Enfermeras: lo que son, lo que hacen y lo que aportan


Anteponer la vida de los demás a la propia es una vocación para la cual no todos estamos preparados. Además del riesgo cotidiano inminente que esto significa, el cuidado de la salud precisa de un amplio grado de empatía imperante ante cualquier padecimiento o enfermedad.

“Porque podemos ser muy buenos técnicos, pero si no tenemos esa sensibilidad y vocación que se requiere para cuidar al otro en la salud, en la enfermedad, difícilmente podríamos decir que somos buenos profesionales de la enfermería. No es fácil ver a otro ser humano sufrir al saber que no hay una cura específica para su enfermedad”, afirma en conversación con Prisma RU de Radio UNAM, Rosa Zárate Grajales, directora de la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia (ENEO) de la UNAM.

A pocos meses de que el Consejo Ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) designara el 2020 como el ‘Año de la enfermera y la matrona’, la labor que realizan las enfermeras frente a la actual pandemia -quizá- no es de celebrar, sino de conmemorar.

De acuerdo con Zárate Grajales, la pandemia reflejó la necesidad de profesionales de la salud en diferentes ámbitos, y en este sentido, la escasez de personal de enfermería se encuentra en un estado crónico.

Actualmente México cuenta con alrededor de 350 mil enfermeras al frente de la atención preventiva y diagnóstica del sector salud, un número muy por debajo de lo indispensable, pues refleja un promedio de 2.9 enfermeras por mil habitantes.

Ante la necesidad, el gobierno se dio a la tarea de contratar personal médico, pero las cerca de 20 mil enfermeras generales y tres mil 500 enfermeras especialistas contratadas no son suficientes.

“Quisiéramos llegar a una tasa media como la que tiene la OCDE y los países que la integran, para lo cual necesitaríamos el doble de enfermeras, o sea, 300 mil más”.

En este sentido, la académica universitaria hizo énfasis en el llamado que la Organización Mundial de la Salud hizo sobre la inversión en personal de enfermería que cualquier país debería hacer, de ello depende contar o no con mejorar la salud, ya que una economía más sana es una economía más poderosa.

La Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia

En la formación de estudiantes de enfermería, la Universidad Nacional Autónoma de México juega un papel importante. Año con año, la matrícula para esta licenciatura va en aumento, una situación que rebasa las capacidades de albergue con las que cuenta la máxima casa de estudios del país.

A decir de Rosa Zárate, hay entre 13 y 14 mil jóvenes que quieren estudiar enfermería, de los cuales, la Universidad sólo puede atender a la mitad. “Sólo 800 pueden ser recibidos en la ENEO y otros tantos en la Escuela de Enfermería de la FES Zaragoza e Iztacala. Es decir, de 14 mil, sólo se aceptan mil 600”.

La Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia (ENEO) tiene por el momento seis mil 500 estudiantes, de los cuales, la mitad están en el sistema escolarizado en dos licenciaturas: Enfermería y Enfermería y Obstetricia, mientras que el otro tanto cursa el sistema abierto y a distancia. De este total de estudiantes, 600 egresan al año.

La ENEO también cuenta con postgrado, maestría y especialización en 15 áreas de campos de conocimiento, en donde actualmente se encuentran estudiando 700 enfermeras.

“Somos una disciplina joven, pero una profesión ancestral que siempre ha estado en el cuidado de las personas”, concluyó la directora de la ENEO.

No hay signos que indiquen la existencia de civilizaciones en otros planetas

En incontables ocasiones la raza humana se ha cuestionado la existencia de vida en otro planeta. Pensar que en el Universo la Tierra es el único escenario de vida inteligente hizo posible el desarrollo de tecnologías capaces de fabricar naves que nos proyectaran más allá de nuestra atmósfera.

Fue así como visitamos la Luna y regresamos de ella; nos posamos sobre asteroides para conocer superficies in situ de miembros del sistema solar; hemos pisado Marte y llegado hasta las inmediaciones de Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón. Todo con tal de ampliar nuestro conocimiento en torno a esa otra parte de la naturaleza con la que no habíamos tenido contacto.

De entre todos los estudios que se tienen desde que el hombre habita La tierra, ¿hemos encontrado vida en nuestro universo cercano?

De acuerdo con Daniel Flores Gutiérrez, astrónomo del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a pesar de no conocer la existencia de vida microscópica en los satélites de Júpiter o Saturno (bajo ciertas condiciones), hasta la fecha tampoco se han hallado elementos concluyentes que indiquen la existencia de civilizaciones en otros planetas. Ni siquiera en la “tradicional propuesta de vida” en Marte. Es decir, no existe vida inteligente en el sistema solar.

No obstante, es muy probable que en el Universo haya vida inteligente, “de eso estamos convencidos al estudiar la formación de estrellas y notar procesos similares en diferentes ámbitos de nuestra galaxia”. En nuestro Universo cercano hay al menos 300 mil millones de galaxias y quizá hasta dos millones de millones. Así, si cada galaxia tuviese 300 mil millones de estrellas como nuestro sol, entonces existirán miles de millones de planetas con probabilidad de haber desarrollado vida.

Flores Gutiérrez hace referencia al descubrimiento de Kepler-186f, un planeta parecido a la Tierra que orbita alrededor de una estrella similar a nuestro sol, con atmósfera y agua, pero con una distancia de nosotros no menor a los 400 años luz, una espacio imposible de recorrer bajo nuestras limitaciones, ya que requeriríamos de millones de años para llegar a dicho planeta.

En cuanto al sistema solar más cercano a nosotros, Alfa Centauri se localiza a cuatro años luz del Sol. De querer ir hacia ella, “a nuestra tecnología actual o la que pudiésemos desarrollar en 200 años, el tiempo en el que tardaríamos en llegar a esa estrella sería en 170 mil años de viaje, sólo de ida”.

Es decir, se necesitan miles de generaciones de humanos que vivan, nazcan, se reproduzcan y mueran en una atmósfera construida, dentro de una nave, únicamente para albergar vida no sólo humana, sino vegetal y animal que sustente la vida del género humano. Por eso es imposible siquiera pensar en la posibilidad de mantener comunicación física con seres inteligentes fuera de nuestra Vía Láctea, es decir que habiten en otras galaxias.

El astrónomo universitario sostiene que, tomando en cuenta las distancias a las estrellas cercanas, la probabilidad de viajar a la galaxia más cercana es todavía menos posible. Andrómeda (M31), a pesar de ser visible, se localiza a más de dos millones de años luz de nosotros. “Esto quiere decir que estamos hablando de miles de millones de años de viaje. No es posible. ¿Cuántas generaciones de humanos se necesitarían para viajar a esa galaxia?  Millones y millones de generaciones de humanos”.

Por eso, la idea de ser visitados por algún extraterrestre montado en platillos voladores, habría que desecharla. La existencia de estos objetos volando nuestros cielos tiene, desde la ciencia, una explicación lógica.

“Son visiones que me hacen pensar que los ovnis no son objetos sólidos, son objetos producidos por fenómenos naturales aquí en la tierra, como lo son la eyección de materia desde la corteza terrestre y que al surgir de ella, como conglomerados ionizados, pueden  interactuar con el campo magnético de la Tierra y conformarse como objetos aparentemente sólidos y brillantes, y que podemos interpretar como naves”. Incluso haciendo posible que puedan detectarse con radares o como puntos luminosos al efectuar movimientos caóticos.

Agrega que en algunas ocasiones la aparición de este tipo de objetos está asociado a zonas volcánicas, donde sabemos hay eyecciones de gases, o como en fenómenos naturales relacionados a movimientos telúricos.

“Cuando ocurren terremotos intensos llegan a observarse relámpagos en diferentes direcciones. Esto sugiere que durante los terremotos también hay surgimiento de materia gaseosa que puede estar ionizada y que podemos verlo como relámpagos”.

Para el investigador, quien tiene a su cargo el Anuario del Observatorio Astronómico Nacional, es muy común que este tipo de imágenes o sucesos de ovnis sean relacionadas con noticias que fueron publicadas en el pasado, respecto a la aparición de discos voladores en ciertas zonas alrededor del mundo, las cuales han quedado impregnadas en nuestros recuerdos. Existen multitud de imágenes o videograbaciones que muestran ovnis con diferentes formas, unas de otras, que al verlas, nuestro cerebro trata de interpretarlas y compararlas con las geometrías de cosas que ya conocemos.

