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El futuro de los xenotrasplantes

La tecnología de edición de genes ha acelerado el progreso en el trasplante de órganos animales hasta el punto en que los científicos pronto comenzarán los primeros ensayos en humanos.

En este sentido, se espera que investigadores en Corea del Sur trasplanten córneas de cerdo a humanos dentro de un año. Además, investigadores en los Estados Unidos también trabajan en ensayos clínicos de órganos de cerdo en los próximos años, incluido un grupo en el Hospital General de Massachusetts que ha comenzado un ensayo clínico de seis personas que utiliza “mantas” de piel de cerdo para proteger temporalmente la piel de víctimas quemadas.

En la escuela de medicina de la Universidad de Alabama en Birmingham (UAB), los investigadores planean trasplantar riñones de cerdo en adultos y corazones en recién nacidos que presentan disfunciones cardíacas.

También en Massachusetts, la empresa eGenesis ha aprovechado la tecnología de la edición genética para resolver el problema de la escasez de órganos y tejidos para trasplante. De esta manera, el científico Qin, director de Ingeniería Genética de la compañía, prepara células de cerdo editadas genéticamente. Su objetivo es crear cerdos cuyos órganos puedan trasplantarse de manera segura a las personas.

Xenotrasplantes

Durante mucho tiempo ha sido la idea de muchos científicos el uso de partes de animales para trasplantes. Los primeros intentos demostraron que el cuerpo humano tarda unos cinco minutos en rechazar un órgano de otra especie.

“Nadie se atrevería a hablar” sobre la ejecución de ensayos clínicos para el xenotrasplante, dice Leo Bühler, presidente de la Asociación Internacional de Xenotrasplantes (IXA).

Para que un cerdo de riñón, corazón o pulmón mantenga viva a una persona, se debe engañar al sistema inmunitario humano para que no reconozca que proviene de una especie diferente. Ahí es donde entra en juego la tecnología de edición de genes CRISP, lo que permite a los investigadores realizar cambios específicos en un conjunto completo de genes en muchos lugares simultáneamente.

CRISP proviene de las siglas del inglés Clustered Regularly Interspaced Short Palindromic Repeats (Repeticiones Palindrómicas Cortas Agrupadas y Regularmente Interespaciadas). Es una herramienta molecular diseñada para “editar el genoma” de cualquier célula, algo así como unas “tijeras moleculares” que permiten “cortar y pegar” cualquier región del ADN de las misma célula, de una manera precisa y controlada, para modificar su secuencia, y por lo tanto, las “instrucciones” que posee en ADN.

Así los científicos pretenden utilizar CRISP para eliminar la secuencia del ADN que codifica para unos “marcadores” celulares, que son algo así como la molécula señal presente en la superficie celular, estas moléculas “avisan” que no pertenecen al organismo, de esta manera el sistema inmune las reconoce como extrañas y reacciona para finalmente rechazarlas.

Ensayos en primates no humanos

Otras investigaciones ya han probado el xenotrasplante en primates no humanos, paso crucial hacia un ensayo clínico en humanos. Durante el ensayo, publicado en Nature, los primates sobrevivieron seis meses con un corazón de cerdo, células modificadas genéticamente en algunos puntos para reducir el rechazo.

En 2017, otro estudio publicado en Xenotransplantation demostró que babuinos podían sobrevivir hasta tres años con un corazón de cerdo (también editado).

El potencial de dichos avances serían enormes y el suministro de órganos, tejidos y células sería “ilimitado”, sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer.

Los investigadores también están preocupados por cómo el público percibirá el xenotrasplante, aunque las encuestas iniciales sugieren que la gente está abierta al concepto. Por supuesto, algunos se resisten a la idea de sacrificar animales para experimentos y órganos, incluso, si se usan para salvar vidas humanas.

Pues durante los ensayos en animales, quienes realmente no necesitan esos trasplantes, son sometidos a cirugías peligrosas y obligados a llevar a cabo el tratamiento de recuperación.

El obstáculo final, la única forma de saber realmente si funcionará el xenotrasplante, será probarlo en personas, señala Jay Fishman, especialista en enfermedades infecciosas e inmunología del Hospital General de Massachusetts y en la Escuela de Medicina de Harvard. “Creo que todos estamos esperando el primer ensayo clínico”.

Fuente: The Guardian

También puedes leer los artículos de Nature, Xenotransplantation y Science

Acerca de CRISP puedes consultar: www.dciencia.es