUNAM, propone tres relatos que se cruzan en un pueblo de la mixteca oaxaqueña (Villa Guadalupe Victoria), regido por usos y costumbres.

¿Qué significó ser seleccionada en FICUNAM?

Ángeles Cruz (AC): Fue una sorpresa tremenda, porque, para mí, es uno de los festivales más importantes de este país y el más importante de la Ciudad de México. Tienen mucho rigor a la hora de escoger los proyectos que se presentarán. Está increíble, o sea, es un regalazo, un honor y un privilegio estar con nuestra película acá en la Ciudad de México.

¿Cuál fue el reto más grande al saltar de tus cortometrajes a tu primer largometraje?

AC: Creo que lo más complicado fue a la hora de hacer el guión. Pensé que no, que no podía hacer un trabajo más allá de los cortos. Es el mi primer largo que escribo y era esa parte también de cómo entender la película, cómo, digamos, pasar de un primer aliento que siempre se me acababa como a los diez minutos al tratar de conectar una historia. Evidentemente implica otro tipo de esfuerzo, otro tipo de trabajo, de preparación mucho más largo para conseguir recursos. Es mucho más complicado de trabajar que los cortos.

¿Cómo se involucró e influyó en el proyecto la comunidad de Villa Guadalupe Victoria?

AC: Influye en todos los sentidos, es la comunidad donde nací, crecí y vivo la mitad del tiempo de mi vida. Finalmente este pedir permiso para accesos, lugares y poder filmar es una regla, debes pedir permiso ante la asamblea. Son dinámicas de comunidad y espacios comunitarios en los que habitará la película. En ese sentido, siempre digo que mi primer pitching es ante la asamblea de mi pueblo y es el más importante, porque si no se aprueba, no se hace.

Esa primera exposición me ha servido para sentirme más arropada. Desde que hicimos La tiricia o cómo curar la tristeza, enfrentarte a la a la asamblea y explicar de qué va tu proyecto, qué implica para la comunidad el aceptarlo. Implica una participación activa, desde seguridad y espacios públicos, que las dinámicas comunitarias se modifiquen de alguna manera. Al tener ahí una película, es una comunidad muy pequeña de doscientas familias, evidentemente que se transforma el cotidiano.

No hubo problema con la semana en la que hacíamos los cortos. Ahora, les dijimos, vamos a estar aquí metidos un mes con toda la parafernalia cinematográfica y necesitamos nuestro silencio, porque es una comunidad que tiene altoparlantes y todo se comunica por ahí. Entonces tienen que avisar para que haya silencio durante la grabación. Todo lo que implica la filmación hay que explicarlo y estar conscientes de que si en algún momento me dicen que no, pues tendré que buscar otro lugar. Por ahora, siempre han dicho que sí y eso te da validez. La ventaja que he tenido es que me han dado toda la libertad respecto a los temas y cómo los trato, no se han metido para nada.

Simplemente es estar en los espacios de la comunidad y hacerlos partícipes tanto atrás como al frente de la cámara. Han sido muy generosos al confiar en lo que estamos haciendo.

Esos elementos que mencionas (los parlantes, las asambleas) se vuelven parte de la narrativa de la película…

AC: Narro desde mi realidad, desde mi cotidiano: qué es lo que estoy viendo, qué estoy escuchando, cómo me despierto o cómo son nuestras pequeñas fiestas. Recuerdo en algún festival que nos preguntaron si así no son las fiestas de Oaxaca, que no las habían visto así. O sea, pensamos que cada comunidad es igual, que no somos diversas y tenemos muchas maneras de festejar. Mi comunidad es muy pequeña, no es lo mismo que una comunidad grande o que el centro de Oaxaca, no hacemos la Guelaguetza. No es lo mismo, tenemos distintos parámetros y nos movemos de manera distinta, eso es lo que hace rico a este país, esa diversidad que escala cada parte de la comunidad y nos alimenta a todas las personas. Nos llena de muchas cosas, también por la gente que participa alrededor de la de la película, la banda de música, los extras, todo mundo está aportando, todo el mundo está generando una dinámica propia y eso enriquece a la película.

Al nombrarte como cineasta oaxaqueña, ¿un sector del público te encasilla?

AC: Muchas veces las comunidades hemos sido retratadas por ojos externos y ese retrato no regresa como si fuera nuestro propio reflejo. Entonces la gente espera algo, piensan que les van a traer la Guelaguetza al cine y no es así. Espero que sean las menos y que hablemos de un país tan diverso como es México, que cada quien pueda ser a partir de lo que conoce. También, yo no hago un documental, hago una ficción, tomo muchas referencias de la realidad de mi vida cotidiana. Me gusta trenzar mis historias dentro de esta misma realidad, pero estoy consciente de que es ficción y eso me da mucha libertad. Está esta raya tan diminuta entre el respeto y el cómo abordar una historia que no la traspase y mantengas tu ojo crítico. Por eso, en este momento, prefiero la ficción.

