Reactivación del turismo en tiempos de COVID-19

Modificar la correlación de fuerzas y el sentido común, claves en los tiempos pos Covid 19: Monedero y García Linera en el webinario de la UNAM

No se tiene aún construido un modelo alternativo para los tiempos pos pandemia, y aunque parece que habrá un resurgimiento de la movilización social y del papel del Estado (que el neoliberalismo logró reducir), tampoco es condición suficiente para un optimismo desbordado. En realidad, las propuestas progresistas podrán avanzar en la medida en que se modifique la correlación de fuerzas y se logre imponer un nuevo sentido común.

La anterior podría ser una de las muchas síntesis de la profunda reflexión y debate entre Álvaro García Linera, ex vicepresidente de Bolivia, y Juan Carlos Monedero, cofundador de Podemos, de España, durante la sesión “Neofascismos, democracia y regímenes políticos”, la primera del Webinario Internacional “Pos Covid, pos neoliberalismo. La pandemia y el futuro de América Latina”.

Este webinario es organizado por el Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad (PUEDJS), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y está siendo transmitido en vivo del 16 al 19 de junio, a las 12 horas, por el canal de YouTube y las cuentas de Facebook y Twitter del PUEDJS (Diálogos por la Democracia UNAM). Para mayor información sobre el webinario y los participantes consultar el micrositio:
http://dialogosdemocracia.humanidades.unam.mx/poscovid-posneoliberalismo/

Las sesiones continuarán este miércoles 17, también a las 12 horas, con el debate entre los especialistas Maristella Svampa y Víctor Toledo, con el tema “Naturaleza y un nuevo pacto ecosocial”; el jueves 18, Alicia Bárcena (titular de la Cepal) y Rafael Correa, el ex presidente de Ecuador, reflexionarán en torno a “Estado social y desafíos económicos”; y el viernes 19, María Elena Álvarez-Buylla (directora del Conacyt) y el sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos debatirán sobre “Democracia, ciencia y movimientos sociales”.

Este seminario virtual fue inaugurado el martes por Leonardo Lomelí, secretario general de la UNAM, y John Ackerman, director del PUEDJS-UNAM. Lomelí dijo que no habíamos vivido una pandemia así desde hace un siglo, aunque en aquella época no hubo una paralización de la economía y cierre de fronteras como ahora.

La actual coyuntura plantea diversos retos a la democracia, agregó, de ahí la importancia de organizar eventos académicos como éste. Tras declarar inaugurado el webinario, Lomelí agregó que éste debe ayudar a vislumbrar caminos para la región latinoamericana, replantear la estrategia de desarrollo para bien de la sociedad y, así, lograr un crecimiento con respeto y equilibrio ambiental.

Ackerman por su parte señaló que vivimos tiempos difíciles, que los optimistas consideran que saldremos fortalecidos, con mayor conciencia sobre el cuidado de la naturaleza y mayores inversiones para el desarrollo, como sucedió tras la Segunda Guerra Mundial.

Pero los pesimistas, agregó, advierten que los poderosos, como siempre, sacarán mayores ventajas de esta situación, pues, por ejemplo, los bancos se fortalecerán con las nuevas deudas externas adquiridas para enfrentar la crisis generada por la pandemia. Y esa, dijo, es la disyuntiva: acabar con el lastre neoliberal o fortalecerlo.

Destacó que los participantes tratarán de visualizar posibles caminos de transformación futura y que es importante que en ello también se involucre la ciudadanía de América Latina. Por eso también anunció una convocatoria para que integrantes de la audiencia envíen videos cortos, de cinco minutos, para replicar o ampliar los planteamientos de los participantes. Estos trabajos se subirán a la WEB del PUEDJS y, tras una selección, se invitará para un foro amplio que se realizará en septiembre próximo.

Monedero-García Linera, aprovechar la oportunidad

Monedero dijo que el Estado heredado nos lleva por surcos difíciles de cambiar y salir de ello. Por ejemplo, agregó, la izquierda ya renunció a la lucha armada, pero la derecha no ha renunciado a los golpes de Estado y a los llamados golpes blandos (guerra jurídica y mediática). “El fascismo siempre es el plan B del capitalismo en crisis”.

Destacó que en el corto plazo no se asume optimista, pero que en el mediano hay más opciones de lograr una mayor fuerza argumentativa que la derecha, la cual ahora tiene problemas para explicar la privatización de la salud, la educación o los despidos laborales, mostrado con crudeza en esta pandemia. “Hay que engrasar estos argumentos para el debate que viene y para que la derecha no los utilice”.

García Linera dijo que el nuevo coronavirus ha afectado la totalidad de la vida humana y que, por ejemplo, hay ya más de 100 millones de nuevos pobres en el mundo. No se trata de un derrumbe del modelo neoliberal, pero sí hay una parálisis o “estupor hegemónico del discurso dominante”, así como pérdida de su optimismo. Se está mostrando aún más que el libre mercado y la globalización no son suficientes para ordenar y organizar el mundo.

Ahora, dice, ha quedado claro la necesidad de recurrir a los Estados, lo cual es reconocido hasta por el Fondo Monetario Internacional y otros organismos financieros predominantes en el mundo. No es un fracaso total del neoliberalismo, pero generó un momento de incertidumbre.

El porvenir, agregó, está atravesado por el miedo, hay un “cansancio hegemónico”, pero eso no quiere decir que hay una nueva hegemonía. Y esta frustración entre las propuestas y los resultados da lugar a una “disponibilidad social a nuevas creencias”. Hay una disposición de las personas a oír cosas distintas, a ver más allá y a estar atentas a “nuevas ofertas de sentido” ante el caos actual. Se ha abierto un horizonte antes cerrado, resumió, pues aunque somos seres de certidumbres, aceptamos la incertidumbre de manera parcial y temporal.

Monedero, por su parte, asumió el presente como pesimista y optimista al mismo tiempo. “No habrá nada nuevo sobre lo que no hayamos peleado antes”, precisó, pues los tiempos pos Covid 19 dependerán de lo que hagamos y de la correlación de fuerzas que logremos. Y puso el ejemplo de la movilización de las mujeres en España, que forzaron al Estado a modificar su actuación. Si hay gobiernos de izquierda, como en México, Argentina o España, las cosas avanzan mejor. Y si son de derecha, como en Brasil o Estados Unidos, se retrocede o el avance se dificulta. Mientras, el capitalismo sigue su propia inercia y lógica.
La pandemia, comentó, también ha ahondado o vuelto más precisos los modelos de cada lado. La derecha, por ejemplo: pagar menos impuestos, desregular, depredar más el medio ambiente. La izquierda: renta básica, no cortar luz ni agua, generar empleos, dotar de viviendas.

García Linera consideró que, en general, se han generado dos posibles polos futuros con variantes en el medio: por un lado, un neoliberalismo flexible y multicultural en lo social, pero duro en la economía, y por otro, un Estado social, atemperado, en pro de derechos, renta universal, ampliación de bienes comunes, distribución de las ganancias, entre otros aspectos. Y recordó que el neoliberalismo no ha sido derrotado, sino golpeado.

“Que esto sea una ruptura dependerá de la lucha social y política”. Dijo que se trata de un proceso que apenas comienza y que durará varios años, al menos una década. El nuevo horizonte se definirá en función de la cotrrelación de fuerzas, de las demandas y luchas. ¿Cuál será el sujeto de esa etapa?, se preguntó, y respondió: no está definido, se tiene que conformar, es un proceso, una construcción. Se tiene que generar, por ejemplo, en los trabajadores inconformes que han tenido que laborar durante la pandemia o en las mujeres que han soportado presión y agresiones en el confinamiento. “De ahí la capacidad de análisis de las fuerzas progresistas de ahora”.

Monedero comentó que se ha fallado en construir un partido-movimiento, como sí se hizo durante la primera ola progresista de este siglo en la Bolivia de Evo Morales, el Ecuador de rafael Correa o el Brasil de Lula. “En esta época de Covid 19 no hemos podido acertar pero le doy vueltas al asunto, buscando”.

México necesita establecer una nueva ley de familia que evite cualquier expresión de violencia

UNAM Global · México necesita establecer una nueva ley de familia que evite cualquier expresión de violencia

México necesita establecer una nueva ley de familia que redefina las relaciones que se dan dentro de su seno. Regresar a una nueva normalidad, donde el colonialismo, el racismo y el patriarcalismo continúen siendo los tres ejes civilizatorios sobre los que descansa nuestra sociedad, no solucionará las expresiones de violencia que vivimos fuera y dentro de nuestro hogar.

“No tenemos clara la idea de familia en la forma de la estructura. Cuando se trata de la violencia intrafamiliar, el Estado se queda callado, sólo actúa cuando el feminicidio se da fuera de la casa. Pero es precisamente en el ámbito de la familia donde se violan los derechos humanos. En la familia está el origen de todas las violencias”, señaló José del Val, director del Programa Universitario de Estudios de la Diversidad Cultural e Interculturalidad (PUIC) de la UNAM.

De no modificar la estructura de la sociedad mexicana en todos los órdenes de desarrollo, la violencia en las calles no cesará y en ese sentido, se precisa comenzar por las familias, pues la educación recibida en casa es un factor determinante para la transformación social.

Del Val recuerda que, antes de la pandemia, la sociedad mexicana se encontraba convulsionada por un hartazgo derivado de la violencia hacia las mujeres y los niños, uno de los elementos de desigualdad imperante desde siempre, pero que a raíz del confinamiento, se fueron haciendo más evidentes y graves.

A este respecto, Carolina Sánchez, secretaria del PUIC, subrayó la importancia de las universidades como formadoras de conocimiento: “es importante que reflexionen sobre el papel que están jugando en la producción de un conocimiento que se requiere para atender los problemas sociales. Se requiere tomar decisiones y generar un conocimiento pertinente que pueda incidir a solucionar esta situación que se vive en las familias”.

En ese sentido, comenta Del Val, la responsabilidad de la UNAM es crear el conocimiento adecuado para cambiar y transformar la sociedad.

En entrevista para el programa Primer Movimiento de Radio UNAM, los académicos universitarios coincidieron en la importancia de abrir espacios para debatir y analizar problemas tan complejos como la violencia y lo que genera, ya que de nada sirve vivir una “nueva normalidad” pretendiendo acallar todas las expresiones de violencia que vivimos diariamente.

Este es el planteamiento bajo el cual se llevará a cabo el Ciclo de Conferencias Virtuales: Violencia intrafamiliar en el marco de la COVID-19 que el Programa Universitario de Estudios de la Diversidad Cultural e Interculturalidad de la UNAM transmitirá por su canal de Youtube este miércoles 17 de junio a partir de las 11:00 horas.

Astrónomos encuentran objeto escondido entre polvo

Una “corazonada educada” llevó a un equipo internacional de astrónomos a la posible solución a un misterio sobre las regiones ricas en moléculas orgánicas que rodean a las estrellas jóvenes en formación. El equipo, en el que participa el Dr. Laurent Loinard del Instituto de Radioastronomía y Astrofísica (IRyA) de la UNAM Campus Morelia, utilizó el Karl G. Jansky Very Large Array (VLA) en Nuevo México (Estados Unidos) para revelar una de esas regiones que anteriormente no había sido detectada.

Las regiones alrededor de las estrellas jóvenes, o protoestrellas, contienen moléculas orgánicas complejas, compuestas principalmente a partir de cadenas de carbono, que pueden combinarse en moléculas prebióticas que son los primeros pasos en el camino hacia la vida. Las regiones, denominadas “corinos calientes” por los astrónomos, son típicamente del tamaño de nuestro Sistema Solar y son más calientes que sus alrededores.

Hasta ahora sólo se ha encontrado una docena, la mayoría de estos en sistemas binarios, con dos protoestrellas que se forman simultáneamente. En algunos de estos sistemas binarios, hasta ahora sólo se había encontrado evidencia de un corino caliente alrededor de una de las protoestrellas pero no de la otra, causando sorpresa entre los astrónomos.

Estos “corinos calientes” habían sido observados utilizando luz en frecuencias de radio específicas, llamadas “líneas espectrales”, con longitudes de onda de unos pocos milímetros, que funcionan como “huellas digitales” que permiten distinguir la presencia de diferentes elementos y moléculas en el espacio.

“Sabemos que el polvo bloquea esas longitudes de onda, por lo que decidimos buscar evidencia de estos químicos en longitudes de onda más largas que puedan pasar fácilmente a través del polvo”, dijo Claire Chandler, del Observatorio Nacional de Radioastronomía (Estados Unidos), e investigadora principal del proyecto. “Nos pareció que el polvo podría ser lo que nos impedía detectar las moléculas en una de las protoestrellas gemelas”.

