¿Qué pasaría si el núcleo interno de la Tierra cambiara?

  • El núcleo interno de la Tierra podría cambiar y afectar clima, nivel del mar y duración de los días

 

 El núcleo interno de la Tierra podría estar cambiando de velocidad y sentido de rotación, de acuerdo con una hipótesis publicada en Nature Geoscience. Entre las consecuencias cambiaría el clima, el nivel del mar e incluso la duración de los días.

Juan Esteban Hernández Quintero, jefe del Servicio Magnético del Instituto de Geofísica de la UNAM explicó que dicho estudio duró décadas, y se basó en los temblores y cómo las ondas sísmicas han cambiado al atravesar la Tierra.

Para entender dicha investigación debemos entender cómo se compone la Tierra. “Es como una naranja y la cáscara (que es la corteza terrestre) tiene un espesor de 80 kms, la siguiente capa mide 2880 kms, luego sigue el núcleo que se divide en dos: el externo con aproximadamente 2270 kms y el interno que es más sólido con un radio de 1216 kms”.

En cada capa las ondas sísmicas se mueven de forma distinta de acuerdo con su composición y características.

Actualmente, los científicos plantean que el núcleo de la Tierra gira más rápido que las capas externas porque se ubica más cerca al centro de la masa.

Sin embargo, los autores de la investigación, Yi Yang y Xiaogond Song, del Instituto de Geofísica Teórica Aplicada de la Universidad de Pekín, llegaron a la hipótesis de que el núcleo interior de la Tierra ha desacelerado su rotación, así igualó su velocidad con la capa externa de la Tierra a tal grado que su giro se invirtió.

Las evidencias

En el artículo, los autores plantean varias evidencias por las que llegaron a esta conclusión.

1.- Midieron el tiempo de duración de los días y encontraron que duran menos por 1.59 milisegundos. Datos que para los humanos son imperceptibles, pero que se midieron a través de tecnología muy especializada.

2.- El clima global puede variar como resultado de los cambios que se dan en el núcleo interno de la Tierra.

3.- La variación del campo magnético de la Tierra. Nuestro planeta es un gran imán, por eso las brújulas siempre señalan al norte. No obstante, el Servicio Magnético del Instituto de Geofísica de la UNAM detectó que desde hace 100 años el campo magnético de la Tierra disminuye su intensidad aproximadamente 50 unidades por año, explicó el investigador universitario.

Se trata de un proceso natural que lleva muchos años. De hecho, cada año disminuye aproximadamente cinco unidades. Sin embargo, no es una cifra de la cual debamos preocuparnos, añadió Esteban Hernández.

Para que exista un campo magnético se necesitan tres características. La primera es que exista una gran cantidad de material conductor como son el níquel y fierro. “Resulta que el manto de nuestro planeta está conformado en un 90 por ciento por esos elementos”.

El segundo es que debe existir una energía para mover todo ese material y así generar corrientes eléctricas. “Es como si en una olla sobre el fuego tuviéramos una sopa de fideo y hierve, estos suben y bajan, funcionan igual que las corrientes eléctricas que se generan en el campo magnético”.

La tercera condición es que el cuerpo rote igual a como lo hace la Tierra. Como resultado de estas tres características se genera un campo magnético como el de nuestro planeta.

Las consecuencias

De acuerdo con el estudio publicado en la revista Nature Geoscience, el campo magnético de la Tierra, además de disminuir su núcleo sólido, también está cambiando el sentido de su giro.

Para Esteban Hernandez esto es contradictorio porque veríamos una inversión del campo magnético terrestre. Es decir, que las brújulas que señalan al norte cambiarán su dirección hacia el sur.

De hecho, estudios científicos han planteado que la última inversión de campo magnético fue hace 780 mil años. Se trata de un tiempo geológico muy grande, pero los autores solo observaron el centro de la Tierra por unas décadas.

NO PODEMOS CULPAR A LOS MURCIÉLAGOS POR LOS CASOS DE RABIA EN OAXACA

“Aunque es evidente que el virus de la rabia que mató a los niños de la comunidad de Oaxaca proviene de un murciélago hematófago, aún no existe evidencia que esta especie los mordió”, dijo Rodrigo Medellín, investigador del Instituto de Ecología de la UNAM.

Todo comenzó a principios del mes de diciembre, cuando tres niños de la comunidad de Palo de Lima presentaron lesiones y síntomas que fueron diagnosticados como rabia. De los tres pequeños, se salvó una niña de dos años, que afortunadamente fue vacunada antes de que el virus se afianzara en su organismo.

Sin embargo, las lesiones visibles en los infantes no corresponden a la mordida de un murciélago hematófago, explicó el investigador universitario.

En uno de los niños se encontraron cuatro lesiones –circulares, de 5 milímetros de diámetro- en la parte baja de la espalda. Sin embargo, cuando los murciélagos se alimentan realizan una única incisión y dejan una marca pequeña de media luna del tamaño de medio confeti, de 3 mm de ancho. Las lesiones de los pequeños no coinciden con esta forma ni tamaño.

Además, cuando muerden lo hacen en zonas donde la sangre está muy cerca de la piel, es decir en los lóbulos de las orejas, en las puntas de los dedos de los pies y las manos, e incluso en los pezones.

Solo toman aproximadamente unos 20 mililitros de sangre por noche, es decir, un par de cucharadas.

Cómo funciona la rabia

En todos los carnívoros como son zorrillos, mapaches, coyotes, entre otros, la rabia se manifiesta como un estado de ánimo furioso, así se vuelven agresivos y atacan a cualquier otro animal.

Pero cuando este virus le da a un murciélago, éste padece una encefalitis que los aísla de la colonia y los deja temblando. Por esto, no es tan sencillo que estos animales contagien la rabia.

Aunque sí tienen comportamientos anormales. “Por ejemplo, vuelan en pleno día o caen al suelo enfrente de nosotros”.

Por eso, “si por casualidad vemos un murciélago en el piso es muy importante no tocarlo y protegerlo de los perros y los gatos. Lo indicado es ponerle una caja encima y un cartón por abajo para sacarlo de la casa sin entrar en contacto con él.

Sin embargo, es muy poco factible que suceda un ataque así en humanos y mucho menos probable que se repita el caso de los niños de Oaxaca.

Acercarse a cualquier animal silvestre o no conocido puede tener consecuencias. “Si encontramos un perro o gato en la calle es mejor no acercarse para jugar con ellos, porque no sabemos cómo reaccionarán o podrían están rabiosos”. Nunca nunca es recomendable tocar animales silvestres.

Por qué cuidar a los murciélagos

En el mundo existen aproximadamente mil 400 especies de murciélagos, de las cuales 140 viven en México. De hecho, traen diversos beneficios para los humanos. Por ejemplo, el 75 por ciento de las especies se alimentan de insectos y por eso son excelentes controladores de plagas que ayudan a proteger los cultivos.

Además, el 10 por ciento de los murciélagos se alimentan de néctar y polen de las flores, y por eso polinizan semillas de plantas muy importantes en todo el mundo como los cactos columnares, pitayas, ceibas y agaves.

Otras especies son responsables de dispersar las semillas de los tejocotes, capulines, zapotes negros, guayabas, higos y muchas otras frutas.

“En México tenemos la fortuna de tener el tequila y el mezcal, que provienen de los agaves que son polinizados por los murciélagos”, añadió el académico universitario.

Oaxaca recibe grandes beneficios, dada la gran cantidad y calidad de los mezcales que se producen ahí, y de los murciélagos depende la producción del agave. Por ello, es muy importante que todos cuidemos a los murciélagos.

Con estos beneficios queda claro que debemos mucho de nuestro bienestar diario a los murciélagos, concluyó el especialista en el tema.

La rabia en México

Debido a los programas de vacunación de perros y gatos en todo el territorio nacional, México desde el 2006 fue declarado un país libre de rabia canina. Esto significa que la rabia humana en nuestro país es rarísima.

Hoy sabemos que el 99 por ciento de los casos de rabia humana en el mundo son causados por perros rabiosos no vacunados, explicó Rodrigo Medellín.

Del 95 al 99 por ciento de la rabia humana en el mundo se da en África y Asia,  porque no tienen programas de vacunación como en México. En los últimos 20 años en nuestro país se han dado solamente 16 casos de rabia humana, y han sido causados por animales silvestres como son coyotes, zorrillos, mapaches y uno que otro por murciélago, concluyó el académico universitario.

¿Qué reptiles marinos dominaron en la época de los dinosaurios?

Realicemos un viaje al pasado. Unos 250 millones de años atrás daba inicio la era mesozoica, la “edad de los reptiles”. Los grandes especímenes, conocidos como dinosaurios, fueron dueños de la Tierra desde el inicio de esta época hasta su extinción, hace 65 millones de años, tras el impacto de un meteorito en Chicxulub, Yucatán.

Los primeros dinosaurios, como los pequeños carnívoros Eoraptor lunensis o el Nyasasaurus parringtoni, fueron parte del prólogo de una increíble etapa que permitió el desarrollo de grandes reptiles como el Triceratops, el Spinosaurus, el Deinonychus, el Ankylosaurus o el popular y emblemático Tyrannosaurus rex.

Sin embargo, la “edad de los reptiles” no abarcó únicamente la superficie terrestre, sino también los mares. Feroces bestias, algunas del tamaño de un carro normal y otras hasta del tamaño de un metrobús, compartían y competían en las grandes masas de agua por un lugar en la cadena alimenticia.

El biólogo Ulices Adolfo Carrillo, de la UNAM, aclaró que estos reptiles no eran dinosaurios marinos, como a veces se les suele confundir. Tenían ciertas características que los diferenciaban, como la forma de la cadera, los huesos de las extremidades superiores modificados para la natación y cambios en la cintura pélvica como una adaptación para el medio acuático.

“Estas características permitieron a los reptiles marinos tener distintas formas de natación, que iban desde la anguiliforme, que es un sistema de locomoción ondulatorio en el cual participa la mayor parte del cuerpo o incluso todo el cuerpo del reptil, y la carangiforme, en donde las ondulaciones del cuerpo se restringen a su último tercio y el empuje es aportado mayormente por una endurecida aleta caudal”.

“También estaba el nado tuniforme, donde el empuje es generado a partir de los movimientos laterales en la aleta caudal y movimientos pendulares en la zona de unión de esta aleta con el tronco del pez”.

¿Cómo se reproducían?

Estos reptiles marinos, al igual que los animales actuales, se dividían en tres tipos, de acuerdo con el modo en que daban a luz.

-Ovíparos: Son aquellos que nacen de un huevo. Ejemplo: Archelon, una tortuga que alcanzaba los 4.5 metros de largo y que vivió en América del Norte durante el período Cretácico.

-Vivíparos: Son animales que se forman en el vientre materno. Ejemplo: ictiosaurio, un reptil marino con apariencia de pez y delfín que habitó en América, Europa y Asia, durante el Triásico y hasta el Cretácico.

-Ovovivíparos: el huevo queda dentro de la madre hasta que el embrión está completamente desarrollado. Ejemplo: mosasaurio, reptil marino que alcanzaba, dependiendo de la especie, hasta los 18 metros de largo. Vivió en Europa Occidental, Norteamérica, Sudamérica y la Antártida.