Los personajes constantemente tienen que decidir entre salir o quedarse en la comunidad, además de enfrentar las consecuencias inesperadas de esa decisión…

AC: Lo que tenemos las comunidades indígenas es, evidentemente, una terrible desigualdad social, en todos los sentidos. Estamos metidos en situaciones de pobreza y en desventaja a nivel de desarrollo humano. La necesidad de salir parte de ahí o porque quieres mejorar tus condiciones económicas, seguir estudiando o porque estás en una situación de violencia y necesitas moverte de ese lugar.

Yo salí muy chica de mi comunidad, a los 15 años, para poder seguir estudiando, para irme a la prepa a Oaxaca y luego a la carrera en la Ciudad de México. Siento que hacerte migrante tan pequeño y dejar todo tu contexto, te hace dudar de dónde estás y quién eres. Esta nostalgia y esta añoranza de donde naciste tampoco te deja acomodarte a donde llegas. Esta sensación es parte de todas las personas que hemos pasado por eso. Más si sales de un lugar cómodo y llegas a otro en el que no eres bien recibido.

Todos los personajes tienen esa vibración de añoranza, de no saber a dónde pertenecemos, si estamos afuera o adentro, ya no nos entendemos. Eso que creíamos que sigue ya pasó y quedó en el pasado. ¿Cómo vas a enfrentar tu presente? ¿Cómo vas a enfrentar tu futuro? ¿Tienes algún futuro en esa comunidad? Eso nos preguntamos en Nudo Mixteco, qué está pasando con nosotras y qué está pasando con las decisiones respecto a quien amamos y a nuestro territorio.

No te pierdas este miércoles 16 el FICUNAM. Conoce los highlights

Las actividades de la décimo segunda edición del Festival Internacional de Cine UNAM (FICUNAM) regresan a las salas de cine, además de mantener una nutrida oferta digital. Aquí te sugerimos en cuáles apartar tu lugar:

 

El ascenso / The Ascent | Dir. Larisa Shepitko | Unión Soviética | 1976 | 111 min
Sección: El Cine de Larisa Shepitko
Sede: CCU-UNAM – Sala José Revueltas
Horario: 11:15 hrs

Dos partidarios soviéticos en una misión para recolectar alimentos se enfrentan al frío invernal, a los alemanes ocupantes y a sus propias mentes.

 

Pasiones sin fin / Endless Passions | Dir. Ana Carolina Teixeira Soares | Brasil | 2022 | 94 min


Sección: El Puma Arde
Sede: CCU-UNAM – Sala Miguel Covarrbuias
Horario: 13:30 hrs

1939. Estalla la guerra. Ningún lugar a donde ir. América del Sur una vía de escape: ¡Brasil! Los barcos se detienen para capturar a los fugitivos, y ellos prefieren tirarse por la borda antes que enfrentarse a la realidad. ¡Reafirman sus ideologías eligiendo vidas falsas y pasiones sin fin!

 

The Velvet Underground | Dir. Todd Haynes | Estados Unidos | 2021 | 121 min
Sección: Homenaje Ed Lachman
Sede: CCU-UNAM – Sala José Revueltas
Horario: 19 hrs

El grupo The Velvet Underground creó un nuevo sonido que revolucionó el mundo de la música, y acabó convirtiéndose en uno de los grupos de rock más venerados del mundo. Dirigido por el eminente cineasta Todd Haynes, «The Velvet Underground» muestra cómo el grupo del mismo nombre se convirtió en una referencia cultural que simboliza un conjunto de contradicciones: una música tan atemporal como representativa de su época, tan literaria como realista, y arraigada tanto en el arte con mayúsculas como en la cultura urbana.

 

Azor | Dir. Andreas Fontana | Suiza – Argentina – Francia | 2021 | 100 min
Sección: Atlas
Sede: Cinepolis Diana
Horario: 21 hrs

Yvan De Wiel, banquero privado de Ginebra, viaja hasta Argentina, en plena dictadura, para sustituir a su asociado, en boca de unos muy preocupantes rumores, que ha desaparecido de la noche a la mañana. Entre acogedores salones, piscinas y jardines bajo vigilancia, se establece un duelo a distancia entre dos banqueros que, a pesar de utilizar métodos diferentes, participan de igual manera en un tipo de discreta y despiadada colonización.

