Explora unam global tv
Explora unam global tv
explorar
Explora por categoría
regresar

“Avísame cuando estés en casa, por fa”

Para quienes han vivido de cerca el secuestro y asesinato de un ser querido sabe que nada supera el dolor que esto les provoca. Agua de Lourdes. Ser mujer en México trata precisamente de ello. En la necesidad de obtener espacios de reflexión donde se hable de estos temas, Karen Villeda mezcla su historia personal con la de aquellos cientos de feminicidios perpetrados en cualquier recoveco o espacio público del país y su capital.

“Escribí Agua de Lourdes. Ser mujer en México como un homenaje a mi tía, que no sabemos si se suicida o si fue víctima de un feminicidio. En el proceso de contar mi historia, de nombrar las cosas que no estaban siendo nombradas, me curé”.

Acompañada por la escritora Lydiette Carrión, Eréndira Derbez y Zara Snapp, Karen Villeda presentó el pasado 30 de mayo Agua de Lourdes en el Foro Expresarte de la librería Mauricio Achar. Aprovechó el espacio para exhortar a la sociedad a apostar por un cambio en la cultura y mejorar el manejo de las relaciones humanas, “porque pareciera que ya nada nos afecta, pero cada muerte violenta deja un hoyo de devastación y marca vidas”.

Hoy una mujer en México evita usar faldas cortas y avisa cuando llega tarde; comparte su ubicación en tiempo real con amistades y forma parte de comunidades en aplicaciones donde describe hasta el color de su vestimenta con la “esperanza de ser rápidamente identificada por si es secuestrada o asesinada”.

El miedo constante con el que vive todos sus días le provoca una manía persecutoria que se agudiza en el repentino cambio que ha tenido que hacer en sus hábitos. No es lo mismo viajar en transporte público o privado que caminar o andar en bici, pero indudablemente su pensamiento es el mismo: llegar a su destino. Es tan grande su estado de alerta que el uso de zapatos cómodos siempre formará parte de su atuendo por aquello de tener que “emprender la huída”.

En México, 66 de cien mujeres sufre violencia de género cada día, nueve de ellas mueren asesinadas a manos de desconocidos, y siendo el segundo país más violento del mundo, no es de extrañar su tolerancia hacia la venta y trata de mujeres.