Monstruosas especies

Como anteriormente mencionamos, los mares del mesozoico estuvieron dominados por distintos reptiles marinos que se dividían por grupos. Entre los más destacados, de acuerdo con Carrillo, estaban los siguientes:

Tanystropheidae: tenían cuellos largos y rígidos de varios metros de largo, que incluso eran más largos que el resto de su cuerpo. Algunos géneros de esta familia: Amotosaurus y Tanystropheus.

Nothosauroidea: a diferencia del Tanystropheidae, sus cuellos eran más cortos. Tenían una cabeza aplanada, en forma triangular y pequeña. Algunos géneros de este orden: Nothosaurus y Lariosaurus.

Placodontia: podría decirse que éstos son los abuelos de las tortugas. Su forma era similar a éstas, ya que contaban con caparazones e incluso algunos tenían espinas en el dorso. Algunos géneros de este orden: Cyamodus y Paraplacodus.

Plesiosauroidea: tenían un cuerpo ancho y una cola corta. Evolucionaron sus cuatro extremidades en grandes aletas. Algunos géneros de este suborden: Plesiosaurus y Kimmerosaurus.

Ichthyopterygia: nadaban en movimiento anguiliforme para cazar a sus presas. Su complexión era similar a la de los delfines. Algunos géneros de este superorden: ictiosaurio y Stenopterygius.

-Mosasaurios: sus aletas delanteras eran más grandes que las posteriores. Su olfato estaba mal desarrollado y tenían pobre visión binocular. Algunos géneros de esta familia: Dallasaurus y Clidastes.

¿Habitaron en México?

Debido a su gran diversidad, los fósiles de reptiles marinos se han encontrado por todo el mundo y México no es la excepción. El experto universitario señaló que éstos se han encontrado en varios estados de nuestro país: Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Durango, Zacatecas, Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Puebla.

Entre los fósiles más populares se encuentra el monstruo de Aramberri, mote dado a los restos fósiles de un pliosaurio encontrado en la Formación La Casita, ubicada al sur de Nuevo León. Su tamaño se estima entre los 14 y 18 metros de largo.

Extinción

Los reptiles marinos sufrieron dos grandes extinciones. La primera se dio en entre el período Jurásico y el Triásico, cuando sucedió el CAMP (Central Atlantic Magmatic Province), que básicamente fue un lapso de actividad eruptiva muy fuerte, donde la Pangea se comenzó a separar. Algunas teorías señalan que un asteroide provocó esta crisis, pero carecen de sustento científico.

La segunda ocurrió a la par de la extinción de los dinosaurios, hace 65 millones de años. Tras el impacto de un gigantesco asteroide en Chicxulub, Yucatán, el 70% de las especies del planeta se vieron afectadas.

“A pesar de su extinción, los reptiles marinos de la era mesozoica representan una bella e interesante época de la evolución de la vida en nuestro planeta, de la que podemos aprender grandes lecciones”, concluyó el investigador.

¿Qué no es la educación ambiental?

[vc_row][vc_column][vc_column_text]

Nota original de: Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad
Autora de la nota: Atenea Bullen
https://www.iies.unam.mx/comunicacion-cientifica/topicos/que-no-es-la-educacion-ambiental/

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Tratar de definir la educación ambiental (EA) es un reto que obliga a repensar el concepto y replantear sus fronteras, pues existen tantas concepciones como educadores ambientales. Quizá por ello sea más fácil partir de lo que no es la EA. Así se decantarán sus cualidades y se podrán esbozar algunas de sus características. Entonces, ¿Qué no es la educación ambiental?

Por mucho tiempo la EA ha sido confundida con la educación científica, particularmente con la educación ecológica. En nuestro afán por compartir el conocimiento científico para conocer, apreciar y cuidar nuestro entorno natural, hemos confundido el fin con el medio.  Por tanto, aunque hablar sobre las plantas, los animales o los ecosistemas es importante,  no es el único fin de la EA.  Si bien el conocimiento es una parte esencial de cualquier proceso educativo, el conocimiento por sí mismo no transforma, ni al individuo, ni a la sociedad. El conocimiento científico compite por ser un dato más en nuestra memoria. Esto no devalúa la importancia de la enseñanza de las ciencias, -la cual debería ser una prioridad en nuestro sistema educativo-, pero sí invita a reconocer que la primera contribuye al desarrollo de capacidades analíticas y conceptuales, mientras que la segunda implica la aplicación de estas habilidades cognitivas para la comprensión, la interpretación y la transformación de la realidad socio-ecológica.

Si lo anterior es cierto, ¿Por qué limitar la educación ambiental a temáticas como el cuidado del agua, los suelos, el aire o la diversidad biológica y no incluir temas como la violencia, la situación actual de la balanza comercial, la discriminación o la política exterior? Para responder a esta pregunta basta revisarlos antecedentes históricos del concepto. Desde las primeras referencias a la educación ambiental a principios del siglo XX encontramos dos grandes visiones ubicadas  geopolíticamente.  Por un lado, la tradición científica anglosajona que impulsa la environmental education fuertemente influida por la educación de la ciencia (science education); y por otro lado, la perspectiva surgida de la región Latinoamericana cada vez más influida desde el sur global, en la que la EA se orienta al análisis crítico de la sociedad.   ¿Cuál de estas visiones es válida? Ciertamente ambas pues la educación ambiental no puede ser meramente la educación sobre  método científico, ni la extensión de información, ni solamente la crítica social sin sustento teórico-metodológico. Sin embargo, dada su posición geográfica (cercana a los Estados Unidos) y la formación disciplinar de un gran número de educadores ambientales en nuestro país, la EA  ha tendido a concentrarse en los aspectos biológicos, en la ciencia y en la tecnología. No obstante, gracias a los esfuerzos de profesionalización y de construcción teórica del campo de educación ambiental en México, esta visión dominante se complementa cada vez más con perspectivas provenientes de otros campos del conocimiento como son la sociología y la filosofía.

Hoy por hoy la EA es más que enseñar a separar los residuos sólidos, más que aprender a cerrar la llave del agua, es más que hacer manualidades con basura, o realizar actividades lúdicas al aire libre, -claro que incluye todo lo anterior-, pero requiere del diálogo para analizar relaciones políticas y económicas complejas. Por lo tanto, no puede ser una intervención puntual, no se trata de la impartición de un taller o del desarrollo de una actividad, sino de un proceso de reflexión constante.  Se trata de comprender los factores políticos y económicos que están detrás de la disminución en el número de mariposas o de encinos o de cualquier otra población. Se busca reconocer también las relaciones de dominación y explotación entre seres humanos que subyacen la crisis ambiental.

Por todo lo anterior, la educación ambiental no es meramente instrucción, no es neutra, ni es apolítica. Es educación cívica para la construcción de ciudadanía, pues promueve la participación social organizada. La EA no debe ser una educación bancaria que deposita información para ser almacenada, sino que su objetivo es estimular la reflexión individual y grupal para la acción colectiva.

De allí que la EA no se limita al trabajo con niños y debe tomar en cuenta a jóvenes y adultos. Debe ser un proceso permanente en todos los ámbitos educativos desde la educación formal, la educación no formal y la informal. Se habla de un proceso de eco-alfabetización dirigido a la población en general, aunque adaptado a las necesidades e intereses de comunidades diversas.

Asimismo, es un proceso que debe partir de la comunidad, de sus inquietudes, de sus miedos, de sus preocupaciones. Es un proceso que acompaña y que apoya. No puede ser jerárquico, ni lineal. Es un proceso que requiere de una metodología propia para trabajar con y para las personas.

El reto es grande, pero no imposible. Definir a la EA es importante, pero más aún es erigirla en la práctica. Partir de los prejuicios y elementos que no constituyen la EA facilita la tarea, pero queda pendiente identificar las características que la distinguen. Quizá algunos elementos aquí expuestos no son exclusivos de la EA, pero no por ello no son característicos de ella, pues son parte de un proceso educativo integral. Hace falta seguir analizando lo que significa la EA partiendo de un análisis de la educación en sí misma, pues sin esta base conceptual no podremos valorar los alcances de un proceso cultural que tiene como fin último al propio ser humano, un ser en relación en y con su entorno.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

La educación ambiental en la enseñanza

[vc_row][vc_column][vc_column_text]

Nota original de: Gaceta CCH
Autor de la nota: Griselda Chávez Fernández
Fecha de publicación: 18 de agosto de 2022
https://gaceta.cch.unam.mx/es/la-educacion-ambiental-en-la-ensenanza

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]En los últimos años, la sociedad ha sido consciente de que los problemas ambientales generados de manera local o global tienen un gran impacto en las comunidades y en el país. Las instituciones educativas en México han implementado en sus programas de estudio temáticas y estrategias de educación ambiental (EA) para propiciar que los estudiantes se involucren en problemáticas de su entorno.

Ello les permite desarrollar, en un proceso de aprendizaje, conocimientos sobre su medio o entorno, así como saberes, capacidades, habilidades, actitudes y valores, para que puedan actuar con autonomía y proponer soluciones a dichas problemáticas.

Uno de los propósitos de la educación ambiental es instituir las condiciones culturales apropiadas para atender los problemas ambientales, por lo que es importante que el alumno desarrolle habilidades para definir, situar y conocer los problemas y sus consecuencias, para que consiga la habilidad de visualizar el efecto que tiene de manera inmediata en su vida cotidiana, de esta manera adquirirá conciencia sobre su importancia como parte de la solución.

Con la EA, el alumno tendrá la capacidad de elegir e implementar estrategias. Estos son algunos de los mecanismos cognitivos y afectivos que debe poseer una sociedad educada ambientalmente, además debe desarrollar valores de manera libre y responsable.

La alfabetización ambiental contribuye a la educación integral de los alumnos y a la cultura básica. Una forma de evidenciar que los estudiantes han adquirido un aprendizaje significativo es cuando se observa un cambio de su parte hacia el medio ambiente, porque se logra una relación entre los conocimientos adquiridos de las problemáticas de su entorno y las actitudes ambientales que se tienen (Marcote y Suárez, 2005).

En este mundo globalizado, la EA se adapta para impulsar los cambios. Marcote y Suárez (2005) conciben la complejidad ambiental como la transformación del conocimiento y las prácticas educativas para la construcción de nuevos saberes que conduzcan a un mundo democrático y sostenible; es aprender del ambiente a partir del potencial ecológico de la naturaleza y las culturas.

La Comisión Mundial para el Desarrollo y el Medio Ambiente creó el término “sostenible” en 1987; en 1992 la Conferencia de Río lo redefinió como “una forma de coevolución de la sociedad y la naturaleza que consigna asegurar la supervivencia y el desarrollo seguro de la civilización y la biósfera”. Por tanto, la sostenibilidad ambiental es el equilibrio social, económico y medioambiental que garantiza una continuidad para las siguientes generaciones.

Las problemáticas del medio ambiente se pueden abordar desde varios enfoques y perspectivas de forma interdisciplinaria, además se puede trabajar de manera colaborativa con otras asignaturas y con diferentes grados de complejidad.

La UNESCO señala que para lograr el desarrollo sostenible se necesita un cambio en la forma de pensar y de actuar de los estudiantes, sólo si adquieren habilidades, conocimientos, saberes, capacidades, actitudes y valores sobre la importancia y el impacto que tienen estas problemáticas sobre sus vidas, desarrollarán un interés por proponer soluciones, así, contribuir al desarrollo sostenible.  Profesora del plantel Oriente(*).

Bibliografía

Vega Marcote, P. y Álvarez Suárez, P. (2005). Planteamiento de un marco teórico de la Educación Ambiental para un desarrollo sostenible. Revista Electrónica de Enseñanza de las Ciencias, 4 (1), pp. 187-208.