Crítica cinematográfica: lazos multidireccionales la enriquecen en el FICUNAM

Hace diez años, la Cátedra Extraordinaria Ingmar Bergman en cine y teatro unió esfuerzos con el Festival Internacional de Cine UNAM (FICUNAM) para crear un espacio para las voces de la crítica cinematográfica: el Foro de la Crítica Permanente. Con el interés de reunir a quienes han hecho de la crítica su oficio, este foro ha cobrado vida como un puente que ha conectado a la crítica con la realización, la producción, la distribución y la programación de cine, ha entablado conversaciones directas con los públicos y ha formado a nuevas generaciones de profesionales de la crítica.

Desde su inicio, el Foro de la Crítica Permanente se ha propuesto indagar en la crítica cinematográfica como punto de convergencia para la investigación, la apreciación, la interpretación, la creación y la mediación. Y lo ha conseguido. Con ese ánimo ha reunido a críticas y críticos de México, Argentina, Chile, Perú, Panamá, Colombia, Brasil, Alemania, Italia, España, Estados Unidos, Francia, Australia, Portugal, Inglaterra, Polonia, Filipinas, Irán, entre otros países.

“A nivel Latinoamérica, no hay un Foro de la Crítica como éste. Hay mesas de reflexión o conferencias magistrales, pero un foro tal cuál que combine en su programación programadores y críticos de cine, no hay. Es algo que se mantuvo desde que Roger Koza –anterior programador de FICUNAM– lo creó y el primer invitado fue Jonathan Rosenbaum, desde ahí se abrió la posibilidad de escuchar a la crítica, no sólo leerlos”, comentó Karina Solorzano, una de las organizadoras de la décima edición del Foro de la Crítica Permanente.

En un amplísimo mosaico de miradas e ideas, el Foro ha permitido poner en común el ejercicio crítico, acercándonos al cine como la práctica social que es, ofreciendo recorridos por ese dispositivo capaz de activar emociones, sueños, deseos.

Para Solorzano, este tipo de espacios son importantes para que el público olvide los prejuicios que se tienen sobre el trabajo de la crítica cinematográfica. “Hemos expandido el programa, no sólo son críticos establecidos, sino críticos más jóvenes. Se mezclan las generaciones en cada edición”, añadió.

Ha sido una década emocionante con potentes encuentros en compañía de Roger Koza, Jorge Ayala Blanco, Fernanda Solórzano, Ernesto Diezmartínez, Alexandra Zawia, Pamela Biénzobas, Kent Jones, Robert Koehler, Daniela Michel, Eva Sangiorgi, Lorenza Manrique, Jonathan Rosenbaum, Emmanuel Budeau, Adrian Martin, Nicole Brenez, Dennis Lim, Manuel Yáñez, Pamela Biénzobas, Jean-Christophe Berjon, Diego Lerer, Isaac Frías, Francisco Ferreira, Michael Pattison, Iván Pinto, Malena Souto, Ela Bittencourt, Mehrnaz Saeed-Vafa, Adriana Bellamy, Olaf Möller, Carlota Moseguí, Dominga Sotomayor, Jennifer Barker, Sofía Ochoa, Rafael Guilhem, Salvador Amores, Alonso Díaz de la Vega, Iria Gómez, Lluís Miñarro, Jorge Negrete Camacho, Gina Telaroli, Camille Bui, Bruno Andrade, Noel Vera, Ana Elena Tejera, Pedro Adrián Zuluaga, Sandra Luz Barroso, Mónica Delgado, Chris Fujiwara, James Lattimer, Raquel Schefer, Tania Hernández Velasco, Ángel Santos y Eloísa Solaas.

En la 12a edición de FICUNAM celebramos la existencia del Foro de la Crítica Permanente haciendo una cartografía de la vanguardia fílmica el próximo 15 de marzo con una mesa redonda acerca de los vínculos entre el pensamiento crítico y la experimentación fílmica, así como una conferencia magistral que nos guiará por las experimentaciones que ha explorado la propia crítica.

“El hilo conductor de este año es el cine experimental, porque estamos acompañando el programa de Umbrales. Las mesas tendrán programadores e investigadores de ese cine, queremos establecer una cartografía sobre el cine experimental alrededor del mundo. La idea es preguntar desde la investigación, la crítica o la programación como se acerca cada trabajo al cine experimental de su país, en México esos estudios son incipientes. Esperamos que Umbrales y el Foro se conviertan en un faro para el cine experimental de Latinoamérica”, mencionó Karina Solórzano.