Brasil ante la epidemia de coronavirus


En entrevista para Prisma RU, la doctora Regina Crespo investigadora del CIALC, explica cómo se está haciendo frete a la epidemia de COVID, cuando en ese país se han acumulado más muertos que en China.

Estamos al borde del caos, es una tristeza lo que se está viviendo en Brasil, que es la principal economía de la región. El presidente Bolsonaro cuenta con el 30% de la población que todavía lo apoya, no obstante lo mal que se ha actuado, pues hay un negacionismo acerca de la pandemia, hay un conflicto entre el gobierno federal y los gobiernos estatales y una lucha para que a gente regrese a trabajar, en contra de las recomendaciones de las autoridades de salud. Todo eso es casi una invitación al caos en el país.

Bolsonaro boicotea todas las iniciativas de los gobernadores de los estados que tratan de que se cumplan o que dicta la OMS. La situación es tan caótica. Ya hay un estado de excepción, aunque no oficial, pero de facto ya se estableció, pues, por ejemplo, se puede enterrar a las personas sin saber quiénes son (lo que se hizo durante la dictadura militar), se están eliminando derechos de los trabajadores, se están vendiendo las estatales y se están disminuyendo las reservas hechas durante los gobiernos progresistas. El país está en una especie de limbo. El panorama es trágico.

Agenda virtual de UNAM-Canadá disponible en las pantallas de al menos 40 mil usuarios

[vc_row][vc_column width=”1/2″][vc_video link=”https://youtu.be/fWSrF4viYKA”][/vc_column][vc_column width=”1/2″][vc_video link=”https://youtu.be/VvyVw-lrWO0″][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Pocas semanas después de que se comenzara a practicar la distanciación social con el fin de frenar el crecimiento de la COVID-19, las pantallas de computadoras y móviles se convirtieron en ventanas abiertas al entretenimiento, a la educación y a la cultura.

La UNAM-Canadá, quien por este año celebra su 25 aniversario de fundación, se ha destacado, por mantener una oferta de contenidos diarios en sus canales virtuales. En el interés de compartir contenidos de gran calidad, la sede ha generado una agenda semanal de eventos o productos digitales, la cual retoma la experiencia de Cultura UNAM quien, a pocos días de iniciados los confinamientos, ya daba acceso a una amplia oferta de actividades en línea.

A través de sus redes sociales, esta sede, pone a disposición de sus 40 mil seguidores los materiales cortesía de la UNAM: de la Filmoteca, TV UNAM, Descarga UNAM, Cultura en línea o Cursos Grandes Maestros, como una forma de promover, entre canadienses y latinoamericanos, las expresiones culturales divulgadas en los materiales de alta calidad producidos por nuestra Máxima Casa de Estudios. Asimismo, lo anterior se integra a las propuestas de gestión propia y/o en alianza con instituciones o personas del entorno académico-cultural local.

Solo en las últimas semanas la agenda virtual de UNAM-Canadá ofertó cerca de 30 eventos/productos digitales de cortesía, en alianza o materiales culturales propios. Dichas publicaciones han reportado, hasta el cierre de abril, la sumatoria de más de 10 mil interacciones, sean likes, consumo del material ofrecido, difusión del mismo entre contactos (share), así como otras acciones de los usuarios en las redes sociales.

Es así como desde el confinamiento, tanto en Canadá como en otras latitudes: los estudiantes de español y asiduos visitantes de la sede, los internautas apasionados por la lengua y cultura hispana en general tienen acceso y consumen las diversas opciones dispuestas por esta Escuela de Extensión, por mencionar algunas:
• La exposición virtual Idilio, de la péndola al lienzo.
• Los cursos de dibujo con el artista mexicano Alejandro Dorantes.
• Las lecturas dramatizadas de poemas de Gabriela Mistral, Sor Juana Inés de la Cruz e Irma Pineda, esta última en zapoteco y en español.
• Las microcharlas con temas de cultura general: el conocimiento científico, la interculturalidad y otros.
• La presentación del documental El Mural de la ecuatoriana Daniela Merinos y una breve charla con ella y la historiadora del arte de la UNAM, Esperanza Garrido.
• Las entrevistas con canadienses, Chatting with Canadians, una iniciativa del área de inglés de la sede para promover cultura y para la práctica de la escucha en inglés.
• La charla con profesores de español y cultura sobre Cultura en la distancia, una iniciativa del área de español para la promoción de los cursos de cultura y actualidad.
• Las cápsulas literarias de la biblioteca Juan Rulfo de la UNAM-Canadá.
• Los podcasts de Descarga Cultura, las películas y documentales de la Filmoteca, los cursos de Grandes Maestros.
• Entre otras.

Esta proyección de las actividades académicas y culturales no solo se constituyen como respuesta a la coyuntura actual, sino que también adelantan algunas de las acciones que se planeaban para la promoción de la sede con motivo de sus 25 años. Plan que se continúa enriqueciendo con otras interesantes publicaciones y eventos que en los siguientes meses estarán a disposición y que serán seguramente de interés del público.

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COVID-19 genera retroceso en la lucha contra el plástico

La gestión de residuos sólidos, en el contexto del la COVID-19, presenta dos dificultades, la primera se debe al confinamiento domiciliario de pacientes contagiados y la alta transmisibilidad del virus que ha ocasionado el uso de cubrebocas y guantes para minimizar el contagio. Estos objetos terminan en la basura y causan incertidumbre en los trabajadores de limpia quienes han exigido equipo de protección que garantice su seguridad.

La doctora Nancy Jiménez Martínez, investigadora del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM) de la UNAM, refirió que la segunda dificultad es el manejo de los residuos biológicos, hospitalarios y sólidos urbanos (generados en casa). “Hemos observado cómo los recolectores hacen un llamado a la ciudadanía para que rocíen con alcohol o cloro los desechos para evitar el contagio”.

Ante la crisis sanitaria, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) elaboró la Cartilla para Mejores Prácticas para la Prevención del COVID-19 en el Manejo de Residuos Sólidos Urbanos. “Una iniciativa para que los gobiernos municipales y estatales tengan nuevas herramientas para capacitar de manera rápida, y esperemos que efectiva, al personal que trabaja en este sector y que le diga paso a paso una serie de medidas”.

Jiménez Martínez señaló que debido a la contingencia sanitaria hay un paro temporal de las actividades de reciclaje y separación, lo que ha provocado que todos los residuos terminen en los vertederos o sean incinerados. De acuerdo con la investigadora, dicha práctica representa un retroceso en la lucha contra los plásticos que ha desalentado el uso de vasos, bolsas reutilizables, y al mismo tiempo, ha incrementado el consumo de agua embotellada, cubrebocas, mascarillas, guantes desechables y toallitas desinfectantes.

Retransmisión: “Violencia y acoso en línea: perspectivas + estrategias de autocuidado” con la especialista Irene Soria.

Desigualdades educativas y la brecha digital en tiempo de COVID-19

 

“Las instituciones educativas han acudido a una variedad de tecnologías para seguir impartiendo educación a más de 36 millones de niños y adultos en el país, pero lo que representa una solución para algunos sectores de la población se ha convertido en una vía de exclusión para otros”, apuntó Marion Whitney Lloyd, investigadora del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE) de la UNAM.

La investigadora universitaria, explicó que existe una brecha digital influida por diversos factores que determinan el uso y acceso a las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). Algunas de ellas son la condición socioeconómica, el género, la ubicación geográfica y el tipo de institución educativa.

Whitney Lloyd destacó que dichas brechas influyen en la posibilidad que tienen los estudiantes de aprender y acceder a la educación. Igualmente, mencionó que en México, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de Ia Información en los Hogares (ENDUTIH) 2018, el 64 por ciento de la población mexicana utiliza el Internet, pero sólo 53 por ciento tiene acceso desde su casa, esto revela que la mitad de los mexicanos puede tomar clases en línea desde su propio hogar.