IPAG: Marta de Simone

Los astrónomos usaron el VLA para observar un par de protoestrellas llamadas IRAS 4A, en una región de formación estelar a unos 1000 años luz de la Tierra, esta vez en longitudes de onda de centímetros. En esas longitudes de onda, buscaron emisiones de radio de metanol, CH3OH (alcohol de madera, no para beber).

El resultado confirmó su “corazonada educada”.

“Con el VLA, ambas protoestrellas mostraron una fuerte evidencia de metanol a su alrededor. Esto significa que ambas tienen “corinos calientes”, y la razón por la que no los vimos en longitudes de onda más cortas fue por el polvo”, dijo Marta de Simone, una estudiante de posgrado en el Instituto de Ciencias Planetarias y Astrofísica de la Universidad de Grenoble (IPAG) en Francia, quien dirigió el análisis de datos para este objeto.

Los resultados de esta investigación están publicados en la edición del 8 de junio de 2020 de la revista internacional The Astrophysical Journal Letters.

 

Visiones post-pandemia: salud, educación y trabajo

• Debe transformarse radicalmente el modelo educativo y el laboral para afrontar los retos que nos presenta la pandemia.
• Apostar por la promoción del autocuidado y la atención de la salud mental de la población para adaptarse a las condiciones que exige la nueva normalidad.

Se llevó a cabo el conversatorio del ciclo Mente y comportamiento ante el COVID-19. Incertidumbre, resiliencia y renormalización urbana, organizado por el Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC), en colaboración con la Facultad de Psicología de la UNAM.

El Dr. Germán Palafox Palafox, coordinador del ciclo, conversó en esta última conferencia virtual con los especialistas de esta Facultad que estuvieron en las sesiones anteriores, para reflexionar sobre los escenarios posibles al retorno a la “nueva normalidad”, en temas de salud mental, educación y trabajo.

También señaló que el impacto de la crisis sanitaria promoverá una economía de bajo contacto que permanecerá aún después de la cuarentena, igualmente, los hábitos y las normas de interacción cambiarán para restringir el contacto, limitar la movilidad e incrementar normas de higiene.

El Dr. Juan José Sánchez Sosa dijo que la población debe aprender destrezas para adaptarse a la situación, sobrevivir y funcionar lo mejor posible. A través del aprendizaje sistemático de la experiencia, hay que buscar que el comportamiento se adapte a las situaciones que va demandando la nueva normalidad. El ambiente es lo que estresa, por ello hay que separar la información inservible de la creíble y que esta sirva para modificar el comportamiento.

La Dra. Benilde García Cabrero, precisó que la crisis sanitaria nos está demostrando que la educación debe transformarse radicalmente. “Fue una oportunidad para darnos cuenta de que escuela sin hogar no funciona” y advertir la importancia de los padres en la educación y volver a una escuela distribuida.

También señaló que trabajo, escuela y hogar son sistemas interconectados, y eso vislumbra una oportunidad para un cambio drástico donde pueden modificarse rutinas, días de descanso, home office, y otras transformaciones que propicien un balance de estas dimensiones.

La Dra. Erika Villavicencio afirmó que la crisis laboral en la emergencia sanitaria es resultado de las condiciones en el trabajo antes de la pandemia y no solo consecuencia de esta. Al término del distanciamiento social las personas regresarán a sus centros de trabajo con enojo, frustración, miedo, estrés postraumático, ansiedad y hasta duelo por alguna pérdida, por lo que los líderes deben estar atentos para percibir la salud mental de sus colaboradores ya que pueden poner en riesgo el funcionamiento de la empresa u organización.

Finalmente, la coordinadora del programa “Mi salud también es mental”, Dra. Silvia Morales Chaine, precisó que en menos de 2 meses han atendido a más de 56 mil personas, de las cuales poco más de 32 mil corresponden a público general, cerca de 13 mil de comunidad universitaria y más de 10 mil a personal de salud.

Subrayó que, de los casos atendidos, más de 8 mil están en riesgo alto, cerca de 20 mil en riesgo medio, cerca de 12 mil en riesgo bajo y solo poco más de 6 mil de ellas no tienen ningún riesgo. Esta estrategia ha permitido reducir la brecha de atención en personas en el segundo y tercer nivel de riesgo, a través del servicio del conmutador virtual, ya que autorizan contactarlas y recibir la atención. Participan más de 473 profesionales de la salud en los tres niveles de atención.

Ante la pandemia, se debe apostar por políticas públicas de autocuidado, porque las pérdidas de empleo, humanas, y la crisis que estamos viviendo son una amenaza a la salud mental de la población.

Cabe resaltar que el PUEC introdujo en estos ciclos de conferencias en línea, traducción simultánea de lengua de señas mexicana. El Mtro. Aarón Pedraza, el primer sordo en Latinoamérica con título de enfermería y quien dirige la asociación EDUCASOR, agradeció que la UNAM a través del PUEC haya incluido intérpretes en sus conferencias, pues permite llevar temas de interés a la comunidad sorda del país, promoviendo la inclusión. En plena crisis sanitaria, argumentó es muy poca la información disponible para ellos sobre la COVID-19.

Conservar la biodiversidad, una necesidad que va más allá de los beneficios que ésta nos da

  • La biodiversidad nos importa por razones utilitarias e intrínsecas, explicó Jorge Soberón, investigador de la Universidad de Kansas, en el Seminario Internacional Tópicos de Frontera en Sustentabilidad 2020. 
  • Las actividades humanas dependen, a corto o largo plazo, inmediata o paulatinamente, de los servicios ambientales que prestan los ecosistemas, cuyo corazón es la biodiversidad, afirmó Irene Pisanty, investigadora de la Facultad de Ciencias de la UNAM.

¿Por qué nos debe importar la biodiversidad? Con esta pregunta comenzó Jorge Soberón, investigador de la Universidad de Kansas, el tercer módulo del Seminario Internacional Tópicos de Frontera en Sustentabilidad 2020. En esta sesión, más allá de la necesidad de generar un argumento convincente para que se invierta en la conservación biológica, el ponente exploró un sentido ético y filosófico del tema.

El especialista expuso que las razones para que la biodiversidad nos importe son de dos tipos: utilitarias e intrínsecas. Las primeras hacen referencia a los servicios ambientales que obtenemos de los ecosistemas, es decir, a los beneficios que la biodiversidad nos brinda y que apelan a necesidades humanas básicas. El problema con este tipo de razones es que los valores que se asignan a la biodiversidad pueden llegar a ser sustituibles por tecnologías.

En cambio, las razones de valor intrínseco no buscan demostrar que la biodiversidad sea buena para algo, sino que solamente es buena y por lo tanto debemos cuidarla, independientemente de los beneficios que nos dé. Esto depende de un juicio moral que determina qué es bueno y qué es malo, además de determinados elementos culturales que llevan a distintas apreciaciones de la naturaleza. Por ejemplo, históricamente las culturas orientales e indígenas le han dado un mayor valor intrínseco a la biodiversidad.

Soberón enfatizó que debemos reconocer que somos una especie con enormes capacidades constructivas y destructivas, pero la única con sentido moral. Añadió que nuestra humanidad se hace más plena cuando respetamos a los otros: al destruir la biodiversidad nos ponemos en peligro a nosotros mismos, tanto económica como espiritualmente.

En este módulo, también se tuvo la participación de Irene Pisanty, bióloga de la Facultad de Ciencias de la UNAM, quien centró su plática en responder por qué la biodiversidad no tiene un lugar central en la agenda pública, política, académica y personal; además de responder por qué no estamos viviendo un cambio de conducta como sociedad respecto a la protección de la biodiversidad.

Pisanty explicó que el impacto de las actividades humanas es más antiguo de lo que solemos pensar, es decir, desde que vivíamos en grupos nómadas dedicados a la caza y a la recolección hemos provocado importantes procesos de defaunación y extinción de la megafauna. Estas actividades han dejado la primera gran huella de la especie humana a nivel planetario.

Enfatizó que las actividades humanas dependen, a corto o largo plazo, inmediata o paulatinamente, de los servicios ambientales que prestan los ecosistemas, cuyo corazón es la biodiversidad.

Puso el ejemplo de que pandas y jaguares han sido protagonistas de campañas publicitarias sobre la importancia de la biodiversidad, pero se han dejado de lado otras especies que aparentemente son menos carismáticas. Existe un juicio moral que introduce un sesgo en las especies que se aprecian y se invierte para conservar, mientras que no se toman en cuenta aquellas que no tienen valor de mercado.

En la actual situación de pandemia, la ciencia está más presente en la discusión pública y se habla del origen del virus, asociado a la degradación de los servicios ecosistémicos. No obstante, los procesos que subyacen a la biodiversidad son muy complejos y no siempre se aprecian a simple vista. Nos queda mucho por conocer acerca de su funcionamiento y hace falta que quienes tienen la responsabilidad de tomar decisiones cuenten con información especializada, porque sin esos procesos no podríamos vivir.

Esta sesión del seminario, iniciativa de la Coordinación Universitaria para la Sustentabilidad de la UNAM, cerró con un mensaje contundente por parte de Pisanty: la pandemia nos recuerda nuestra vulnerabilidad y nos hace preguntarnos sobre lo que es indispensable y, sin lugar a dudas, las instituciones ambientales lo son. Resulta urgente reconocer que no podemos prescindir del medio ambiente.

 

 

 

Innovación y conocimiento, fundamentales para el regreso a la cotidianidad

William Lee Alardín, coordinador de la Investigación Científica de la UNAM, estuvo presente en la campaña #CuandoSeAbranLasPuertas. Allí, destacó que la nueva normalidad será diferente de lo que se conocía antes.

Mencionó que es esencial respaldar los desarrollos científicos, de educación cultural y de generación de conocimiento general en todos los temas. Debido a que el sistema de tecnología e innovación en el país tiene más de 40 años de institucionalización y no cumple con todas las necesidades ni con la escala del país.

Lee Alardín explicó que es necesaria más infraestructura y personal para que las próximas generaciones enfrenten retos en diversos frentes como la salud o el cambio climático, con el objetivo de desarrollar las capacidades para crear bienestar y desarrollo para una mayor población a futuro que tendrá una distribución demográfica distinta

“Está claro que las pandemias son un problema que nos puede ocupar durante algún tiempo y que podrían ocurrir. Hoy tenemos la COVID, pero podrían venir otras si no cambiamos de manera colectiva nuestro actuar”.

En los últimos años las enfermedades que han provocado brotes, generalmente son aquellas transmitidas de animales a seres humanos como consecuencia de una proximidad creciente e intensa. Recalcó que los brotes y las pandemias han sucedido muchas veces en la historia, pero en la actualidad la deforestación y la invasión de zonas tropicales se han convertido en terreno fértil.

“Estar prevenidos y preparados, sobre todo, cooperar a nivel global de manera constructiva y con liderazgos claros”.

Asimismo, Lee Alardín sentenció que es necesario poner más atención y realizar acciones en temas ambientales, el desarrollo sostenible y el uso de energía.

“Se requiere una voluntad conjunta generalizada para aplicarlas y confío en que así lo haremos. Esta experiencia tendrá consecuencias también positivas para todas y todos porque tenemos las capacidades como país y como comunidad universitaria”.

“Las personas serán más conscientes de lo que hacen”

Karla Desireé Velázquez, estudiante del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Plantel Sur de la UNAM, estuvo presente en la campaña #CuandoSeAbranLasPuertas donde compartió su perspectiva sobre los cambios actuales y futuros respecto del COVID-19.

¿Cómo serán las relaciones personales tras la pandemia?

“¿Cómo será la relación con los demás?, ¿cómo vamos a consumir y cómo seremos?”. Estas son algunas preguntas que Pedro Stepanenko Gutiérrez, doctor en Filosofía por la UNAM, realizó en la campaña #CuandoSeAbranLasPuertas, la cual reflexiona sobre el futuro desde diferentes ópticas de las humanidades y las ciencias sociales.

El especialista mencionó que en un futuro tras la pandemia de COVID-19 no va a cambiar nada y se seguirán las mismas tendencias de individualismo, consumismo e intercambio, así como la guerra comercial y la dependencia de todos los países. Sin embargo, aunque muchas cosas pueden seguir igual en la vida cotidiana habrá distintos cambios.

Por un lado, la solidaridad, y por el otro, la desconfianza debido al impedimento del acercamiento físico, una forma que es considerada como una expresión de confianza. De tal manera que ese distanciamiento, primero en los gestos y después en el carácter, tiene una repercusión.

“Al mismo tiempo, tenemos que ser muy solidarios cada una de nuestras acciones va a repercutir en la vida de muchos otros, ese acto de confianza al acercarnos y abrazar a la gente, pero con responsabilidad”.

 

Taller para niñas y niños. Escalas en el sistema solar: el tamaño de los planetas.