  • Foro de la crítica permanente: Cartografías de la vanguardia

Mesa redonda
Participan: Byron Davies, Cintia Gil, Olaf Möller
Moderadora: Karina Solórzano
15 de marzo | 17:00 hrs (CDMX)
Auditorio del MUAC, Centro Cultural Universitario
Previo registro. Cupo limitado
Transmisión en vivo | YouTube Cátedra Bergman y Facebook Live FICUNAM

En una muy conocida declaración, el crítico de cine francés Serge Daney, comúnmente asociado a la revista Cahiers du Cinéma, condenó al discurso crítico en torno al cine de vanguardia por un problema que veía en las películas, a sus ojos carentes de la “necesidad de meditarse por operar mayormente sobre procesos primarios”. Sin embargo, en paralelo y con anterioridad, toda una historiografía crítica contrariaba tal premisa, aún si sus epígonos no habrían de alcanzar el renombre posterior de los galos. Una disputa discreta pero importante entre dos tradiciones críticas recorrió gran parte del siglo XX, a pesar de que parezca directamente extinta o reconciliada por la simpleza del ecumenismo actual. Volver sobre el fondo de tal diferencia permitirá trazar una cartografía de los problemas y afinidades que existen entre las naturalezas de la escritura crítica y el cine de vanguardia: tal es el objeto del décimo Foro de la crítica permanente que, a manera de coro, acompaña el nacimiento de Umbrales, la nueva sección del programa de FICUNAM.

La famosa querella entre la crítica de cine de tradición realista y aquella que, tomando la herencia de cierta corriente de la historia del arte, se volcó por entero a estudiar seriamente la vanguardia, servirá como un punto de partida para una discusión a tres voces –desde la investigación, la programación y la escritura– que buscará esclarecer en qué términos se relaciona hoy el pensamiento crítico con el cine experimental.

Coordinado por Salvador Amores y Karina Solórzano.

Una colaboración de FICUNAM y la Cátedra Extraordinaria Ingmar Bergman en cine y teatro. Con el apoyo del Instituto Camoes de Portugal.

  • Foro de la crítica permanente: Experimentos de la crítica

Conferencia magistral
Imparte: Genevieve Yue
15 de marzo | 19:00 hrs (CDMX)
Auditorio del MUAC, Centro Cultural Universitario
Previo registro. Cupo limitado
Transmisión en vivo | YouTube Cátedra Bergman y Facebook Live FICUNAM

La escritura siempre ha sido central para la práctica del cine experimental. Además de ensayos, crítica y manifiestos escritos por cineastas como Germaine Dulac, Maya Deren, Jonas Mekas y Stan Brakhage, críticos como P. Adams Sitney, Annette Michelson, Amy Taubin y Peter Wollen han ayudado a moldear los contornos de un campo en cambio constante. La crítica e investigadora Genevieve Yue (autora de Girl Head. Feminism and Film Materiality, Fordham Press, 2020) dicta esta clase magistral sobre el papel de los críticos en el cine experimental. Se examinarán los diálogos formales, institucionales, a menudo sorprendentes, que han tomado lugar entre críticos y cineastas a lo largo de la historia. Además se explorará cómo la relación entre escritura y realización podría ser reconfigurada para el momento presente.

Una colaboración de FICUNAM y la Cátedra Extraordinaria Ingmar Bergman en cine y teatro.

#Foro10 de la Crítica Permanente
Registro para asistir a estas actividades: www.catedrabergman.unam.mx

No te pierdas este lunes 14 el FICUNAM. Conoce los highlights

Atlantide | Dir. Yuri Ancarani | Italia – Francia – Estados Unidos – Qatar | 2021 | 104 min
Sección: Competencia Internacional
Sede: CCU-UNAM – Sala Julio Bracho
Horario: 12:30 hrs
Daniele, un joven que vive a orillas de la laguna de Venecia, sueña con un “barchino” (barco a motor) que rompe récords. Una historia vestigial de iniciación masculina, violenta y destinada al fracaso, explota arrastrando a la ciudad fantasma en un naufragio psicodélico.

 

Si pudiera desear algo / If I Could Wish for Something | Dir. Dora García | México | 2021 | 68 min
Sección: Ahora México
Sede: CCU-UNAM – Sala Julio Bracho
Horario: 17:15 hrs
Dos personas en dos puntos distintos del planeta le piden al cineasta Diego Gutiérrez que los filme: su mejor amigo y su madre. Ambos saben que pronto morirán. Ambos intentan explicarse a sí mismos, las razones, el propósito y el rastro de su paso por el mundo. La proximidad de la muerte desencadena un viaje. Un viaje a un lugar sin rastro de existencia humana, a un posible vacío de color, sonido, texturas y olores. Un intento para visualizar la nada, tocarla. Mientras escucha a su amigo y a su madre, reflejándose en ellos y siendo parte de este viaje, el cineasta intenta asomarse a aquello que no tiene explicación. ¿Por qué estamos aquí? ¿Vale la pena? ¿Es suficiente? El espejo y la ventana es una expedición, -¿un exorcismo? ¿Un hechizo?- en preparación para el gran salto al vacío, en un intento de comprender de qué trata la vida.