CCH. (2016). Programa de Estudio. Área de Ciencias Experimentales Química I y II.

UNESCO. (20 de mayo, 2021). La UNESCO quiere la educación ambiental sea un componente clave de los planes de estudio para 2025. Disponible en: https://es.unesco.org/news/unesco-quiere-que-educacion-ambiental-sea-componente-clave-planes-estudio-2025[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

Enseñanza, clave para disminuir el impacto al planeta

[vc_row][vc_column][vc_column_text]

Nota original de: DGCS
Fecha de publicación: 25 de enero de 2021
https://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2022_064.html

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]
• En los jóvenes hay genuina preocupación por lo que viven y lo que sucederá con su entorno: César Augusto Domínguez Pérez-Tejada
• Redes sociales, herramienta poderosa para transmitir la información
• 26 de enero, Día Mundial de la Educación Ambiental
• Cuatro dependencias de la UNAM impulsarán proyectos en la materia, expone Leticia Merino Pérez

La educación ambiental, es decir, lo que tiene que ver con la concientización relacionada con nuestro papel en la Tierra y sus consecuencias, se encuentra restringida a sectores con cierto nivel de aprendizaje, por lo que un porcentaje importante de la población aún considera lejana esta preocupación.

El director general de Divulgación de la Ciencia (DGDC) de la UNAM, César Augusto Domínguez Pérez-Tejada, considera lo anterior y refiere que pese a los esfuerzos para sensibilizar sobre los riesgos de no implementar una vida sostenible, persiste descuido y desprecio por el medio ambiente.

“Existe una idea generalizada de que algo está mal, pero a la hora en que uno tiene que tomar acciones para luchar contra eso, poca gente lo realiza”.

El también investigador del Instituto de Ecología (IE) de la Universidad Nacional, asegura a propósito del Día Mundial de la Educación Ambiental que se conmemora cada 26 de enero desde hace más de cuatro décadas, que en los jóvenes hay genuina preocupación por lo que viven y lo que sucederá con su entorno.

En tanto, la investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) y titular de la Coordinación Universitaria para la Sustentabilidad (COUS) de la UNAM, Leticia Merino Pérez, subraya:

En 2022, cuatro dependencias académicas de la UNAM ensayarán la educación ambiental al interior para promover la concientización respecto a los problemas que nos aquejan en materia ambiental y propiciar cambios en las conductas cotidianas con respecto al manejo del agua, energía, alimentos y desechos. Se trata de formar una ciudadanía responsable.

La Escuela Nacional de Trabajo Social y las facultades de Economía, Ciencias Políticas y Sociales y de Estudios Superiores Iztacala comenzarán los trabajos como comunidades sustentables al cambiar patrones de consumo de agua, energía, alimentos y desechos. Servirán como proyectos piloto para luego replicarse en otras dependencias universitarias, detalla la experta.

Creada en 2018 y adscrita a la Secretaría de Desarrollo Institucional de la UNAM, la COUS tiene los objetivos de promover la integración de la sustentabilidad como eje transversal de las actividades y espacios de la Universidad, y potenciar sus contribuciones en la transición hacia la sustentabilidad a escala local, nacional y regional.

Disminuir la huella

Al proseguir, Domínguez Pérez-Tejada remarca la importancia de la educación ambiental, la cual centra su objetivo en adquirir conciencia para volvernos partícipes en la reducción del impacto que ejercemos sobre el planeta.
La enseñanza ambiental ha evolucionado demasiado, no quiero decir que es un concepto viejo, pero evoca una parte del problema, el ambiente, y se olvida de las otras que son relevantes: la sostenibilidad, esta idea de que necesitamos encontrar el equilibrio entre la ambiental, social y económica, asevera.

Para el experto, “debe existir una colaboración intersectorial entre los diferentes ámbitos y tener una idea general consensuada de lo que deberían contener los programas” en la materia.

Además, esta enseñanza no ha llegado a la gente que es más importante que la conozca, por lo que las redes sociodigitales son una herramienta poderosa, que además se potenció durante la pandemia.

En ese sentido, cabe recordar que de acuerdo con datos del Museo de las Ciencias Universum, de la DGDC, de marzo a diciembre de 2020 el recinto tuvo 97 millones de visitas virtuales en sus redes sociodigitales, incluida la cuenta de TikTok abierta en octubre de ese año.

“De tener que cerrar los museos nos pasamos a una actividad muy intensa a través de las redes, realmente a mí me sorprendió el número de usuarios. El problema con ello es que tenemos información muchas veces no verificada, por lo que depende de la fuente y de quién la emita”, destaca Domínguez Pérez-Tejada.

Relación ambiente-pandemia

Pocas personas, asegura el exdirector del IE, relacionan la pandemia con los aspectos ambientales, pero la pérdida de biodiversidad, la contaminación, el uso indiscriminado de los recursos naturales, el crecimiento demográfico, tiene que ver con la emergencia sanitaria que vivimos.

“Surge de una situación que se había señalado desde hace mucho, el problema de las enfermedades emergentes, como algunas zoonosis; es decir, los padecimientos que nos contagian los animales, por lo que todo esto que vemos es resultado de nuestras propias acciones”, resaltó.

Durante años se privilegió el desarrollo económico sin tomar en cuenta la salud y la sostenibilidad, y ahora es evidente que debemos poner atención en los tres aspectos. La pandemia lo dejó claro, alerta el experto.

“No es cierto que se destruirá el planeta, ni que se va a extinguir la vida, lo que va a ocurrir es que vamos a generar situaciones cada vez más difíciles para nosotros mismos y nuestras generaciones futuras; vamos a ver de qué somos capaces”, añade.


Proyectos ecológicos

En el campi Morelos y en la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) León se promueven proyectos de energía solar; azotea verde en la ENES Morelia; manejo de composta en la Facultad de Estudios Superiores Iztacala y la protección de la Reserva Ecológica del Pedregal, en Ciudad Universitaria.

“Estamos buscando mecanismos para fomentar las redes de colaboración interuniversitaria y al exterior, con otras universidades y otros actores sociales. También queremos formar redes y dar visibilidad a los proyectos”, detalla Merino Pérez.

En docencia, continúa la universitaria, la COUS busca transversalizar el tema de sustentabilidad con contenidos específicos para crear materias en las carreras que no incluyen el tema. Nos parece importante que se imparta en Odontología, Medicina, Arquitectura, Contaduría, Trabajo Social. Asimismo, en la preparatoria y el Colegio de Ciencias y Humanidades, fomentar tesis con investigadores que estén interesados en impulsar a los jóvenes en este trabajo.

“Queremos articular que haya redes de colaboración en sustentabilidad desde la Sociología hasta la Biología, que la gente se conozca y se promueva la investigación inter y transdisciplinaria, incluyendo a los actores sociales afectados. Queremos que sea considerado como válido, que reciba mayor valor o reconocimiento en las formas de evaluación de la Universidad”, sostiene Leticia Merino

La doctora en sociología considera que este tópico debería acompañarnos en las etapas de nuestra vida para generar cambios y formar mejores ciudadanos, ambientalmente responsables.

Al concluir, asevera que son pocas las empresas socialmente responsables y que hay varias “maquilladas de verde”, como la industria minera, que contribuyen con sus actividades a destruir ecosistemas por priorizar ganancias económicas a corto plazo.

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

La educación ambiental, útil para una ciudadanía planetaria

[vc_row][vc_column][vc_column_text]

Nota original de: DGCS
Fecha de publicación: 25 de enero de 2020
https://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2020_061.html

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]
• El tema ambiental está muy presente porque vivimos un momento crítico a causa del cambio climático y sus repercusiones negativas en los ecosistemas, indicó Aída Atenea Bullen Aguiar, de la ENES Morelia
• Este 26 de enero se conmemora el Día Mundial de la Educación Ambiental

La educación ambiental contribuye a la construcción de la ciudadanía planetaria, lo que implica dejar de pensar sólo en nuestras necesidades y considerar a los demás habitantes de este mundo, afirmó Aída Atenea Bullen Aguiar, de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) Morelia de la UNAM.

“Todos estamos interconectados y es necesario reconocer esa interdependencia como miembros de un sistema totalmente integrado. La educación ambiental es educación para la vida”, subrayó.

El tema está presente porque transitamos por un momento crítico a causa del cambio climático y sus repercusiones negativas en los ecosistemas y la biodiversidad, dijo en el marco del Día Mundial de la Educación Ambiental, que se conmemora mañana 26 de enero.

“Vivimos una crisis ambiental, y aun así olvidamos que los incendios en Australia y Brasil, por ejemplo, no están tan lejanos de nosotros y nos afectan por la producción de gases de efecto invernadero que impactan en el clima, las corrientes marinas, los vientos, los procesos socioecológicos, además de poner en riesgo la vida de todos los seres y los derechos humanos de culturas y comunidades vulnerables”, enfatizó la graduada en ciencia política por la Universidad de California, San Diego.

Educación crítica

Científicos de todo el mundo coinciden en que el deterioro ambiental se relaciona con la forma en que producimos bienes y servicios, con el uso de energías provenientes de combustibles fósiles, y con nuestra manera irracional de consumo.

En este sentido, la educación ambiental juega un papel importante. Debe dirigirse a todos y en cada momento, pues contribuye a reconocer que la humanidad detona esta crisis, que implica la pérdida de especies, contaminación y degradación o erosión, remarcó la integrante de la Unidad de Comunicación y Educación Ambiental, de la ENES Morelia.

Bullen Aguiar precisó que en muchos países no se impulsa la educación ambiental porque es crítica y revolucionaria, pues replantea nuestras formas de relacionarnos y producir, impulsa el trabajo colectivo y la diversidad de pensamiento.

Debe ir más allá de la simple impartición de talleres sobre el uso racional del agua o la separación de desechos, y no se trata de hablar de peces, aves o plantas. “La educación ambiental se refiere a ellos, pero en relación con los humanos, y a la responsabilidad y vínculos éticos que debemos establecer con los otros organismos vivos”.

De igual manera, debe contemplar temas sociales como pobreza, distribución y acumulación de la riqueza, discriminación o violencia (incluida la que ejercemos contra el planeta). “Se integra de manera transversal con otros temas que tienen que ver con justicia social”.

También, debe generar conocimiento, ser práctica, ayudar al reconocimiento del mundo, impulsar una actitud positiva hacia los demás seres y proporcionar herramientas, aptitudes, actitudes y habilidades para trabajar en conjunto, recalcó la maestra en administración integral del ambiente por el Colegio de la Frontera Norte, y doctora en Ciencias Sociales por la Universidad Autónoma Metropolitana.

Cada 26 de enero se conmemora el Día Mundial de la Educación Ambiental, decretado en Yugoslavia en 1975. “Los retos son reflexionar y cuestionarnos nosotros mismos, replantear nuevos horizontes, dialogar con otras disciplinas. Se debe generar un verdadero cambio en la población mediante el trabajo colaborativo”, expresó la universitaria.

Finalmente, sugirió modificar los libros de texto para que aborden temas ambientales; brindar capacitación continua y permanente a los educadores; sembrar huertos en las escuelas; impulsar las ecotecnologías y trabajar con los padres de familia. “Hay que hacer comunidad”.