“Las clases en línea han enfrentado fuertes resistencias por la falta de preparación de los profesores en la modalidad. ¿Qué pasará con los alumnos de las universidades, centros culturales en donde una mayoría son indígenas? Actualmente, muchos de estos alumnos se han quedado sin clases ante la falta de acceso a Internet en sus lugares de origen”.

La académica universitaria hizo especial énfasis en la necesidad de implementar medidas para eliminar las brechas tecnológicas y que éstas no se transformen en brechas educativas.

Retransmisión:Degradación de ecosistemas y enfermedades emergentes

https://youtu.be/_nnaDlrImd4

 

Seminario Internacional Tópicos de Frontera en la Sustentabilidad 2020, con el tema: “Degradación de ecosistemas y enfermedades emergentes”. transmisión en vivo desde el canal de Youtube: COUS UNAM
Participarán como ponentes el Dr. Gerardo Ceballos González, del Instituto de Ecología y el Dr. Gerardo Suzán Azpiri de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia.

De la UNAM, casi la mitad de las enfermeras en México


En México existen alrededor de 315 mil enfermeras y enfermeros, casi la mitad egresados de la UNAM, pero hacen falta 350 mil más para cubrir el déficit generado por esta pandemia y estar en condiciones de atender a los afectados, afirmó Rosa Amarilis Zárate Grajales, directora de la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia (ENEO) de la UNAM.

En una población de más de 120 millones de personas, actualmente hay cerca de 2.4 de estos profesionales de la salud por cada mil habitantes, cuando deberíamos tener por lo menos 4.4, recalcó la especialista.

Zárate Grajales indicó que anualmente egresan a nivel nacional 20 mil estudiantes de enfermería, de los cuales mil 200 son de la UNAM. En esta casa de estudios es una de las 10 carreras con alta demanda, que se ofrece en la ENEO y las FES Zaragoza e Iztacala, dijo a propósito del Día Internacional de la Enfermera, que se conmemora mañana 12 de mayo, con el lema “Llevando al mundo hacia la salud”.

Cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el 2020 como primer Año Internacional del Personal de Enfermería y de Partería, nadie imaginó que enfrentarían el reto vocacional más agudo, subrayó.

Asimismo, refirió que de acuerdo con los registros de la Secretaría de Salud, entre 40 y 50 por ciento de las enfermeras cuentan con título y cédula de licenciatura, y el resto pertenece al sistema educativo técnico; son menos, en cambio, las que han obtenido una maestría o un doctorado.

“En nuestro país, el personal de enfermería ocupa cerca del 50 por ciento del total de los trabajadores del sistema de salud; en el mundo representan el 59 por ciento”, agregó la directora de la ENEO.

Todas vs. COVID-19

Más adelante, sostuvo que todas las enfermeras y enfermeros de este país trabajan contra la COVID-19, salvo quienes se encuentran en actividad docente.

“En la elaboración de políticas, manuales, investigación, docencia, atención… están en la primera línea de batalla, ya sea en centros comunitarios, en centros de atención vía telefónica o en los hospitales COVID”, puntualizó.

También hizo mención de la labor de alumnos de posgrado, quienes realizan alguna especialización, y de los pasantes en servicio social, que atendieron la convocatoria para acudir a instituciones de salud para colaborar en ellas “con todas las prestaciones”.

“Desde la UNAM, hemos luchado para que se reconozca a la enfermería como una disciplina con un rol ampliado de la práctica profesional, que ha avanzado hacia el posgrado; para que tenga visibilidad como una actividad de alto riesgo, que requiere mucha sensibilidad, no sólo conocimiento científico”, resaltó.

Rosa Amarilis Zárate consideró que el miedo, el temor, la impotencia y el desconocimiento han llevado a algunas personas a agredir al personal de enfermería, pero eso está cambiando.

“Cada vez son menos porque es más la población solidaria que nos apoya y reconoce, que aplaude, canta, que nos alimenta y ofrece habitaciones y transporte”, concluyó.

2020, año internacional

El 2020 fue declarado como Año Internacional del Personal de Enfermería y de Partería por marcar el bicentenario del nacimiento de Florence Nightingale, la fundadora de la enfermería moderna. Ella consiguió, en el siglo XIX que los enfermos estuvieran atendidos las 24 horas. Fue matemática y utilizó la información que recopilaba para analizarla estadísticamente.

Realizaba rondas a la luz de un candil, por lo que la llamaron “La dama de la lámpara”. Resumió en cinco puntos sus mejoras en higiene y cuidado sanitario para asegurar la salubridad: aire puro, agua pura, desagües eficaces, luz y limpieza, sobre todo de manos.

Instituto de Investigaciones Estéticas convoca a la Especialización en Historia del Arte


Con el objetivo de ofrecer un panorama general sobre la Historia del Arte y formar profesionales que incidan en el campo artístico y cultural local, el Centro de Extensión Oaxaca del Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) de la UNAM invita a cursar la Especialización en Historia del Arte, dirigido a aquellos interesados en las artes, así como artistas, historiadores, filósofos, arquitectos, diseñadores, gestores culturales y egresados de carreras afines.
La Especialización se imparte en Oaxaca desde 2018 en una colaboración entre la Facultad de Filosofía y Letras, el Instituto de Investigaciones Estéticas y la Coordinación de Posgrado en Historia del Arte. Es el primer programa a nivel posgrado en el área de las Humanidades que la UNAM oferta en la entidad y es de carácter gratuito.
Los seminarios son impartidos por expertos en los diversos campos de conocimiento de la historia del arte (indígena, virreinal, moderno, contemporáneo, mundial, entre otros), en modalidad de tiempo completo con una duración de dos semestres. Actualmente se imparte en dos sedes: Ciudad Universitaria (Unidad de Posgrado y Facultad de Filosofía y Letras) y el Centro de Extensión Oaxaca del IIE, ubicado en la ciudad de Oaxaca.
La convocatoria estará abierta del 13 de abril hasta el 4 mayo de 2020, último día para que los aspirantes envíen la documentación solicitada, la cual podrás consultar en: historiarte.esteticas.unam.mx y www.posgrado.unam.mx/admision/agosto2020.

Informes Ciudad Universitaria:
Coordinación del Programa de Especialización, Maestría y Doctorado en Historia del Arte. Unidad de Posgrado, Edificio “G” primer nivel, Circuito de Posgrados, Ciudad Universitaria, C.P. 04510, México, Alcaldía Coyoacán, Cd. de Mx.
Horario de atención: Lunes, Martes, Miércoles de 10:00 a 14:00 hrs y de 16:00 a 18:00 hrs. Viernes solo de 10:00 a 14:00 hrs.
Teléfono: 5623 7040
Correo electrónico: posgradoenhistoriadelarte@yahoo.com.mx
Página web: http://historiarte.esteticas.unam.mx

Informes Sede Oaxaca Instituto de Investigaciones Estéticas
Dr. Gonzalo Sánchez Santiago
Antonio de León No. 2 altos, C.P. 68000 Centro Histórico, Oaxaca, Oaxaca.
Horario de atención: Lunes a Miércoles de 9:00 a 14:00 hrs y Jueves de 16:00 a 18:00 hrs.
Teléfono: 01 951 516 0541 ext. 523
Correo electrónico: eha.unam.oax@gmail.com

Desarrolla la UNAM estudio para evaluar contaminación por metales pesados antes, durante y después de la contingencia sanitaria

La Universidad Nacional Autónoma de México a través del Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental (CIGA) y del Laboratorio Universitario de Geofísica Ambiental (LUGA) invitan a la ciudadanía a colaborar en un proyecto cuyo objetivo es la evaluación del nivel de contaminación por metales pesados dentro y fuera de los hogares, a partir del estudio de muestras de polvo urbano recolectadas antes, durante y después de la contingencia sanitaria; los resultados permitirán la elaboración de mejores medidas de mitigación por contaminación ambiental.

Para participar, los(as) voluntarios(as) deberán barrer el interior del hogar, retirar los residuos más grandes para dejar únicamente el polvo y colocarlo en una bolsa de plástico limpia. Del mismo modo, deberán barrer un metro cuadrado de la banqueta ubicada afuera del hogar y guardarla en otra bolsa de plástico. En atención a las indicaciones de las autoridades sanitarias, la recolección exterior deberá realizarse afuera del domicilio, no es necesario ni útil recolectar en otros puntos de las ciudades.