 

Azor | Dir. Andreas Fontana | Suiza – Argentina – Francia | 2021 | 100 min
Sección: Atlas
Sede: Cineteca Nacional
Horario: 18 hrs
Yvan De Wiel, banquero privado de Ginebra, viaja hasta Argentina, en plena dictadura, para sustituir a su asociado, en boca de unos muy preocupantes rumores, que ha desaparecido de la noche a la mañana. Entre acogedores salones, piscinas y jardines bajo vigilancia, se establece un duelo a distancia entre dos banqueros que, a pesar de utilizar métodos diferentes, participan de igual manera en un tipo de discreta y despiadada colonización.

 

A Little Love Package | Dir. Gastón Solnicki | Austria – Argentina | 2022 | 81 min
Sección: Competencia Internacional
Sede: CCU-UNAM – Sala Miguel Covarrubias
Horario: 19:30 hrs
Viena, 2019: el final de una era. La prohibición de fumar en lugares públicos significa que una parte de la cultura “Kaffeehaus” ha desaparecido. De todos los momentos, este es el que elige Angeliki para comprar un departamento con la ayuda de su amiga diseñadora de interiores, Carmen. Angeliki parece tener algo en contra de todos ellos: o los suelos crujen, los azulejos son del color equivocado o le molesta la proximidad de un restaurante. ¿Cómo va a encontrar un nuevo hogar en este entorno? Carmen siente como que está hablando con una pared de ladrillos. Además, simplemente no puede entender por qué Angeliki se niega a desprenderse de su dinero.

No te pierdas este domingo 13 el FICUNAM. Conoce los highlights

 

La hipótesis del cuadro robado / Hypothesis of the Stolen Painting  | Dir. Raul Ruíz | Francia | 1978 | 66 min.
Sección: Prisma alterado – 10 esenciales de Raúl Ruiz
Sede: CCU-UNAM – Sala Miguel Covarrubias
Horario: 12 hrs
Dos narradores, uno que vemos (el coleccionista) y otro que no (el documentalista), discuten sobre una serie de pinturas. El tema elegido es la obra de un supuesto artista francés, Tonnerre, quien en el siglo XIX habría retratado las diferentes imágenes de una ceremonia secreta que fue posteriormente interrumpida por las autoridades, propiciando un escándalo. Pero no, quizás lo que hizo el artista fue ocultar en esa representación las pistas de otro escándalo, aún mayor, que involucraba a una conocida familia de la época. De esta manera, el coleccionista recorre la geografía del cuadro, buscando los indicios de la verdad oculta.

 

Las vírgenes suicidas / The Virgin Suicides | Dir. Sofia Coppola | Estados Unidos | 1999 | 97 min
Sección: Homenaje Ed Lachman
Sede: Cinematógrafo del Chopo
Horario: 12 hrs
A mediados de los 70, en un barrio residencial de una ciudad americana vive en perfecta armonía la familia Lisbon. Todos los chicos suspiran por las cinco hermosas hermanas Lisbon. Sin embargo, ese paraíso se desmorona cuando Cecilia, la menor, se suicida a los doce años. ¿Cómo puede convivir la belleza más pura con una macabra historia adolescente? Ésta es la pregunta que persigue a uno de aquellos adolescentes que, ya en su madurez, aún no ha podido olvidar los sucesos ocurridos veinte años antes.

 

Malintzin 17 | Dir. Mara Polgovsky y Eugenio Polgovsky | México | 2022 | 64 min
Sección: Competencia Internacional
Sede: CCU-UNAM – Sala Miguel Covarrubias
Horario: 17 hrs
Tras descubrir que una tórtola ha hecho un nido en el poste de luz frente a su ventana, el documentalista y su hija de cinco años deciden comenzar a filmarla. Mientras la cámara captura las vidas de este trío, entrelazadas durante varios días y noches, la cariñosa intimidad entre padre e hija desata conversaciones sobre la relación fracturada que guardamos con la naturaleza y el sentido mismo de hacer cine. Malintzin 17 es un retrato inmersivo y minimalista de la paternidad, la infancia, la temporalidad de las aves y los paisajes sonoros de la Ciudad de México. Es también una plegaria ecológica visualmente fascinante.

