Durante el enamoramiento nos sentimos felices, bobos, vulnerables y hasta fuertes, todo al mismo tiempo. Y, en pocos segundos, llega ese cosquilleo en el vientre llamado “mariposas en el estomago”, ¿por qué las sentimos?
Diana Patricia Guízar Sánchez, adscrita a la Unidad de Posgrado de la Subdivisión de Especializaciones Médicas de la Facultad de Medicina de la UNAM, señala que surgen porque tenemos un sistema nervioso entérico, formado por neuronas en el estómago y el intestino. Se trata de una subdivisión del sistema nervioso autónomo que es el encargado de controlar al aparato digestivo. Así, cuando tenemos alguna emoción surgen reacciones en el estómago y es cuando aparecen “las mariposas”.
“Paradójicamente, es el mismo sistema que se activa cuando nos da miedo y queremos huir”, advierte Guízar Sánchez.
Cuando el sistema simpático que maneja el miedo siente esta emoción envía la orden para huir. Surge la adrenalina y en ese momento manda más sangre a los músculos, brazos y piernas para correr, y le quita sangre a otros órganos como el intestino y el estómago. Así, baja el nivel de flujo sanguíneo, el estómago lo detecta y le envía señales al cerebro. En el enamoramiento sucede el mismo proceso con la adrenalina y “es lo que entendemos como mariposas en el estomago”.
En una situación de miedo o estrés, el movimiento intestinal aumenta o disminuye, y es así como aparece la diarrea o el estreñimiento, según sea el caso de cada organismo.
Se han hecho estudios a través de resonancias magnéticas y se ha detectado que las sustancias generadas durante el enamoramiento, son las mismas que durante el miedo. Un ejemplo de ello es la adrenalina.
¿Cuánto dura el enamoramiento?
La académica refiere que el enamoramiento y la sensación de las “mariposas” dura aproximadamente los primeros seis meses de la relación, debido a la emoción, y al igual que el miedo, se desconoce lo que pasará.
“Todo lo nuevo de la relación genera una expectativa y conforme se conoce a la persona se sabe qué esperar, y con el tiempo ya no se liberan esas mismas sustancias que surgen cuando hay miedo”.
Por esta razón, es importante cambiar las rutinas porque al pasar la emoción la sensación de esas sustancias que producen placer ya no son las mismas.
Sustancias
Durante el enamoramiento se producen cuatro neurotransmisores importantes: serotonina, noradrenalina, dopamina y glutamato, sustancia principal que genera actividad en el cerebro.
Sin embargo, no todas se generan en el cerebro, por ejemplo, del 80 al 90 por ciento de la serotonina y el 50 por ciento de la dopamina se producen en el intestino.
Guízar Sánchez menciona que esa serotonina, a nivel entérico, genera en la depresión que las personas tengan alteraciones gastrointestinales y alteraciones inmunológicas.
Existen diversos tipos de células que ejercen cierta función, hay neuronas que ofrecen una conexión química y que son el paso de los neurotransmisores de una célula a otra. “Este tipo de células también están en el intestino y mandan señales del estómago e intestino al cerebro”, concluye la académica.