Las bolsas con las muestras de polvo deberán ser rotuladas con los siguientes indicativos: ciudad, fecha de recolección, interior o exterior de la casa. Una muestra de 30 a 50 gramos será suficiente. La recolección de muestras se realizará los días 9, 16, 23 y 30 de mayo, por lo que al concluir cada participante deberá contar con un total de 8 muestras.


Una vez finalizada la contingencia sanitaria, los responsables del estudio de cada ciudad, se pondrán de acuerdo con los(as) voluntarios(as) para concentrar las muestras. Al concluir el estudio a cada participante se le informará el resultado con la concentración de metales pesados de sus muestras.

Se encuentra en desarrollo una aplicación para teléfonos móviles que permitirá un manejo más sencillo de la recolección de muestras, misma que será difundida en los próximos días.

La coordinación del estudio a nivel nacional se encuentra a cargo del Dr. Francisco Bautista Zuñiga y en la ciudad de Morelia el responsable es el Dr. Dante López Carmona, ambos adscritos al CIGA. Para residentes en alguna de las otras ciudades participantes se adjunta lista de contactos de sus responsables.

Se extiende la invitación abierta para sumar su valiosa colaboración con el proyecto. Para participar es necesario enviar un correo electrónico a leptosol@ciga.unam.mx y/o lopezcarda@hotmail.com Se sugiere consultar el video de orientación para recolectar las muestras, disponible en el canal de YouTube: suelos, ambiente y algo más, en la cuenta de Facebook @LugaUNAM2010 o en la página oficial: www.ciga.unam.mx

Las pandemias: breve recordatorio mundial y mexicano

La humanidad, las sociedades y los individuos tendemos al olvido de la parte cruenta y dura de la historia. Caemos en esa situación en un intento psico-social de dejar atrás lo que nos afecta y duele. La pandemia actual no es inédita, muy similares acontecimientos los hemos sufrido y superado con grandes costos sociales e individuales y si bien, aparentemente se alojan en el sector del olvido, algo se conserva colectiva e individualmente. Sin embargo, a las sociedades les toma un largo tiempo acatar, individual y colectivamente las medidas indispensables para enfrentar y superar esas crisis totales.

El presente aporte cubre dos finalidades a través de también, dos documentos. Este primero busca resaltar el hecho de que la situación actual ha sido recurrente mundial y localmente. Su abordaje es histórico-social. El segundo es el resultado de un trabajo de investigación sobre la epidemia de “las fiebres misteriosas” que en 1813 asolaron a los habitantes de la ciudad de México. Se puede consultar también en este compendio.

Durante largos periodos de la humanidad se permaneció en la ignorancia de sus causas y sus apariciones se vincularon con aspectos religiosos y de prejuiciosos sociales. Durante la Edad Media se atribuyeron las plagas a los pecados y/o a las acciones sospechosa de individuos o grupos heterodoxos. Se consideraron como una respuesta agresiva por parte de gente poco instruida y propensa a prejuicios. En nuestro país, esta manifestación, desgraciadamente se ha visto repetida actualmente en los infames y criminales ataques contra personal médico y lo que es peor, las autoridades los han dejado pasar sin aplicar severos castigos ante actos tan ruines. Pero, sin que sea en su descargo, esta gente agresiva, ignorante y sin sentido de solidaridad y civismo, ha sido víctima de un sistema que nunca los tuvo en cuenta, y que los abandonó. Aunado a esto se suma otra terrible plaga, la de la subcultura del “narco” y el enaltecimiento de sus “antivalores”, como modelos a seguir, los cuales se han propagados por series televisivas y música. Esta contribución masiva ha impedido el mantenimiento y refuerzo del sentido de unidad y empatía sociales tan necesarias en estos tiempos. No sería remoto pensar que estos grupos se conviertan en los próximos “nosferatus”, (nous y feros) “portadores de la enfermedad”.

Fue solo hasta la aparición de la modernidad científica iniciada con la Ilustración (finales del siglo XVIII) cuando se introdujeron en las sociedades los avances vinculados con sus causas, su prevención y tratamiento, éstos últimos no se diferenciaron, en aspectos generales con lo que actualmente está en funcionamiento.

Epidemias y Pandemias en el Mundo
Los libros sagrados de la cultura judeo-cristiana (La Torá y La Biblia con sus escritos sobre el Éxodo, Jeremías, Isaías, Libros de los Reyes, Nuevo Testamento y Apocalipsis) son, sin duda, la fuente más certera en donde se conserva la existencia de esos acontecimientos. Ellos explican que los pueblos primitivos, ya asentados en comunidades, estuvieron sujetos a la cólera divina que se manifestaba como castigo a la desobediencia de las normas que las divinidades imponían, enviándoles el azote de las plagas recurrentes. La terminología manejada da cuenta de que la realidad de esas epidemias se enmascaró por el uso del término “peste” y que éste, desde la Edad Media en la mayoría de los casos ha estado referido a la variedad de la peste bubónica, aunque también estuvieron presentes otras epidemias con gran periodicidad: las eruptivas (sarampión, viruela y rubeola principalmente).

Una de las epidemias más antiguas de las que se tiene conocimiento fue la que atacó a la civilización hitita en el interior de Anatolia, 300 años antes de nuestra era (1321 a 1295) y que asoló, durante más de dos décadas a los habitantes de ciudades y campos sin diferenciar capas sociales. La peste del siglo VI A.C., atacó al ejército asirio de (Senacherib) durante la campaña contra Judá. El mundo griego, dado su avance cultural, dejó claros y amplios testimonios de las “loimós”, como ellos las llamaban. Una de ellas presente en el canto Primero de La Ilíada y considerada como un castigo del dios Apolo. En las sociedades minoica-micénica y greco-helenísticas las epidemias constituían fenómenos locales temporales, sin que tengamos noticia de una auténtica pandemia. Al fundador de la medicina, el griego Hipócrates, debemos el primer tratado científico sobre las pestes, su conocida “Epidemias”.

Su obra forma parte del “Corpus Hipocraticum” que resume los escritos del médico y de otros contemporáneos; consta de siete libros y en ellos resalta el característico método hipocrático de observación y experimentación..1 En las polis greco-romanas se presentaron verdaderas pandemias que cobraron enorme número de víctimas. Es el caso de la “Justiniana”, (muestra de peste bubónica) que acaeció durante el siglo V de nuestra era, abarcó gran parte del Imperio Romano de Oriente. A su causa la población mundial perdió entre 25 y 50 millones de personas. Fue la que marcó el inició de las que se repitieron durante le época medieval, la “Peste o Muerte negra”. Como la actual pandemia, aquella también tuvo su origen en la lejana China. Es mucho lo que se ha escrito y plasmado sobre ella, aquí solo recordamos que durante una decena del siglo XIV asoló Eurasia. Se ha calculado que afectó al 40 o 50% del mundo islámico y al 60% del cristiano, enorme cifra, ya que la población de esa gran región era de aproximadamente 80 millones.

La población autóctona del Nuevo Mundo fue un rico caldo de cultivo al carecer de anticuerpos y dar lugar a que los virus de las pestes europeas, (variólica y sarampión) se cebaran en ella. La teoría de los “virgin soils” y el concepto de “terreno virgen de inmunidad” señalan la vulnerabilidad que permitió esas auténticas pandemias. Su mortalidad, literalmente diezmaron a las culturas indígenas con el colapso total de la confederación cúlua-mexica y el Tahuantinsuyu (Estado Inca). Así, la mortalidad causada por la viruela y el sarampión pudo llegar hasta el 90 por ciento de las poblaciones, aunque por lo general afectó entre un tercio y la mitad de los pueblos.2 Se la conoce como la epidemia “hueyzahuatl” o sea, “la gran lepra” o “la gran erupción” y constituyó el factor decisivo en la toma de Tenochtitlán, al estar su población ya afectada y morir diariamente un gran número de residentes y posibles defensores. Los continuos brotes variólicos que asolaron al virreinato novohispano se empezaron a tratar hacia finales del siglo XVIII, después de la epidemia de 1779. Debemos a los médicos militares su acertado tratamiento inicial con campañas de vacunación locales a las cuales se sumó la actividad de los miembros de la Real Expedición de la Viruela (1804) que logró, no sin enormes esfuerzos, implantar los centros regionales y locales de la vacuna que descubrió el inglés Edward Jenner y trajo a la Nueva España el médico Francisco Javier Balmis. Su aplicación fue un logro conjunto de médicos peninsulares y mexicanos con el apoyo de autoridades civiles y religiosas.