 

La Exclusión Concierto-performance | Niño de Elche & Raúl Cantizano con imágenes de Lois Patiño | 2022 | 60 min
Sección: Umbrales
Sede: Casa del Lago
Horario: 17 hrs
En “La Exclusión”, Niño de Elche parte de la colaboración con el escritor y filósofo Ramón Andrés y su libro ‘Pensar y no caer’ para  reflexionar, entre otros aspectos, sobre la alteridad con lo animal, su humanidad y la domesticación del hombre. También sobre la idea del excluido con Europa como contexto, los cuerpos problemáticos, el dolor, así como la concepción de la muerte y la nada. Junto al músico y compositor Raúl Cantizano, las imágenes que acompañarán la propuesta de Niño de Elche pertenecen a la colaboración que ha desarrollado para dicho proyecto con el cineasta Lois Patiño. El proyecto está grabado en ADEBO – Asociación para la Defensa del Borrico- fundada en 1989 por Pascual Rovira en la Sierra de Rute (Córdoba). Este admirable proyecto, además de dar cobijo a más de 100 asnos, trata de concienciar sobre la situación dramática de estos animales en España, para evitar que desaparezcan algunas de las razas autóctonas. Una simbología de los males de nuestro tiempo.

 

Alas / Wings | Dir. Larisa Shepitko | Unión Soviética | 1966 | 85 min
Sección: Imposible adiós – El cine de Larisa Shepitko
Sede: Cineteca Nacional
Horario: 18:45 hrs
Un fascinante retrato de Nadezhda Petrovna, la alguna vez famosa piloto de combate y leal estalinista. Ahora, una maestra provincial de 41 años, ha interiorizado tanto las ideas militares del servicio y la obediencia que no puede adaptarse a la vida en tiempos de paz.

No te pierdas este sábado 12 el FICUNAM. Conoce los highlights

 

Francia / France | Dir. Bruno Dumont | Francia – Alemania – Italia – Bélgica | 2021 | 133 min
Sección: Atlas
Sede: CCU-UNAM – Sala Miguel Covarrubias
Horario: 11:30 hrs
La frenética vida de una exitosa periodista, joven estrella de la televisión, cambia para siempre en el momento en que tiene un accidente con un repartidor en las calles de París.

Mesa de reflexión – Las intersecciones de la otredad, la porosidad de los márgenes
Sección: Punto de vista: Encuentro de nuevas narrativas
Sede: Salón Venustiano Carranza, Complejo Cultural Los Pinos
Horario: 12 hrs

 

Mesa de reflexión sobre la problemática feminista abordada desde la escena experimental norteamericana de segunda mitad del siglo XX (Gordon), la multidisciplina de la diáspora negra (Uzeyman) y la reconstrucción de la historia íntima femenina desde el material de archivo (Stephens).
Participan: Bette Gordon, Anisia Uzeyman y Courtney Stephens. Modera: Natalia Durand

Narodnaya | Dir. Vadim Kostrov | Rusia | 2019 | 109 min
Sección: Foco Vadim Kostrov
Sede: CCU-UNAM – Sala José Revueltas
Horario: 15 hrs
Verano de 2019 en Nizhny Tagil. Una galería de garaje subterráneo llamada Narodnaya. Tendremos la oportunidad de ver algunos conciertos y una exposición, y de comprender los sentimientos y pensamientos de los artistas y curadores locales que hicieron de esta una galería de temporada.

PoboTzu‘ – noche blanca | Dir. Tania Ximena y Yollotl Gómez Alvarado | México | 2021 | 82 min.
Sección: Ahora México
Sede: Cine Tonalá
Horario: 17 hrs
En 1982, el volcán Chichonal hizo erupción, enterrando numerosos pueblos, incluida la comunidad zoque de Esquipulas Guayabal. Años más tarde, los habitantes de Nuevo Guayabal reconstruyen sus vidas mientras el volcán y el pueblo enterrado acechan en la maleza. Trinidad, un poeta nacido el día de la erupción, tiene visiones oníricas que rápidamente se esparcen en su comunidad, provocando un esfuerzo colectivo por desenterrar el antiguo pueblo, al mismo tiempo que la presencia de la Piowachue (el espíritu del volcán según la cosmovisión zoque) se fortalece entre la comunidad.

 

Tres tristes tigres / Three Sad Tigers | Dir. Raul Ruíz | Chile | 1968 | 98 min.
Sección: Prisma alterado – 10 esenciales de Raúl Ruiz
Sede: Cineteca Nacional
Horario: 20:30 hrs

Tito, un simplón e irresponsable provinciano, llega a Santiago para ponerse a las órdenes de Rudy, un arribista negociante de coches. Durante un fin de semana, mientras Rudy espera que Tito llegue con los documentos necesarios para cerrar una venta, éste, en lugar de entregarlos, se dedica a pasar el tiempo con su hermana Amanda, una bailarina de streaptease que en los ratos libres trabaja como prostituta. Los tres personajes buscan una felicidad utópica entre bares, calles y hoteles de mala muerte de la capital chilena.

