Después de las protestas del 15 de mayo en Brasil contra el recorte al sector educativo, los simpatizantes del presidente Jair Bolsonaro se reunieron el 26 de mayo para exigir al Congreso apruebe las reformas de aquél, de acuerdo con información de la agencia de noticias Reuters.
En entrevista con UNAM Global, la investigadora Regina Crespo Franzoni, del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC) de la Máxima Casa de Estudios, explicó que aunque una parte de la población que votó por Jair Bolsonaro se sorprenda con sus decisiones, éstas ya se veían venir.
“Un candidato misógino, homofóbico, sin un plan de gobierno, que huyó a todos los debates, que no tuvo una capacidad mínima para estar en un debate público con su opositor, pues no tendría por qué presentar algo distinto de lo que está presentando ahora”.
El 30 de abril el Ministerio de la Educación brasileño anunció un recorte del 30 por ciento del presupuesto público para universidades e instituciones educativas federales, lo que provocó manifestaciones de estudiantes, profesores e investigadores en más de 200 ciudades.
Crespo Franzoni acotó que el panorama no es alentador con una tasa de desempleo de casi 15 por ciento en el país, y condiciones económicas precarias en comparación con gobiernos anteriores. Asimismo, la académica aseveró que “el fracaso en la administración actual se debe a la ausencia de políticas en beneficio del país, ya sea en términos económicos, sociales y educativos”.
Finalmente, la investigadora aseguró que “el panorama no es nada tranquilo, ni para el señor Bolsonaro ni para la población en general; hay que aguardar y esperar a que las fuerzas sociales se movilicen para que algo positivo se dé, ahora sí, en beneficio del país”.