Durante el primer siglo de la conquista estuvieron también presentes las epidemias de tosferina, rubéola, varicela y tétanos. Junto a ellas no debemos dejar de lado el temible tifo y la tifoidea conocidos como “matlazahuatl” entre la población indígena y que se corresponden al tabardillo o tabardete. En la Nueva España fue una epidemia que atacaba mayormente a la población adulta que a la infantil. Su presencia fue continúa a lo largo de la etapa virreinal3 y entre todas ellas la población indígena del Altiplano mexicano se redujo casi en su mitad. Las de tifo más graves, con sobre-mortalidad adulta en individuos en etapa reproductiva, se dieron en cinco años del siglo XVI, en cuatro del siguiente y en dos del XVIII; destacaron las de 1692,1735, 1762 y 1813 por haber afectado a los adultos en edad reproductiva.4 Epidemias y pandemias de enormes consecuencias mundiales fueron la del “cólera morbus” que solo se propagó en América durante los siglos XIX y XX. En México, dos son las apariciones más importantes, la de 1833 y la de 1850. En la primera las recopilaciones oficiales registraron, de septiembre a noviembre, 14 mil víctimas en la ciudad capital. Para 1850, en cuatro meses, las defunciones fueron de 9,619. El cólera ha provocado a nivel mundial siete epidemias de menor o mayor importancia y algunos de sus estudiosos5 derivaron, hace muy poco tiempo, la aparición de una octava: bajo la cual ya nos encontramos al presente. Todas ellas han pasado por el empleo de medidas preventivas más o menos estrictas, las cuales no se diferenciaron sustancialmente de las que padecemos actualmente, solo que ahora el confinamiento masivo se viene a sumar como un factor con consecuencias individuales y sociales aún impredecibles.

En todas estas epidemias y pandemias, médicos y cirujanos, auxiliados por asistentes diversos, han constituido el eje central de su proceso. A ellos debemos la parte científica y lo que socialmente es más significativo, la prevención y esa abnegada relación directa con los enfermos que emana de su profesionalidad. En México, los ejemplos del desempeño de ese personal han sido y son constantes y permanentes. Día con día, ellos y ellas, no pueden acatar la medida de “quedarse en casa”. Durante siglos, su presencia ha estado junto al contagiado y en no pocos casos, quedaron como víctimas más de las pandemias.

1 Se compiló entre los siglos IV y I c.C.: Oswaldo Salaverry García, “Las Epidemias de Hipócrates”, Sociedad Peruana de Epidemiología, isbib.unmsm.edu.pe/BVRevistas/epidemiologia/v07_n2/pdf/a08v7n2.pdf

2 Carlos Franco–Paredes, Lorena Lammoglia, José Ignacio Santos–Preciado, “Perspectiva histórica de la viruela en México: aparición, eliminación y riesgo de reaparición por bioterrorismo”, Gac. Méd. Méx,

3 Aclaramos aquí que, según Nicolás León, el término tan usado de “cocoliztli” correspondió al genérico de epidemia

4 Pedro Canales Guerrero: “Historia natural del tifo epidémico: comprender la alta incidencia y rapidez en la transmisión de la Rickettsia prowazekii” en: “Epidemias de matlazahuatl, tabardillo y tifo en Nueva España y México y “Sobremortalidades con incidencia en la población adulta del siglo XVII al XIX” en: José Gustavo González Flores (Coordinador), Universidad Autónoma de Coahuila, Saltillo, 2017.

5 Victor Tovar y Patricia Bustamante, “Historia del cólera en el mundo y México” en “Ciencias Ergo Sum”, julio, vol. 7, núm. 2, Universidad autónoma del Estado de México, 2000.

La Epidemia de “fiebres misteriosas” de 1813 en la ciudad de México

La población novohispana se vio asolada por numerosas epidemias y pandemias, propiamente todas fueron identificadas, salvo la de 1813 que se extendió por diversos territorios con numerosas víctimas. Tuvo su origen en el “Sitio de Cuautla” (febrero a mayo de 1812), del ejército realista a los insurgentes. Dicho estado provocó una situación de total falta de higiene y de hambre y sed generalizadas que debilitaron las defensas de los individuos. Con ello se dio paso al desarrollo de un malestar que se manifestó con síntomas de “calofrío, dolor gravativo de cabeza, espalda y piernas, amargura en la lengua, muchas veces vasca y vómitos viliosos (sic) y un sudor espontáneo”.1

Al romperse el cerco y dispersarse los insurgentes y la población llevaron consigo el contagio a diferentes lugares del virreinato, todos ellos afectados por la pobreza e insalubridad propias de la lucha armada.

En la ciudad de México las primeras manifestaciones de la enfermedad se presentaron durante el inicio de 1813 con la llegada de individuos que provenían de la región de Puebla. Para el mes de marzo los casos aumentaron de manera preocupante y se inició la crisis que se mantuvo hasta septiembre. En sus inicios los médicos de la ciudad de México consideraron que los casos de fiebre no eran graves ni contagiosos y que respondían a una de las habituales fiebres estacionales. Al aumentar el número de enfermos y fallecidos cambiaron de opinión y manifestaron que el malestar podía responder al paludismo, la fiebre amarilla, el tabardillo, el tifo o las fiebres pestilentes y que su probable origen se debía a los miasmas que exhalaban los lugares insalubres de la ciudad. La diversidad de síntomas, impidieron a los facultativos definirla o atribuirla a las epidemias conocidas, por lo que la llamaron “fiebres populares” dado que la población mayormente afectada, fue la más pobre.

Para atender el creciente número de enfermos, en abril el Ayuntamiento citadino designó una comisión ciudadana para que, acompañada de dos facultativos, visitase a los enfermos con objeto de conocer la gravedad de su estado y, principalmente, determinar si el mal era contagioso.2 Simultáneamente, solicitó al conocido doctor Luis José Montaña presentara un proyecto con medidas para controlar la enfermedad y preservar la salud pública.3 Para esos momentos Montaña era, tal vez, el médico más destacado de la ciudad, era facultativo en sus dos hospitales centrales, el Real de Naturales y el General de San Andrés y maestro de medicina en sus diferentes ramas, enseñanza que impartió en el Jardín Botánico y en el Real Colegio de Minería. No corresponde aquí destacar esta figura, sino su notable actuación frente a la epidemia.4

Montaña tenían un conocimiento previo de esas “fiebres misteriosas”, las había observado en Puebla en noviembre anterior y conocía las medidas usadas para atenderlas.5 Con esta experiencia rindió su primer informe al Ayuntamiento. Opinó, igual que sus colegas que habían reconocido a los enfermos, que se trataba de alguna de las muchas “invasiones periódicas” que afectaban al territorio, si bien, poco después se decantó por considerar al malestar como matlazahuatl. Reconoció que la situación podría empeorar con la próxima época de lluvias y que a ella se aunaba la complicada situación social y económica que afectaba a los residentes de la ciudad.6

Para ayudar a detener el avance de la enfermedad Montaña consideró oportuno conformar una sociedad de caridad que socorriese a los grupos más necesitados.7 Se les brindaría atención médica, tratamiento y alimentos, todo con cargo al erario del gobierno de la ciudad.8 También propuso limitar la circulación de mercancías y personas, incrementar la limpieza de la ciudad y de la población, restringir el trato con los enfermos y cuidar el manejo de los cadáveres. Estas medidas se aplicaron hacia fines de abril y para entonces la ciudad ya estaba organizada en cuarteles mayores y menores con sus respectivos alcaldes encargados del control de los enfermos.