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

Coinciden intensas sequías con el abandono de Xochicalco

  • Descubren científicos de la UNAM sequías contemporáneas a la época en la que los arqueólogos han situado el colapso de la urbe precolombina Xochicalco.

El abandono de ciudades mesoamericanas como Teotihuacán, en el Valle de México, o Uxmal y Chichén Itzá, en Yucatán, coincide con sequías naturales, que hoy se han vuelto más frecuentes e intensas por el cambio climático antropogénico.

El colapso de Xochicalco -ubicada en el estado de Morelos-, no parece ser la excepción a esa coincidencia climatológica, como muestra un reciente estudio geoquímico-paleoclimatológico en las inmediaciones de la zona arqueológica.

La investigación “Ambientes deposicionales del Holoceno tardío del lago Coatetelco en el centro-sur de México y comparación con las transiciones culturales en Xochicalco”, publicada en la revista Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology, fue realizada por el doctor Priyadarsi Debajyoti Roy, del Instituto de Geología de la UNAM, y por su alumno de doctorado Agesandro García Arriola, del Posgrado de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM.

Los resultados de este proyecto proponen la existencia de sequías contemporáneas a la época en la que los arqueólogos han situado el colapso de Xochicalco.

Paleoclimatología y predicciones

Como los registros instrumentales de la variabilidad climática sólo representan los últimos dos siglos, el doctor Priyadarsi D. Roy señala que los estudios de paleoclimatología —al permitir extender los registros climáticos a varios millones de años en el pasado— apoyan para mejorar las predicciones hacia el futuro mediante estudios de modelación y reducen la incertidumbre de los pronósticos.

En la investigación paleoclimática, agrega el investigador del Instituto de Geología, no sólo se estudia el sedimento del lago, sino también el sedimento marino, las estalactitas y estalagmitas en las cuevas, los corales y suelos, ya que podrían aportar información valiosa sobre los recursos naturales como el agua y la vegetación, así como sobre el cambio en los procesos atmosféricos y oceánicos por la variación en la temperatura.

La calcita, indicador de sequía

En su investigación, García Arriola y Priyadarsi D. Roy reconstruyen las condiciones ambientales durante el desarrollo y el abandono de este centro urbano precolombino, asentado en la cima de un cerro calizo.

Para la reconstrucción climática de la época se tomaron muestras de sedimento (calcita) del lago Coatetelco, ubicado a unos ocho kilómetros al suroeste de las ruinas arqueológicas de Xochicalco.

La calcita —dicen ambos— es un indicador de sequía. Cuando se evapora el agua del lago, hay deposición de este mineral. La calcita encontrada en diferentes periodos sugiere sequías frecuentes que posiblemente aumentaron también la actividad eólica en esta región de Morelos durante el periodo 950-1100 d. C.

García Arriola agrega que una gran sequía coincidió con el colapso de Xochicalco, en su época posclásica, que inició después del año 900.

“No afirmamos que Xochicalco cayó por esa sequía, pero es posible que haya habido una relación entre esa condición climática estresante con la inestabilidad social que había en la sociedad xochicalteca”.

Entre los años 950-1100 ocurrieron simultáneamente un fenómeno más fuerte de El Niño Oscilación del Sur (se traduce en sequías importantes en Mesoamérica) y —según evidencias arqueológicas— una crisis social y política de Xochicalco, que se manifestó en revueltas internas y en el incendio del centro ceremonial de esta ciudad precolombina.

Durante su apogeo (600-900 d. C.), la ciudad de Xochicalco, edificada al sur de la Sierra del Chichinautzin, tuvo una población de hasta 15 mil personas, que se redujo a ~300-600 después del año 900, cuando fue abandonada.

Sequías y colapsos

En los últimos dos mil años, apunta Priyadarsi D. Roy, la disponibilidad de agua y la condición ambiental han jugado un papel importante en el desarrollo y el colapso de varios centros urbanos de diferentes partes de Mesoamérica.

No sólo hubo sequías coincidentes con el colapso de Xochicalco. También hubo varias épocas secas entre los siglos VII y X, cuando Teotihuacán y varios sitios mayas en Yucatán fueron abandonados. Asimismo, hubo una reducción drástica de la población en Cantona, Puebla.

Que en varias ruinas arqueológicas se hayan encontrado cisternas para almacenar agua, indica que el recurso hídrico jugaba un papel importante en las culturas precolombinas.

En ese tiempo vivían en Xochicalco hasta 15 mil personas; en Yucatán, más de un millón; y en Cantona, 80 mil. Por eso almacenaban agua en esas cisternas.

En riesgo, el abasto de agua

Si en el pasado, por las sequías (entre otras causas) fueron abandonadas esas ciudades precolombinas, ahora, con las sequías más frecuentes y prolongadas por el calentamiento global, si no manejamos los recursos hídricos en forma adecuada, podría haber “problemas similares” en el futuro, y no sólo en la Ciudad de México, sino en otras metrópolis del mundo, advierte Priyadarsi D. Roy.

García Arriola agrega que las cada vez más intensas y frecuentes sequías ponen en riesgo el suficiente abasto de recursos hídricos para la población.

Si bien ahora todavía no se abandonan las ciudades, como sucedió con Xochicalco, las sequías también producen estrés social y otro tipo de problemas, como la migración de muchas más personas, porque el agua es vida.

Afectarán sequías la productividad agrícola

Para el final del siglo XXI, dice Priyadarsi D. Roy, el aumento de temperatura en México será mucho mayor que el aumento promedio global, y se espera una reducción de la precipitación anual que causará sequías más frecuentes y de larga duración en la parte central y norte de México.

Por la expansión de las regiones áridas y semiáridas, y por las sequías frecuentes, la productividad agrícola en México bajará hasta un 10 por ciento para el año 2080. Eso causará migraciones de zonas rurales hacia las zonas urbanas de México y también hacia otros países.

En busca de “refugio climático”, agrega el investigador del Instituto de Geología, se estima que para el año 2080 más o menos siete millones de adultos mexicanos intentarán migrar a Estados Unidos.

Adelantarse al estrés hídrico

Los estudios geoquímico-paleoclimatológicos ayudan mucho para “adelantarnos a una problemática de estrés hídrico como el que vivieron los pobladores de Mesoamérica”, apunta García Arriola.

Visualizar qué sucedió hace más de mil años, cómo afectaron las sequías el desarrollo y colapso de culturas en Mesoamérica, cómo influyo el clima en aquellos tiempos, nos ayuda a ver —sostiene— de qué manera podemos crear alternativas ante las sequías intensas.

Saber cómo afectaron las sequías a los centros urbanos de Mesoamérica nos puede dar información —finaliza Priyadarsi D. Roy— también para manejar otros efectos del calentamiento global sobre El Niño Oscilación del Sur, el sistema de la lluvia monzónica y la trayectoria de tormenta tropical, para administrar mejor los recursos naturales, entre ellos el agua.

Seguramente, puntualiza García Arriola, las futuras generaciones van a tener que sortear todavía con mayor prontitud la problemática de la falta de agua, porque su escasez comienza a ser bastante grave.

También te podría interesar:

El Xochicalco prehispánico revive en mundos virtuales

Xochicalco. La serpiente emplumada y Quetzalcóatl

El suelo, base de la vida

• Silke Cram Heydrich participó en una iniciativa en la que evaluó la calidad del suelo del Bosque de Chapultepec como soporte de la vegetación

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en el mundo la pérdida de nutrientes en el suelo es uno de los principales procesos de degradación que amenaza la nutrición, la seguridad alimentaria y la sostenibilidad.

En los últimos 70 años, añade, el nivel de vitaminas y nutrientes de los alimentos se ha reducido de manera drástica y se estima que más de dos mil millones de personas en el planeta sufren deficiencia de micronutrientes, también conocida como “hambre oculta”, debido a que es difícil de detectar. Por ello, es necesario voltear a ver los suelos y nutrirlos para que, a su vez, lo hagan con las plantas y los organismos. Suelos sanos y una vida sana.

Son la base de la vida en la superficie terrestre, pues en todos lados que no están cubiertos de agua hay uno que se ha formado a partir de factores específicos, y es el soporte de vegetación y vida de los organismos terrestres.

“La Organización Mundial de la Salud habla de que debe haber al menos nueve metros cuadrados de áreas verdes por cada habitante, para el bienestar del ser humano. Se habla de un déficit de naturaleza cuando no tenemos acceso a áreas verdes y para contar con zonas de calidad, debe haber suelos de calidad.

Otra cosa, tal vez aún más importante, es que requerimos de los suelos para producir alimento. Los que vivimos en la ciudad y compramos en el mercado se nos olvida que todo eso creció en algún momento sobre un suelo”, expuso la investigadora del Instituto de Geografía de la UNAM, Silke Cram Heydrich.

Para que funcione adecuadamente y tenga calidad o salud, debe estar en contacto con las otras esferas de la Tierra -la hidrosfera, la biosfera y la atmósfera- para fomentar un ciclaje de nutrimentos y que haya minerales, las raíces absorban esos minerales y contribuya a los ciclos biogeoquímicos del ecosistema, abundó.

De acuerdo con la experta, el suelo se forma a partir de una roca o un material parental que, sobre la base de la interacción con agua, aire, temperatura y tiempo, da lugar al que conocemos y soporta la vegetación en un proceso que tarda miles de años, por eso su destrucción genera un problema importante, porque no se regenerará en los tiempos de vida de un humano y es un recurso no renovable.

El pulmón de la CDMX

Un estudio en el que participa Cram Heydrich revela que el Bosque de Chapultepec cuenta con 3.82 hectáreas de caminos en desuso o abandonados, que son revegetados de manera natural, que pueden recuperarse mediante la eliminación, o bien, la ruptura de la capa del concreto o cemento.

La investigadora detalló que actualmente en estas áreas se observa regene­ración de plantas anuales que crecen entre el asfalto intemperizado, lo cual es indicativo de la resiliencia del suelo y del potencial que tienen estas áreas para incrementar la biodiversidad.

Los resultados del trabajo, presentados en la revista Investigaciones Geográficas, del Instituto de Geografía, titulado “Sellamiento del suelo en el Bosque de Chapultepec y propuestas de restauración”, también indican que, básicamente, la primera y segunda sección -que son las más visitadas- tienen suelos modificados por el ser humano, con 45 y 52 por ciento de sellamiento, respectivamente.

Cram Heydrich explicó: “Es muy fácil decir qué bonito está el Bosque, y asociarlo inmediatamente a poner alguna infraestructura como, por ejemplo, un quiosco que requiere una base de cemento y así ya se selló otro pedacito de suelo, y con ello se anuló la función ecológica que cumple. Justo queríamos llamar la atención de que es importante evaluar o considerar estas funciones y la necesidad de mantenerlas para que el Bosque de Chapultepec sea realmente un sitio de bienestar y recreación para los seres que lo habitan o pasean”.

La tercera sección, que se encuentra alejada de las princi­pales vías de comunicación públicas, presenta 14 por ciento de sellamiento; en el lugar se encontraron aproximadamente 26 quioscos abandonados que cubren un área de cinco mil 955 metros cuadrados, destacó la experta.

Al respecto, Cram Heydrich consideró que lo ideal no es quitar las estructuras (quioscos, mesas de concreto u otras), sino romperlas para que esto permita la entrada de agua, semillas, acumulación de sedimentos y materia orgánica producto de la caída de hojarasca.