¿Qué tienen en común un melón, una toronja, una manzana, y unas moras? Además de su valor nutricional y su delicioso sabor, pueden servirnos para conocer el tamaño relativo entre los planetas del sistema solar.
Rafael Hernández, del equipo de Divulgación y Comunicación de la Ciencia del IRyA UNAM, nos cuenta sobre las escalas del sistema solar y el tamaño de los planetas en este taller astronómico para niñas y niños de todas las edades

Retransmisión: Estudiantes de la UNAM, ganadores del Reto Banxico 2020

La unión de todos hará posible regresar a la nueva normalidad: Julieta Fierro

UNAM Global · La unión de todos hará posible regresar a la ´nueva normalidad´": Julieta Fierro

Desde su confinamiento y con muchos proyectos por realizar, la astrónoma Julieta Fierro Gossman ve en la actual crisis de salud mundial una oportunidad para recrearnos como sociedad. “Vamos a superar esta crisis para bien y en este esfuerzo por continuar no debemos esperar a que el gobierno nos resuelva todo, sino que la unión de todos sea la que haga posible regresar a la nueva normalidad con proyectos de reconstrucción”.

Para poder llevar a cabo dicha reconstrucción se precisa del trabajo inteligente y creativo de cada persona, el respeto por la naturaleza, la educación y el amor. Que se tenga el deseo de aprender a aprender hasta que se haga un hábito.

“Yo convocaría a todas las universidades a unir fuerzas para que todos los mexicanos aprendan a aprender lo que sea, algo que no sea lo suyo. Que las universidades entrenen a los trabajadores para las nuevas tecnologías. Que todos los miembros de la ANUIES pongan en línea todos los cursos básicos de forma gratuita, para que esto sea un regalo de México para la humanidad”.

Fierro Gossman, en entrevista con Deyanira Morán en Prisma RU de Radio UNAM, señala que el sentirnos asustados y desorientados es normal cuando se está en confinamiento y no puedes convivir con tus familiares y amigos. Agrega que si confiamos en la ciencia y nos damos una oportunidad, podremos salir avante.

“Las personas que tengan tiempo libre, en lugar de sentirse aisladas y deprimidas, puedan utilizar sus habilidades para ser productivas. Eso se puede lograr con la educación, en querer aprender de por vida. Yo creo que trabajar produce felicidad. La gente que trabaja está menos triste que las personas que están aisladas”.

El uso de caretas y mascarillas sí disminuye el riesgo de contagio

Todos los días sale información nueva para entender la forma en cómo se contagia el virus del SARS-CoV2 y los diversos síntomas que provoca.

Sin duda, la incertidumbre que vive el mundo en torno a la COVID-19 y su comportamiento es alta. Hay temas que aún no son claros y causan conflicto entre las personas, uno de ellos es el uso de mascarillas, cubrebocas y caretas, ya que mientras algunos niegan su utilidad, otros aseguran lo contrario.

El doctor Alejandro Macías, médico internista, infectólogo e integrante de la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia del Coronavirus de la UNAM, afirmó que las mascarillas, caretas y cubrebocas deben usarse. La misma UNAM trabaja en el diseño de algunas, “no te van a eliminar el riesgo, pero lo disminuyen sustancialmente, son de gran utilidad, hay que usarlas en espacios públicos, pero sobre todo en espacios cerrados”.

Otro concepto que se ha modificado con el desarrollo de la pandemia es la temprana atención que se debe de buscar. Inicialmente se pedía que quien no se sintiera mal se quedara en su casa, pero lo mejor será no esperar. “Hay personas que no están oxigenando bien, no necesitan ventilación mecánica, sólo oxígeno para des-saturar a los pulmones”, explicó Macías Hernández.

Enfatizó que la crisis sanitaria que vivimos es un problema que no escogimos los mexicanos, resaltó que la UNAM trabaja en todo lo que puede y brinda sus instalaciones y capacidades para contribuir en los distintos campos. “Si llegamos a tener una vacuna mexicana, sin duda la UNAM estará intensamente involucrada. Es un problema serio, pero lo habremos de resolver y la Máxima Casa de Estudios seguirá siendo una gran institución que contribuirá para la solución del mismo”.

Módulo 3. Biodiversidad, Seminario Internacional Tópicos de Frontera en la Sustentabilidad 2020

Migrantes, vulnerables ante el COVID-19

La doctora Ana María Chávez Galindo, investigadora del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM) de la UNAM, habló sobre cómo  la pandemia de coronavirus (COVID-19) ha afectado a la población migrante en México.

Chávez Galindo destacó que a partir de 2018 aparecieron las caravanas migrantes que integran de 50 a 30 mil familias que huyen de su país de origen para llegar a la frontera. Añadió que algunos se encuentran detenidos en las estaciones migratorias en la frontera norte y sur en condiciones de hacinamiento.

La especialista en temas de migración mencionó que la respuesta de las autoridades ante la emergencia sanitaria ha sido liberar a los migrantes en la frontera sur, sin embargo, éstos no cuentan con recursos ni dónde vivir.

“Hay un problema muy complejo, no hay una política pública que realmente vea por este grupo de la población que además es altamente vulnerable. Ellos no pueden estar con la sana distancia ni con las mascarillas porque no tienen los recursos”.

La investigadora universitaria expresó que en la frontera norte la situación es más confusa debido a las políticas migratorias del presidente Donald Trump, quien al postularse como candidato a la presidencia de Estados Unidos propuso la construcción del muro para evitar el cruce de migrantes, además, ha presionado a México, Guatemala, Nicaragua y Honduras para firmar un convenio de Tercer País Seguro (TPS).

Asimismo, Chávez Galindo explicó que los albergues en la frontera son insuficientes y son difíciles de contener debido a que no hay un apoyo para su conservación, además, se desconoce el número de contagios y muertes de migrantes por COVID-19.

Finalmente, la especialista acotó que ha habido una ausencia total de una política pública que tome en cuenta a los migrantes, esta situación viola lo establecido en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que dispone que todas las personas tienen derecho a la libertad, a la vivienda, a seguro médico.

 

Pandemia: ¿un llamado a tomar acciones frente al cambio ambiental global?

La crisis sanitaria es resultado de la transformación de los ecosistemas del planeta que tienen vínculos muy estrechos con el tema sanitario, “esto es un llamado de atención a que no se puede continuar con esta lógica depredadora a costa de lo que sea”, destacó la doctora Gabriela de la Mora, investigadora del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM) de la UNAM.

De la Mora señaló que desde hace muchos años científicos de distintos ámbitos, como las ciencias sociales, han advertido que este tipo de problemas podían presentarse. Así como los eventos meteorológicos extremos que suceden con mayor frecuencia con resultados económicos, políticos, jurídicos y sociales de toda índole.

La especialista en gobernanza ambiental explicó que a partir de la pandemia de la COVID-19 hay dos escenarios posibles: el primero es que se dé una transformación que genere un cambio de paradigma que comprenda un modelo de desarrollo más social, humanista, ecológico y menos basado en el consumo. El segundo es que el modelo de desarrollo continúe, e inclusive, sea más destructivo, con más consumo y desigualdad.

La investigadora universitaria refirió que un aspecto positivo durante esta pandemia ha sido la atención a la información técnica científica existente, así como el contacto y diálogo entre los tomadores de decisiones con los científicos, lo cual permitirá una mejor toma de decisiones en el futuro.

Acotó que los holandeses plantearon un manifiesto de cinco puntos para el cambio económico poscrisis de la COVID-19, basado en los principios del decrecimiento. El documento propone invertir en sectores públicos, energías limpias, educación, salud y disminuir sectores como el petróleo, el gas y la minería.

“Adoptar formas de producción más sustentables y modos de vida que no estén basados en el consumo, sino en una política económica orientada a la redistribución de la riqueza con una agricultura circular y la cancelación de la deuda de los países pobres”.

De la Mora enfatizó que dicho manifiesto plantea un cambio de modelo social en donde intelectuales y científicos proponen trabajar en un cambio profundo de objetivos y valores en la economía, en las formas de relacionarnos y de interactuar con el ambiente.

 

Ciclismo urbano, alternativa para mitigar nuevos ciclos de contagio

 

La doctora Érika Fosado Centeno, investigadora del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM) de la UNAM, habló sobre el uso de la bicicleta ante la necesidad de mitigar nuevos ciclos de contagio derivados de la pandemia por coronavirus (COVID-19).

Fosado Centeno destacó que debe apostarse por soluciones prácticas a corto plazo, que no exijan un alto costo de inversión y sean accesibles para amplios grupos de la población.

“El ciclismo urbano aparece como una alternativa práctica y robusta que tiene mucho que aportar, así lo están reconociendo decenas de países en Europa, Asia y América Latina que se han dado a la tarea de construir ciclovías temporales para facilitar los traslados en bici”.

Por su parte, Juan Pablo Ramos Monzón, consultor de movilidad, destacó que el uso de la bicicleta es un aliado porque se aprovecha una actividad necesaria como lo es transportarse al trabajo para realizar una actividad física, lo que genera un impacto directo a la salud al fortalecerse el sistema inmunológico.

Ramos Monzón acotó que el uso de la bicicleta es un gran aporte a la economía personal y familiar. “El mundo está entrando en una crisis económica, de cómo se estaba viviendo antes y me parece que la bicicleta va a seguir aquí, como una respuesta a mejorar las finanzas”.

Asimismo, Irais Maya, promotora de ciclismo, recalcó que el uso de este transporte promueve el consumo local, debido a que es más fácil para una persona que se traslada en bicicleta detenerse a consumir algo en su comunidad a comparación de alguien que se traslada en un vehículo motorizado.

Finalmente, Ramos Monzón resaltó que derivado de esta crisis sanitaria es importante el rediseño de las ciudades, así como una mayor sensibilización del tema, con el rescate de espacios públicos y una movilidad activa, de lo contrario, las emergencias sanitarias serán más frecuentes. “La bicicleta aparece como una herramienta con la que podemos canalizar esta crisis para convertirla en una oportunidad”.

Noticias astronómicas: ráfagas rápidas de radio (FRBs)

El Dr. Luis Felipe Rodríguez, investigador emérito del IRyA UNAM y miembro de El Colegio Nacional nos comenta las nuevas evidencias sobre el origen de las Ráfagas Rápidas de Radio (Fast Radio Bursts, o FRBs en inlgés.

¿Planeas viajar?


La industria del turismo es una más de las afectadas por la pandemia de la COVID-19. El turismo nunca se había enfrentado a un evento a nivel mundial que frenara por completo sus operaciones, era una industria que crecía y no se había detenido hasta este momento. “Sin duda, la manera de viajar y planear un viaje cambiarán por completo”, explicó el doctor Jorge Baruch Díaz Ramírez, miembro de la Comisión para la Atención de la Emergencia del Coronavirus.

De acuerdo con el académico de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM el suceso es histórico y representa un descenso del 60 al 80 por ciento de arribo de viajeros a nivel internacional, aunque habrá destinos que tendrán un impacto más fuerte.

En entrevista con el también responsable de la Clínica de Atención Preventiva del Viajero (CAPV) de la UNAM refirió que debe de cambiar la forma en la que transitamos un viaje. Lo habitual era llegar al aeropuerto, hacer check-in, pasar filtros de seguridad, subir al avión, despegar, llegar al destino, recoger equipaje. “Ahora se deberá incluir la medicina preventiva y la vigilancia epidemiológica, ya que menos de uno de cada 10 viajeros tomaba en cuenta su salud y consultaba a un especialista sobre salud y viajes antes de un viaje internacional”.

Enfatizó que menos del 15 por ciento de los viajeros internacionales cuentan con su sistema de salud y vacunación actualizado, “no se le presta atención a la salud y hoy todo va a girar en torno a esto”.

Los procesos de chequeo de identidad en las líneas aéreas por las autoridades aeroportuarias van a tender a unificar y formar un formato de identidad única, un pasaporte único digital en el cual se vaya agregando información médica sobre la salud, incluso inmunológica, en el que el usuario tendrá el control total para indicar a quién le da acceso a esta información sensible, para qué y por cuánto tiempo.

La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) ya ha venido trabajando desde 2007 para que se sustituya el pasaporte físico, “disminuir el contacto entre los viajeros y los prestadores de servicios será fundamental para cortar la cadena de transmisión. Los requerimientos sanitarios se harán más estrictos para ingresar a una nación, con documentación que compruebe el estado de salud o inmunitario y el rastreo de los viajeros durante toda su estancia en el extranjero será obligatorio”.

Por otro lado, el especialista en medicina del viajero refirió que, llegado el momento para poder viajar, la seguridad dependerá de cada destino, de qué tanto conocimiento tenga o no sobre la situación epidemiológica que vive o si tiene detectadas las zonas con más brotes de la enfermedad, los protocolos serán más estrictos en los destinos turísticos.