Montaña coordinó, para atender a los enfermos, a un grupo de 32 facultativos, quienes dispusieron de una amplia libertad para aplicar los tratamientos dentro de las directrices por él impuestas. Se establecieron 6 lazaretos para enfrentar la insuficiencia hospitalaria, se asignaron las boticas que surtirían los medicamentos y se establecieron cocinas comunales. Consciente Montaña de los esfuerzos de los médicos pidió al Ayuntamiento que el sueldo asignado de cuatro pesos, se incrementará a seis.9

Dos preocupaciones centrales de Montaña para atacar y mitigar las fiebres fueron: una correcta y sustanciosa alimentación a base de surtidos elementos (carnes, granos, legumbres, tortillas) que se debería proporcionar a los epidemiados, sus cuidadores y a los convalecientes. La segunda ejercer un duro control de los excesos por parte de algunos médicos y oportunistas en los tratamientos, específicamente se prohibió el uso de sangrías.10

Las “fiebres misteriosas” fueron estudiadas por los médicos involucrados y a ellos debemos dos obras: “Avisos importantes sobre el Matlazahuatl, o calentura epidémica manchada”(1817) de Montaña y “Descripción de la epidemia del día y medios de librarse de ella y sus recaídas” de Bernardo Moreno de Guzmán. Realmente aportativo fue solo el primero, resultado de una larga reflexión y revisión de las notas que tomó en el seguimiento clínico; señaló que las fiebres no se transmitían de una persona a otra o por medio de objetos. En cuanto a las causas, consideró que fueron universales, ocultas e indomables, pero que la constitución de los sujetos, que tenían “sus órganos y humores viciados”, y las condiciones ambientales habían favorecido los graves estragos demográficos que se manifestaron, durante los cuatro meses de su duración, en 17 mil fallecidos en la ciudad de México.

En su momento los facultativos no llegaron a un acuerdo sobre la naturaleza de la epidemia y años después los médicos mexicanos la relacionaron con el tifo o tabardillo, opinión que ha permanecido al considerar aquellas “fiebres” como un tifo combinado con otras enfermedades, especialmente la tifoidea.

Esperamos que las medidas actuales ante una pandemia perfectamente identificada, contribuyan a un número de víctimas mucho menos grave, pero, sobre todo, conocer que nuestra sociedad ha padecido crisis similares, la presentada es solo un ejemplo, y que las ha superado con beneficios científicos y humanitarios indiscutibles.

1 Celia Maldonado, Ciudad de México, 1800-1860: epidemias y población, 1995, p. 33

2 AHCM, Actas de cabildo, vol. 182 A, fol. 75v., 21 de abril de 1813

3 AHCM, Actas de cabildo, vol. 182 A, fol. 86., 24 de abril de 1813

4 Sobre Montaña véase: María Luisa Rodríguez-Sala y colaboradores, “Los médicos en la Nueva España ilustrada y primeros años del México independiente (1810-1833). Roles y Redes sociales”, vol. 8 de la Serie “Los Médicos en la Nueva España”, Instituto de Investigaciones Sociales, Academia Mexicana de Cirugía y Patronato del Hospital de Jesús, México, 2018.

5 José J. Izquierdo, Montaña y los orígenes del movimiento social y científico en México, p. 276

6 América Molina del Villar, “Epidemias en la Nueva España: el matlazahuatl de 1737-1738 y la insalubridad del siglo XVIII”, en Diccionario temático CIESAS: http://www.ciesas.edu.mx/Publicaciones/diccionario/Diccionario%20CIESAS/TEMAS%20PDF/Molina%2081e.pdf (Consultado el 1 de octubre de 2014)

7 José J. Izquierdo, op.cit., pp. 276, 280-281, 283

8 AHCM, Actas de cabildo, vol. 182 A, fol. 86v., 24 de abril de 1813

9 AHCM, Ayuntamiento, Policía: salubridad, epidemias en general, vol. 3674, exp. 10, fols. 15, 17 y exp. 12, fol. 291 y exp. 13.

10 José J. Izquierdo, op.cit., pp. 276, 280-281, 283 y 290.

El Dr. William Lee nos aclara el misterio de los “ovnis” del Pentágono


El mundo está inmerso en la crisis sanitaria de la COVID-19, los servicios de salud trabajan al límite de sus capacidades, los investigadores buscan una vacuna en sus laboratorios. Y ¿qué hace el Pentágono? Libera tres videos en los que aparecen “fenómenos áereos inexplicables”.

En un comunicado señaló que la secretaría de Defensa de los Estados Unidos decidió publicar estos tres videos, a finales de abril de 2020, “para evitar los malentendidos que pudieran surgir después de que estas imágenes fueran filtradas y comenzaran a circular en internet”.

Los medios de comunicación y las redes sociales le dieron amplia difusión al tema. La audiencia se hacía las mismas preguntas: ¿habrá vida más allá de nuestra galaxia?, ¿nos están vigilando?, ¿hay extraterrestres? Y como siempre, la ciencia tiene respuestas para todo.

El Dr. William Lee, coordinador de la Investigación Científica de la UNAM, en entrevista con UNAM Global, señaló que “la gente siempre está inquieta cuando ve cosas que no entiende y siempre hay una explicación mucho más sencilla, que pensar que es una cosa no identificada, un extraterrestre que nos vino a visitar”.

Indicó que lo difundido por el Pentágono es un video de una cámara que está en un avión o en un dron. Son cámaras que están montadas en cápsulas protectoras para protegerlas de los elementos: del viento, la humedad, etcétera, y en un extremo de las cápsulas tienen una ventana para que la cámara pueda ver hacia fuera. Estas cámaras están diseñadas para poder amarrarse a un objeto y no perderlo de vista, tomando en cuenta que el objeto se puede estar moviendo y el avión o el dron se está moviendo. Tienen un sistema de rotación y de ajuste para compensar los movimientos del avión que lleva la cámara y de que el objeto en cuestión se esté desplazando también.

Agregó que rotan sobre varios ejes, “imagínenlo como un cilindro donde está la cámara dentro y en un extremo hay una ventana que no está alineada con el eje del cilindro, está a un ángulo oblicuo, entonces, la montura se mueve y la cámara rota y la ventana rota. Entonces, la ventanita se puede mover alrededor de la punta del cilindro donde está la cámara, y la cámara en sí registra la imagen de lo que está viendo, pero también registra cualquier reflejo, sombra o destello de distracción defecto de cámara, porque la luz tiene que pasar por la ventana externa y por la óptica de la cámara”.

Precisó que en el video lo que se ve es que el objeto volador está rotando y eso se toma como una señal de que está siendo por su propio impulso y que está cambiando de dirección, etcétera. Lo que está rotando es el tubo que contiene la cámara y la ventanita.

Una manera de comprobar esto es cómo está cambiando el brillo de fondo de la imagen. Afirmó que “en la imagen se ve un puntito que se supone que es el objeto volador, se ve el horizonte y se ven nubes. Si tú eliminas de la imagen el objeto volador y el horizonte queda un fondo que es el reflejo de la luz que está pasando por la óptica, por la ventana y por la cámara. Y ese fondo tiene un brillo, por la luz reflejada, y lo que muestra el video es que el brillo del fondo gira junto con el objeto volador, lo cual demuestra que viene de la cámara, no del objeto”.

Añadió que en el video de mejor calidad en la imagen y sobre todo en el muestreo en el tiempo (el número de cuadros por segundo que trae) se puede ver claro que esto sí es un objeto volador, indudablemente; probablemente es otro avión. Lo que no está haciendo es esos movimientos súbitos de cambio de dirección que aparentan en la cámara, eso son del artefacto de la cámara que está tomando la imagen.

El ex director del Instituto de Astronomía de la UNAM acotó que a la gente siempre le gusta creer en cosas. “Siempre es más fácil decir que alguien está escondiendo algo, que hay un complot a decir que es una bobada por un vidrio que está en frente de la cámara. Eso no es tan emocionante, pero pues es lo que pasó. Creo que el fondo es que además son cámaras que frecuentemente no están tomando la imagen en el visible. Si tú tomas una imagen de un avión con un visible, como vemos con los ojos, pues ves la forma del avión y ves un brillo donde están los motores. Muchas veces esas cámaras no ven en luz visible, están viendo en luz infrarroja, y lo que ven es el calor, y entonces los motores brillan muchísimo más que el resto del artefacto, del avión, del helicóptero, de lo que sea.

