Hace un año, el 22 de junio de 2017, la Secretaría de Gobernación (Segob) declaró la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM) en ocho municipios de Guerrero: Acapulco de Juárez, Ayutla de los Libres, Chilpancingo de los Bravo, Coyuca de Catalán, Iguala de la Independencia, José Azueta, Ometepec y Tlapa de Comonfort.
Aunque esto debió haber detonado una serie de estrategias para proteger a este sector y modificar el escenario, los focos rojos siguen encendidos, como revela el que, tan sólo en lo que va de 2018, se hayan registrado 115 feminicidios en el estado, y que otros tipos de agresiones sigan igual, comentó Yelitza Ruiz, académica y activista quien, de la mano de diversos colectivos, impulsa una Agenda Municipal de Derechos Humanos para las Mujeres y las Niñas.
“A 12 meses de la declaratoria de la Segob parece que nada ha cambiado, al grado de que ya estamos en tiempo electoral y éste se han vuelto uno de los más violentos de los que se tenga memoria, con un alto número de candidatas asesinadas o amenazadas. Es en este marco estamos llevando esta propuesta a quienes contienden por una de las 81 alcaldías de la entidad, ya que casi ninguno contempla estos asuntos en sus plataformas y eso es algo a corregir”.
Sobre por qué poner la iniciativa en manos de los futuros alcaldes y no en las del actual gobernador, Yelitza Ruiz señaló: “Es por inmediatez, pues el primer lugar al que acude quien ha sido agredida es a la dirección o instituto municipal de la mujer más cercano y no a la procuraduría o fiscalía estatales (en parte por la poca cultura de la legalidad en temas de género). Por ello es crucial que las instancias, acciones y personas que dan este apoyo sean las adecuadas”.
Impulsada por activistas, académicas y ciudadanas, esta agenda feminista pugna por la aplicación del artículo 69 de la Ley Orgánica del Municipio Libre del Estado de Guerrero, el cual establece la obligación de los ayuntamientos para instrumentar programas de participación equitativa que consideren acciones y presupuestos encaminados a mejorar las condiciones de vida de la mujer, así como a intervenir en defensa de sus derechos mediante la creación de centros de atención con áreas de salud, legal y social.
“Como se ve, no pedimos nada fuera de las leyes, pero sí exigimos que se aplique algo en lo que han sido omisos, porque si recorremos las direcciones o institutos de la mujer de los 81 municipios constataremos que todos ejecutan programas estatales, operan con recursos federales y se limitan a dar cursos de bisutería, elaboración de piñatas y papel picado. ¿Es así como pretendemos erradicar y prevenir la violencia de género en un estado tan lacerado como Guerrero?, ¿sin designar presupuesto mediante cabildo y con alcaldías que no promueven políticas con perspectiva de género y conciencia feminista? He ahí un gran escollo”.
Romper con círculos viciosos y discursos vacíos
A decir de Yelitza Ruiz, muchos de quienes triunfan en las urnas, al llegar al poder adjudican puestos a sus allegados como si regalaran canonjías, y por ello muchas dependencias clave para el desarrollo social son encabezadas por personas improvisadas y no por las más aptas. Ése es otro punto en el que la agenda busca incidir.
“Una de nuestras exigencias es hacer válido lo estipulado en el artículo 69: presupuesto municipal para institutos y entidades, y la designación de titulares con conocimiento y experiencia en temas de derechos humanos y la defensa de la mujer, y no de amigos y compadres. Ello abonaría a la puesta en marcha de estrategias con perspectiva de género y conciencia feminista, y garantizaría empatía y sensibilidad en el trato hacia quien solicite ayuda tras haber padecido violencia o pida apoyo por algo más. En pocas palabras, lo que estamos proponiendo es un modelo de dirección municipal”.