No te pierdas este viernes 11 el FICUNAM. Conoce los highlights

Las actividades de la décimo segunda edición del Festival Internacional de Cine UNAM (FICUNAM) regresan a las salas de cine, además de mantener una nutrida oferta digital. Aquí te sugerimos en cuáles apartar tu lugar:

100 minutos / 100 Minutes | Dir. Gleb Panfilov | Rusia | 2021 | 105 min

Sección: El Puma Arde
Sede: CCU-UNAM – Sala Miguel Covarrubias
Horario: 12hrs

Es la historia de miles de soldados soviéticos que lucharon contra los nazis y cuyo único “crimen” fue que les capturasen. La justicia que Stalin aplicó a los prisioneros que volvieron a casa fue rápida: diez años de trabajos forzados en los campos de Siberia. ¿Por qué los prisioneros como Ivan Denisovich irían a luchar para seguir vivos para enfrentarse a otro día en el infierno?

 

 

El espejo y la ventana / The Mirror and the Window | Dir. Diego Gutiérrez, México | 2021 | 98 min


Sección: Ahora México
Sede: Cinematógrafo del Chopo
Horario: 16 hrs

Dos personas en dos puntos distintos del planeta le piden al cineasta Diego Gutiérrez que los filme: su mejor amigo y su madre. Ambos saben que pronto morirán. Ambos intentan explicarse a sí mismos, las razones, el propósito y el rastro de su paso por el mundo. La proximidad de la muerte desencadena un viaje. Un viaje a un lugar sin rastro de existencia humana, a un posible vacío de color, sonido, texturas y olores. Un intento para visualizar la nada, tocarla. Mientras escucha a su amigo y a su madre, reflejándose en ellos y siendo parte de este viaje, el cineasta intenta asomarse a aquello que no tiene explicación. ¿Por qué estamos aquí? ¿Vale la pena? ¿Es suficiente? El espejo y la ventana es una expedición, -¿un exorcismo? ¿Un hechizo?- en preparación para el gran salto al vacío, en un intento de comprender de qué trata la vida.

 

 

Drive My Car | Dir. Ryusuke Hamaguchi | Japón | 2021 | 179 min
Sección: Atlas
Sede: CCU-UNAM – Sala Miguel Covarrubias
Horario: 18:30 hrs

Yusuke Kafuku (Hidetoshi Nishijima), actor de teatro y director, está felizmente casado con Oto (Reika Kirishima), guionista. Sin embargo, Oto muere repentinamente después de dejar atrás un secreto. Dos años más tarde, Kafuku, aún incapaz de afrontar por completo la pérdida de su esposa, recibe una oferta para dirigir una obra de teatro en un festival de teatro y se dirige a Hiroshima en su coche. Allí conoce a Misaki (Toko Miura), una mujer reticente asignada para convertirse en su chofer. Mientras pasan tiempo juntos, Kafuku se enfrenta al misterio de su esposa que lo persigue en silencio.

Ahed’s Knee / La rodilla de Ahed | Dir. Nadav Lapid | Francia – Israel – Alemania | 2021 | 110 min
Sección: Atlas
Sede: Cinepolis Diana
Horario: 21 hrs

Y., un cineasta israelí de cuarenta y tantos años, llega a un pueblo remoto al final del desierto para presentar una de sus películas. Allí conoce a Yahalom, un funcionario del Ministerio de Cultura, y se encuentra librando dos batallas perdidas: una contra la muerte de la libertad en su país, la otra contra la muerte de su madre.

Documental sobre la muerte despidiéndose de la vida

Cuando Diego Gutiérrez comenzó a grabar las conversaciones que sostenía con Daniel, un amigo muy cercano, y su madre –ambos sentían próximo el fin de sus días–, su intención no era crear una película, sino iniciar un amoroso abrazo que se extendiera más allá de sus vidas.

Años más tarde, El espejo y la ventana (2021), fruto de esas conversaciones, se proyectará en la décimo segunda edición del Festival Internacional de Cine UNAM (FICUNAM) como parte de la sección Ahora México. En entrevista, el director abordó las particularidades del proyecto y la manera en que éste se fue transformando con el tiempo.

¿Cómo inició el proyecto? Uno de los protagonistas es tu madre y el otro uno de tus amigos…

Diego Gutiérrez (DG): Todo empezó sin la idea de hacer una película, comencé a filmar sólo porque los dos me lo pidieron por separado, mi madre en la Ciudad de México y Daniel en Ámsterdam. Al enterarse o sentir la muerte cerca, ellos me lo pidieron sin la intención de hacer una película, sino sólo porque tenían esa necesidad.

Filmé conversaciones con Daniel, quien murió a los tres meses, y después con mi madre, quien murió tres años después.