Concluyó que se ven muy distintos a que si se vieran con una cámara normal, “como ven nuestros ojos. Entonces, eso también saca de onda, porque dices que eso no es un avión, que son dos puntitos. ¡Pues sí!, el avión tiene dos motores que están mucho más calientes que el resto del avión, por eso la cámara lo ve nada más como dos puntitos”.

Videos del Pentágono sobre “ovnis”, sin explicación contundente


El departamento de Defensa de los Estados Unidos difundió, hace unos días, tres videos que muestran fenómenos aéreos clasificados como desconocidos. La decisión de hacerlo, según la fuente que los liberó, es evitar que, debido a filtraciones previas de los mismos, los videos sean malinterpretados o modificados.

De acuerdo con Alejandro Farah Simón, del Instituto de Astronomía de la UNAM, al observar el cielo o el firmamento y percatarnos de la presencia de algo que antes no estaba ahí, la curiosidad emerge e impulsa a cuestionarse sobre el origen de ese objeto. ¿Para qué servirá, cuál es su propósito, será un fenómeno natural o será un objeto hecho por el ser humano?

Muchos de nosotros hemos visto alguno de estos objetos en el cielo que no hemos podido identificar. Pudo ser un globo atmosférico, un satélite de telecomunicaciones iluminado por el Sol, incluso algún pedazo de asteroide, cometa o basura espacial, desintegrado por su entrada a la atmósfera a muy alta velocidad. Sin embargo, “es probable que nunca se pueda saber qué fue en realidad, que no haya explicación contundente de qué fue lo que observaron”, refirió.

Flir, GoFast y Gimbal son los nombres de estos tres videos que tal vez su misterio no pueda ser descifrado, “la evidencia que muestran no permite obtener una conclusión veraz de los mismos”, señaló Farah.

Masiva inscripción en el cierre del concurso “Miradas artísticas sobre la pandemia: de la paranoia a la solidaridad”, de la UNAM

[vc_row][vc_column][vc_video link=”https://youtu.be/N9714ZGcTWI”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=”1/2″][vc_video link=”https://youtu.be/wDTu4Y7BsWg”][/vc_column][vc_column width=”1/2″][vc_video link=”https://youtu.be/6XhuRQ0Hwo0″][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]• Participan casi 700 trabajos en las diversas categorías: 97 cuentos, 114 poemas, 70 crónicas,
57 ensayos,110 fotografías, 135 ilustraciones y 91 videocortos
• Hasta el 31 de mayo, las obras se pueden apreciar en la galería virtual del PUEDJS, darles “me gusta”,
hacer comentarios y, así, participar en la preselección de los ganadores

Con una participación masiva de casi 700 creadores fue cerrada la convocatoria al concurso “Miradas
artísticas sobre la pandemia: de la paranoia a la solidaridad”, lanzada por la Universidad Nacional Autónoma
de México (UNAM) del 30 de marzo al 30 de abril pasados, lo cual reeja el interés ciudadano por abordar
el aspecto humano y social de la actual emergencia sanitaria.

Si en las dos primeras semanas de abril se registraron más de 130 participaciones y en la tercera se sumaron
otras tantas, la sorpresa mayor se presentó en el último tramo, pues llegaron unos 400 nuevos trabajos,
sumando en total: 97 cuentos, 114 poemas, 70 crónicas, 57 ensayos, 110 fotografías, 135 ilustraciones y 91
videocortos.

Estas participaciones se siguen subiendo a una galería del micrositio de la página web del Programa
Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad (PUEDJS), instancia de la Coordinación de
Humanidades de la UNAM que organiza el concurso.

Los visitantes de la página del PUEDJS podrá seguir disfrutando estas obras hasta el 31 de mayo, darles un
“me gusta” a las que sean de su preferencia y hasta dejar un comentario o reexión, con lo cual participarán
en el actual proceso de preselección de los ganadores. El enlace de la galería es el siguiente:
http://dialogosdemocracia.humanidades.unam.mx/galeria-de-participaciones/
Después, a lo largo del mes de junio, un jurado de especialistas dará a conocer a los nalistas y ganadores en
las diferentes categorías, quienes recibirán premios hasta por 5 mil pesos, la publicación de sus trabajos y la
participación de los primeros lugares en el programa Diálogos por la Democracia, de Tv UNAM, que conduce
el doctor John Ackerman, director del PUEDJS.

En estos tiempos en los que estar en casa se ha convertido en un acto heroico para cuidarnos a nosotros
mismos y a los demás, el PUEDJS busca generar reexión, diálogo, análisis y debate de las ideas.
Por eso creó, junto con cientos de mexicanos más, la mencionada galería, en la que se encontrarán ensayos,
fotografías, videos, poemas, cuentos, ilustraciones y crónicas que, desde una mirada artística, cuentan
historias de esperanza y solidaridad.

El PUEDJS invita al público en general a visitar la galería y apreciar estas interesantes obras sobre la
pandemia, sin olvidar darles un “me gusta” y hacer un comentario o reexión, siempre en la idea de vencer el
miedo, la apatía y el individualismo, y apostar por la empatía y la solidaridad.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

Universitarios de la Facultad de Derecho coinciden con los acuerdos de su Consejo Técnico

Estimados alumnos y respetables profesores:
Hace unos instantes termino la sesión ordinaria del Consejo Técnico de la Facultad de Derecho, como saben la universidad autorizó la ampliación del calendario escolar del presente semestre hasta el 21 de agosto. Sin embargo dejó a las facultades en libertad para decidir de acuerdo a sus circunstancias y necesidades.

Somos una comunidad solidaria, unida y muy sensible a las necesidades de todos sus integrantes, así lo demostramos, nadie se va a quedar atrás. Vamos a superar la pandemia y seremos mucho más más fuertes. Por favor cuídense mucho.
“Por mi raza hablara el espíritu”

Panorama general de la epidemia de Coronavirus en el Caribe y en Centroamérica


En entrevista para Prisma RU, de Radio UNAM, el maestro Rubén Ruiz, director del CIALC, explicó cómo enfrentan la epidemia de coronavirus e los países de Centroamérica y el Caribe.

Explicó que hay que considerar que se trata de una región integrada por siete países en tierra firme y un mar rodeado de islas, entre ellos algunos de los países más pobres del mundo. En esta región las cifras de contagios y fallecimientos son bastante pequeñas si se comparan con otros países, hay muchos elementos para explicar esto, comenzando por la cantidad total de habitantes. Sin embargo, si nos apegamos a los número oficiales, las cifras de contagios son bajas, con excepción de Panamá, donde se habla de más de 5000 contagiados y casi 150 fallecidos.

En cuanto a la presencia de médicos cubanos en el mundo, es importante destacar que desde el triunfo de la revolución cubana el proyecto de la atención a las necesidades sociales ha sido muy importante para la isla, en particular el caso de la salud, que ha tenido un desarrollo ampliamente reconocido. Así, debemos observar la presencia de los médicos cubanos en otros países desde dos perspectivas: como una presencia internacional muy importante al régimen cubano, y por otra parte como ayuda solidaria para resolver problemas de salud

UNAM evalúa y promueve la salud mental durante la pandemia


Por mucho tiempo se ha utilizado separar la salud mental de la salud física, pero no es así, “para nosotros está claramente definido que están vinculadas, no hay salud física sin salud mental y viceversa. En este momento el riesgo de salud mental aumenta el riesgo de padecer no solamente COVID-19, la salud mental junto con la salud física constituyen una oportunidad para salir delante de esta crisis sanitaria”, aseguró la doctora Silvia Morales Chainé, coordinadora de los Centros de Formación y Servicios Psicológicos de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM.

La UNAM desarrolló el programa Mi salud también es mental ante el COVID-19 para atender la emergencia sanitaria, con el objetivo de brindar atención psicológica de primer nivel a distancia y promover la salud mental entre la población. “Gracias al trabajo preventivo y promotor de la salud mental sabíamos que la contingencia iba a generar, si no nos preparábamos, un impacto en la comunidad universitaria, así como en la sociedad”, explicó Morales Chainé.

