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Medicina Conductual, vital para mejorar calidad de vida

Lograr que pacientes con enfermedades crónicas como cáncer, Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), hipertensión y diabetes, recuperen su salud mental y tengan una mejor calidad de vida, es la labor que todos los días realiza el doctor José Juan Sánchez Sosa, pues “estas enfermedades deterioran el funcionamiento psicológico y equilibrio emocional de los pacientes”.

El profesor de la Facultad de Psicología de la UNAM y especialista en Medicina Conductual, mencionó que esta disciplina fundamenta que los cambios en el comportamiento y estilo de vida pueden mejorar la salud, prevenir la enfermedad y/o reducir los síntomas de ésta, “se toman los resultados de investigación básica que localizan principios generales que regulan el comportamiento humano, y los traducimos para desarrollar intervenciones para que esos pacientes adquieran conductas protectoras”.

En ese contexto, las conductas protectoras —en el caso de pacientes en un hospital— son todas aquellas que ayuden a recuperar la salud, “existe un problema grave con pacientes médicamente enfermos, la enfermedad deteriora su funcionamiento psicológico, les produce reacciones emocionales que alteran su equilibrio, desarrollan creencias disfuncionales y es común escucharles decir ‘ya me voy a morir, no importa que no me tome la medicina’, que interfieren con su comportamiento, ya que no hacen las cosas que tendrían que hacer para recuperar su salud, y hacen otras que le agregan riesgo al problema médico que ya tienen”, explicó.

Para el también investigador emérito de la Máxima Casa de Estudios, es fundamental la salud mental en estos pacientes, ya que si no hay equilibrio emocional y conductas de autocuidado la enfermedad avanza y se producen consecuencias psicológicas exacerbadas.

Los pacientes que son intervenidos con terapia de medicina conductual, modifican su comportamiento y hacen lo que el equipo médico les ha indicado para recuperar su salud, “un padecimiento agudo, infeccioso o derivado de una herida, el ser humano se activa y de las instrucciones que el médico da, el paciente sigue ocho de cada 10 para cuidarse. Mientras que un padecimiento crónico, el paciente hace seis o cinco, pero si además es asintomático, el paciente de cada 10 realiza dos o tres para recuperar la salud, lo que agrava el padecimiento”.

Refirió que se acude al psicólogo cuando se está bien para seguir sintiéndose bien, “no hay necesidad de que todo el mundo busque un psicólogo, se acude a él cuando hay una reacción emocional intensa que no se quita, una creencia que nos hace sufrir y cuando nota que ésta nos daña”.

Si bien no todo el mundo necesita un psicólogo, la población debe estar pendiente de esos pequeños cambios para identificarlos, y hacer algo al respecto para recuperar un estado que permita funcionar bien como ser humano.

Este tipo de atención está disponible en hospitales del IMSS, ISSSTE, Secretaría de Salud, así como en la Facultad de Psicología. Sin embargo, hay que adoptar hábitos de autocuidado, desde la alimentación, la forma en que tratamos a los hijos y la interrelación con los demás que nadie enseña, “lo más  importante es lograr avances en términos de prevención, hay que cambiar muchas cosas: educación formal, informal, medios de comunicación, la prevención tiene que llegar por todos lados y permanecer”, finalizó.