Se podría decir que los trasplantes de útero son un procedimiento quirúrgico bastante novedoso. La primera vez que se llevó a cabo este procedimiento fue en 2012, en Suecia, dando como resultado el nacimiento de cinco bebés sanos en 2014. Sin embargo, los trasplantes de útero se realizaban con órganos provenientes de donantes vivas; generalmente la madre, la hermana o alguna pariente cercana de la paciente.
Ahora, y por primera vez en el mundo, una mujer ha dado a luz después de recibir un útero de un donante fallecido.
Este avance, publicado en línea el 4 de diciembre en The Lancet, podría aumentar la disponibilidad de órganos viables para mujeres que desean quedar embarazadas pero que carecen de matriz.
El éxito logrado por el equipo de ginecología del Hospital de las Clínicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Sao Paulo, supone también el primer trasplante uterino en América Latina
La receptora del trasplante fue una paciente de 32 años con infertilidad uterina, a la que se le implantó el útero mediante una cirugía que duró más de 10 horas, en que la que el órgano donado se conectó a sus venas, arterias, ligamentos y canales vaginales.
Tras siete meses en que la paciente no rechazó el nuevo órgano y tuvo funciones normales, se le introdujeron los óvulos fecundados que dieron lugar a un embarazado común. Tras el parto, el útero se extrajo sin que se encontrase ninguna anomalía, y tres días después la madre y la pequeña recibieron el alta médica.