Será muy importante que los viajeros hagan una investigación especial sobre los destinos que van a visitar y preponderar las políticas que los gobiernos están llevando a cabo para detectar y controlar los posibles contagios. Asimismo, tomar en cuenta si los hoteles, itinerarios y aerolíneas cuentan con protocolos estrictos que sean avalados por las autoridades convenientes.

En cuanto a la planeación de los viajes, antes sólo estábamos pendientes del costo del avión o los tours, hoy será muy importante preponderar cómo éstos aseguran la salud, no sólo la individual, sino la colectiva en los destinos a donde se vaya.

Habrá que dar cabida a un nuevo concepto que se debe de acuñar en viajeros: el turismo responsable, “debe ser individual y colectivo para las comunidades que visitas. No ver solamente por nosotros, sino por nuestro entorno, que sea seguro y mantenerlo así”.

Sin duda, el uso obligatorio del gel antibacterial, el cubrebocas y mascarillas protectoras han venido a quedarse un buen tiempo, por los menos un par de años.

Jorge Baruch recomendó que al momento de decidir realizar un viaje habrá que seguir ciertos patrones: elegir destinos cercanos al lugar de residencia para ir y venir en un día; cuando el semáforo esté en fases verdes o más allá se puede planificar viajes pero regionales, es decir, dentro del país; destinos internacionales se recomienda el Caribe y hasta para el siguiente año elegir otro continente.

Lo más importante es que las medidas de protección personal se deben de mantener siempre, independiente de la fase del semáforo en la que nos encontremos: el lavado de manos, usar gel, mantener la sana distancia y evitar aglomeraciones. “Con estas cuatro medidas de cuidado personal clave, si el 100 por ciento de los que salimos al espacio público las llevamos a cabo, estamos asegurando que no haya una segunda oleada de manera intensa o un repunte de mayor intensidad que nos obligue a regresar al confinamiento”.

Finalmente, refirió que no se ha encontrado una forma de combatir al virus, pero si no se tiene cuidado en la forma en la que salimos vendrá una oleada de mayor intensidad que se convierta en una tragedia nacional. Esto aún no termina, nuestras actividades cotidianas no van a regresar, hay que aguantar un poco más para transitar a la nueva normalidad de la mejor manera.

Estados Unidos y el Coronavirus

Cuando el SARS-CoV2, agente causal del COVID-19 sea historia -y, por supuesto, lo será-, muchos gobernantes serán juzgados por sus aciertos, limitaciones y, sobre todo, por las malas decisiones tomadas para lidiar con la pandemia. Aunque no es el único que ha tenido una mala gestión de la emergencia sanitaria, llama la atención por ser el presidente de uno de los países más poderosos del mundo: Donald Trump. A pesar de que el primer caso de COVID-19 fue confirmado en la Unión Americana el mismo día que en Corea del Sur (20 de enero) la respuesta de cada uno de esos estados fue muy distinta. Corea del Sur, que ya había enfrentado una crisis por el síndrome respiratorio del Medio Oriente (MERS)1 en 2015, aprendió de los errores en el manejo de aquella crisis2. Por ello, en el momento actual (junio 7), tiene 11 mil 776 casos confirmados y sólo 273 decesos, mientras que, en la Unión Americana, epicentro mundial de la enfermedad, hay casi dos millones de casos confirmados y la demoledora cifra de 110 mil defunciones. No se trata sólo de un tema de números. Tampoco se puede argumentar que no se puede comparar a Corea del Sur, un país con 52 millones de habitantes, contra EEUU que tiene seis veces más (328 millones). Un parámetro ineludible son países como la República Popular China (RP China) o India, los dos más poblados del planeta, que, independientemente de las estrategias de contención que hayan aplicado para mantener a raya a la enfermedad, tienen 84 mil 187 casos confirmados y 4 mil 638 defunciones (en un país con 1,400 millones de habitantes, esto es, más de cuatro veces la población de Estados Unidos) y 254 mil 340 casos confirmados con 7 mil 206 decesos (en un país con 1,350 millones de habitantes), respectivamente. Todos estos números hacen ver muy mal a Estados Unidos. Por eso George Parker, en The Atlantic, considera que el vecino país del norte ha reaccionado como Pakistán o Belarús, esto es, como si se tratase de un Estado fallido, carente de infraestructura y con un gobierno disfuncional, cuyos líderes son demasiado corruptos o estúpidos como para entender la tragedia humana del COVID-193.

Estados Unidos es un país con una extensión territorial de 9 millones 833 mil 520 kilómetros cuadrados y con una población de 328 millones 239 mil 523 habitantes. La densidad demográfica es de 33.6 personas por kilómetro cuadrado. Con un producto interno bruto (PIB) de 22. 321 billones (trillions) de dólares, es la 1ª economía a nivel mundial y posee un ingreso per cápita de 67 426 dólares -medido en términos del poder adquisitivo. Es un país altamente industrializado que ocupa la 15ª posición en los índices de desarrollo humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Figura en el 2° lugar -en un listado de 141 países- en el índice de competitividad global del Foro Económico Mundial correspondiente a 2019 sólo detrás de Singapur4. En el índice de libertad económica de la Fundación Heritage, Estados Unidos se encuentra en la 17ª posición5. En el índice de percepción de corrupción de Transparency International, Estados Unidos se ubicó en el 23° lugar entre 198 países en 20196. En el índice de paz global de 2019, Estados Unidos está en el 128° lugar -apenas 12 escaños arriba de México- de una lista de 163 países7.

La muerte llega y escoge. Graffiti en Nueva York

Este último indicador es muy revelador. Entre los rubros que integran al índice de paz global, figuran violencia, militarización, desarrollo económico, etcétera. Es importante destacar que desde 2016, la posición de Estados Unidos en este índice no ha parado de caer, como tampoco la imagen internacional del país. Desde 2009, la confianza del mundo en torno al liderazgo de Estados Unidos ha declinado en 17 puntos, si bien el deterioro se ha acentuado desde que Donald Trump asumió la presidencia8. En estos momentos, Gallup reporta que el índice de aprobación del controvertido inquilino de la Casa Blanca es inferior al de Xi Jinping de la República Popular China y casi es igual al de Vladímir Putin, el mandatario de Rusia9.

Efectivamente, Trump se ha comportado como el presidente de alguna de las múltiples repúblicas bananeras que lamentablemente todavía existen en el mundo. Más preocupado por su popularidad, negó desde el principio la importancia de la enfermedad. Perdió dos valiosos meses de preparación y ante el inevitable arribo del COVID-19 a su país actuó a destiempo. Anunció fechas para poner fin a la cuarentena en momentos en que varios estados estaban llegando a los picos de la cresta. Afirmó que el coronavirus se acabaría en abril -bueno, pues ya es junio y el COVID-19 sigue infectando personas y causando decesos en todo el país. Presionó a gobernadores de estados en los que el liderazgo lo tienen los demócratas y les regateó la ayuda -esto fue especialmente notorio en el estado de Nueva York, uno de los más golpeados por la enfermedad- haciéndose de palabras con Andrew Cuomo. Acusó a la RP China de ocultar información y ha dicho una y otra vez que el COVID-19 fue creado en un laboratorio en Wuhan, pese a que la comunidad científica de Estados Unidos y de todo el mundo han explicado el surgimiento natural de la enfermedad. Rebautizó al COVID-19 como “virus chino”, apelación insultante que aceleró las protestas de los chinos. Por si fuera poco, ha despotricado contra la Organización Mundial de la Salud (OMS) cuya gestión de la crisis ha criticado y anunció, primero, la suspensión del financiamiento que corresponde a Washington dar cada año, como parte de su membresía en la institución -aunque, en honor a la verdad, Estados Unidos tenía un atraso de tiempo atrás en el pago de sus cuotas a la OMS. Tras la reciente Asamblea Mundial de la Salud, no dejó pasar la oportunidad para una vez más acusar a la OMS de una mala gestión y de apoyar a la RP China y el viernes 29 de mayo dio por “terminada” la relación de EEUU con la OMS, en medio de críticas y estupor de parte de la comunidad internacional10. Una de las pifias más sonadas de Trump fue sugerir el consumo de desinfectantes para combatir la enfermedad, lo que provocó intoxicaciones de muchas personas en Estados Unidos quienes, al escucharlo, consideraron que era algo que había que hacer “porque el presidente así lo dijo.”11

AP

Parte del problema, por supuesto, es la clase política instalada en Washington a instancias de Trump. Entre quienes lo rodean sobresale la incompetencia o bien el deseo por obtener beneficios políticos y para ello, optan por guardar silencio y seguirle la corriente. Oportunismo político, al fin y al cabo. Por ejemplo, Mike Pence, el vicepresidente, quien ha tenido un desempeño sumamente gris en la administración Trump, sin brillar con luz propia -como sí fue el caso, por ejemplo, de Albert Gore durante la gestión de William Clinton, de Dick Cheney durante la presidencia de George W. Bush e, incluso, aunque con menor perfil, de Joe Biden durante el gobierno de Barack Obama-, se ha dedicado a justificar al presidente, sin importar lo insostenible que sea ello, trátese del impeachment, de la salida del acuerdo nuclear con Irán, o bien, de las acciones emprendidas para enfrentar la pandemia provocada por el COVID-19. Pence, como es sabido, fue designado el 26 de febrero -ojo: más de un mes después de que se confirmó el primer caso en el país- por el presidente Trump, al frente de la campaña para enfrentar la enfermedad. Como ya es costumbre en Trump, reviró en esa oportunidad: “estamos muy, muy preparados para esto, para cualquier cosa.12” Sin embargo, muy pronto el virus se propagó incluso entre los colaboradores de Pence, quien, por otra parte, no ha proyectado el liderazgo esperado mientras su país se aproxima a la fatídica cifra de los 2 millones de casos confirmados y, lamentablemente, más defunciones13Se sabe, sin embargo, que, desde enero, los servicios de inteligencia estadounidenses habían advertido al presidente que el nuevo coronavirus se convertiría en una pandemia mundial y Trump no escuchó -o no quiso.14

Así, Donald Trump es al SARSCoV2 lo que Ronald Reagan al VIH/SIDA. Al igual que lo que ocurrió con la irrupción del VIH/SIDA durante la presidencia de Ronald Reagan -quien minimizó el problema, evitó hablar de la enfermedad por su nombre en sus primeros años de gobierno y cedió ante las presiones de grupos conservadores quienes estigmatizaron a quienes contrajeron la enfermedad-, Trump restó importancia al SARSCoV2. Hoy, la Unión Americana se ubica en el primer lugar mundial por casos confirmados y defunciones y las protestas masivas que se han producido en todo el país -y en muchas partes del mundo- a la luz del asesinato de George Floyd a causa de la brutalidad policíaca el pasado 25 de mayo15 -y evidentemente del arraigado conflicto racial que el propio presidente Trump fomenta- hacen temer a la comunidad médica y científica un rebrote en varias partes donde la incidencia de la enfermedad estaba disminuyendo16.

El sistema de salud de Estados Unidos

En general existen principalmente cuatro sistemas de salud en el mundo, a saber:

  • El mutualista o bismarckiano, basado en cotizaciones como fuente principal de financiamiento, que, como se sugería anteriormente, se basa en las aportaciones obligatorias del trabajador y de la empresa para su solvencia. Este sistema prevalece actualmente en Alemania y también en Austria, Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo y Japón17. Al modelo bismarckiano también se le conoce como modelo de los seguros sociales18.
  • El modelo Beveridge. Este sistema nació en 1942, en plena segunda guerra mundial de la mano de Lord William Beveridge, en el cual el Estado se hace cargo del financiamiento del sistema de salud unificando el sistema de seguridad social bajo su égida, a través de impuestos. Este modelo también se aplica en Francia -donde Pierre Laroque encabezó los esfuerzos para brindar protección social a la población, de manera que en 1946 se creó el sistema nacional de seguridad social19-, Suecia, Dinamarca, España e Italia, entre otros.
  • El liberal, cuyo principal representante es Estados Unidos. Conforme a sus premisas, la salud es un bien de consumo donde son las libres fuerzas del mercado las que distribuyen los recursos sanitarios a la sociedad. El Estado no tiene la responsabilidad de promover la salud y su participación es marginal, dirigiendo su atención sobre todo a grupos desfavorecidos o carentes de recursos. El usuario paga directamente al proveedor o bien, lo hace a través de compañías privadas de seguros. Si bien el modelo favorece la competitividad entre los proveedores y da libertad a la sociedad de elegir al de su preferencia, cubre de manera imperfecta el aprovisionamiento de servicios de salud, dejando fuera numerosos padecimientos y también a diversos sectores de la población, incluso a aquellos que cuentan con un seguro privado21.
  • El socialista, del que subsisten ya muy pocos ejemplos, siendo Corea del Norte y sobre todo Cuba, sus máximos exponentes. En este modelo el financiamiento corre por cuenta del Estado e incluye a la totalidad de la población. Por lo tanto, tiene cobertura universal y gratuita. Las ventajas son evidentes: se apuesta por la medicina preventiva y la educación sanitaria para elevar la salud de la población. Con todo es un sistema rígido y burocrático20.