Debido a que en las dos primeras secciones la posibilidad de contar con los servicios ecosistémicos como infiltración y purificación de agua, captura de carbono y conservación de biodiversidad está fuertemente limitada, los expertos han sugerido a las autoridades del Bosque reconsiderar la necesidad de realizar nuevas construcciones y, de acuerdo con el caso, planear mejor su distribución para reducir, en la medida de lo posible, la superficie sellada.

La revisión del suelo surgió como una iniciativa impulsada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) para evaluar la calidad del Bosque; participaron varios grupos de especialistas que revisaron el arbolado, la flora y la fauna, así como la calidad del agua superficial, lo relacionado con este recurso natural y sus corrientes. En la iniciativa, Cram Heydrich, junto con Helena Cotler Ávalos, del Centro de Investigación en Ciencias de Información Geoespacial del Conacyt, evaluaron la calidad del suelo como soporte de la vegetación.

¿Cómo se pueden utilizar los residuos de la construcción?

• Con estos materiales, en el Instituto de Ingeniería fabrican bloques o ladrillos: María Neftalí Rojas Valencia
• No requieren cocción, por lo que disminuyen las emisiones de gases de efecto invernadero, refirió

Cada día se generan en la Ciudad de México aproximadamente 14 mil toneladas de residuos de construcción y demolición; de esta cantidad únicamente mil toneladas se reciclan.

En tanto, cada año tan sólo en la alcaldía Miguel Hidalgo se originan 400 mil; en Álvaro Obregón más de un millón; y Benito Juárez, supera 200 mil, por ejemplo.

Lo anterior es un grave problema expuso la investigadora del Instituto de Ingeniería (II) de la UNAM, María Neftalí Rojas Valencia. Sin embargo, también se presenta como oportunidad para utilizarlos como materia prima, a fin de elaborar productos útiles para nuevas edificaciones.

Debido a la gran cantidad que se produce, explicó la experta en ingeniería ambiental, vemos que se depositan inadecuadamente, en lugares incluso clandestinos, a pesar de que la normativa lo prohíbe. Por esa causa se contaminan ríos, aire y suelos, y se propicia el crecimiento de fauna nociva.

El reto actual para las construcciones sustentables que requieran certificaciones por parte de la Secretaría del Medio Ambiente es hacerlas sin desperdicios, usar tecnologías y materiales sustentables, tener buenas prácticas a partir del inicio del proyecto, y utilizar reciclables en sustitución de los convencionales.

La científica y sus colaboradores han fabricado bloques o ladrillos con diferentes formas y tamaños, para aprovechar los desechos de la construcción y los residuos más pequeños obtenidos de la tala, en una mezcla donde se utilizó un elemento innovador: el mucilago, sustancia viscosa del nopal, para sustituir el uso de agua y cal, desarrollo que está patentado.

Productos sustentables

En México, las 17 mil ladrilleras artesanales fabrican de 30 a 50 por ciento de la producción nacional: en Puebla se ubican aproximadamente cuatro mil 300; Jalisco, dos mil 500; y Guanajuato, dos mil 360. En varias de estas los empleados laboran en condiciones precarias, ya que realizan las mezclas con las manos y pies. Además, los 323 millones de unidades por año, se obtienen con altos índices de contaminación.

“En otras investigaciones que hemos continuado desde 2015, hemos hecho mezclas de residuos de construcción con aserrín, desechos de las industrias azucarera y papelera, PET, vidrio y cartón, con buenos resultados”, añadió Rojas Valencia.

Las combinaciones son sometidas a diversas pruebas, entre ellas de erosión e intemperismo: en una cámara se simulan los rayos ultravioleta y la lluvia ácida, y se determina qué les pasa a los nuevos materiales; incluso se proyecta lo que les ocurrirá a futuro.

“Tenemos la fortuna de contar con especialistas y equipos en el Instituto de Ingeniería donde nos ayudan a hacer pruebas de los ladrillos, como las de resistencia a la compresión”. Con todo ello cubrimos lo que solicita la normativa, de manera eficiente y controlada, afirmó la universitaria.

Los ladrillos con agregados reciclados presentan excelentes resultados y tienen múltiples ventajas: disminuyen las emisiones de gases de efecto invernadero porque no requieren cocción, se reduce la explotación de bancos de materiales vírgenes, se minimiza el costo de transporte y se pueden modificar tamaños y formas, de acuerdo con las necesidades, entre otras ventajas, acotó la especialista.

Otra innovación que hemos trabajado, precisó Neftalí Rojas, son los desecadores solares para secar los ladrillos, pero sin originar gases de efecto invernadero, porque no se utiliza leña, llantas o aceite, como se elabora de forma convencional.

Diversas aplicaciones

Con los que fabricamos en el Instituto se elaboraron macetas y jardineras, así como bancas, guarniciones y otro mobiliario urbano. Además, con residuos de construcción, relató Rojas, se colocaron banquetas mezcladas con vidrio; aún después de un lustro de trabajo rudo, siguen en perfectas condiciones.

Mediante la utilización de restos de edificación también se pueden conformar terrenos; “no se requiere triturar, sino elegir los fragmentos más pequeños”. De igual forma, han sido empleados en tecnosuelos.

“En Bordo Poniente, donde antes era un depósito de basura, se ha puesto una cama de residuos de construcción, luego una de composta que ahí mismo se produce, tierra, y se ha logrado sembrar con éxito diferentes vegetales. En la planta de composta de Ciudad Universitaria también se pueden ver; ahí se han trabajado en colaboración con el Instituto de Geología”, argumentó.

Con los agregados finos de concretos reciclados, continuó la especialista, se pueden edificar andadores o ciclopistas. “Ya tenemos alumnos del doctorado en urbanismo integrando toda la información que se genera, para trabajar en parques urbanos con base en la normativa”.

En el II también se han fabricado muestras de gaviones que se emplean para evitar la posible caída de rocas y piedras en las superficies de las carreteras y vías de ferrocarriles. En lugar de romper el cerro o usar la roca del lugar, podemos aprovechar esa gran cantidad de residuos.

Debido a que en las remodelaciones se crean aún más que en la construcción, se requieren alternativas viables para reutilizar y reciclar estos materiales, recalcó la investigadora. Por lo regular se revuelven con el resto de desechos y los contaminan. “Es una actividad oculta, sin inventarios”.

Se trata de residuos de fibra de vidrio, algunos solventes, cristales recocidos y templados, asbestos, lámparas fluorescentes con mercurio y zinc, restos de pintura y esmaltes que contienen metales pesados, entre otros. Para el trabajo de tesis de una alumna hemos aprovechado los de Tablaroca y obtenido terminados para interiores, por ejemplo. Alumnos de Ingeniería Civil y Arquitectura estudian este aspecto para proponer otros modelos.

Alexandra Ossa López, también investigadora del II, efectuó mezclas que se pueden utilizar en carpetas asfálticas de vialidades urbanas. Este y otros proyectos con buenos resultados demuestran que el aprovechamiento de los sobrantes de construcción en interiores y exteriores es factible, en zonas urbanas y rurales, subrayó Neftalí Rojas.

En nuestro equipo colaboran alumnos de Ingeniería Civil, Urbanismo, Arquitectura, incluso “químicos, porque tenemos que hacer la caracterización de nuestras mezclas”, concluyó.

¿Mariposa de la muerte?

[vc_row][vc_column][vc_column_text]
• Robert Markens señaló que “Ascalapha odorata”, la mariposa negra, muertera o ratón viejo, era un signo de transformación de la vida a la muerte
[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]

Si bien durante largo tiempo se ha considerado a las mariposas negras como un símbolo de mal augurio, su significado era más complejo en la antigua Mesoamérica. Los zapotecos prehispánicos de Oaxaca, por ejemplo, se impactaron por su habilidad para transformarse de un organismo a otro durante su ciclo de vida (metamorfosis) y lo utilizaron en su arte plástico, en especial en las vasijas funerarias, para representar la modificación de los vivos en un alma o una esencia espiritual eterna al morir.

También, en ocasiones, en esas mismas vasijas se combinaron elementos de la mariposa con los de otros animales para señalar la facultad del alma del difunto a transformarse en su animal espiritual compañero o nahual, en náhuatl, el idioma de los mexicas, una especie de brujo o ser sobrenatural que tiene la capacidad de tomar forma de animal, indicó Robert Markens, especialista del Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) de la UNAM, sede Oaxaca.

Explicó que en las creencias mesoamericanas, una persona – numerosas veces una especialista religiosa o un gobernante– tuvo la capacidad de tomar la forma de su nahual, la cual podía ser, por ejemplo, un jaguar, un búho, un lagarto o un animal fantástico.

El término refiere tanto a la persona que tiene esa capacidad, como al animal mismo. Desde esta base de ritos y costumbres prehispánicas han surgido las creencias contemporáneas entre los pobladores de varios pueblos de los Valles Centrales de Oaxaca, como Huitzo, Zaachila y Teotitlán del Valle, de que la polilla negra está vinculada con las almas de los difuntos y, por extensión, con la muerte y el mal augurio.

“Cabe notar que la mariposa abunda cada año en octubre, precisamente en la temporada del Día de los Muertos, cuando las almas regresan a la casa a convivir brevemente con sus seres queridos, familiares”, detalló.

Planteó que para comprender la importancia del signo de la mariposa en el pasado, hay que concebirlo como elemento de la antigua cosmovisión zapoteca. Un pilar de su religión era el culto o veneración de los ancestros, lo cual implica que el alma de los occisos era considerada intermediaria entre los vivos y lo sobrenatural; la familia invocaba a las almas de sus antepasados o sus familiares difuntos para pedirles lo que necesitaban: lluvia, salud, fertilidad, o protección, por ejemplo.

Por esta dependencia tan estrecha entre los vivos y los espíritus de los familiares fallecidos, los zapotecos tuvieron la costumbre de enterrar a los padres de familia muertos en las propias casas, en una tumba debajo del piso elaborado de mampostería. Desde los palacios de los gobernantes hasta las moradas más humildes compartieron el mismo diseño.

Como parte de su estudio titulado “Significado de la mariposa en la imaginería zapoteca”, el especialista Markens recordó que el exrector de la UNAM, Alfonso Caso, arqueólogo mexicano que hizo importantes contribuciones al conocimiento de las culturas mesoamericanas precolombinas, en especial del área oaxaqueña, fue el primer arqueólogo en descubrir o identificar el signo de la mariposa en las vasijas efigie funerarias.

Es necesario preguntarse por qué los zapotecos eligieron ese elemento de la naturaleza para referirse a los muertos y sus almas. Probablemente tiene que ver con la capacidad de este insecto, el cual

durante su ciclo de vida posee la virtud de transformarse a partir de una oruga, pasar a capullo o pupa, para dar paso a la mariposa.

Por otra parte, prosiguió, los españoles cambiaron las prácticas funerarias tradicionales en el momento de su arribo a Oaxaca. Ya no se enterraban en las casas, sino en el camposanto y luego en los panteones, lo que abrió una gran brecha en la dependencia entre los vivos y los difuntos y en su relación afectiva.

Lo que era la práctica, casi diaria, de respetar, invocar y hacerles peticiones, se transformó en una fiesta anual, el Día de Muertos, comprimida en solo dos o tres días.

De acuerdo con las creencias del México antiguo, el espíritu de los ancestros o los difuntos puede castigar o recompensar, “como todo lo sobrenatural al igual que Dios; si somos pecadores pensamos que este nos está castigando, siempre está presente ese aspecto de lo sobrenatural. Si nos comportamos como gente inmoral, las fuerzas sobrenaturales incluso nos van a castigar”, acotó el antropólogo.