Un día, Daniel se enteró que tenía un cáncer muy avanzado, y eso lo movió a hablarme por teléfono y pedirme que lo filmara. Mi madre tuvo un infarto cerebral, y desde ese día una voz interna le decía que iba a morir. Nadie le creía, entonces cierto día me dijo: ‘¿por qué no me filmas? De esa forma  puedo comprobar que tengo un sexto sentido y que tengo razón’. Y bueno… eso filmé. Como al año y medio de estar filmando, más o menos, empecé a pensar en la posibilidad de hacer algo con este material.

¿Qué te llevó a esa decisión?

DG: Pensé que valía la pena compartir esto con alguien, pensé que a Daniel no le molestaría la idea, al contrario. A mi madre se lo comenté y le pareció bien, pero no sabía cómo juntar estas dos historias sin que se volvieran muy específicas sobre dos personas. Siento que lo que estaba sucediendo en estas conversaciones, o en este material, era algo más grande que nos atañe a todos.

Entonces decidí contar la historia del viaje que hice con ellos: la muerte despidiéndose de la vida, un viaje a ese lugar donde los seres humanos no podemos estar (Antártida), donde deja de haber existencia. Traté de encontrar un lugar en el planeta Tierra donde pudiera experimentar esta sensación de vacío, este salto que a muchos nos da la sensación de muerte, la sensación de no ser.

La no existencia…

DG: Sí, sobre todo a algunos de nosotros que no creemos en la vida después de la muerte.

Es un documental pertinente, obviamente no es lo que estabas buscando, pero en estos últimos dos años todos nos hemos enfrentado a esa misma pregunta: ¿qué pasará conmigo cuando ya no sea carne? Los recuerdos, las fotos y el cine nos pueden mantener vivos.

DG: Claro, también nos convertimos en películas.

El cine nos permite conservar lo que no existe…

DG: Para mí la película es una especie de fandango jarocho, una sinfonía, una canción o un poema que construí junto con Daniel y mi madre para compartirlo. Ahí queda, y esa canción se transformará en otra cosa, ahora es esta película, pero se transformará en otra cosa y se la llevará alguien.

Es como este suceso, ¿en qué se va a transformar la Antártida? Pues la Antártida también se va a seguir transformando hasta que ya no haya alguien que la cante, se tendrían que acabar los seres humanos para que se dejen de cantar esas canciones.

Es lo que venimos haciendo, cantamos las mismas tonadas a lo largo de miles de años y se van transformando en otras cosas, pero todo son inventos nuestros. La Antártida es la Antártida, así como la entendemos, porque nosotros la inventamos. Pero sin nosotros, la Antártida es algo muy distinto.

¿Cambió tu idea de la muerte después de hacer el documental?

DG: La muerte está en todas mis películas, sin ser algo que haga conscientemente, en todas mis películas se asoma siempre, siempre. Es un tema que está ahí, es una canción que siempre traigo en la cabeza. Fue mi primera película en la que la muerte es el tema principal. Y a pesar de que hablamos sobre la vida, sentíamos la presencia de la muerte a la vuelta de la esquina. Sobre todo mi madre y Daniel. Pero no, no cambió mucho. Es como si te preguntara: ¿qué aprendiste entre los 17 y los 19 años? Uno va aprendiendo cosas, sin nombrar así en específico qué aprendes.

Puedo decir que sentí cosas. Aprender se me hace un poco utilitario, me gusta más qué fui sintiendo. Fue un abrazo con ellos. Fue un gran regalo de su parte y el abrazo continuó a la hora de estar editando, al sentirnos en esta despedida, en la inmensidad del paisaje, ¿qué es la existencia? Es el mar entre nosotros y el no lugar. La Antártida es sentir en ese abrazo e ir juntos en ese abrazo. Eso es eso.


¿
Qué te provoca el regresar a FICUNAM?

DG: Es parte del mismo abrazo. Accidentalmente traigo este chaleco que era de mi papá (el símbolo de los Pumas está bordado en su pecho), él siempre lo usaba muy, muy orgulloso. Antes de morir me dio ropa que ya no usaba, ‘llévate esto, llévate lo otro, el chaleco de la UNAM no, ese todavía no’. Fue hasta que murió que me lo traje, entonces obviamente está eso.

La película se estrenó en noviembre en Ámsterdam y para mí era muy importante cerrar parte de ese abrazo. La misión era mostrar la película a la gente de Daniel y darle el espacio a Daniel para hablarle a su gente y a mi madre también, darles espacio y que se cree un puente con el público. Eso me entusiasma mucho. Yo no voy a estar ahí físicamente, pero va a estar un amigo con el que crecí, no es cineasta pero va a hacer acto de presencia por mí. Le pueden preguntar lo que quieran acerca de mí, a ver qué dice.