Estados Unidos encarna a uno de los sistemas de salud con menor cobertura para el conjunto de la población. Es un sistema altamente fragmentado. Considerado como el más deficiente entre los países desarrollados por organismos internacionales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), se ampara en programas de protección pública para los sectores más vulnerables.

Estados Unidos carece de un sistema de cobertura mínima asistencial, si bien, una persona, ante una emergencia, puede ser atendida en un hospital público o privado -pero sólo en casos extraordinarios. A continuación, se tienen sistemas obligatorios para sectores vulnerables, entre los que figuran el Medicare, el Medicaid y el programa de seguros para la salud Infantil (CHIP). Estos tres programas nacieron en 1965, pero sufrieron importantes reformas durante el gobierno de Barack Obama a través del Acta de Acceso a Cuidados y Protección del Paciente (ACA) u Obamacare, mismo que se explicará en el siguiente apartado. A continuación, las características principales de cada uno de los sistemas obligatorios:

  • Medicare.- Es un programa federal destinado a los mayores de 65 años y a los menores de 65 años con discapacidades específicas o con enfermedad renal -insuficiencia renal crónica. También incluye a extranjeros mayores de 65 años con residencia legal en los Estados Unidos, bajo ciertos requisitos de permanencia. Quienes califican para este programa podrían tener derecho a un beneficio adicional por los gastos del plan de medicamentos recetados, sujeto a una serie de condiciones en cuanto a los ingresos y el patrimonio del beneficiario.
  • Medicaid.- Se trata de un programa que cubre la asistencia médica básica para ciertas personas y familias con bajos ingresos y recursos. Aunque la administración federal lo financia en su mayor parte, es gestionado por cada estado de la Unión Americana, que dispone de gran libertad para establecer las normas de acceso y cobertura. La ley ACA u Obamacare de 2010, en vigor a partir de 2014, amplió la elegibilidad a todas las personas menores de 65 años de familias con ingresos por debajo del 133 por ciento del nivel de pobreza federal. Además, amplía el beneficio a las personas menores de 65 años que no tienen otros factores de calificación, como ser menor de 18 años, discapacitado, embarazada o padres con hijos pequeños. Sin embargo, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos anuló la potestad de la administración federal de penalizar a aquellos estados que no cumplieran con el programa, convirtiéndolo en una opción al no tener consecuencias su no observancia. A principios de 2018, 18 estados todavía no lo habían puesto en marcha.
  • CHIP.- Es un programa federal-estatal para ayudar a los niños de familias cuyos ingresos están por encima del límite para entrar en el ámbito de protección de Medicaid, pero no lo suficientemente altos como para permitirse contratar la cobertura de un seguro privado.

Estos programas son financiados con recursos públicos, si bien la premisa que subyace en torno al aprovisionamiento de los servicios de salud es que quien cuente con los recursos suficientes, pague un seguro. Esto se puede hacer a través de seguros colectivos de salud de la empresa en la que se labora, o bien por medio de una cobertura privada individual que es opcional. Como es sabido, el gasto privado individual en Estados Unidos es uno de los más altos del mundo. En 2019 el gasto en salud creció en un 4.6 por ciento respecto al año anterior, llegando a 3. 8 billones (trillions) de dólares, equivalentes al 16.9 por ciento del producto interno bruto (PIB), con lo que la Unión Americana es el país que más gasta en salud en el mundo, a razón de 11 mil 172 dólares per cápita. Se proyecta que para 2028, el gasto en salud crecerá a 6. 2 billons (trillions) o bien, 18 mil dólares per cápita, si bien el SARSCoV2 no ha sido ponderado en estos cálculos, y dada la letalidad de la enfermedad y los estragos que ha producido en la población y en el sistema de salud estadunidense, la erogación podría ser más alta22El gasto en salud por parte de los estadunidenses actualmente equivale al doble de lo que se erogaba en la década de los 80 del siglo pasado23. A pesar de ello, el país de las barras y las estrellas tiene la esperanza de vida más baja y la mayor tasa de mortalidad infantil entre los países desarrollados24.

En 2015 el gasto promedio por habitante en salud se dividía de la siguiente manera: los planes de salud públicos representaban 26.6 por ciento; los planes de salud obligatorios 22.6 por ciento; los seguros y planes individuales de salud 31.5 por ciento y el gasto de bolsillo era de 11. 1 por ciento. Con todo, si una persona sufre un infarto, una fractura o se enferma de neumonía deberá desembolsar 20 mil, 17 mil y 10 mil dólares, respectivamente, para ser atendido en un hospital. Ello explica la importancia de contar con un seguro médico dado que, en caso contrario, esos montos deberán ser asumidos enteramente por el paciente. Así, los gastos médicos son un factor que oscila entre el 18 y el 26 por ciento de todas las bancarrotas, dado que las personas deben endeudarse para pagar las cuentas médicas, por lo que éstas constituyen un catalizador del empobrecimiento en los hogares -e incluso de las altas tasas de suicidio, como se explicará más adelante25.

Hay varias razones que explican por qué el gasto en salud en EEUU es tan alto y representa el 16.9 por ciento del PIB. Entre ellas destacan los honorarios médicos, que son de los onerosos altos del mundo -mientras que en el vecino país del norte un médico general obtiene un salario anual de 218 mil 173 dólares, en Alemania se le pagan 154 mil 126 dólares y en Suecia 86 mil 607 dólares26 –; el incremento en los precios de los medicamentos -en 2012 el costo de la insulina para un paciente con diabetes tipo 1 era de 2  mil 864 dólares anuales por persona, mientras que para 2016 el costo del mismo producto era de 5 mil 705 dólares- lo que hace cada vez más difícil su accesibilidad para las personas que no pueden pagarlos; los precios de prácticamente cualquier paso por el quirófano son estratosféricos -una cirugía a corazón abierto se cotiza en 75 mil 345 dólares, mientras que en Suiza cuesta 36 mil 509, lo que explica por qué cada vez más estadunidenses deciden viajar a México, Turquía, Brasil, India, Corea del Sur, Indonesia o Tailandia para recibir tratamientos por una cantidad muy inferior a la que deben erogar en la Unión Americana27. No menos importantes son los costos administrativos y el papeleo que se requiere para atender los reembolsos y pagos de parte de las aseguradoras, lo que no sólo consume tiempo, sino también el 8 por ciento del presupuesto en salud del país28.

El acta de Acceso a Cuidados y Protección del Paciente u Obamacare

El acta de Acceso a Cuidados y Protección del Paciente o bien Patient Protection and Affordable Care Act ACA es una ley aprobada el 23 de marzo de 2010 bajo el mandato del presidente Barack Obama, por lo que popularmente es conocida como Obamacare y que, como se explicaba, se propone facilitar el acceso a la salud de todos los ciudadanos estadunidenses. La ley incluye disposiciones como las siguientes:

  • mejoras inmediatas en la cobertura de atención médica para todos los estadounidenses. Prohibición de rescisión unilateral de la cobertura de un afiliado, no imposición de requisito de costo compartido, cobertura de dependientes para personas de hasta 26 años de edad o la regla 80/20, entre otras medidas29;
  • reforma del mercado de salud el cual prohíbe que los planes de salud discriminen o excluyan por condiciones médicas /enfermedades preexistentes;
  • opciones de cobertura asequibles para todos los estadunidenses, mediante créditos fiscales de prima y reducciones de costos compartidos. Los contribuyentes individuales cuyo ingreso familiar iguala o excede el 100 por ciento, pero no excede el 400 por ciento de la línea de pobreza federal conforme a la ley de seguridad social, pueden acceder a un crédito fiscal reembolsable por un porcentaje del costo de las primas para cobertura bajo un plan de salud calificado;
  • crédito tributario para pequeñas empresas con menos de 25 empleados y cuyos salarios no excedan los 50 mil dólares anuales. En este caso se puede acceder a una descarga fiscal del 50 por ciento;
  • mejora del acceso a Medicaid. Aunque la legislación federal requiere que los estados brinden ciertos beneficios “obligatorios”, permite a los estados la opción de cubrir otros beneficios “opcionales” conocidos como Medicaid expanded30.

A partir del 1 de enero de 2017, un total de 31 estados y el Distrito de Columbia adoptaron el Medicaid expanded. Una de las particularidades de esta ley era el “individual mandate”, por el que los estadunidenses podían enfrentarse a una multa si no contaban con un seguro médico. Sin embargo, el 20 de diciembre de 2017 la pena impositiva asociada con el mandato individual quedó derogada. La derogación entraría en vigor a partir de 201931.

Un elemento importante del Obamacare es la creación del “Health Insurance Market”, un espacio virtual para acceder a seguros médicos calificados. En la mayoría de los estados, el Marketplace está en el portal http://www.healthcare.gov. Los planes de seguros se clasifican en oro, plata, bronce y platino, y se les organiza a partir de coberturas, primas, copagos y deducibles. Todos los planes de salud ofrecidos en él deben incluir, por lo menos, 10 servicios básicos, a saber: atención ambulatoria, servicios de emergencia, hospitalización, maternidad, salud mental, medicamentos con receta, servicios de rehabilitación, servicios de laboratorio, servicios preventivos y pediatría32.

La administración Trump ha sido crítica del Obamacare. Durante la contienda electoral de 2016 lo calificó como “desastroso” y prometió eliminarlo de ser electo. Actualmente, se debate la posible derogación de esta legislación y su declaración de inconstitucionalidad, demandada por 20 estados. De ser aprobados, los eventuales cambios y recortes presupuestarios en servicios y programas de salud podrían impactar especialmente en los estados y localidades que tienen una alta proporción de poblaciones bajo cobertura de Medicaid y Medicare. Con todo, cada vez más personas apoyan la idea de un sistema de salud que de acceso a cuidados médicos básicos a la población. En enero de 2020, el presidente Trump propuso una nueva ruta para extinguir el ACA: a través de medidas presupuestales. Así, el presidente estadunidense “invitó” a los estados a revisar la cobertura del Medicaid para personas mayores de 65 años a quienes se les reduciría las subvenciones al igual que los apoyos para adquisición de medicamentos. La idea de Trump es que sean los estados los que asuman el costo financiero de manera que el gobierno central podría reducir los fondos federales cuando los estados no los puedan aprovechar, por ejemplo, ante recesiones, emergencias de salud púbica, etcétera. Entre las terribles consecuencias del planteamiento de Trump figuran que para los estados será más difícil financiar el Medicaid; miles de niños, adultos mayores y mujeres embarazadas perderán la cobertura de servicios de salud; y el retiro de los beneficios médicos a personas que no trabajan un determinado número de horas a la semana y al mes, entre las principales. Por si fuera poco, esta política ha sido vinculada a la migratoria, de manera que, a partir del 24 de febrero de 2020, los oficiales del Departamento de Seguridad de la Patria (Homeland Security) podrían rechazar a cualquier persona que pretenda ingresar a EEUU y que haya recibido o pretenda recibir los beneficios del Medicaid33. Con ello Trump busca distanciarse de la políticas de salud de su antecesor.

En términos de recursos humanos para la salud es importante destacar que Estados Unidos tiene un destacado historial en contribuciones médicas al mundo. Baste mencionar que el país cuenta con 377 premios nobel, de los que 280 han sido otorgados en física, química y fisiología y medicina -un porcentaje importante de ellos son inmigrantes, profesionistas poseedores de altas calificaciones que continuaron sus carreras en Estados Unidos, como lo ilustra el caso del mexicano Mario Molina, ganador del Premio Nobel en Química en 1995. Entre las grandes figuras de la medicina destacan el virólogo Jonas Salk, quien creó la vacuna contra la poliomielitis, la cual, posteriormente, fue mejorada por otro estadounidense -de origen judío-polaco-, Albert Bruce Sabin, quien desarrolló la vacuna oral que se empezó a suministrar a los niños estadunidenses en 1957. Samuel Blumberg, galardonado con el Premio Nobel en medicina y fisiología en 1976, identificó el virus de la hepatitis B y creó la vacuna respectiva. Un caso fascinante es el de Bernard Lown, cardiólogo, ganador del Premio Nobel de la Paz como parte del movimiento Médicos para la Prevención de la Guerra Nuclear. Sin embargo, Lown es conocido además por haber creado el desfibrilador para resucitar a personas con desórdenes cardíacos, además del uso de la lidocaína para controlar alteraciones en el ritmo cardíaco. Estados Unidos cuenta con prestigiados institutos y universidades abocados a la investigación científica y médica, sin dejar de lado importantes fundaciones privadas, más el Departamento de Salud y Servicios Humanos y los Centros para la Prevención y Control de las Enfermedades (CDC).