 

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

¿Cómo nos afecta el fenómeno de La Niña?

Por primera vez en este siglo, La Niña tendrá un tercer episodio consecutivo. De acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial (OMM), este fenómeno climático continuará hasta febrero de 2023. Los efectos de La Niña se sienten por todo el planeta y México se ha visto afectado por esta situación.

Para entender los efectos que provoca este fenómeno, platicamos con el Dr. Alejandro Jaramillo Moreno, del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM.

Primero, Jaramillo Moreno explicó que La Niña es parte de un fenómeno conocido como El Niño-Oscilación del Sur (ENOS). Éste se divide en dos fases: la fase de El Niño, donde se presenta un calentamiento anómalo en el océano Pacífico, y la fase de La Niña, donde hay un enfriamiento anómalo en el mismo océano. “La diferencia básicamente es que una fase es fría y la otra, caliente”, señaló.

La Niña nace a raíz de un proceso donde hay un enfriamiento anómalo en el océano Pacífico, lo cual genera cambios en cómo se mueven las masas de aire, y eso va afectando de manera diferente cada parte del planeta, favoreciendo la formación de altas lluvias en algunas áreas o sequías extremas en otras.

A pesar de los grandes avances en materia de meteorología que se han hecho en los últimos años, actualmente no se puede precisar con muchos meses de anticipación cuando se formará y cómo evolucionará La Niña. Lo que sí se sabe es que no es raro que La Niña tenga tres años continuos, ya que esto ha ocurrido en el pasado al menos unas 3 veces desde que los registros se iniciaron en 1950.

¿Cómo nos afecta el fenómeno de La Niña?
Los efectos de La Niña

Jaramillo Moreno indicó que, si bien no es nada inusual que La Niña se presente de manera consecutiva en tres ocasiones, esto sí nos afecta porque las condiciones de sequía se vuelven extremas y se agravan todos los problemas relacionados con los recursos hídricos.

“En las zonas donde La Niña favorece las sequías, las lluvias llegan con poca cantidad de agua y esta afectación se va alargando hasta el año que sigue. Entonces, este fenómeno perjudica a las poblaciones y ecosistemas que subsisten con base a la demanda de agua”.

“Por tanto, la falta de agua salpica a otras áreas como la agricultura. Si no hay agua, no se puede regar, y entonces hay falta de disponibilidad de productos que afecta no sólo el abastecimiento de comida, sino también el precio al consumidor. Igual, hay un aumento en los costos de los servicios de agua (pipas)”.

¿Cómo nos afecta el fenómeno de La Niña?Pero también puede suceder un evento diferente: que llueva mucho y se provoquen inundaciones como las que actualmente están viviendo países como Colombia, Australia, Ecuador y Brasil, entre otros.

La Niña y el calentamiento global

Por otro lado, el especialista de la UNAM aclaró que es equivocada la idea de que La Niña “ayuda” a revertir el calentamiento global.

“Cuando tenemos el fenómeno de El Niño, la temperatura global de la Tierra suele aumentar un poco. Cuando está La Niña, se registran temperaturas menores, pero eso no disminuye el impacto del calentamiento global. Por ejemplo, desde 2015 hemos tenido años muy cálidos, pero hubo algunos más calientes que otros; entonces aquí percibimos cuándo hubo una Niña porque la temperatura global es menor a la tendencia que se venía mostrando”, dijo.

¿Cómo afecta La Niña a México?

Jaramillo Moreno manifestó que los efectos del fenómeno de La Niña son incluso diferentes en las distintas regiones de México y cada una de ellas, sufren afectaciones diversas por este fenómeno.

¿Cómo nos afecta el fenómeno de La Niña?En el norte de México, La Niña generó condiciones que favorecen la sequía: mucha de la humedad y la precipitación que llega a través de, por ejemplo, frentes fríos, deja de venir porque la circulación atmosférica empuja esos fenómenos más hacia el noroeste de los Estados Unidos, donde se vuelve mucho más lluvioso. Por otro lado, el sur de nuestro país se volvió un poco más húmedo”, concluyó.

Volcán Mauna Loa de Hawái erupciona después de casi 40 años

Después de casi 40 años, el famoso volcán Mauna Loa de Hawái entró en erupción el pasado lunes 27 de noviembre. Sin embargo, las erupciones de estas islas son muy dinámicas y cambian rápidamente, ¿por qué pasa esto?

Mientras que en México y otros países de Latinoamérica los volcanes surgen por el choque de placas, los de Hawái nacen de unas zonas mucho más profundas, en la interfase del manto inferior, es decir, muy cerca del núcleo externo de la Tierra, explicó Hugo Delgado Granados, investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM.

Dicha situación logra que los magmas, que surgen desde gran profundidad, salgan hasta la superficie. En el caso de la Isla grande de Hawái hay dos volcanes activos que son  el kilauea y ahora el Mauna Loa, que no tenía actividad desde 1984. Sin embargo, siempre fue estudiado por el Servicio Geológico de los Estados Unidos.

A partir de abril del 2004 comenzó una serie de sismos que indicaban un posible ascenso de material magmático. Desde ese año y hasta el 2007 se detectó una deformación continua de las laderas del volcán de 3 cm. Es decir, se podía observar cómo se inflaba.

Posteriormente, comenzó un descenso en el ritmo de la inflación hasta el año 2010. Los científicos que estudiaron la zona interpretaron el suceso como un cuerpo de magma que había debajo del volcán,  y calcularon que estaba a aproximadamente cuatro kms de profundidad con un volumen de 5.5 kms³.

“Se trataba de mucho material, pero no todo el magma emplazado tiene que salir”, dijo el entrevistado. A partir de mediados de noviembre de este año surgieron sismos de pequeña magnitud, es decir, entre dos y cinco kms debajo de la caldera del volcán.Volcán Mauna Loa de Hawái erupciona después de casi 40 años

El magma hawaiano

Los volcanes hawaianos se caracterizan por tener una producción importante de flujo. Además, su composición es muy diferente a la de los volcanes resultantes por el choque de placas tectónicas, como lo sería con el Popocatépetl.

Esto se debe al contenido de sílice, que es bastante menor en los hawaianos. Es decir, es menos viscosa, le brinda mayor fluidez y puede salir y moverse con rapidez.

Así, el magma del volcán Mauna Loa (estimado en alrededor de 5.5 kms³) tiene buena calidad de gases para ser fluido, moverse sobre las laderas y llegar a las zonas más lejanas.

Los volcanes hawaianos rara vez tienen eventos explosivos. “Esto no quiere decir que no tengan potencial para una erupción que pueda resultar en la caída de cenizas sobre la vegetación y la infraestructura humana”.

De hecho, se han realizado algunos cálculos (pensando en eventos explosivos de este volcán) y han revelado que podría producirse un espesor de cenizas de entre 3 y 5 milímetros.

“Eso sería en el caso de un evento explosivo del Mauna Loa, pero la probabilidad es muy baja”.

No fue sorpresivo que el volcán erupcionará y esto se debe a la investigación científica. Por ello, es importante el desarrollo de la ciencia básica, que al final de cuentas se convierte en ciencia aplicada para servir a la sociedad. “Es fundamental tanto en Hawai como en México”.

El suceso

El 28 de noviembre se reportó que salía una serie de flujos de lava, pero su fuente productora estaba todavía confinado al interior de la caldera del volcán. 

Posteriormente, el 29 de noviembre se informó que los cuerpos de lava salían de la caldera del volcán por unas fisuras del lado noreste por las laderas.

Por ello, el parque nacional y todas las carreteras están cerradas, además la población se encuentra a la espera de alguna indicación del Servicio Sismológico de Estados Unidos para evacuar la zona. Aunque de momento no es necesario.

Sin embargo, se pide a todos los residentes de las poblaciones cercanas se mantengan informados en caso de una mayor eventualidad. Volcán Mauna Loa de Hawái erupciona después de casi 40 años
 

Crean eficiente procedimiento para descomponer los plásticos

A nivel mundial, las empresas producen alrededor de 440 millones de toneladas de plásticos por año, y para el 2050 se espera que esa cantidad se duplique, según afirma la Organización Internacional para la Estandarización.

Actualmente, el plástico se encuentra en todos lados: desde en la almohada, los zapatos, los refrigeradores, hasta en la industria automotriz y en la de aviación, incluso en los edificios.

Se trata de uno de los problemas más graves que afecta al planeta con incidencia sobre el cambio climático. Pero el escenario podría cambiar gracias a una nueva forma de descomponer los plásticos resistentes y estables, según se presentó en el podcast titulado “WSJ’s The Future of Everything” producido por The Wall Street Journal.

Crean eficiente procedimiento para descomponer los plásticos
El plástico

El poliuretano es un gran ejemplo de la versatilidad de los plásticos. Están formados por moléculas idénticas llamadas monederos que se unen en moléculas grandes llamadas polímeros. Sin embargo, esos lazos varían en fuerza, dijo Danny Lewis, conductor del programa.

Por ejemplo, en los plásticos PET utilizados en botellas de agua, utensilios e incluso algunas prendas de vestir, los enlaces entre sus monómeros se rompen cuando se exponen al calor, por lo que se llaman termoplásticos.

Esto significa que este tipo de plásticos pueden derretirse y remodelarse para su reciclaje mecánico, dijo Steffan Kvist Kristensen, investigador químico en la Universidad de Aarhus en Dinamarca. Se trata de uno de los típicos procesos para reciclar los plásticos más comunes.

Sin embargo, los materiales de poliuretano no tienen punto de fusión y por lo mismo estas formas de reciclaje no funcionan. Por ello, la mayor parte de este material termina en los vertederos.Crean eficiente procedimiento para descomponer los plásticos

El nuevo método

Actualmente, los científicos han desarrollado nuevas formas para reciclar los poliuretanos.

Esas reacciones usan alcohol como el glicol para romper los enlaces entre los monómeros de poliuretano. Pero algunas reacciones requieren metales como el iridio y el manganeso, haciendo más costoso el producto final para los fabricantes.
Kristensen y su equipo se preguntaron si otros alcoholes podrían descomponer el poliuretano con mayor eficacia y así lograr que el proceso sea más eficiente y económico.

Probaron 11 tipos de alcoholes y algunos funcionaron bien con los catalizadores metálicos. Sin embargo seguía siendo demasiado costoso a gran escala.

Luego probaron un alcohol terc-amílico que funciona sin catalizador de metal y después de varias pruebas e investigación funcionó. Aislaron monómeros de poliuretano de una forma en la que podrían reutilizarse y tener las mismas propiedades que el material original. Meses después, han logrado refinar aún más el proceso.

Encontraron un procedimiento que puede deconstruir un colchón, recuperar los monómeros y luego reformularlo en el mismo colchón nuevamente.

El procedimiento es capaz de descomponer poliuretano o PET en sus materias primas reutilizables. Sin embargo, podría no ser económicamente viable porque los plásticos vírgenes son mucho más baratos, dijo Kate O’Neill, quien estudia la política de desechos y reciclaje en el Departamento de Política y Gestión de Ciencias Ambientales de UC Berkeley.Crean eficiente procedimiento para descomponer los plásticos

Desde el principio

Otra opción es crear desde el principio plásticos que sean más fáciles de reciclar. Sus propiedades serían idénticas, por lo que no habría preocupación sobre cómo fabricarlos. “La principal preocupación sería el costo”, dijo Athina Anastasaki, química de polímeros en el Instituto Federal Suizo de Tecnología en Zúrich.

