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Periodismo, atrapado por el rating


El sistema de buscar el clic a toda costa funciona a corto plazo, en buen castellano significa pan para hoy, hambre para mañana. Y en mi barrio le llaman escupir para arriba, afirmó el periodista Martín Caparrós.

Durante la Fiesta del Libro y la Rosa 2017, organizada por la UNAM, Caparrós indicó que la irrupción de la lógica del rating está cambiando a muchos medios de comunicación. Un cambio negativo: editores que prescinden de sus propias ideas, sus propias convicciones del oficio y se supeditan a la demanda del público.

Atados a las cifras, a los datos, a las métricas, los editores tienen que responder a las áreas comerciales, a los dueños. Y así, hay medios que publican: “¿Cómo se sacan las manchas que te hace un huevo frito?” Acompañado del editor de la Revista Gatopardo, Felipe Restrepo y de Víctor Cabrera, Caparrós acotó que se renuncia al buen periodismo.

Respecto a los cronistas actuales del periodismo, el autor de “El Hambre” recordó que nadie ha escrito una mejor crónica que la de Alvar Núñez Cabeza de Vaca o Bernal Díaz del Castillo.

Precisó que los obstáculos a los que se enfrenta el cronista son numerosos: espacio reducido en los medios, temas sujetos al interés de los lectores y presión de sus editores (tiempos de entrega). Caparrós fue contundente: “Los cronistas trabajan a pulmón, a fuerza de querer hacerlo, de voluntad”. Tienen otros trabajos y en los ratos libres hacen crónica, consiguen dinero para continuar con su trabajo, “peleándonos con editores porque quieren cortar el texto a la mitad porque creen que el lector no lo va a leer”.

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Una buena crónica no sólo es una narración, también es análisis; una buena crónica es política en la medida en que cambia el foco de lo que vale la pena ser mirado y cambia el modo en que eso se cuenta. Habla en primera persona con lo cual pone en cuestión por qué los medios tradicionales no usan la primera persona. Los medios tradicionales intentan convencer al lector que le están contando “la verdad”, agregó.

“Si se ve quién la cuenta, el lector se da cuenta que es la mirada de una persona. Lo que pasa es que siempre es la mirada de una persona. Siempre hay alguien que cuenta y elige lo que va a contar”, finalizó.