Siempre se termina por entender mejor a los lobos que a los corderos, sentenció Arturo Pérez Reverte. Cuando se han vivido más de 40 guerras, se han presenciado muertes, violaciones, dolor, soledad, miedo, se corre el riesgo de perder la compasión por los débiles.
En la presentación de su nuevo libro “Falcó” en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, el escritor español mostró su desencanto ante el ascenso, de nuevo, de las intolerancias. Antes la gente creía, ingenuamente, acotó, que el nazismo, fascismo, y en general los totalitarismos, serían una salvación.
Los sueños se convierten en pesadillas cuando el cordero sigue al lobo; el sueño de La Sierra Maestra con Fidel Castro, señaló el autor de El Pintor de Batallas, terminó con un viejo esclerótico y egoísta; la lucha por la libertad terminó en un búnker ideológico.
Respecto al triunfo de Donald Trump dijo que en Estados Unidos están temerosos porque saben que van a perder la batalla: “subiremos la frontera poco a poco”, “la lengua es nuestra patria”.
Junto a su amigo, el también escritor Élmer Mendoza, charlaron sobre su nueva novela, en la que el protagonista es un canalla que no tiene nada que perder.
La guerra y su faceta de periodista siempre están presentes en las conversaciones de Arturo Pérez Reverte. En esta ocasión citó la valentía de las mujeres en la guerra de Sarajevo. Contó que fue testigo de cómo una anciana decidió proteger a su familia: mujeres, hijos y hasta a su marido, de los serbios.
Su única arma para impedir la atrocidad del enemigo era una vieja escopeta. Pérez Reverte se preguntó, finalmente, cómo le hacen los que no leen para sobrellevar la vida. Sin la lectura, compartió con el auditorio, ya hubiera hecho una locura. Leer le permite entender que Trump es parte de las contradicciones y de la locura de la humanidad.