Explora unam global tv
Explora unam global tv
explorar
Explora por categoría
regresar

Una vez que se levante la contingencia por Covid-19, nuestras relaciones van a cambiar

En el momento en que las autoridades señalen la reanudación de las actividades en México debido al confinamiento por la pandemia del Covid-19 se deberá considerar la empatía con los semejantes y el comportamiento individual, así como el hecho que difícilmente nos preocupamos por quienes están cerca de nosotros, señaló el académico de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, Saúl Recinas López.

En entrevista consideró que “al restablecer las actividades cotidianas, las autoridades deben tener cuidado que sea en forma paulatina, pues se corre el riesgo de generar nuevamente un repunte de contagios. En términos sociales, la historia ha mostrado que después de grandes eventos hay secuelas que pueden observarse con el comportamiento individual, por ejemplo, en términos de higiene personal, se generan imaginarios relacionados con la limpieza. Por el lado de las interacciones, puede que observemos una mayor cuidado de las personas a relacionarse y tener contacto con el otro, ese otro del que se desconoce un historial clínico”.

El catedrático no se aventura a decir cómo será el comportamiento social al momento de reanudar las actividades: “evidentemente va a cambiar algo, es muy difícil prever cómo van a ser las relaciones. A mí me parece que estamos en un momento sumamente crítico, no sólo en cuestiones de la salud, también en términos sociales. Esta pandemia viene a revelar muchas cosas, evidencia la desigualdad, los grandes huecos en relación con los derechos laborales o la movilidad. Sin duda, las relaciones van a cambiar”.

Agregó que “El problema es que estamos viviendo una época de ceguera donde no volteamos a ver al otro. Pensamos que todos vivimos la pandemia de la misma manera. Desde las instituciones gubernamentales y la academia se debe poner atención en lo que está sucediendo. Debemos ser más sensibles con el entorno y los que nos rodean, pensar quiénes y cómo viven quienes reparten la comida, los que realizan los servicios de limpieza pública, todos aquellos que día a día  deben salir a trabajar, que sostienen de una u otra manera a la sociedad”.

El sociólogo indicó: “Hay que pensar en colectivo.  Como científicos sociales debemos sensibilizarnos. Esta pandemia ha venido a mostrar las fallas  que como sociedad hemos tenido., lo que sucede no es de ahora, es un proceso que que hemos venido creando a lo largo del tiempo. El individualismo  nos ha hecho dejar de ser empáticos con el otro, pensamos que somos dueños de nuestra propia historia y dejamos de ver los nodos sociales a los que estamos conectados”.

El entrevistado estimó necesario considerar las afectaciones al sector salud donde la población debe estar consciente de los daños ocasionados por la pandemia a nivel nacional y mundial. Países del primer mundo que cuentan con los correspondientes servicios de salud y naciones de América Latina que se percataron que no estaban listos para estos eventos.

“Cada evento que sucede a nivel social algo mueve, hay que estar atentos a lo que vendrá. Hace dos años y medio, por ejemplo, vivimos el terremoto, si le preguntas a la gente qué cambió, modificaron una serie de prácticas a nivel social e individual. Hay que ser conscientes con cada evento, sea por un desastre natural o de un proceso meramente social tiene efectos en la memoria colectiva”.

Momento crítico

Una de las preocupaciones de la sociología está centrada en los grupos sociales, “La sociología se ha preocupado desde siempre del proceso de diferenciación. Cómo nos vemos frente al otro, entendido a éste como un extraño, un extranjero, alguien que no pertenece a lo que yo soy. En este momento puede suceder una especie de miedo hacia el otro en el contacto cotidiano Puede que después de este evento la relaciones nucleares como la familia, los amigos, aquellos con los que me identifico se vean reforzadas, consideró.

Aunado a lo anterior, le preocupa que existan reuniones, aunque menciona: “la gente sigue haciendo algunas fiestas porque piensan que las personas que están a su alrededor, las más cercanas, con quienes se identifica, no pueden contagiarlos. Parecería que ese miedo es hacia el otro, al extraño y no a los que identifica como cercanos”. Sin embargo, este tipo de encuentros pueden ser un foco de contagio y, en términos sociales, nos hablan de pensamiento individualista que permea nuestra realidad.