La Agenda Municipal de Derechos Humanos para las Mujeres y las Niñas es resultado de un largo trabajo de investigación académica y jurídica encaminado a proponer políticas que vayan desmontando este agregado de violencias que se viven a diario, pues aunque el foco mediático suele estar en el feminicidio, acotó Ruiz Rangel, éste es, en realidad, el punto en el que confluye una suma de agresiones que se han invisibilizado y normalizado, y que nos toca hacer visibles.
“Nos hemos acostumbramos a vivir en una sociedad que sistematiza la pobreza extrema e hipersexualiza a niñas y menores de edad, donde la prostitución y la trata se ejercen ante los ojos de todos, y donde la intimidad de las mujeres es vulnerada y hecha pública a través de la pantalla de una computadora o celular. Es preciso abordar esto desde la óptica de la prevención; no podemos limitarnos a programas asistencialistas, debemos trabajar desde cada municipio si queremos hallar una salida para un asunto tan grave”.
Para Yelitza Ruiz, existe miopía entre las esferas políticas y ello es patente en las actuales campañas, donde los candidatos creen que con entregar tarjetas o poner sus eslóganes en color rosa están atendiendo las problemáticas femeninas, cuando esto no es así.
“Es evidente que no entendiste el asunto cuando para ganar votos recurres a fórmulas como ‘vamos a empoderarlas’. La misma palabra empoderamiento es molesta o oídos de quienes estudiamos estos fenómenos, pues alude algo personal y la prevención y conciencia de género son procesos que sólo se dan en comunidad. Además, ¿cómo pedir a una mujer que recoge dinero en Prospera y lo entrega a su esposo que se empodere? Si crees que vas a lograrlo con asistencialismo y no apoyando proyectos productivos, algo está mal”.
A pocas semanas de los comicios y tras tocar muchas puertas, aún son pocos los candidatos que se han tomado el tiempo de analizar la Agenda Municipal de Derechos Humanos para las Mujeres y las Niñas, “y, sí soy franca, los más receptivos han sido quienes menos posibilidades tienen de ganar; no obstante, esto, más que una invitación al desánimo, es un llamado a redoblar esfuerzos”.
Cada una desde su trinchera
Además de investigadora y poeta, Yelitza Ruiz es activista, algo que cree, le viene por haber nacido en Iguala, “pues en Guerrero nos toca jugar de local con todas las violencias y desgracias: si hay huracanes nos toca, con movimientos sociales igual, que si la guerra sucia, Acteal, Aguas Blancas o Ayotzinapa, es lo mismo. Ello explica nuestra historia y nuestra larga lista de luchadores, quienes han abierto brecha a muchas de las garantías que hoy gozan los ciudadanos mexicanos. Como estado nos hemos forjado así”.
Por esta razón, la abogada combina sus actividades literarias y académicas con su compromiso social “y en lo que respecta a la Agenda Municipal de Derechos Humanos para las Mujeres y las Niñas, más que en las calles, mi trabajo ha sido arrastrar el lápiz. En esta iniciativa hay comunicólogas, politólogas, sociólogas, entre otras, quienes desde su trinchera aportan lo que pueden y, lo más importante, generan comunidad, pues el gran problema del activismo feminista en Guerrero era, todavía hace algunos años, que se hacía en solitario y de forma aislada por personajes muy puntuales”.
Hoy ya no es así, y este grupo funciona a través del consenso y desde distintas colectivas. De esta manera se determinó que una vez que la iniciativa llegue a los municipios y concluyan los comicios, la llevarán al Congreso estatal a fin de darle continuidad y promover una serie de leyes con perspectiva de género y conciencia feminista.
“En Guerrero los derechos humanos de mujeres y niñas se vulneran en todo momento y esto es un problema grande y latente. Lo realizado por las autoridades ha resultado insuficiente y de poco alcance; todo ello nos obliga a plantearnos otras vías y eso es lo que estamos haciendo con esta agenda, pues si la propuesta no emana de la ciudadanía, no entiendo de dónde más vendrá”.