La opción es convencer a todas las empresas para que trabajen en esto simultáneamente. Si una empresa elige seguir este camino, podría ser benéfico a largo plazo, pero tendrían que sobrevivir a la competencia durante los primeros años, porque las otras empresas continuarán fabricando plásticos más baratos.

Se trata de una cuestión política gubernamental, es decir, que las autoridades fomenten que las empresas practiquen el reciclaje en vez de producir plásticos nuevos a expensas del medio ambiente.

El optimismo tecnológico es parte del mundo en este momento y el reciclaje es fundamental para combatir el cambio climático, porque hay grandes debates sobre si los desechos se convierten en energía renovable o no, concluyeron los participantes del programa.

Crean eficiente procedimiento para descomponer los plásticos

 

Podcast disponible en:

https://www.wsj.com/podcasts/wsj-the-future-of-everything/the-problem-with-plastics-could-new-recycling-tech-help-the-planet/ef661ce0-c4ca-4190-9fc1-d634ccc8ae74?mod=Searchresults_pos8&page=1

 

Perdurar y ser amigable con el medio ambiente, dilema que enfrenta el patrimonio audiovisual

[vc_row][vc_column][vc_column_text]

Nota original: DGCS UNAM
Fecha de publicación: 25 de octubre de 2021
https://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2021_905.html

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]

• Perla Olivia Rodríguez Reséndiz advierte que es urgente explorar formas sustentables que minimicen el impacto al medio ambiente que ocasiona la preservación
• Existe gran cantidad de contenidos grabados en soportes magnéticos que aún no se digitalizan y podrían perderse, alerta
• En México hay cerca de un millón 500 mil grabaciones sonoras y audiovisuales, indicó
• El 27 de octubre se conmemora el Día Mundial del Patrimonio Audiovisual

Pese a los beneficios innegables de la tecnología, la preservación digital del patrimonio sonoro y audiovisual requiere del uso de la energía de forma ininterrumpida, lo que representa uno de los factores causantes del calentamiento global, condición a la que se suma la obsolescencia del equipo de cómputo que se utiliza para ello y que deviene en basura tecnológica. Se calcula que solo se ha digitalizado 30 por ciento de la memoria histórica.

La especialista del Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas y de la Información (IIBI), Perla Olivia Rodríguez Reséndiz, puntualiza: “estamos en un momento coyuntural, sabemos que existe gran cantidad de contenidos grabados en soportes magnéticos que aún no se han digitalizado y que podrían perderse, si no se transfieren los contenidos antes del 2025”.

La doctora en Ciencias de la Documentación por la Universidad Complutense de Madrid, advierte que en México existen aproximadamente un millón 500 mil grabaciones sonoras y audiovisuales en diferentes radiodifusoras, televisoras e instituciones públicas. Se estima que se ha procesado aproximadamente 30 por ciento de esta memoria histórica. No obstante este avance, si no se cuenta con la tecnología y el recurso económico de forma permanente en los próximos años podría perderse. Esta labor no es algo dado, se requiere mantenerla de forma sustentable.

En numerosos casos las colecciones digitalizadas carecen de presupuesto permanente para su perpetuación. Cuando se habla de digitalización debemos pensar en dos grandes componentes: la tecnología para transferir y reproducir los contenidos y el equipo necesario para su almacenamiento y protección.

Estos son algunos de los datos que hemos obtenido mediante diversas investigaciones realizadas en el IIBI en 2020 y a través de la Red Iberoamericana de Preservación Digital de Archivos Sonoros y Audiovisuales (RIPDASA), coordinada por la UNAM y constituida por nueve países en el marco del Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo (CYTED).

“Hemos realizado un primer acercamiento al estado de los materiales analógicos que se han perdido, así como a aquellos que están a punto de perderse en Iberoamérica”, alertó.

Por lo tanto, entre los desafíos destacan: la digitalización de los soportes analógicos, el acopio sistemático de materiales de origen digital y la creación de archivos, indica la también maestra en Ciencia Política.

En ocasión del Día Mundial del Patrimonio Audiovisual, que se conmemora el 27 de octubre, puntualiza que la UNAM ha tenido un papel protagónico en la historia de esta labor. Ejemplo de ello es la Filmoteca creada en 1960.

Resalta que Radio UNAM también es referente a nivel nacional en el rubro de conservación de su archivo radiofónico. Hace más de una década que emprendió acciones sistemáticas, claras y contundentes. Además, en los centros de investigación de la Universidad Nacional resguardan grabaciones inéditas resultado de trabajo científico.

Impacto ambiental

En materia de investigación, el IIBI incorporó una línea inédita en América Latina: Preservación Digital Sonora, a cargo de la investigadora, la cual permite explorar el tema, compartir y crear redes de conocimiento sobre todo en Iberoamérica, lo que se ha propagado a otras universidades, como la Andina Simón Bolívar, de Ecuador, con la cual la UNAM realizará del 10 a 13 de noviembre el IV Congreso Internacional de Archivos Digitales Cambio climático y preservación digital sonora y audiovisual.

Durante este encuentro se analizará el impacto que tienen las tecnologías utilizadas. Se busca incentivar el diseño de iniciativas sustentables. Asimismo, examinar a partir de una perspectiva multidisciplinaria cómo los archivos digitales afrontan el cambio climático.

Perla Rodríguez destaca que estas repercusiones son poco tratadas a nivel mundial e implican el uso intensivo de tecnologías; sin embargo, también la conservación analógica conlleva energía para mantener los soportes en bóvedas de almacenamiento, las cuales requieren de sistemas de temperatura y humedad estables las 24 horas, durante los 365 días del año. El mantenimiento de los servidores de los sistemas de gestión y almacenamiento masivo digital también significa gasto de electricidad.

La universitaria enfatiza que los equipos quedan en desuso en un periodo de cinco a diez años, dependiendo del dispositivo de almacenamiento del cual se trate. “Entonces, debemos explorar formas que sean sustentables, de largo plazo y que minimicen el efecto que la preservación digital pudiera tener en la generación de basura tecnológica y sobre el medio ambiente en relación necesariamente con el cambio climático”.

Por ejemplo, las búsquedas de contenidos en general requieren conectar varias bases de datos y generan CO2 que impacta al planeta. Este tema ha sido estudiado a partir de la perspectiva de los grandes centros de datos, pero también debemos analizar la repercusión que tiene en los archivos sonoros y audiovisuales, dado que precisamente una razón de ser de estas instituciones es que tengan visibilidad y sean consultadas, precisa Rodríguez Reséndiz.

Caducidad en la tecnología

Perla Rodríguez manifiesta que el siglo XXI se caracteriza por la creación y proliferación de documentos de origen digital cuyo riesgo de pérdida es mayor al que podrían tener los analógicos, porque su permanencia depende de un soporte único y se requiere sistemáticamente migrarlos de plataforma.

Frente a este fenómeno, que no podemos omitir, las instituciones responsables de la memoria, autoridades y archivistas deben ser conscientes de que se requiere un trabajo continuo, dotar de recursos económicos de forma constante y una visión de largo plazo; “sin embargo, eso es difícil de lograr”, acotó la experta.

Detalla que los archivos audiovisuales –fílmicos, videográficos y sonoros– son parte del patrimonio de la humanidad y de relevancia para la sociedad porque constituyen los testimonios de la historia contemporánea; son tangibles porque en el caso de los soportes analógicos que se produjeron hasta el siglo pasado fueron creados en diversos formatos como cintas de carrete abierto, discos de vinilo, casetes, U-matic (primer formato de videocasete que se puso a la venta), cintas Betacam, VHS y películas de nitrato, entre otras.

Más aún, precisa, es un legado que resguarda el pensamiento de la humanidad, que en ocasiones no encontramos en los libros, sabemos que el documento impreso ha sido uno de los principales vehículos del conocimiento; sin embargo, en la era actual proliferan contenidos digitales sonoros y con temas de relevancia contemporánea.

Por último, considera que esta efeméride es fundamental para los archivos, porque a partir de 2005 se visibiliza la importancia que tienen los archivistas sonoros y audiovisuales como guardianes de este patrimonio que caracteriza a la era moderna.

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

Condiciones atmosféricas desfavorables para la dispersión de contaminantes causan los altos niveles de ozono

  • Temperaturas máximas altas para noviembre, vientos débiles y un sistema anticiclónico en niveles medios
  •  Las condiciones desfavorables continuarán el lunes y martes, el miércoles entrará un frente frío que probablemente favorecerá la dispersión de contaminantes

Un sistema anticiclónico que afecta varios niveles de la atmósfera sobre el centro del país ha provocado vientos débiles y condiciones de subsidencia, esto quiere decir que inhibe la dispersión vertical de los contaminantes. Esta condición estuvo acompañada por la ocurrencia de una temperatura máxima mayor al promedio para un 12 de noviembre, muy cerca del máximo histórico; también hubo ausencia de nubosidad, lo que favorece que la radiación ultravioleta llegue a niveles bajos.

El día de ayer la estación ubicada en la UNAM, en el Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático, alcanzó los 155 ppb a las 15 hrs y 157 a las 16 hrs en la concentración de ozono, manteniéndose la calidad del aire en la categoría de muy mala hasta las 18 hrs. Otras estaciones de la red también registraron niveles mayores a 135 ppb. La temperatura también alcanzó niveles muy altos para un 12 de noviembre, con 24.1 ºC en la UNAM y más de 27 ºC en el centro de la ciudad.

Las condiciones meteorológicas que se pronostican para lunes y martes no favorecen la dispersión de contaminantes y se espera que el miércoles, con la entrada de un frente frío, mejore la dispersión de contaminantes.

El Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático, mantendrá informada a la comunidad universitaria y a la población.

Usuarios de transporte público se estresan en sus recorridos

• El estrés ambiental tiene consecuencias en la salud mental, la calidad de vida de las personas, incluso en la economía: Paula de Gortari
• Constantino Macías García estimó que se requiere voluntad individual para cambiar hábitos de movilidad
• Quienes pasan más tiempo transportándose, con mayor frecuencia evalúan y perciben riesgos, dijo Fransilvania Callejas Pérez

El 18 por ciento de quienes viven y trabajan en la Ciudad de México (CDMX) aseguran que siempre o casi siempre experimentan estrés durante sus traslados, principalmente en el transporte público, pero en quienes habitan en municipios conurbados y en el Estado de México y se desplazan a la capital, aumenta hasta 24 y 35 por ciento, respectivamente.

Así lo expuso Fransilvania Callejas Pérez, del Programa de Maestría y Doctorado en Psicología, de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM, quien realizó un estudio durante la emergencia sanitaria por coronavirus, en el cual 80 por ciento de los usuarios de ese servicio reportó que sus recorridos son largos, de 60 a 240 minutos, principalmente para quienes residen en las áreas limítrofes de la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) y se movilizan a la metrópoli.

Previamente, la directora de la Escuela de Extensión UNAM-San Antonio, Paula de Gortari, expuso que el estrés ambiental tiene consecuencias en la salud mental, la calidad de vida de las personas, incluso en la economía. Estudios recientes advierten que los problemas de movilidad cuestan a los mexicanos cerca de 69 mil millones de pesos.