La experta en análisis experimental del comportamiento mencionó que a raíz de la emergencia sanitaria, la FP se ocupó de mantener y aumentar la vinculación que ya existía al interior de la Universidad con la Facultad de Medicina, la Dirección General de Atención a la Comunidad (DGACO), pilares para el trabajo de salud mental que realiza la UNAM desde hace tres años, después del sismo de 2017.

Las entidades universitarias junto con instituciones de la Secretaría de Salud (SS) federal realizan vínculos nacionales que permiten aprovechar y fortalecer la atención profesional, a través de la organización y sistematización de las estrategias de prevención y tratamiento especializado con las que ya se cuentan, y así detener los problemas mentales que se iban a generar a raíz de la pandemia.

De acuerdo con la académica, dentro de los impactos predecibles que se generarían, era que el COVID-19 tendría el mismo impacto que la violencia por desplazamiento, condiciones de fenómenos perturbadores, estrés agudo y reacciones que alteran emocionalmente a las personas en sus pensamientos y conducta.

El programa pretende homologar procedimientos basados en evidencia y protocolos internacionales, por ello, desde el 23 de marzo se han proporcionado 23 mil 622 servicios de atención psicológica, de los cuales, 54 por ciento corresponde a población abierta, 25 por ciento a comunidad UNAM y 21 por ciento a personal de salud. Estas cifras incluyen 335 servicios especializados por violencia y riesgo de autolesión o suicidio, y 82 psiquiátricos en hospitales generales por estrés agudo, estrés postraumático, ansiedad y consumo de sustancias psicoactivas.

Silvia Morales refirió que buscan evaluar no sólo las condiciones de riesgo en la salud mental, también trabajar con profesionales de salud para mantener la vinculación en una labor tanto académica, de investigación y de servicio con instancias como el Instituto Nacional de Psiquiatría y la Facultad de Medicina. Y así no solo promover la evaluación del impacto de la salud mental por la pandemia, sino de trabajar con estrategias de intervención comunitaria en primer, segundo, tercer nivel y especializado.

A través de un cuestionario que permite evaluar el nivel de riesgo a la salud mental, (disponible en la liga www.misalud.unam.mx/covid19/ ) en el que se reflexiona en qué área se encuentra el riesgo, se desprenden una serie de herramientas con recomendaciones para las personas sobre cómo actuar y cuidar la salud a través de videos, cursos en línea, así como la atención de segundo nivel a través de conmutador virtual de la FP, la SS y Centros de Atención Juvenil.

Ya sea a través de Whatsapp, videoconferencia, Messenger o línea telefónica, esta estrategia implica poner en contacto a las personas con los especialistas, “recibir atención inmediata por las condiciones que podrían, en un futuro, llevar a una condición de salud más grave, buscamos interrumpir y atender a tiempo estas condiciones de salud mental”.

Silvia Morales explicó que hay que poner atención a los signos de alerta, las emociones negativas, sentir tristeza o perder el ánimo para hacer cosas en la casa. Mantener rutinas, establecer horarios fijos, aprovechar la posibilidad de convivir en familia, cuidar la alimentación, el sueño, hacer ejercicio, “parecen fáciles pero se tiene que invertir tiempo para que sean exitosas”

Cuando se note algún cambio en alguno de estos rubros, ingresa a www.misalud.unam.mx para evaluar las condiciones de riesgo, donde te canalizarán a los teléfonos para ser atendido por la vía virtual. “Estas vías de comunicación han sido de gran utilidad para todos nosotros para promover la salud mental”.

Historiadores de Arte de la UNAM reflexionan sobre las condiciones de distancia, emergencia y confinamiento durante la contingencia del COVID-19


El Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) de la Universidad Nacional Autónoma de México prepara la jornada Historiadores del Arte frente a situaciones de emergencia, distancia o confinamiento, conformada por cuatro actividades: una publicación que reúne textos de algunos de sus académicos; una conferencia sobre curaduría y la problemática a la que se enfrentan los museos ante la pandemia; una serie de relatos visuales sobre la vulnerabilidad en México; y un proyecto multidisciplinario en colaboración con Mujeres en Espiral: sistema de justicia con perspectiva de género y pedagogías en resistencia, que busca visibilizar las condiciones en las que viven las mujeres privadas de la libertad.

Esta iniciativa surge como respuesta ante la pregunta del papel que tiene el arte y sus historiadores frente a esta situación de emergencias del COVID-19, así como para destacar las diferentes vulnerabilidades a las que, en conjunto con la sociedad, afrontamos.

La jornada se suma a una serie de actividades previas en las que el Instituto busca participar activamente con la sociedad, tal es el caso de la campaña para ayudar al albergue para sexoservidoras de la tercera edad Casa Xochiquetzal en la Ciudad de México, lanzada durante el mes de abril, en la que participan historiadores del arte del IIE como de otras instituciones.

Las actividades se realizarán de manera virtual a través de los canales digitales del IIE durante mayo y junio de 2020.
www.esteticas.unam.mx
Facebook: @iiesteticas
Youtube: @iiesteticas
Twitter: @IIEs_UNAM

Publicación Historiadores del arte frente a situaciones de emergencia, distancia o confinamiento
Se trata de una compilación digital que reúne textos seleccionados por sus autores que reflexionan sobre diversas situaciones de adversidad. La relación entre información, tecnología y sociedad; la importancia de las colecciones digitales para los museos, investigar para preservar, reflexiones sobre el cuidado durante el encierro y el patrimonio cultural frente a los desastres naturales, son algunos de los temas que integrarán este compendio que será publicado a finales de mayo.

Algunos de los autores que participan son: Pedro Ángeles Jiménez, Riánsares Lozano de la Pola, Peter Krieger e Iván Ruiz.

Conferencia Curaduría: Museos, instituciones y confinamiento
Cuauhtémoc Medina, curador en jefe del Museo Universitario Arte Contemporáneo e investigador activo del IIE, ofrecerá una conferencia el jueves 14 de mayo a las 17:00 hrs. a través del canal de YouTube del Instituto: @iieunam, en la que abordará aspectos sobre la labor museográfica y de curaduría y de cómo se puede realizar esta difícil tarea ante circunstancias de emergencia como la actual.

La conferencia contará también con la participación del Dr. Iván Ruiz, Director del Instituto de Investigaciones Estéticas.

Historias visuales sobre la vulnerabilidad en México
Es un proyecto en el que colaboran el Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE), la Facultad de Artes y Diseño (FAD), y el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC).

Se trata de cuatro relatos visuales que reflexionan sobre uno de los aspectos más significativos del confinamiento que vivimos a raíz de la pandemia del COVID-19: la condición de vulnerabilidad. A partir de imágenes de archivo generadas por reconocidos artistas visuales, algunos curadores del Instituto harán una selección que permita visibilizar otras realidades en las que la vulnerabilidad está presente: las sexoservidoras, los transexuales, las comunidades indígenas y los infectados con VIH.

Se realizarán cuatro cápsulas de video que serán publicadas durante el mes de junio en los canales digitales de las instituciones participantes.

Cuerpos y anticuerpos: maniobras y otros contagios en tiempos de pandemia
Proyecto que se centra en la generación de un relato no contado sobre la prisión y que se desprende de la ya estrecha relación del Instituto con el colectivo Mujeres en Espiral: sistema de justicia perspectiva de género y pedagogías en resistencia, integrado por profesoras, investigadoras y estudiantes de la UNAM.

Desde los primeros días de la emergencia, se puso en marcha una investigación centrada en el CEFERESO Santa Martha Acatitla, donde el colectivo ha trabajado de manera ininterrumpida durante 12 años, que reflexiona sobre cómo la pandemia -en un contexto extremo como el carcelario- modifica lo posible y lo pensable, y evidencia que, desde los marcos de inteligibilidad de perspectivas de género, justicia restaurativa y trabajo de los derechos humanos, es posible lo imposible: desaparecer el encierro.

La investigación derivará en un conjunto de instrumentos (fanzine, cápsulas de video e informes) que darán cuenta de la vulnerabilidad de por sí existente y ahora agravada que se vive en la cárcel. Estos materiales serán publicados durante junio en los canales digitales del IIE y se buscará obtener recursos para imprimir los materiales para hacerlos llegar a las protagonistas de este relato.