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Atlacomulco no es Atenas


Generación tras generación aparece el vendedor de una pócima milagrosa que puntualmente fracasa. En México, cada seis años se renueva la esperanza con el arribo de un nuevo gobierno, y al final es un auto engaño que nos lleva a la frustración, aseguró Ugo Pipitone, académico del Centro de Investigación y Docencia Económicas.

Durante la presentación de su libro Un eterno comienzo. La trampa circular del desarrollo mexicano en la edición 38 de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, señaló que los ciudadanos no podemos liberarnos de la responsabilidad de seguir comprando esa pócima fraudulenta.

Precisó que Atlacomulco no es Atenas, hay auto engaño y una auto absolución de la sociedad, que al mirarse en ese espejo deformado no se reconoce. Los problemas se envuelven en una capa de niebla, se disimula.

Pipitone afirmó que nos caracterizan la desigualdad y la mala calidad institucional. México es una de las sociedades más desiguales del planeta, “estamos peor que China, India, peor que cualquier país africano -excluyendo a Sudáfrica- y entre los peores de América Latina. Al mismo tiempo tenemos instituciones de mala calidad, sin coherencia ni eficacia, con bajo grado de credibilidad social.

Acotó que desigualdad y mala calidad institucional son dos cosas que van juntas, en México y en el mundo. Los países con desigualdad tienen instituciones de mala calidad; los países más equitativos son al mismo tiempo países con mejor calidad en las instituciones.

Precisó que la desigualdad y la ineficacia de las instituciones es una auto protección para los gobernantes: se conservan los privilegios, continúa la impunidad, la corrupción y se conserva la red clientelar.

Finalmente, indicó que México no ha encontrado camino firme. Los niveles de criminalidad son monstruosos, equiparables a los de Revolución Mexicana. Nuestro país está engarrotado en el miedo, no nos dejan salir a calle, tenemos miedo de nosotros mismos y somos prisioneros de nuestros propios temores.