A pesar de todos esos logros, Estados Unidos tiene una proporción de 2 6 médicos por cada 1,000 habitantes (datos de 2017). A pesar del crecimiento demográfico, la disponibilidad de camas de hospital por cada 1,000 habitantes se ha reducido dramáticamente desde 1970, cuando la proporción era de 7.9 camas y en 2013 (que es la fecha más reciente para la que el Banco Mundial provee información) se había desplomado a 2.9. En contraste, el personal de enfermería ha aumentado de manera sostenida. Así, mientras que en 1995 había 8. 94 enfermeras y enfermeros por cada 1 000 habitantes, para 2017 la proporción era de 14.54.

Los precios de los medicamentos: un tema de vida o muerte

El mercado farmacéutico a nivel mundial supera las ganancias derivadas de la venta de armas y del sector de las telecomunicaciones. Por cada dólar invertido en la producción de un medicamento se obtienen mil de ganancia. Esto es porque el sector adquiere las materias primas en donde son más rentables -países en desarrollo-, produce las medicinas donde los costos de producción son más bajos -países de renta media- y vende el producto final en los mercados de mayores ingresos. Es también un sector oligopólico dominado por 25 empresas que controlan la mitad del mercado mundial34. Ciertamente, las empresas farmacéuticas de Estados Unidos figuran entre las más importantes: en 2019, de las 10 principales en el planeta, cinco eran estadunidenses encabezadas por Pfizer, Abbott, Merck Celgene y Abbvie35.

Como se explicaba, Estados Unidos es un país en donde los ciudadanos deben pagar más por tratamientos y medicinas respecto a lo que erogarían en otras partes del mundo. Hace algunos años, el problema del acceso a antirretrovirales genéricos para el tratamiento del VIH/SIDA confrontó al gobierno de Sudáfrica con las grandes empresas farmacéuticas, quienes argumentaban, como lo siguen haciendo hoy, que gastan mucho en investigación y desarrollo de nuevos medicamentos. El organismo no gubernamental Médecins sans frontières ha documentado que muchas empresas farmacéuticas erogan más en publicidad e imagen corporativa que en investigación para enfrentar enfermedades que siguen cobrando las vidas de millones de seres humanos en todo el mundo. Este organismo plantea que los medicamentos no deben ser un lujo y señala que “el precio astronómico de muchos de ellos proviene, sobre todo, de los monopolios de patentes de las corporaciones farmacéuticas y de la falta de competencia. Los altos precios de las medicinas han restringido, durante mucho tiempo, el acceso a tratamientos asequibles y que resultan vitales para millones de personas en países en desarrollo. En Médicos Sin Fronteras (MSF) fuimos testigos de cómo los medicamentos genéricos redujeron el precio de los antirretrovirales para el tratamiento del VIH desde los más de 10 mil dólares por paciente y año que costaban en el 2000, a menos de 100 dólares en la actualidad. Estas contundentes reducciones de precios han hecho posible brindar tratamiento contra el VIH a más de 22 millones de personas en todo el mundo.”36

En Estados Unidos los precios de las medicinas han escalado de tal forma que, en mayo de 2019, 40 estados de la Unión Americana iniciaron una querella contra grandes empresas farmacéuticas debido a los precios exorbitantes de los medicamentos que producen37. Las comparaciones con otros países son pasmosas:

  • la farmacéutica Gelead produce Truvada, un medicamento para la única terapia hasta hora efectiva en la prevención del VIH/SIDA, que cuesta en Estados Unidos unos mil 700 dólares por mes en tanto en Australia se cotiza en 8 dólares;
  • Gleevec, un tratamiento contra la leucemia y tumoraciones malignas cuesta 70 mil dólares al mes en aquel país, mientras en México el precio ronda los 2 mil dólares y en Colombia se vende a mil 100 dólares;
  • Humira, usado para el tratamiento de diversas enfermedades inflamatorias cuesta 822 dólares en Suiza, mientras por las mismas pastillas se pagan a 2 mil 669 dólares en Estados Unidos;
  • la insulina, esencial para el tratamiento de la diabetes -problema de salud que aqueja a millones de estadounidenses- se vende en Canadá a 38 dólares y en Estados Unidos a 200 dólares;
  • una nueva medicina génica para bebés con atrofia muscular espinal38, una enfermedad que los deja postrados de por vida, oscilará entre los 1. 5 y 5 millones de dólares con lo que se convertirá en la más cara del mundo; y
  • Kirmriah, medicina para el tratamiento de linfomas, cuesta 475 mil dólares, mientras que las prescripciones para la hemofilia oscilan entre los 580 mil y los 800 mil dólares anuales en aquel país39.

Si bien los costos de los medicamentos nuevos son exorbitantes -y las farmacéuticas insisten en que ello es justo, dado que gastaron mucho dinero en desarrollarlos-, también los medicamentos de antaño que no han experimentado cambios en sus fórmulas y/o composición, han subido de precio40. La pregunta es: ¿cómo puede el estadunidense promedio que llega a padecer esas u otras enfermedades, acceder a las medicinas que le puedan permitir una cierta calidad de vida? Como se explicaba, la mayoría de la población tiene acceso a algún sistema de seguridad social. Muchas personas cuentan con seguros médicos privados. Aun así, 27 millones de estadunidenses no tienen o no pueden pagar un seguro médico y, por lo mismo, tampoco pueden acceder a medicamentos41. En 1960, el estadounidense promedio pagaba 90 dólares por medicamentos prescritos y para 2019 la cifra era de mil 200 dólares42.

La razón de que las medicinas sean tan caras en Estados Unidos, tiene que ver con que son las propias farmacéuticas quienes las colocan en el mercado. Medicaid es un sistema que no negocia con las farmacéuticas los precios de las medicinas, cosa que pondría orden en el tema. En México, Chile, Canadá, Alemania, Francia y otros países, el mecanismo es distinto: los medicamentos pasan por el sistema sanitario, donde las autoridades pueden negociar los precios. En cambio, en la Unión Americana, el sistema sanitario esta fragmentado a todos los niveles y las aseguradoras subcontratan a otras para el abastecimiento de medicamentos. “El gobierno [estadunidense] permite que sean las farmacéuticas las que pongan los precios en el mercado y hay varias restricciones, algunas legales y otras prácticas, que limitan la capacidad de negociar los precios con los fabricantes, que controlan con sus patentes la exclusividad del mercado por decenas de años.”43

Así, el mercado de medicamentos en Estados Unidos, se encuentra ampliamente distorsionado. Una persona con cierta dolencia, acude con el médico, quien le recetará seguramente el medicamento con el que está más familiarizado, sin que se haya hecho una revisión de las opciones de medicamentos existentes, mucho menos de sus precios. Es sabido que las empresas farmacéuticas gastan millones de dólares en profesionales de la salud y académicos y científicos, para “convencerlos” sobre las “bondades” de sus productos. A ello se suma que las empresas farmacéuticas han trabajado de manera coordinada, para, en todo tipo de negociaciones, incluyendo las de tratados comerciales internacionales, asegurar la posesión de los derechos de patente por el mayor tiempo posible -actualmente 20 años-, lo que significa que el usuario deberá pagar el precio que estas corporaciones determinen en tanto la patente no sea liberada. Los múltiples intermediarios que intervienen en el proceso, más el cabildeo de las farmacéuticas en el Congreso estadounidense, garantizan que sean esas corporaciones las mayores beneficiadas en detrimento de las salud de los estadunidenses. Se calcula que, para los comicios de 2016, la industria farmacéutica contó con 804 cabilderos que promovieron sus intereses entre la clase política estadunidense44.

La solución propuesta por el gobierno de Donald Trump, que en algunos de sus famosos tuits ha señalado que es insostenible esta situación -y recordando que el costo de los medicamentos fue un tema destacado a lo largo de la campaña electoral de 2016- es la de importar las medicinas desde Canadá donde son mucho más baratas. Este “plan” supone que Canadá tiene interés, disposición y, sobre todo, la capacidad para abastecer al mercado estadunidense, cosa que no parece factible ni sostenible en el mediano y largo plazos.

Situación demográfica y epidemiológica

Como se explicaba en el inicio del presente análisis, Estados Unidos tiene una población de 328 millones 239 mil 523 habitantes. Considerando que en 1919 contaba con 106 millones 500 mil habitantes, en el espacio de un siglo ha triplicado su demografía. La esperanza de vida al nacer se duplico entre 1860 y 2019 al pasar de 39. 41 años a 78. 94. Con todo, es la esperanza de vida más baja entre los países desarrollados y en el transcurso de la década pasada, retrocedió. Estados Unidos tiene una distancia de seis años respecto a Japón, el país más longevo45. La tasa de fertilidad es de 1. 77 hijos por mujer. Asimismo, Estados Unidos tiene la tasa de mortalidad infantil más alta entre los países desarrollados que es de 6. 1 niños por cada 1,000 nacidos vivos46.

En 1970 Estados Unidos tenía un año más de esperanza de vida que el promedio en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y actualmente está por debajo casi por dos años. Entre 2014 y 2017, la esperanza de vida en el país declinó, siendo de 78.9 años en 2014, bajando a 78.7 años en 2015 y 2016 y de nuevo reduciéndose a 78.6 años en 2017. Tres son las razones por las que cayó, por primera vez en el presente siglo, la esperanza de vida: la incidencia del cáncer, los suicidios y el consumo de estupefacientes, en especial, de opiáceos. En 2018, la esperanza de vida volvió a crecer al llegar a 78.7 años47. Para 2020 se estimaba que llegaría a 78.81 años, si bien sumando a las tres causas principales que son responsables del descenso en la esperanza de vida, la letalidad mostrada por el SARSCoV2 podría nuevamente reducirse la esperanza de vida.

Según los CDC, las 10 principales causas de muerte en Estados Unidos son enfermedades del corazón, cáncer, accidentes (o daño no intencionado), enfermedades del tracto respiratorio inferior, accidentes cerebrovasculares, enfermedad de Alzheimer, diabetes, influenza y neumonía, enfermedades de los riñones y suicidios.

Estados Unidos tiene la tasa de suicidio más alta entre los países desarrollados. La Fundación Estadunidense para la Prevención del Suicidio, documenta que en 2018 se registraron 48 mil 344 defunciones por esa causa. En promedio se producen 132 suicidios diarios. Quienes se suicidan son, sobre todo, hombres blancos, quienes representaron el 69.67 por ciento de todas las muertes registradas por esa causa. Los hombres superan a las mujeres en suicidios en razón de 3.56 veces. El 50.57 de todos los suicidios registrados en 2018 se llevaron a cabo con armas de fuego48. Desde 1999 a la fecha la tasa de suicidios en Estados Unidos se incrementó en un 35 por ciento49.

Estados Unidos tiene la tasa de prevalencia de obesidad más alta en la OCDE, equivalente al 42.4 por ciento en el período 2017-2018 -el promedio en los miembros de ese organismo internacional es de 19.4 por ciento. Entre el periodo 1999-2000 a 2017-2018 la prevalencia de la obesidad pasó de 30.5 por ciento a 42.4 por ciento y la prevalencia de obesidad mórbida pasó de 4. 7 a 9. 2 por ciento. Como es sabido, la obesidad es un factor de riesgo que puede abonar a otras enfermedades crónico-degenerativas no transmisibles, entre ellas accidentes cerebrovasculares, enfermedades del corazón, diabetes tipo 2, hipertensión y algunos tipos de cáncer. La CDC estima que los costos anuales generados por la obesidad de los estadounidenses ascendieron a 147 mil millones de dólares, en tanto el costo per cápita para la atención médica de personas con obesidad fue de mil 429 dólares más respecto a personas no obesas50.

Un grave problema que ha coadyuvado a la reducción de la esperanza de vida en Estados Unidos -además del cáncer y el suicidio- es el consumo de opiáceos con y sin prescripción. Recientemente se reveló que la empresa Purdue Pharma, fabricante del OxyContin, medicamento a base de oxicodona introducido al mercado en 1995 para paliar el dolor crónico ocultó información sobre los efectos secundarios de este fármaco. Es un opiáceo que se debe prescribir con receta médica. Sin embargo, se ha revelado que genera adicción, aunque ese no es el principal problema. “Los opiáceos son drogas que interactúan con los receptores de opioides en las células nerviosas del cuerpo y del cerebro. Al hacer esto, las células liberan señales que amortiguan la percepción del dolor y elevan la sensación de placer en la persona. Entre estos fármacos se pueden identificar desde drogas ilegales como la heroína hasta medicamentos para calmar dolores severos, como la morfina, el fentanilo, la hidrocodona y la oxicodona. Estos dos últimos son de origen semisintético y pueden provocar adicción a los pacientes que los usan de forma reiterada. Un personaje televisivo que mostró lo que ocurre en esos casos fue el protagonista de la serie House, quien debido al dolor crónico en su pierna no podía dejar de consumir Vicodin, o hidrocodona51.”