El estrés por la espera en ambientes de naturaleza tensa, como un hospital, también deben ser evaluados, acotó, al tiempo que se pronunció por implementar políticas públicas que brinden condiciones físicas humanizadas.

A su vez, el titular de la Escuela de Extensión UNAM-Canadá, Constantino Macías García, expresó que en reiteradas ocasiones las personas son objeto de agresiones prolongadas -como el ruido y la contaminación- afecciones crónicas de las cuales es necesario hacer conciencia.

Durante el Tercer Seminario de las Acciones del Posgrado de la Facultad de Psicología de la UNAM ante la Pandemia COVID-19 “Estrés ambiental en el transporte y en los hospitales”, coincidió con Paula de Gortari en las políticas públicas, a fin de reestructurar la forma en como nos transportamos. No obstante, puntualizó, también se requiere voluntad individual para cambiar hábitos de transporte.

Garantizar un ambiente seguro

Al proseguir con la exposición de su estudio, la doctorante Callejas Pérez argumentó: “No hay una relación directa entre el tiempo de traslado y el estrés, pero sí cuando intervienen variables relacionadas con cómo interpretamos y vivimos los riesgos asociados a ese tiempo y la forma en que lo enfrentamos”.

En el evento organizado por la FP y las sedes de la UNAM en Canadá y en San Antonio, Texas, externó que quienes pasan más tiempo transportándose, con mayor frecuencia evalúan y perciben riesgos, lo que les hace experimentar estrés con mayor regularidad.

Para evitar esta situación, pueden usar estrategias de distanciamiento emocional al pensar en otras situaciones y distraerse de lo que ocurre en el momento; eso sólo se logra si se garantiza un ambiente seguro, sin riesgos de robo o asalto.

En su investigación -efectuada con base en 32 entrevistas cualitativas y tras analizar 728 instrumentos contestados en línea- también preguntó sobre aspectos relacionados con el tiempo, la comodidad y el costo del transporte, entre otros asuntos.

El 50 por ciento de los usuarios consideró que nunca o casi nunca su traslado es seguro y las unidades no están limpias. Además, 78 por ciento expresó que tampoco está a salvo ante las condiciones de coronavirus.

“Con la pandemia, además de estos problemas cotidianos, se presentan otros asociados al riesgo de contraer COVID-19, relacionados con el comportamiento de choferes y usuarios como el no usar cubrebocas, lo que genera ansiedad, estrés y miedo a contagiarse”, manifestó la universitaria.

La falta de limpieza, uso de unidades viejas o alto número de pasajeros fueron vistos como molestia, pero no se percibió como un riesgo a la salud. Hoy, la mala ventilación y el hacinamiento se advierten como un peligro de contraer el SARS-CoV-2.

Y detalló: durante la emergencia sanitaria se modificaron los patrones de movilidad, pues ante el confinamiento disminuyó considerablemente el tráfico en la ZMVM, en donde se realizan cerca de 35 millones de viajes, de los cuales siete millones son en transporte público.

En la sesión, Maricela Irepan, también del Programa de Maestría y Doctorado en Psicología, refirió un estudio sobre simulación ambiental con 132 pacientes, a quienes se proyectaron imágenes y videos con contenidos naturales, a fin de crear ambientes restauradores, relajantes.

Ante los resultados positivos de este tipo de espacios, hospitales comenzaron a implementar áreas verdes, jardines terapéuticos o terrazas. Asimismo, instalar pantallas que simulan el cielo o áreas con árboles en salas de radioterapia, subrayó la universitaria acompañada por la académica del Posgrado de la FP, Patricia Ortega-Andeane.

19S: Cuando los sismos generan tsunamis

[vc_row][vc_column][vc_column_text]

Nota original de: Ciencia UNAM
Fecha de publicación: 19 de septiembre de 2019
https://ciencia.unam.mx/contenido/infografia/86/19s-cuando-los-sismos-generan-tsunamis

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]El tsunami o maremoto es una ola destructiva; la mayoría es producto de sismos. Explora en la infografía de hoy las características y alcances de este fenómeno natural.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

¿Cómo se genera un Tsunami?

[vc_row][vc_column][vc_column_text]

Nota original de: Gaceta UNAM
Fecha de publicación: 23 de junio de 2020
https://www.gaceta.unam.mx/como-se-genera-un-tsunami/

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]
  • Al generarse un sismo cerca de zonas costeras, el suelo oceánico se mueve y genera masas de agua que se desplazan por todo el oceáno, comenta la doctora Xyoli Pérez Campos, del Servicio Sismológico Nacional.

Un tsunami se genera cuando hay un sismo cercano a una costa, y crea una serie de desniveles en el mar. La doctora Xyoli Pérez Campos, titular del Servicio Sismológico Nacional e investigadora del Instituto de Geofísica de la UNAM, explica que “Un tsunami se genera cuando una placa se mete por debajo de la otra, hay una región donde se acoplan, se atoran y acumulan energía y deformación, y cuando se rompe, se genera el sismo, y ese rompimiento hace que esta deformación se libere haciendo que se mueva el suelo oceánico, empujando el tirante de agua y generando que esa masa de agua se desplace por todo el océano, llegando a costas locales, a eso se le llama tsunami local, y cuando llegan a otras costas lejanas, se le conoce como teletsumani.

En conferencia virtual, luego del sismo de 7.5 que se originó en la Costa de Oaxaca, la doctora Pérez Campos, señaló que “es importante recordar que un tsunami no sólo se refiere a estas grandes olas de decenas de metros, también pueden ser unos cuantos centímetros y esto se mide gracias a los mareógrafos, que nos permiten medir los niveles del mar, el servicio mareográfico del Instituto de Geofísica de la UNAM tiene un gran conjunto de estaciones y con ello permite el monitoreo puntual de las elevaciones”.

También agregó que “el tsunami no es una sola ola, es el cuerpo de agua moviéndose y puede tener variaciones en sus niveles en las costas”.

“El proceso se observa en toda la costa – comenta, la estación que registra el nivel más alto, es en Huatulco, que muestra alrededor de 60 centímetros. Lo más grande del tsunami se puede dar en las cosas cercanas al epicentro, y con modelos de la Secretaría de Marina, y el Centro de Investigación Científica y Estudios Superiores de Ensenada, se estima cuál será la altura posible del tsunami en todas las costas mexicanas y con eso, la Secretaría de Marina emite boletines correspondientes, el boletín que emitió sugiere que las alturas máximas de olas se darán en la zona cercana al epicentro”.

El doctor Hugo Delgado Granados, director del Instituto de Geofísica de la UNAM, también comentó que “el tsunami empezó 30 minutos después del sismo, es un proceso largo que puede seguir por un periodo de hasta un día. Los cambios se dan en el nivel del mar, por el momento son 60 centímetros aproximadamente”. Delgado Granados señaló que la estimación es que la altura máxima sea de un metro.

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

Desaparición de arrecifes de coral: original tecnología para amortiguar los daños

Cuando Rodolfo Rioja era estudiante de biología en la FES Zaragoza, hace aproximadamente veinte años, exploró los arrecifes coralinos de la península de Yucatán y quedó maravillado por su belleza.

Desde entonces dedicó su vida a la investigación, pero también ha sido testigo de la destrucción de los arrecifes. Rioja, académico de la Unidad Multidisciplinaria de Docencia e Investigación de la Facultad de Ciencias en Sisal, Yucatán indicó que las razones de esta destrucción son diversas, pero se pueden agrupar en tres:

  • Efectos del cambio climático
  • La actividad humana
  • Fenómenos naturales, como los huracanes

La investigación de Rioja se ha basado en los arrecifes de Cozumel, Puerto Morelos y Cayo Arenas, donde aún se conserva una parte muy pequeña de los arrecifes que existían. “Este ecosistema que conocen mis alumnos no es el mismo que yo conocí hace tres décadas”, añadió el también responsable del Laboratorio de Análisis Espacial de Zonas Costeras.

Existían colonias de coral, que son las que forman los arrecifes coralinos, que tenían más de 400 años de edad y que recientemente han desaparecido. Eso significa que las condiciones de hoy son muy distintas a las que ha habido en cientos de años.

La recuperación de los arrecifes es muy lenta porque las colonias que los conforman crecen aproximadamente un centímetro y medio cada año. “Son afectados rápidamente, pero su recuperación es muy tardada o nula dado que hemos alterado las condiciones del sistema de distintas maneras”

Los servicios ambientales

Los arrecifes coralinos son fundamentales por los servicios ambientales que prestan. Por ejemplo:

  • Funcionan como barreras naturales que protegen las costas de los huracanes
    son refugio de algunas especies de importancia comercial
  • Atraen al turismo
  • Poseen sustancias que pueden aplicarse en la medicina.

Al proteger la costa, los arrecifes coralinos mantienen las playas en buen estado y con arena, es decir, atractivas para el turismo. Sin embargo, el aumento de la temperatura, como consecuencia del cambio climático, hace que una relación muy importante entre los corales y las algas se modifique y los corales se vuelvan blancos y puedan morir.

Otro problema relevante es el desarrollo de la infraestructura. “Conforme aumentan las personas que viven en la costa, será mayor la contaminación en el agua que llega a los arrecifes de la península de Yucatán”, dijo el académico universitario.

La península es un sistema cárstico, es decir, el agua de la superficie del terreno se filtra fácilmente al manto freático que está muy conectado por ríos subterráneos que desembocan en el mar. Como las aguas residuales reciben un tratamiento muy limitado no se eliminan los principales contaminantes producto de la actividad humana, y éstos llegan a los arrecifes.

La sobrepesca es otro problema. “Nos hemos comido a los animales que mantenían el equilibrio, por lo cual los arrecifes coralinos, ya dañados por la contaminación y el cambio climático, ahora son arrecifes dominados por macroalgas”.

Al no tener arrecifes sanos con una buena cobertura de corales, pierden su complejidad estructural y por lo tanto su capacidad de proteger las costas del oleaje.

En la UNAM

Para mejorar la situación de los arrecifes en la península de Yucatán, Rodolfo Rioja ha desarrollado una técnica de modelación a través de fotografías digitales. Con un equipo formado por estudiantes y colaboradores, el académico acude a los sitios donde hay arrecifes para tomar fotografías de su superficie.

Las fotografías se procesan con técnicas de fotogrametría digital, lo cual permite hacer estudios ecológicos e imprimir modelos a escala en 3D. En un canal de oleaje los modelos se utilizan para determinar cuánto los arrecifes disminuyen la fuerza del oleaje causado por tormentas y huracanes, y de esta manera determinar su capacidad de protección a la costa.

Los modelos 3D se imprimen en laboratorios del posgrado en Diseño Industrial y las pruebas de oleaje se realizan en la Unidad Sisal del Instituto de Ingeniería.

El objetivo final es construir estos modelos a una escala mayor para colocarlos en zonas donde había arrecifes y/o que tengan un problema de erosión de playa, y así recuperar un poco las zonas afectadas.

¿Qué puede hacer la gente común?

En la conservación de los arrecifes, los habitantes de las comunidades costeras pueden ayudar “muchísimo”, por ejemplo, al disminuir sus hábitos de consumo, lo cual reduce su “huella” en los ecosistemas costeros.

Por otra parte, las autoridades deben:

  • Crear regulaciones más estrictas sobre el agua que llega al mar, para que el manto freático esté en mejores condiciones
  • Promover un crecimiento ordenado de la zona costera
  • Fortalecer las áreas naturales protegidas, que son la mejor herramienta para conservar la biodiversidad.