Evidentemente la prescripción de medicamentos de este tipo debe dar lugar a un seguimiento del paciente. Entre los efectos de los opiáceos figuran la reducción de la frecuencia cardíaca y respiratoria y la muerte. En 2018, 68 mil 557 estadounidenses murieron por sobredosis de diversas drogas, pero los opiáceos fueron responsables de 47 mil 590 de esas defunciones52.

Trump y el coronavirus

El primer caso de SARSCoV2 en Estados Unidos, fue confirmado el 20 de enero de 2020. Se trató de un hombre que arribó a Seattle procedente de Wuhan, República Popular China (RP China), el 15 de enero. Al día siguiente, a pesar de tener tos, fue a trabajar y en esa misma semana comió con amigos en un restaurante. Sus síntomas empeoraban y aun así fue a comprar alimentos a una tienda. De esta forma comenzó la propagación de la enfermedad por toda la Unión Americana, si bien no sólo provino de este persona que regresó de Wuhan sino que adicionalmente llegó desde Europa a otras partes del país. Recuérdese que Estados Unidos es un país multiétnico, con una incontable cantidad de visitantes, personas en tránsito y ciudadanos que proceden de todo el mundo. Estados Unidos es, por así decirlo, un hub, por lo que era inevitable que el virus llegara al territorio y se propagara por diversos flancos53.

Ciertamente la enfermedad no ha tenido el mismo impacto en los 50 estados de la Unión Americana. Hoy por hoy los más golpeados han sido Nueva York, California, Illinois, Texas, Florida, Michigan, Pensilvania, Connecticut y Massachussets. Así, parece más letal en la costa este que en la occidental. Hasta ahora, los estados menos golpeados por el virus son Montana y Wyoming. En Nueva York, el estado más afectado, se han registrado hasta el momento de escribir estas líneas 378 mil 097 casos y 30 mil 309 defunciones, con lo que la tasa de letalidad es del 8 por ciento. Sin embargo, en Michigan, que cuenta con 58 mil 525 casos y 5 mil 613 defunciones, la tasa de letalidad ha sido de las más altas, a razón del 9.5 por ciento. Las comorbilidades como obesidad, diabetes, hipertensión y cánceres, han hecho su parte para que el SARSCoV2 tenga esa letalidad entre la población estadunidense.

Una persona viste esta protección frente al Covid-19 en el Hospital Elmhurst, en el barrio de Queens, en Nueva York, Estados Unidos. Foto del 5 de abril de 2020. © Eduardo Munoz / Reuters

El SARSCoV2 ha puesto a prueba un sistema de salud deficiente, fragmentado, descapitalizado en lo financiero y en lo humano, con costos exorbitantes de medicamentos, con una limitada infraestructura hospitalaria y con una lucha por desmantelar la cobertura de servicios de salud para los sectores menos favorecidos por parte del gobierno de Donald Trump. En consecuencia, éstos son quienes más han sufrido por la pandemia. “El virus ha estado infectando desproporcionadamente a [los afro estadounidenses]. Los estadunidenses negros representan el 13.4 por ciento de la población estadounidense, según la Oficina del Censo, pero los condados con mayor proporción de población [afro estadunidense] representaron más de la mitad de todos los casos de covid-19 y casi el 60 por ciento de las muertes a mediados de abril, según un estudio realizado por epidemiólogos y médicos clínicos. El virus también ha explotado las brechas monetarias, como lo demuestran las infecciones en las plantas empacadoras de carne, mientras que muchos trabajadores de cuello blanco hacen su trabajo desde casa.”54

La tardía respuesta de Trump a la crisis explica, en buena medida, los estragos de la enfermedad en la población estadunidense. A finales de febrero, cuando el virus se expandía por el país, Trump afirmó ante los medios de comunicación que la epidemia terminaría por “milagro.” Dijo también que su país no llegaría a los 100 mil muertos. Luego sostuvo que el virus se acabaría en abril con la llegada de la temporada de calor. Incluso a pesar de que la proporción de pruebas de detección que realiza Estados Unidos ha aumentado para ubicarse, actualmente, en 23.79 por cada caso confirmado, está muy lejos de Corea del Sur, donde la proporción es de 331 pruebas, o más aún, respecto a Taiwán, donde se han efectuado mil 274 pruebas, Nueva Zelanda con 25 mil 606 pruebas y Australia 2 mil 17 48 pruebas respecto a cada caso confirmado55Así, la cantidad de pruebas realizadas en el país que más presupuesto destina a la salud a nivel mundial, es limitada y ello ha evitado que se cuente con inteligencia epidemiológica para enfrentar la enfermedad.

A propósito de las pruebas, Donald Trump ha sugerido -como ha pasado también en México- que no es necesario hacer pruebas, aparentemente conforme a la premisa de que, si no se realizan pruebas, entonces no hay casos confirmados y, por lo tanto, el virus no existe56.

Ante ello, es en el frente externo donde la administración de Trump ha buscado chivos expiatorios. Ha culpado a la RP China de ocultar información sobre el SARSCoV2 y hasta la OMS ha sido indiciada como presunta “cómplice” del gigante asiático. Su decisión de “terminar” la relación de Estados Unidos con la OMS ha provocado disgusto y sorpresa en todo el mundo, en especial, entre sus aliados europeos, quienes en lo general, han tomado distancia y se aprestan a poner en marcha iniciativas sin la concurrencia de Washington. Así, uno de los efectos del COVID-19 es el aislamiento de Estados Unidos a nivel mundial y el desplome de la confianza en el liderazgo de Trump. Claro que, sin la participación de Estados Unidos, los avances médicos y terapéuticos para contener la enfermedad no podrán concretarse. A ello se suman decisiones previas de Trump muy desafortunadas, como la salida del Acuerdo de París sobre cambio climático, el fin del acuerdo nuclear con Irán, sus guerras comerciales no sólo contra la RP China sino, incluso en detrimento de sus propios aliados y el retiro de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Todo ello explica que Trump haya pasado de ser el hazmerreir del mundo a convertirse en irrelevante, de manera que las naciones voltean a otras partes para la solución de los problemas mundiales57.

El asesinato de George Floyd ha desatado la ira en todo el mundo, contra el racismo y la discriminación. En muchas países, Estados Unidos incluido, se ha desafiado el confinamiento y la cuarentena para salir a protestar contra lo que se considera un hecho inadmisible que también, los aliados de Washington, han criticado.

En este sentido, pareciera que las aspiraciones de reelección de Donald Trump enfrentan cada vez más obstáculos. Antes de la pandemia, Trump encaraba un impeachment que finalmente no fue aprobado en el Senado estadunidense. La situación económica y el empleo estaban a favor del presidente. Sin embargo, el SARSCoV2 despedazó los logros económicos con los que Trump podría avanzar cómodamente a la reelección y su errática respuesta ante la enfermedad, más la violencia racial han colocado al virtual aspirante demócrata, Joe Biden, a la cabeza en las encuestas.

El SARSCoV2 también ha cambiado la manera de hacer política. Aun cuando faltan algunas semanas, la celebración de las tradicionales convenciones nacionales republicana y demócrata, agendadas para el próximo 24-27 de agosto y el 17-20 de agosto, respectivamente, está en duda, por tratarse de eventos masivos que congregan a miles de personas. Las giras proselitistas, la exposición de los candidatos a la cercanía con los electores, todo eso parece cosa del pasado. Además del desempleo, la crisis y la recuperación económica, la salud y la cobertura de servicios médicos para la población serán temas cruciales en la agenda electoral y Trump parece poco calificado para salir avante en las condiciones actuales. Su decaído perfil internacional, donde realmente cuenta ya con pocos “aliados” -entre ellos el defenestrado presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quien, igual que Trump, ha hecho caso omiso de las recomendaciones para contener la pandemia y es el segundo país con más casos confirmados en el planeta, justamente detrás de Estados Unidos- también contribuirá.

El problema más grave, ciertamente, es cómo Trump ha acelerado el declive de Estados Unidos en tan sólo cuatro años de gobierno. Cuando en 1987 el historiador británico Paul Kennedy señalaba en su bestseller titulado Auge y caída de las grandes potencias que EEUU estaba destinado a cumplir con un ciclo de auge y decadencia, diversos intelectuales se apresuraron a descalificar lo dicho por este autor. Joseph Nye incluso, publicó un texto, en buena medida para responder a Kennedy, Destinado a liderar, donde miraba a los grandes poderes del mundo y concluía que nadie podía reemplazar a Estados Unidos. Con el tiempo y sobre todo en este siglo, donde los atentados del 11 de septiembre de 2001 mostraron la incapacidad del vecino país del norte, no ya para ser líder del mundo, sino protegerse y salvaguardar su propia seguridad, EEUU ha debido acostumbrarse a ser el “primero entre iguales”, reconocido esto por el entonces presidente Barack Obama.

La retórica trumpiana de “hacer grande a Estados Unidos otra vez” ha fracasado y ello es resultado de un cúmulo de errores y de una clase política que se ha preocupado más por polarizar a los estadunidenses que por sanar las heridas, fortaleciendo el tejido social y fomentando la unidad nacional. El SARSCoV2 no es sino lo que parece una estocada final a la posición internacional de la Unión Americana, resultado a su vez del debilitamiento de las estructuras sociales, económicas, culturales que, en otros tiempos, sustentaron a una superpotencia, admirada y temida en el planeta.

Es posible que el SARSCoV2 logre lo que la Unión Soviética no pudo hacer: vencer a Estados Unidos. Y es que, posiblemente, el peor enemigo que tiene ese país, está ahí dentro y no es precisamente el coronavirus sino un errático gobierno que pasará a la historia como el que hizo a Estados Unidos irrelevante en el mundo. Incluso si Donald Trump no se reeligiera, tomará mucho tiempo antes de que la Unión Americana se recupere del daño infligido en tan sólo cuatro años por este personaje. Claro, con Trump o sin Trump, las consecuencias para México serán terribles, dada la enorme dependencia que el país guarda respecto a Estados Unidos. Tal vez sea ya momento de mirar a otras partes, como hacen las demás naciones. Es un tema de supervivencia.


Referencias:

1 El MERS es parte de la familia de los coronavirus. A diferencia del síndrome respiratorio agudo severo (SARS) de 2002-2003 y del actual SARSCoV2, el MERS tiene una alta tasa de letalidad que oscila entre el 35 y el 40 por ciento. Como es sabido, se han identificado siete tipos de coronavirus: cuatro de ellos (HCoV-229E, HCoV-OC43, HCoV-NL63 y HCoV-HKU1) son muy comunes y algunos están presentes en el resfriado cotidiano junto a otros agentes patógenos como los rinovirus, por lo que se estima que una proporción muy alta de la población ha desarrollado defensas frente a ellos estando mayoritariamente inmunizados. Además de estos cuatro coronavirus, han aparecido de forma más reciente otros tres, de los que el SARSCoV2 es el más famoso si bien sus otros dos hermanos debutaron en el presente siglo encendiendo las alertas de la comunidad científica, debido la incidencia y distintos grados de letalidad.

2 El MERSCoV apareció por primera vez en Arabia Saudita en 2012, la enfermedad se propagó a otros países de la región y a Corea del Sur. ¿Por qué una enfermedad que se desarrolló en una región tan lejana de Corea del Sur arribó al país asiático provocando un grave problema de salud púbica en 2015? El 4 de mayo de ese año, un empresario surcoreano de 68 años involucrado en el negocio de los invernaderos, volvió a Seúl tras un viaje de 10 días en que visitó Bahrein, Qatar y otros países de la región de Medio Oriente. Una semana después, el empresario presentaba un cuadro febril y dificultades para respirar, razones por las que visitó diversas clínicas locales hasta que fue admitido ya con neumonía en el Hospital St. Mary de Pyeongtaek, en la provincia de Gyeonggi. Su condición no mejoró ahí, por la que fue transferido al Centro Médico Samsung en Seúl. Tras diversos estudios, los médicos finalmente identificaron el padecimiento del empresario como MERS-CoV el 20 de mayo. Sin embargo, para ese momento, el empresario había contagiado a otras 28 personas al haber visitado diversos centros de salud y hospitales previamente. Pero la crisis no terminó ahí. Un hombre de 35 años que se infectó también en el Hospital St. Mary de Pyeongtaek arribó igualmente al Centro Médico Samsung el 27 de mayo. Este hombre a quien en la literatura médica se conoce como el “paciente 14” fue aislado en el centro hospitalario, si bien, para ese momento, ya había contagiado a otras 82 personas. Así, Corea del Sur tuvo la mayor cantidad de casos de MERS-CoV, detrás de Arabia Saudita a nivel global, con 186 casos confirmados, 38 decesos y 16 mil personas en cuarentena. Véase María Cristina Rosas (mayo 9, 2020), “Corea del Sur y el coronavirus”, en etcétera, disponible en https://www.etcetera.com.mx/opinion/corea-del-sur-coronavirus/

3 George Parker (June 2020), “We Are Living in a Failed State”, en The Atlantic, disponible en https://www.theatlantic.com/magazine/archive/2020/06/underlying-conditions/610261/

4 Klaus Schwab (2019), World Competitiveness Report 2019, Geneva, World Economic Forum, p. xiii, disponible en http://www3.weforum.org/docs/WEF_TheGlobalCompetitivenessReport2019.pdf

5 The Heritage Foundation (2020), 2020 Index of Economic Freedom, Washington D. C. The Heritage Foundation, disponible en https://www.heritage.org/index/country/unitedstates

6 Transparency International (2017), Corruption perception Index 2017, Berlin, Transparency International, disponible en https://www.transparency.org/en/cpi/2019/results/usa

7 Institute for Economics and Peace (2019), Global Peace Index 2019. Measuring Peace in a Complex World, Sydney, Institute for Economics and Peace, p. 9. Estados Unidos cayó en 4 lugares respecto al índice de 2018.

8 Institute for Economics and Peace, Op. cit., p. 40.

Gallup Report (2020), “America’s First?” Rating World Leaders 2019, disponible en https://www.gallup.com/analytics/247040/rating-world-leaders-2019.aspx

10 Pablo Pardo (30 de mayo de 2020), “EEUU se retira de la OMS”, en El Mundo, disponible en https://www.elmundo.es/internacional/2020/05/29/5ed163c621efa00e698b45a1.html

11 El Tiempo (27 de abril de 2020), “Aumentan intoxicados por consumo de desinfectante en EEUU”, disponible en https://www.eltiempo.com/mundo/eeuu-y-canada/coronavirus-intoxicados-en-estados-unidos-por-tomar-desinfectantes-489256

12 DW (27.02.2020), “Trump nombra a Pence al frente de la campaña contra COVID-19”, disponible en https://www.dw.com/es/trump-nombra-a-pence-al-frente-de-campa%C3%B1a-contra-covid-19/a-52549660

13 France 24 (09/05/2020), “Segundo caso de COVID-19 en la Casa Blanca: la portavoz del Vicepresidente da positivo”, disponible en https://www.france24.com/es/20200509-trump-coronavirus-portavoz-casa-blanca-contagiada

14 TRT español (22.03.2020), “The Washington Post: inteligencia advirtió a Trump sobre pandemia de COVID-19 en enero”, disponible en https://www.trt.net.tr/espanol/mundo/2020/03/22/the-washington-post-inteligencia-advirtio-a-trump-sobre-posible-pandemia-de-covid-19-en-enero-1382812

15 George Floyd, afroestadunidense de 46 años, detenido por la policía, murió a manos del oficial Derek Chauvin quien lo esposó y colocó en el suelo boca abajo, mientras colocaba su rodilla en el cuello de Floyd. A pesar de que éste varias veces dijo “no puedo respirar”, el oficial Chevin mantuvo su rodilla sobre el cuello de Floyd hasta que éste murió. La detención de Floyd ocurrió porque, presumiblemente, éste quería pagar un producto en una tienda con un billete falso de 20 dólares. La muerte de Floyd filmada en un teléfono celular por una mujer que transitaba por el lugar y que divulgó en redes sociales, ha desatado una ola de protestas en todo Estados Unidos a pesar de la pandemia. Véase BBC News Mundo (29 de mayo de 2020), “George Floyd: quién era el afroestadunidense muerto bajo custodia policial en Minneápolis (y qué se sabe del agente involucrado en el incidente”, disponible en https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-52838977

16 Roni Caryn rabin (May 31, 2020), “Will ProtestsSet Off a Second Viral Wave?”, en The New York Times, disponible en https://www.nytimes.com/2020/05/31/health/protests-coronavirus.html action=click&module=Top%20Stories&pgtype=Homepage

17 Ibid.

18 I. Vera (24 de septiembre 2018), “Bismarck vs Beveridge: el cara a cara de los sistemas de salud en la Unión Europea”, en Planta Doce, disponible en https://www.plantadoce.com/entorno/bismarck-vs-beveridge-el-cara-a-cara-de-los-sistemas-sanitarios-en-la-union-europea.html

19 Organización Internacional del Trabajo (1 de diciembre 2009), De Bismarck a Beveridge: seguridad social para todos, Ginebra, OIT, disponible en https://www.ilo.org/global/publications/world-of-work-magazine/articles/ilo-in-history/WCMS_122242/lang–es/index.htm

20 Universidad Autónoma de Madrid (2011), Introducción a los sistemas sanitarios. El sistema sanitario español, Madrid, Universidad Autónoma de Madrid-Unidad de Medicina de Familia y Atención Primaria-Facultad de Medicina, disponible en https://formacion.uam.es/pluginfile.php/122653/mod_resource/content/1/Tema_7.pdf

21 Fundación MAPFRE (2018), Sistemas de salud: un análisis global. Comparación internacional de sistemas sanitarios seleccionados, Madrid, Fundación MAPFRE, pp. 32-33.

22 Peter G. Peterson Foundation (April 20, 2020), Why Are Americans Paying More for Healthcare?, disponible en https://www.pgpf.org/blog/2020/04/why-are-americans-paying-more-for-healthcare

23 Megan Leonhardt (October 9, 2019), “Americasn now spend twice as much as they did in the 1980s”, en CNBN, disponible en https://www.cnbc.com/2019/10/09/americans-spend-twice-as-much-on-health-care-today-as-in-the-1980s.html

24 J. Andjelic (August 2, 2019), “Healthcare Spending Statistics: How Much Does America pay to Stay Healthy?”, en Fortunly, disponible en https://fortunly.com/statistics/healthcare-spending-statistics#gref

25 Ibid.

26 Ibid.

27 Ibid. Véase también Patients Beyond Borders (21-January-2020), “Patients Beyond Borders Announces Top 10 Cities for Medical Toursts in 2020”, disponible en https://www.newswise.com/articles/patients-beyond-borders-announces-top-10-best-cities-for-medical-tourists-in-2020

28 Ibid.

29 La regla del 80/20, obliga a las aseguradoras a emplear al menos entre el 80 y el 85 por ciento de las primas en el cuidado de la salud. Si las compañías de seguros gastan menos, la diferencia se envía a los clientes para obtener un reembolso de parte de la prima pagada. El Obamacare exige a las aseguradoras que planean aumentar significativamente las primas del plan (más de un 10 por ciento), enviar sus tarifas al gobierno estatal o federal para su revisión. Véase Fundación MAPFRE, Op. cit., p. 31.

30 Fundación MAPFRE (2018), Op. cit.; pp. 30-31.

31 Ibid.

32 Ibid.

33 Center on Budget and Policy Priorities (2020), Trump Administration’s Harmful Changes to Medicaid, Washington D. C., CBPP, disponible en https://www.cbpp.org/sites/default/files/atoms/files/6-12-19health.pdf

34 Nueva Tribuna (19/08/2017), “La enfermedad, un negocio para la industria farmacéutica”, disponible en https://www.nuevatribuna.es/articulo/sanidad/enfermedad-negocio-industria-farmaceutica/20150302105350113131.html

35 Consultor Salud (15 abril, 2019), “Top 10 compañías farmacéuticas 2019 más grandes a nivel mundial”, disponible en https://consultorsalud.com/top-10-companias-farmaceuticas-mas-grandes-2019-a-nivel-mundial/

36 Martha Cañas y Vanessa López (22.05.2019), Las medicinas no deberían ser un lujo, Médicos sin Fronteras, disponible en https://www.msf.es/actualidad/las-medicinas-no-deberian-ser-lujo

37 BBC News Mundo (14 mayo 2019), “La demanda de más de 40 estados de EEUU contra grandes farmacéuticas por “conspiración para inflar los precios de los medicamentos”, disponible en https://www.bbc.com/mundo/noticias-48261951

38 La terapia génica posibilita el tratamiento de enfermedades humanas mediante la transferencia de material genético a las células de una persona. Con ello se busca restituir alguna función defectuosa o dañada o impedir que se desarrolle la existente. Véase M. Ruíz castellanos y B. Sangro (enero/abril 2005), “Terapia génica: ¿qué es y para qué sirve?”, en Anales del sistema sanitario de Navarra, vol. 28, no.1, disponible en http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1137-66272005000100002

39 Lioman Lima (31 de julio 2019), “Por qué los medicamentos en Estados Unidos son los más caros del mundo (y por qué Trump los quiere importar desde Canadá”, en BBC News Mundo, disponible en https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-48346031

40 AARP Bulletin (s/f), “¿Por qué cuestan tanto nuestros medicamentos?”, disponible en https://www.aarp.org/espanol/salud/farmacos-y-suplementos/info-2017/por-que-son-tan-caros-los-medicamentos.html

41 Ibid.

42 David Lazarus (diciembre 5, 2019), “Trump nuevamente promete un plan para reducir los precios de los medicamentos. No va a funcionar”, en Los Angeles Times, disponible en https://www.latimes.com/espanol/eeuu/articulo/2019-12-05/ctrump-nuevamente-promete-un-plan-para-reducir-los-precios-de-los-medicamentos

43 Lioman Lima, Ibid.

44 AARP Bulletin, Ibid.

45 The World Bank (2018), Life expectancy at birth, Washington D. C., The World Bank Group, disponible en https://data.worldbank.org/indicator/SP.DYN.LE00.IN?locations=US-AU-AT-BE-CA-DK-FI-DE-FR-IT-JP-SE-CH-GB

46 The World Bank (2018), Infant mortality rate, Washington D. C., The World Bank Group, disponible en https://data.worldbank.org/indicator/SP.DYN.IMRT.MA.IN?locations=US-AU-AT-BE-CA-DK-FI-DE-FR-IT-JP-SE-CH-GB

47 Noticias Telemundo (enero 30, 2020), “La esperanza de vida en Estados Unidos aumenta. Y los latinos viven más. Pero hay tres grandes peligros”, disponible en https://www.telemundo.com/noticias/2020/01/30/la-esperanza-de-vida-en-estados-unidos-aumenta-y-los-latinos-viven-mas-pero-hay-tres-tmna3659584

48 American Foundation for Suicide Prevention (March 1, 2020), Suicide Statistics, disponible en https://afsp.org/suicide-statistics/

49 USA Today (January 30, 2020), “More and more Americans are dying by sicide. What are we missing?”, disponible en https://www.usatoday.com/story/news/nation/2020/01/30/u-s-suicide-rate-rose-again-2018-how-can-suicide-prevention-save-lives/4616479002/

50 CDC (2020) Adult Obesity Facts, disponible en https://www.cdc.gov/obesity/data/adult.html

51 Francisco Corvalán (3 de enero 2020), “El escándalo de la crisis de opioides en Estados Unidos”, en La Tercera, disponible en https://www.latercera.com/que-pasa/noticia/el-escandalo-de-la-crisis-de-opioides-en-estados-unidos/960180/

52 Ibid.

53 Mike Baker y Sherik Fin (23 de abril de 2020), “El asombroso recorrido del coronavirus en Estados Unidos”, en The New York Times, disponible en https://www.nytimes.com/es/2020/04/23/espanol/mundo/coronavirus-primer-caso.html

54 Stephen Collinson (28 mayo, 2020), “No todos tenían que morir: un momento de reflexión sobre las 100 000 muertes por coronavirus en Estados Unidos”, en CNÑ, disponible en https://cnnespanol.cnn.com/2020/05/28/no-todos-tenian-que-morir-un-momento-de-reflexion-sobre-las-100-000-muertes-por-coronavirus-en-ee-uu/

55 Our World Data (June 7, 2020), “United States: coronavirus pandemic”, disponible en https://ourworldindata.org/coronavirus/country/united-states?country=~USA

56 Aaron Rupar (May 15, 2020), “Trump seems to think there’d be no coronavirus if there was no testing. It doesn’t work like that”, en Vox, disponible en https://www.vox.com/2020/5/15/21259888/trump-coronavirus-testing-very-few-cases

57 Clarín (16/05/2020), “La imagen del mandatario. El coronavirus convierte a Trump en el hazmerreir en África”, disponible en https://www.clarin.com/mundo/coronavirus-convierte-donald-trump-nuevo-hazmerreir-africa_0_Nqj9EiRYj.html